
ANTES - 13 ; Fast and jelaous.
-¿Continúas viéndote con el chico misterioso?-Preguntó mi mejor amiga desde la otra línea.
El viento azotaba contra mi rostro.
-Su nombre es Edward. Y si, continuamos viéndonos-Confesé-De hecho, estoy con él.
-Oooooooh, claro-Sentí su risa-Espero no haber interrumpido nada importante.
-A decir verdad, no lo hiciste-Presioné mi móvil contra mi oreja para poder escuchar mejor.
-Como sea, Rory está esperando por mí-Apenas podía oírla-Procura no meterte en problemas Marg.
-Agh-Escuchar el nombre de aquel anciano me producía casi tanta repugnancia como el imaginarme las asquerosidades que él y mi amiga hacían en la intimidad.
-Te quiero, disfruta tu noche.
-¡Yo a ti Kars, adiós!-Grité por sobre la música.
Colgué la llamada y guardé el móvil. Me abracé a mí misma tratando de entrar en calor mientras avanzaba entre la multitud en búsqueda de Edward.
La música hacía estallar mis tímpanos, pero no lograba opacar el insoportable ruido que producía el rechinar de las llantas contra el pavimento.
-¡Aquí estás preciosa!-Exclamó Edward, con un tono muy particular en su voz.
Pasó uno de sus brazos por sobre mis hombros y me atrajo hacia sí, antes de apresurarse a unir nuestros labios en un corto, pero tierno beso.
Algo en él andaba mal, muy mal.
-Edward, apestas a marihuana-Informé sintiendo el aroma de su ropa-¿Estás drogado?
-Shhhhh-Enrolló sus brazos en mi cintura y lo aparté rápidamente.
-¿Es por eso que te fuiste? ¡¿Me dejaste para ir a fumar hierba?!
-¡Cállate Margot!-Gritó tomándome por una de mis muñecas y apartándome de la multitud-La hierba no es tan mala como piensas.
-Y tú no eres tan inocente como pareces-Me solté de su agarre.
-¡Por favor Margot!-Exclamó.
Nos encontrábamos a unos metros de donde se concentraba la multitud, a nuestro alrededor solo se encontraba un grupo de personas fumando y riendo entre ellos.
-¡No actúes como si estuvieses sorprendida!-Me observó fijamente-¡La hierba no es la gran cosa!
Sus ojos inyectados en sangre, su hablar más pausado de lo normal y aquella actitud tan pedante me causaban cierto malestar, y de repente comenzaba a incomodarme estar junto a él.
-Me iré de aquí-Confesé caminando en dirección opuesta a la que se encontraba.
Edward corrió hasta donde me encontraba y me detuvo.
-Dijiste que querías conocerme, conocer mi mundo-Pronunció-Esto es lo que soy, aquí es donde me muevo.
Suspiré con pesadez y luché contra mí misma para no saltar hacia sus labios.
-Aún quiero conocerte Eddie, pero no mientras continúes tan... Fumado-Solté-Me iré.
-Te llevaré.
-No, puedo hacerlo sola.
-¡Voy a llevarte Maggie!-Exclamó con firmeza.
-¡No lo harás!-Chillé-¡Y esperaré tus disculpas cuando estés sobrio!
-Margot-Suspiró, su mano sostenía fuertemente mi muñeca.
-¡Déjala ir Cox, no es su culpa que seas un imbécil!-Intervino un muchacho acercándose a nosotros.
Delgado y alto, tez pálida y cabello castaño claro. La mala iluminación del lugar me impedía descifrar el color de sus ojos.
-Vete Blake -Ordenó Edward con su ceño fruncido.
-Vengo a salvar a la preciosa dama en aprietos-Soltó entre risas.
-Yo no necesito ayuda-Informé.
El tal Blake bajó la vista hasta mi muñeca retenida por el fuerte agarre de Edward, hizo una mueca y en cuestión de segundos quedé liberada.
-¿Cuantos porros tienes encima Edward?-Preguntó Blake-Podría jurar que unos siete.
Mis ojos se abrieron de par en par, aquello tenía que ser chiste.
-Te voy a patear el culo Blake, vete.
-Adelante-Musitó el muchacho, provocando a Edward quien dio un paso hacia él, pero lo retuve rápidamente.
No necesitaba una pelea, y mucho menos en aquel lugar.
-Marica-Repuso Blake, y pude sentir los músculos de Edward tensarse bajo mi agarre.
-Blake, por favor-Inquirí.
-Lo siento preciosa-Me sonrío-¿Necesitas quién te lleve a casa?
A decir verdad, si lo necesitaba.
-Claro que no, yo puedo hacerlo-Edward se apresuró por responder.
-En ese estado no llegarás vivo a ningún lado, Cox-Aseguró Blake.
-Tampoco tú si continúas siendo un imbécil-Susurró Edward entre dientes.
Suspiré con pesadez, no estaba de humor para soportar sus estupideces.
-Amigo, la chica se está hartando.
-Mi chica-Aclaró Edward acercándome hacia él, y sentí un cosquilleo en mi estómago.
-¿La de turno?-Escupió Blake, provocándome asco.
-Vete a la mierda Berkley-Sus músculos se tensaron otra vez.
-Lo siento, fue un mal chiste-El castaño dejó escapar una risa mientras encendía un cigarrillo-Preciosa, ¿Ya has conocido el lugar?-Negué con la cabeza-¿Jamás has estado en una carrera?
-No.
-¡Bien hecho Cox, ella si vale la pena!-Me guiño un ojo.
Debía admitir que era muy atractivo.
-Sí, vete-Ordenó Eddie.
Unas luces nos cegaron, un lujoso y oscuro auto negro se acercó a centímetros de nosotros. Un musculoso muchacho abandonó el vehículo y le entregó las llaves a Blake.
-Gracias Scar-Dijo Blake con el cigarrillo entre sus labios mientras caminaba hasta su coche-¿No vienes preciosa?-Negué nuevamente con mi cabeza-¡Vamos, tu noviecito está drogado!-Me recordó-¡¿Cox, de verdad trajiste a una chica para dejar que se aburra?!
Edward me observó con atención, sentí como largaba un profundo suspiro y llevaba sus brazos a mi cintura. Me apresuré por concretar su acción, poniéndome de puntillas me acerqué a su rostro y uní sus labios a los míos. No tardó en profundizar el beso y hacerlo durar mucho más de lo esperado. Sabía que quería dejar claro un punto.
Yo era suya.
-¡Puedo llevarlos a un hotel, si así lo desean!-Interrumpió Blake.
Edward separó su boca de la mía y besó mi frente lentamente, nuestras miradas se cruzaron. Sus ojos continuaban rojos y él aun olía a marihuana, pero de todas formas me encantaba.
-Por favor, ten cuidado-Murmuró en mi oído.
-¡¿Qué?!-Pregunté confundida-¡¿Vas a dejar que me vaya con él?!
-Estarás bien, es buen conductor y...
-Yo no puedo creerlo-Escupí alejándome de él.
-Maggie...
-No, sólo para-Tragué un nudo que se formó en mi garganta y caminé hasta el auto de Blake, subí en el asiento del copiloto y esperé a que él hiciera lo mismo del lado del conductor-Sácame de aquí, y que sea rápido.
-A tus órdenes, preciosa-Una enorme sonrisa se formó en su rostro al momento en el que su auto se desplazó justo al lado de Edward cuya mirada se encontraba perdida.
Blake pisó el acelerador y salió disparando de aquel lugar, mientras que las personas en su camino se hacían a un lado para evitar ser arrolladas.
-¿Cuál es tu nombre?-Preguntó mientras bajaba la velocidad, situándose en lo que parecía ser un punto de salida.
-Margot-Contesté rápidamente-¿No estarás pensando en competir, cierto?
-Tranquila Margot, estoy pensando en ganar-Guiñó su ojo.
Alrededor de unos cinco autos se situaron junto a nosotros, mi corazón latía a mil por hora. Una muchacha vistiendo unos mini shorts y un micro top caminaba entre los autos, temí porque fuera a perder su cadera o morir de hipotermia, pero ella parecía estar muy contenta.
En cuestión de segundos, y sin darme lugar a siquiera considerar la acción de escapar, la carrera comenzó y un insoportable rechinar de ruedas fue lo último que oí antes de abandonar aquel punto de partida más rápido que cualquiera de los otros vehículos.
-¡Voy a dedicarte mi victoria, Margot!-Gritó Blake, su cabello volaba hacia atrás y la expresión en su rostro era una maravilla. De verdad que era un chico muy precioso.
Los autos chocaban uno contra los otros, observé al conductor de un Audi R8 salir volando por la ventanilla de su vehículo mientras que esté impactaba contra un paredón. No podía concebir como a ciertas personas podría brindarle diversión el exponerse a tal peligro.
La alta velocidad, los autos chocando uno contra los otros, vehículos volcados, y la posibilidad de ser el próximo final trágico de la historia no me brindaba nada de adrenalina en lo absoluto. De lo contrario sentía terror, y comenzaba a desesperarme.
-Blake, por favor...
-¿Tienes miedo nena?-Volteó rápidamente en mi dirección y asentí numerosas veces con mi cabeza-Entonces me salgo.
A solo unos metros de cruzar la meta, Blake se desvió del camino atravesando el césped y llamando la atención de todos en el lugar. La velocidad de su andar no disminuyó hasta habernos encontrado lejos de la zona de carreras y cerca del centro de Londres. Mi ritmo cardiaco retomó su pulso normal, y podía controlar mi respiración. Estaba fuera de peligro.
Blake condujo unas cuantas calles más alrededor de la ciudad y aparcó su lujoso coche a las afueras de un desolado y pequeño restaurant.
-Andando, estoy hambriento-Informó bajando de su auto y caminando hasta mi puerta, pero me apresuré en abrirla antes que él.
El castaño y yo caminamos hacia el interior del restaurant. Blake había colocado su brazo derecho sobre mis hombros, sobresaltándome con la acción. No sabía si lo hacía para fastidiarme o porque era una de esas personas que tomaba confianza rápido, fuese lo que fuese lo aparté al instante obteniendo una risita de su parte.
El lugar estaba vacío, ambientado en la década de los sesenta, muy del estilo hippie repleto de retratos de los integrantes de The Beatles. Me encantaba.
-¿Lindo eh?-Preguntó, apartando una silla para que me sentara.
-Es precioso-Confesé, regalándole una sonrisa ante tal gesto.
-Tu eres preciosa-Aseguró tomando asiento frente a mí, me sonrojé al instante.
-¿Vienes a menudo?-Asintió.
-Es de mis lugares favoritos-Informó-¿Qué hay de ti?
-No mucho.
-¿Tu y Edward son pareja o solo están...
-Salimos-Asintió con su cabeza.
-Le gustas demasiado, puedo notarlo-Habló y no pude contener mi sonrisa-La mayor parte del tiempo es un imbécil, pero tienes que aprender a vivir con eso. Él no está acostumbrado a este tipo de... cosas.
-¿Qué tan bien lo conoces?-Cuestioné.
-Puede que sea su único amigo en el mundo-Carcajeó.
-Pero da la impresión que te detesta-Arrugué la nariz.
-Ese es el chiste-Chasqueó la lengua-Edward odia a todo el mundo, a mí solo me detesta-Lancé una pequeña risita -Y tu definitivamente le encantas-Sonreí otra vez-Y a ti definitivamente te encanta.
-Bueno puede que...
-Sólo ten cuidado Margot-Dijo con seriedad-Recuerda que jamás puedes fiarte de nadie, y que las personas no siempre son lo que demuestran.
-¿Estás insinuando algo?-Negó con su cabeza.
-Es un consejo, tómalo si quieres.
-Y fiarme del muchacho que conocí hace media hora-Reí.
-Fiarte del muchacho que sacrificó su victoria por ti-Sonrío.
No respondí.
Me quede en silencio pensando en lo que había dicho acerca de nunca fiarse de las personas, y es que simplemente no podía. No podía no entregarlo todo, no podía no confiar, no podía evitar pensar que las personas iban a actuar de la misma manera que yo, que contaban con mis mismas intenciones, no podía dejar de esperar de las personas una mínima parte de lo que yo entregaba por ellas. No todos eran buenos, eso lo sabía, pero estaba segura de que me encontraba rodeada con gente que no me haría daño jamás.
O eso creí.
-¿Qué vas a pedir?-Rompió el silencio entre nosotros.
La sonrisa en su rostro era de espectáculo, parecía estar orgullosos de sí mismo, a pesar de no haber hecho nada por lo cual estarlo.
-Blake, esto no está bien... Edward se debe estar preguntando donde estoy, y créeme no va a gustarle nada el hecho de saber que me encuentro en un restaurant con otro hombre cuando debería estar...
-Con él-Terminó la frase por mí-Entiendo.
-No te enfades, el asunto no es contra ti-Suspiré-De hecho me agradas, de verdad. Pero...
-Él sabe dónde estás Margot, de hecho me sorprende que no esté cruzando esa puerta dispuesto a golp...
Como si se hubiese tratado de una invocación, Edward se adentró al lugar azotando la puerta tras su paso. Caminó hacia nuestra mesa, tomó a Blake por las solapas de su chaqueta y lo puso a su altura.
-Aquí vamos-Suspiró Blake haciendo rodar sus ojos.
-¡¿Cómo se te ocurre correr una puta carrera con Maggie de acompañante?!-Gritó Edward, fuera de si-¡¿En qué parte de tu diminuta cabeza tienes el problema imbécil?!
El castaño abrió la boca para responder, pero Edward se lo impidió.
-No sueltes una jodida palabra, marica-Soltó bruscamente a Blake y este cayó sobre su silla, provocando un estruendo-No destrozo tu maldita cara sólo porque Margot está aquí, pero la próxima vez que...
-Fue suficiente Edward, vamos-Me puse de pie y tiré de él en mi dirección.
Sus ojos se cruzaron con los míos, sentí lo tensos que se encontraban sus músculos cuando tomé uno de sus brazos. Se quedó observándome unos segundos, debatiendo consigo mismo entre continuar aquella disputa u obedecer a mis pedidos.
Terminó accediendo.
-Adiós Blake-Saludé apenada, el castaño levantó una de sus manos en mi dirección y me regaló una falsa sonrisa.
Saqué rápidamente a Edward de aquel lugar antes de que cometiera alguna locura de la cual estaba segura no iba a arrepentirse, pero de todos modos no estaba bien. De camino a su auto, no pronunció una palabra, llevaba su mandíbula apretada y su ceño fruncido. Se dirigió a la puerta del conductor y la abrió sin siquiera mirarme, me apresuré por cerrarla nuevamente e interponerme en su vía de entrada al vehículo.
-Muévete Maggie, por favor-Soltó tajante.
-¿Estás enfadado?-Pregunté confundida, sin recibir respuesta de su parte-¡Oh por Dios, estás enfadado!-Chillé-¿Qué hay de mi Edward? ¿Cómo se supone que debería estar? ¡Me dejaste completamente sola en un lugar repleto de extraños, volviste drogado, me impulsaste a subir al auto de un desconocido, y tienes el tupé de ser tú quien se enfada!-Reí-¡Esto es de no creer!
Edward volteó de repente, caminó unos pasos y pateó una botella que se encontraba a unos metros. Regresó hacia donde me encontraba y se acercó tanto a mí que me vi obligada a chocar contra su auto.
-No estoy enfadado Maggie, estoy putamente asustado-Informó tomando mi mano y llevándola a su pecho, a la altura de su corazón el cual latía a toda velocidad-¿Sientes? No ha bajado su ritmo desde que subiste a mi coche horas atrás-Hizo una pequeña pausa-He estado jodidamente nervioso con todo esto... acerca de tu y yo y el hecho de enseñarte mi mundo-Suspiró-Fui un idiota esta noche, pero a veces no puedo luchar con mi puto genio.
Asentó sus brazos en el coche, quitándome la opción de escapar.
-Desde el momento en que te besé en tu apartamento... Maggie, no quiero arruinarlo-Confesó-Quiero que lo que sea que haya entre nosotros sea perfecto, pero soy tan imbécil que podría romper tu corazón en tantos pedazos los cuales jamás terminarías de recoger.
-Es un riesgo que estoy dispuesta a correr Eddie-Aseguré, logrando borrar el ceño fruncido de su rostro.
Dio un paso más hacia mí, eliminando toda distancia entre nosotros. Su boca se acercó a la mía y sus manos se posaron en mi cintura.
-No permitas que sea yo quien rompa tu corazón-Murmuró sobre mis labios.
-No dejes que sea yo quien te lo impida-Respondí, antes de besarlo.
Nuestros labios se movían al compás de un ritmo particular, el ritmo de nuestros corazones.
Fui yo quien profundizó el beso, lo necesitaba aún más cerca.
-Vamos a mi apartamento-Susurré entre besos, y sentí su sonrisa sobre mis labios.
-No esta noche Maggie-Continuó besándome-Deja que las cosas pasen cuando tengan que pasar.
-Me estás enloqueciendo-Confesé agitada.
-Pensé que ya estabas loca cuando te conocí-Dijo, apartándose unos centímetros de mí.
Aquella sonrisa suya era la más grande de las maravillas.
-Pensé que eras menos imbécil cuando te vi en aquel ring-Reí.
-No cariño, es una falla de fábrica-Informó antes de depositar un corto beso en mis labios.
-Tienes suerte de que me gustes tanto-Le devolví el beso.
-No preciosa, suerte tuve en conocerte.
Dicho aquello, unió sus labios a los míos en un beso del cual no recuerdo el final.
*
Holaaaaa! Cómo están? Perdón por la espera, soy la peor.
Quería informarles que en unos cuantos capítulos la historia comenzará a narrarse desde el punto de vista de Harry! Y en los tiempos ANTES-DESPUES. Les prometo que va a estar increíble!
Espero les esté gustando la historia.
Me gustaría saber que piensan, no se olviden de dejar sus comentarios y votos♥
Muchísimas gracias por leer y apoyar la historia, son de lo mejor que hay y aprecio muchísimo todo su apoyo. Siempre leo sus comentarios y mensajes, de verdad muchas gracias. Son mis ganas de seguir escribiendo(:
Espero disfruten de la lectura, las leo en los comentarios.
Saludos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro