Mi nombre es Leila Ferrer Cosío, actualmente vivo en la hermosa ciudad de México. En un departamento en el centro.

Tengo un trabajo que muchos ya quisieran tener con la ayuda de mis padres forme una organización dedicada exclusivamente a la seguridad de conciertos masivos, del cuidado del talento, eventos, tanto públicos como privados, también custodia de equipo de set de filmación tanto nacional como internacional, además de velar por las personas que se hallan en los mismos.

La idea no fue surgió de la nada, ya que mis padres fueron los primeros en hacerlo, primero cubrieron la seguridad de estadios en partidos tanto de los clubs y selección, después fueron los conciertos pequeños de no más de cinco mil espectadores.

Con el tiempo y excelente servicio televisoras los solicitaron fue hay donde su fama creció hasta el cielo, siendo la empresa de seguridad privada número uno: corporativo select.

Cuando yo apenas cumplí los diez años y la empresa estaba en el punto más alto, una agencia de modelaje les ofreció un contrato jugoso, el cual no rechazaron, contrataron más personal esa nueva sección sería entrenada para llevar a cabo su trabajo; dedicarse a acompañar, defender y proteger al personaje estrella.

La nueva rama exigía mucho tiempo, tanto mis padres como los de la agencia estaban muy ocupados organizando cada detalle, yo me quedaba en una oficina que fue adaptada para que pudiera estar ahí y no separarme tanto de ellos.

Todas las mañanas un niño aparecía para desayunar conmigo y quedarse a charlar hasta la hora de la comida, descubrí que me gustaba tanto pasar el tiempo con él, teníamos tanto en común.

Los años pasaron y cumplí quince años, no quise ninguna fiesta me decidí por un viaje a la rivera Maya mejor dicho a la playa paraíso un lugar mágico por la belleza de sus aguas, que son una maravillosa gradación del color azul, que pasa del claro al turquesa y a tonalidades más oscuras en un corto trayecto, y por su amplio arenal terso y blanco. Fuí a sus zonas arqueológicas de Tulum, varios cenotes y el parque Xel-Há, esto no lo hice sola, puesto que Dorian me acompañó, el viaje solo sirvió para darnos cuenta que existía una linda conección en ambos.

La última noche en la pequeña cabaña nos entregamos en cuerpo y alma escuché decir que la primera vez es incómodo y la mía no fue la excepción, esa noche cambio todo y era feliz.

Dorian, se volvió un hombre apuesto fácilmente podría confundirse con un modelo, sus padres varias veces trataron de convencerlo para ser la imagen de su empresa, y lo lograron -casi lo obligaron-, pero él era tímido y reservado jamás lo vi mirar a otra mujer, siempre fue caballeroso y gentil de pocas palabras, era fiel a mí, según él: Yo el amor de su vida.

Esa noche no solo yo entregué mi virginidad él también lo hizo.

El tiempo avanzó rápido y no se detuvo, concluí mis estudios en administración de empresas. Ayude a mis padres a la organización de eventos, del reclutamiento de personal externas hubo días que viaje con ellos a otros estados para que el evento saliera a la perfección.

Casi siempre que regresaba nunca coincidía con Dorian, ya que en poco tiempo se convirtió en un supermodelo de marcas prestigiosas y viajaba a diferentes países, cuando aparecía en portadas de revistas lo extrañaba y solo lo recordaba en los viejos recuerdos de nuestra infancia.

Lo extrañaba tanto...