Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3. Aceituna

―¿Te das cuenta de lo ridículo que es lo que me dices? ―cuestionó David, acomodando las gafas de montura gruesa sobre el puente de su nariz.

Kimmy estaba acostada en su regazo y, a diferencia que conmigo, descansaba plácida y sin rasgar nada de su ropa.

―¿Tan ridículo como reencontrarte con tu vieja mejor amiga y dejar a tu novia de tres años para casarte en dos meses? ―Retorné con sarcasmo.

La verdad es que no podía decir que David y yo nos amábamos, pero sí era cierto que habíamos establecido una dinámica y que él se había marchado a la primera de cambio, sin considerar ninguno de los planes que habíamos establecido juntos.

―Okay, entiendo el punto, pero ¿por qué fuiste a una clínica de fertilidad, cuando te ofrecí pagar el alquiler un año?

―¡Porque tengo dignidad! ―repliqué enojada y cansada de repetirlo.

Me había costado media vida contarle mis últimas horas sin llorar ―más bien, sin llorar mucho―, y todavía se atrevía a cuestionar idioteces.

David giró los ojos y, por un segundo, me permití olvidar que debería odiarlo.

―Okay, sí podemos demandarlos, pero primero necesitamos que te hagas una prueba de embarazo, porque sería mejor establecer el caso con algo más que una llamada, que asumo no fue grabada. Necesitamos la certeza de que hay un bebé...

―Feto, David, feto.

―Feto, okay ―corrigió y volvió a acomodar sus gafas. Las ganas de romperlas no me faltaron.

―Dios, ¿por qué te encontraba adorable?

―¿Porque lo soy?

―Sí, sí, lo que digas, okay ―acepté remedándolo―. Pero ¿en serio tengo que hacerme una prueba? ¿De esas que sacan sangre y todo?

No pude evitar el estremecimiento en mi voz.

―Liv, te sometiste a inyecciones de fármacos hormonales para donar óvulos. ¿Te da miedo que te saquen sangre ahora?

―Estaba en necesidad ―Sollocé.

―Pues ahora igual, porque es posible que tengas algo cociéndose en tu vientre en este momento.

Me estremecí y mastiqué mi labio inferior.

―¿Y ya es el tiempo? ¿Las pruebas caseras sirven apenas dos semanas después?

―¿Cómo esperas que sepa eso? Solo probemos.

Sentí mis ojos humedecerse como por décima vez esa noche y tuve que ser patética porque Kimmy se levantó del regazo de su dueño y se vino al mío en pose conciliadora. La gata incluso maulló un poco, antes de enroscarse en mis piernas y echarse a descansar.

―¿Son amigas ahora? ―preguntó David incrédulo y yo me encogí de hombros.

―Es que ambas fuimos desamparadas.

David suspiró resignado y yo esperé sus conclusiones en silencio. Su frustración y mi terror no me iban hacer abandonar la tarea de recordarle su ingratitud con nosotras.

―Mira, Liv, me gustaría decirte que hay una forma fácil de superar esto, pero no la hay. Necesitamos que te hagas una prueba de embarazo, porque incluso si quisieras abortar, lo que es completamente legal en tu situación, necesitas tener la certeza de que estás en cinta.

Asentí, porque sabía que no había otra manera, y abracé mi vergüenza admitiendo la otra razón de que aún no lo echara de casa:

―El problema es que no tengo para hacerme una prueba y puede que necesite que me prestes para que Kimmy y yo comamos... ¡Y tienes que hacerte cargo porque estoy así por tu culpa y la de tu novia!

―¿Sabes que la última aclaración es innecesaria, cierto? ―David recogió las mangas de su camisa hasta sus codos y caminó hacia las despensas para checarlas―. Ya no sé cómo más disculparme por eso. Se me pasó totalmente que trabajabas con ellos y Sara tiene problemas de confianza que ya estamos tratando.

Vi a mi exnovio sacar cajas vacías y acomodar platos en mi cocina como en el pasado. Sin embargo, no se sintió incómodo. Es más, aunque no me gustara admitirlo, fue igual que en el pasado: Justo como si lo hiciera un amigo.

―¿Sabe que estás aquí? ―pregunté, acariciando el pelaje de la gata.

―Sí, le dije que tenía que ver a Kimmy, y que creía que tú necesitabas mi ayuda.

―Eso fue muy honesto.

―Se supone que así sea, me pienso casar con mi mejor amiga, no una carcelera. Tendrá que confiar en mí.

David terminó de revisar mi despensa y cogió las llaves de su auto sobre la encimera.

―¿Vamos juntos a mercar y conseguirte las pruebas o voy solo? ―ofreció con una sonrisa y me sentí menos sola que hacía unas horas atrás.

―Prefiero quedarme aquí con ella ―Señalé a la gata durmiente y obtuve una mirada sorprendida de su parte―. Ambos sabemos que no la odio. De otro modo, no me la habrías confiado. Solo estaba furiosa contigo y necesitaba desquitarme con lo que te dolía; sé que quieres mucho a Kimmy y de ningún modo creo que nos has abandonado.

―¿Hay alguna cámara escondida aquí o son las hormonas del embarazo? ―cuestionó entre risas, pero con una honesta sonrisa agradecida adornando su rostro.

―Ni siquiera eres gracioso

―Okay, iré al Supermercado y volveré en un rato. ¿Vas a estar bien?

―Claro que lo estaré. Nadie muere con dos semanas de embarazo, ¿o sí?

¡Marica! Sentí mis piernas estremecerse y contuve apenas la intención de coger mi teléfono destruido para buscar los riesgos de las dos primeras semanas de embarazo.

―Solo ignórame y vuelve pronto, por favor ―pedí con voz suplicante y David asintió, obedeciendo mis palabras.

El pobre hombre revisó varias veces tras de sí para confirmar que podía dejarme sola y solo lo hizo cuando insistí lo suficiente. Seguro parecía una desquiciada.

~~~


No había pasado ni una hora, desde que había elegido la dejadez como único camino, cuando la luz agrietada de mi teléfono me notificó una llamada que podría ni haber notado, porque hasta el botón de los costados se había reventado y ya ni el volumen podía subir.

Intenté varias veces en la pantalla y, cuando creí que había fallado, la llamada entró.

―¿Olive Davis?

La pregunta me puso alerta, pero nada me preparó para la notificación que le siguió a la confirmación de mi identidad.

―¡Felicidades, señorita Davis! Ha sido la feliz ganadora de una entrada al concierto de Xero Absolute de mañana y un pase VIP al backstage para conocer a las chicas.

Grité tanto que Kimmy huyó de mí en tromba. Pero no me arrepentí, estaba tan emocionada y eufórica que podría pasar por una adolescente y apenas si escuché las indicaciones de la periodista cuando me remitió a una asistente que me daría las indicaciones para recoger las entradas en la agencia de Management de las chicas.

―¿En tres horas? ―cuestioné observando mis fachas y considerando las posibilidades de bañarme, vestirme y llegar hasta el centro de la ciudad en ese tiempo―. ¿No puedo recogerlas mañana temprano? Es que hoy es complicado...

Si quería hacer un tour por las instalaciones, que esperaba poder, ir de entrada por salida no era una opción.

―¿Por qué? ¿Necesita que le coloquemos transporte? ―preguntó solícita y me asombró la cantidad de atención que estaba recibiendo.

―¿Es esa siquiera una opción? Porque quisiera ir a conocerlos, pero, si van a venir, ¿por qué no me mandan los pases y ya? Además, el metro es más funcional que ir en auto.

Si no supiera que me estaban dando una dirección real y que el número de la llamada era oficial, habría considerado que era una estafa.

―Lo que ocurre es que se necesita su firma para recibir los pases, señorita. Traerla solo sería una forma de confirmar que va a llegar y justo nuestro chofer necesita completar un encargo por su área.

―Entiendo ―acepté, no sin dudarlo, y pensando que David estaría aquí cuando llegaran por mí. Lo haría seguirme de ser necesario.

Colgué sin entregar mi dirección, porque ya lo había colocado en mi registro de la encuesta y corrí a bañarme. Si conociera a mis ídolos o fuera secuestrada, al menos lo haría viéndome decente y usando azul, el color favorito de Anika, una de las chicas.

~~~

Me arreglaba el cabello frente al espejo del ascensor de mi edificio con la mirada confundida de David sobre mi hombro. Había estado esperándolo junto a la puerta y con la pequeña vecina de al lado cargando a Kimmy, cuando le quité las bolsas y las dejé dentro de la casa, para arrastrarlo conmigo.

―Explícame de nuevo cómo terminamos en esto ―pidió―. Traje como cinco pruebas de embarazo y las ignoraste. ¿Dónde están tus prioridades?

―En el pase VIP de Xero Absolute para mañana ―respondí con obviedad y me giré para acomodar sus gafas, otra vez caídas.

El ascensor se abrió y yo me despedí del conserje, sin dejar de hablar con David.

―Solo iremos un momento a CS Management y volveremos. Será rápido, te lo prometo.

Lo que no sabía David es que rápido incluía preguntar por los sistemas de calefacción y riego.

―No me estoy embarcando en esto, Liv. No se supone que estaríamos alimentando a tu fan interior ―señaló, cuando estuve a punto de entrar por la puerta de un elegante conductor abrió para mí.

―No me hagas recordarte la fila que me hiciste hacer por la firma de K. A. Applegate y Michael Grant, hace dos años. Fueron horas de viaje, y no me viste quejar ―Le recordé y fue todo lo que necesité para que asintiera y se dirigiera a su auto para seguirnos.

David era fácil. Demasiado para su propio bien y, por fortuna para mí, ese ya no era un problema que yo tuviera que lidiar.

~~~


Eran las siete de la noche cuando pisé las instalaciones de CS Management, tan altas como sus contrapartes del área, pero, a diferencias de ellas, tan oscuras como podían serlo, contrastando con las múltiples pantallas publicitarias. Desde allí, la agencia estaba haciendo una declaración respecto al derecho a la oscuridad de los demás y, para mí, fue como entrar al paraíso.

No pude evitar detenerme a detallar el diseño interior, visiblemente inspirado en el 7 World Trade Center, donde la artista Jenny Holzer estableció un muro cortina en el lobby, que durante el día proporciona luz blanca al vestíbulo y en la noche se convirtía en un gran cubo de luz azul. El de CS Managent, aunque más pequeño, era igual de impresionante y ocupaba las pantallas rotatorias para colocar los nombres de sus artistas. Por si fuera poco, el espacio estaba pensado para permitir la entrada de luz natural en abundancia y, por lo que sabía, el vapor de la calefacción se reutilizaba para generar electricidad para algunos sistemas del edificio.

David había conducido al aparcamiento subterráneo, siguiendo las indicaciones de mi conductor, y yo atravesé el vestíbulo sin dejar de admirar detalles que iban desde la adecuada ventilación y la perfecta sensación térmica y acústica, hasta los mecanismos de control de contaminantes y los, de acuerdo con mi percepción, correctos niveles de iluminación interior.

Sonreí a la elegante chica tras el mostrador e intenté saludarla, pero fui interrumpida.

―Señorita Davis, un gusto ―saludó y salió de su lugar tras el mueble para indicarme el ascensor―. Acompáñeme, por favor. Espero que no le moleste que no sea yo quien la reciba. Sin embargo, la indicación ha sido precisa y nuestro jefe quisiera entregar la entrada y el pase él mismo.

En ese punto debí haber sospechado algo, pero nadie me puede culpar de ilusamente haber creído en que un golpe de suerte me tocaría alguna vez. Y, de cualquier modo, ¿a quién secuestran en un edificio localizado en plena avenida y en una agencia tan prestigiosa, que sí era la de mis ídolos? Tan idiota tampoco era.

Subí el ascensor sintiendo burbujas en el estómago y vi a la asistente marcar el piso veinte, antes de dejarme sola en él.

Fueron apenas segundos, pero nunca los suficientes para encontrarme de frente con uno de los hombres más guapos que mis ojos hubieran visto alguna vez. Porque David era adorable, más nunca nadie utilizaría la palabra caliente para describirlo.

―Buenas noches ―Saludé de manera cordial, al salir del ascensor y me sentí extraña por pensar en la apariencia de un tipo que solo iba a entregarme unas entradas y que seguro no volvería a ver en mi vida.

Por supuesto, necesitaría que David me recordara lo ridículas que siempre sonaban mis anécdotas, porque supe que había estado abrazando mi infortunio, cuando escuché la voz del hombre.

―Buenas noches, Señorita Davis, espero que esta veztengamos una mejor charla.

~~~~


Nota:

¡VAMOOOOS!

JODEEER, ESTOY SACANDO HUMO XD

Plis, no se vayan sin comentar, que estoy sufriendo y merezco siquiera interacción después de esta paridera. xD 

JAJAJAJAJAJA. ¡Los quiero!

Y no se vayan sin dejar sus opiniones de David. ¿Qué piensan de él?

¿De Kimmy?

¿De Olive?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro