Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟬𝟰. 🃏 Una Rosa, Con Cualquier Otro Nombre

Jack se pone en pie mientras los cinco nos asomamos al interior del oscuro apartamento. Mientras Daniel y Henley sacan las linternas, arrugo la nariz ante el olor a moho que llega hasta nosotros. Espero que El Ojo esté mucho más limpio que lo que me está llegando de este apartamento. Jack y yo compartimos una mirada en lo que Daniel avanza hacia la habitación, el resto de nosotros le seguimos. La linterna del móvil de Henley me ayuda a ver las manchas y las telarañas de las paredes y los rincones del apartamento, aunque no estoy muy segura de querer ver mucho más después de eso.

—¿Qué es este sitio? —pregunta Henley, encaminándose por el estrecho pasillo tras Daniel.

Asomo la cabeza en un armario vacío, tosiendo inmediatamente cuando el polvo llena el aire por el movimiento de la puerta. Jack se ríe de mí y yo le doy un ligero puñetazo en el brazo, llevándome la otra mano a la cara para librarme del polvo que hay en el aire. Henley empuja una puerta medio abierta a su derecha, revelando un baño mohoso con manchas por toda la bañera y el inodoro. Arrugo la nariz con asco al mismo tiempo que Henley gime al ver las continuas manchas por todo el suelo.

—Oh, vaya. Y creía que mi piso era un asco —murmura Merritt, mientras avanzamos por el pasillo. Jack se pone a mi lado y lo miro con una pequeña sonrisa.

—Hola, Chaqueta de Cuero —me burlo, pinchando con la punta de mi dedo la misma chaqueta que llevaba la semana pasada—. No tuve la oportunidad de saludarte como es debido, ya que estabas demasiado ocupado alabando a tu crush.

Jack me hace una mueca y yo me río, dándole otra vez un ligero puñetazo en el brazo.

—Bonito reloj —comenta, y yo estiro el brazo delante de mí con orgullo para mostrar mi elegante reloj. Él niega con la cabeza riéndose, a la vez que yo me bajo las mangas sobre las manos y cruzo los brazos sobre mi pecho, temblando ligeramente.

—Joder, qué frío hace aquí —murmuro, frotándome los brazos. Daniel se burla y niega con la cabeza, guiándonos a los cinco a una gran sala.

—Tal vez sea porque eres la única que no lleva el atuendo adecuado —suelta, girando la cabeza para mirarme y volviendo al frente con la misma rapidez. Me mofé, frunciendo los labios y sacudiendo la cabeza con frustración.

—Dame un respiro, Daniel. Afuera no hacía frío.

Cuando empezamos a abrirnos paso en la gran habitación, Jack se quita la chaqueta de cuero y me la pone sobre los hombros, dedicándome una pequeña sonrisa.

—Gracias —le digo, sonriendo agradecida. Aunque la chaqueta en sí no era necesariamente la cosa más cálida, y realmente no ayudaba a irradiar ningún tipo de calor, el gesto de Jack seguía siendo muy dulce.

—Oye —susurra, esbozando una sonrisa burlona—. Parece que ahora tú eres Chaqueta de Cuero.

Me río un poco, poniendo los ojos en blanco mientras cojo la chaqueta y me la pongo bien. Finalmente, me asomo a la habitación a la que nos dirigimos. Miro al suelo y veo un extraño patrón de líneas negras grabadas en él, con una nota doblada y una rosa blanca colocada delante de ella.

—¿Qué es eso? —pregunta Henley, a medida que nos acercamos.

—No lo sé —murmura Daniel, agachándose para recoger la nota que tiene delante. Ilumina con su linterna el interior de la nota y Henley, Jack y yo nos agolpamos a su alrededor. Me asomo por encima de su hombro para mirarla y veo tres palabras.

«Ahora no me ves.»

—¿Qué dice? —pregunta Merritt, dirigiéndose al otro lado de la habitación.

Daniel levanta las cejas, compartiendo una mirada con Jack y conmigo antes de leer lo que pone en voz alta.

—"Ahora no me ves."

Henley se agacha y recoge la rosa blanca, dándole la vuelta en sus manos.

—"Y una rosa, con cualquier otro nombre..." —cita, caminando hacia atrás, a un jarrón lleno de agua que estaba colocado en el suelo.

—"Seguirá oliendo a rosa" —termino la cita de Romeo y Julieta, haciendo que Henley esbozara una sonrisa.

Coloca la rosa en el jarrón junto a los pies de Merritt y, en cuestión de segundos, el agua que hay en él empieza a drenar.

—Vaya —susurro, mientras veo cómo el agua se filtra desde el fondo y se desliza hacia el patrón grabado en el suelo como si estuviera viva. Comienza a rellenar los espacios del patrón, como si alguien estuviera controlándola y moviéndola.

—Tíos, ¿qué pasa? —pregunta Jack, con una expresión de incredulidad en su rostro mientras frunce las cejas mirando el agua. Daniel y yo damos un paso atrás mientras él se quita la bandolera del hombro, concentrándose en el agua.

—Ooh, mirad eso —murmura Merritt.

—Vaya —exclama Daniel, riendo un poco por la emoción del momento.

A medida que el agua se llena en el patrón de un extremo a otro, éste se colapsa y deja salir humo que empieza a llenar poco a poco la habitación.

—¡Es gas! —exclama Jack, alarmado.

Sacudo la cabeza, sin saber qué era pero lo suficiente para saber que eso no es gas.

—Eso definitivamente no es gas.

—Tranqulo, sólo es hielo seco —asegura Merritt.

Jack, sin apartar la mirada, pasa su bandolera por encima de la cabeza y la deja a su lado. Todos contemplamos el humo que se forma a nuestro alrededor.

—Guay —dice Henley con una suave sonrisa.

—Oye, ¿de qué va todo esto? —pregunta Daniel, mirando a Henley y luego hacia el resto de nosotros.

—Espera, espera —dice Merritt, llevándose los dedos a la sien y concentrándose profundamente. Miro de Merritt a Jack, que tiene una cara tan confusa como la mía. Daniel frunce las cejas, molesto, pero espera a que Merritt continúe. Después de unos momentos, deja caer la mano y niega con la cabeza—. No capto nada.

—Vale. Gracias, por la bromita —espeta Daniel sarcásticamente.

Merritt intenta reprimir su sonrisa ante el enfado de Daniel.

—Sólo daba tiempo para que me llegara una revelación —explica él, haciendo un gesto con las manos. Miro de Merritt a Daniel y tengo que morderme el labio para no reírme.

—Vale, así que eres como Buda —dice Daniel rápidamente, levantando las cejas y mirando de nuevo alrededor de la habitación—, sólo que menos inteligente.

—¡Claro! Y tú eres como Jesús, sólo que en plan arrogante y haciendo milagros falsos —le devuelve Merritt, sonriendo sarcásticamente.

Daniel hace una mueca y asiente hacia Merritt, claramente queriendo continuar con la disputa aunque Henley le puso fin.

—Vale, tortolitos, buscaos un hotel.

La pelirroja comienza a moverse por el suelo, fijando la mirada en Daniel.

—Danny, sé sincero. ¿Es cosa tuya?

—No —dice en voz baja, entrecerrando los ojos. Gira la cabeza hacia Jack, que sigue mirando el hielo seco con asombro—. ¿Y tuya?

Jack se toma un momento para encontrar las palabras adecuadas, claramente aún asombrado por todo lo que está sucediendo, y por el hecho de que su ídolo le esté hablando.

—Qué más quisiera —se ríe, mirando alrededor de la habitación y luego a mí—. ¿Qué hay de ti, Cass?

Sacudo la cabeza, apretando los labios.

—Éste me tiene enloquecida.

La sonrisa y la carcajada que obtengo de Jack es suficiente para confirmar que entendió mi juego de palabras.

—¿Por qué nadie me pregunta si lo he hecho yo? —interrumpe Merritt, a lo que Daniel y Jack se limitan a mirarle—. Oh, qué amables.

Daniel se acerca lentamente a un interruptor de luz de la pared y lo sube y baja varias veces sin resultado.

—Se ha ido la luz —comenta Jack, que estaba viendo cómo Daniel intentaba encender las luces.

Daniel entorna los ojos en el corto pasillo que tiene delante, iluminando con su linterna la puerta marrón que hay al final. Cuando lo hace, me fijo en un pequeño proyector que cuelga de donde estaba la mirilla, preguntándome para qué podría servir.

—Vamos a ver —dice Merritt en respuesta a Jack, alzando la vista hacia la lámpara de araña que tiene encima. Acerca la mano a la única bombilla que hay en ella y la gira ligeramente hacia la derecha. La bombilla emite un suave resplandor amarillo, y el proyector de la puerta empieza a arrancar.

La habitación se llena de una luz azul brillante, que brilla sobre el patrón anterior que estaba grabado en el suelo. Los cinco nos acercamos a lo que parecen planos, observando la información que se nos muestra.

—Un plano —dice Henley con una sonrisa, mirando el holograma con asombro.

—Es increíble —agrega Daniel.

Mi boca se abre, y sonrío, dando un paso hacia adelante para ver más de cerca lo que tenemos ante nosotros.

—¿Quién ha podido hacerlo? —pregunta Jack, y yo niego con la cabeza, desconcertada. 

—No lo sé, pero me muero por conocerle —digo con una pequeña risa. 

Sigo mirando el gran plano con asombro, hasta que caigo en la cuenta de qué es el plano.

—Es un espectáculo de magia —me doy cuenta, mirando de Merritt a Jack. Ambos me sonríen y se vuelven hacia los planos, mirando con asombro.

—Guau —exclama Merritt en voz baja, mientras Daniel alarga la mano para tocar el plano. Rápidamente me doy cuenta de que el símbolo que está alcanzando es una réplica exacta del patrón en el suelo, y sonrío con asombro.

Justo en ese momento, supe que mi vida definitivamente iba a cambiar por completo; y estaba preparada para ello.



Aᥴᥱ́rqᥙᥱᥒsᥱ, mᥲ́s.

Ahorᥲ ᥴoᥒoᥴᥱᥒ ᥒᥙᥱstro sᥱᥴrᥱto.

Podrίᥲmos ᥱstᥲr ᥱᥒ ᥴᥙᥲᥣqᥙιᥱr ρᥲrtᥱ, obsᥱrvᥲ́ᥒdoᥣos.

Bᥙsᥴᥲmos ᥲ ᥲᥣgᥙιᥱᥒ qᥙᥱ ᥒos ᥲყᥙdᥱ ᥱᥒ ᥒᥙᥱstro sιgᥙιᥱᥒtᥱ trᥙᥴo.

Cᥙᥲᥒdo ᥴᥙᥱᥒtᥱ trᥱs, ᥲbrᥲ ᥣos ojos, ყ dίgᥲmᥱ ᥣo qᥙᥱ vᥱ.

Uᥒo, dos, trᥱs.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro