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El Final

-¿Kellen? - La mujer de cabellos castaños llamó la atención del menor bajo su cuidado sabiendo que este no estaba prestándole atención en lo más mínimo.

-¿Si Marianne? - La nube más joven abrió sus ojos, dejando de lado la meditación que le ayudaba a entender las llamas que poseía, para prestarle total atención a quien lo llamaba.

-No es nada, solo... - Los ojos chocolate perdieron repentinamente su brillo al observar al niño que recientemente había despertado - Olvídalo

-Marianne - El varón entrecerró sus ojos y se levantó de su lugar para enfrentar a la fémina que acababa de tomarlo bajo su cuidado - ¿Qué sucede?

-Es algo tonto, pero... - La dama de compañía se arrodilló para quedar a la misma altura del pequeño e hizo que se vieran a los ojos por varios segundos antes de volver a hablar - Quisiera que me prometieras algo


En aquel momento, el joven andrógino no tenía idea de cuál sería su promesa, ni qué tan pesada podría llegar a ser para el resto de su vida. Pero, aunque lo hubiese sabido, igual la hubiera prometido, sin siquiera parpadear. Porque quien se lo pedía era quien se volvería su amada madre.

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-¿Oh? ¿Quién es este pastelito? - El hombre con lentes de sol de marco rojo se acercó al trio de varones que se acercaba a la pista de despegue del jet Varia. Aunque sus ojos no se veían debido a sus lentes, era obvio para todos los presentes que estaba observando fijamente al niño que estaba en medio del líder Varia y su pareja.

-Nuestra fuente para acabar con Malcover - Squalo observó al menor que iba siguiendo a Xanxus sin decir una palabra. Su rostro se mantuvo tranquilo y calmado en todo momento, aun cuando los demás miembros de Varia lo veían de diferentes maneras.

-Apúrense basuras, no tengo todo su tiempo - El varón de cabello azabache volteó a ver al resto de miembros mientras el pequeño de cabellos castaños pasaba a su lado para subir al jet - Más te vale no mentirme escoria.

-Soy quien más tiene que perder - El menor observó al portador de llamas del cielo por unos momentos antes de voltearse de nuevo y terminar de subir las escaleras para entrar en el transporte. Tenía que hablar con los pilotos sobre las coordenadas y el plan de vuelo.

-Parece que este pequeño pastelito ya se ganó a nuestros jefes - Lussuria sonrió por un momento antes de seguir encantado al resto dentro del jet. El viaje se había tornado más interesante repentinamente - Sin duda alguna la hermana mayor de los Varia cuidará bien a este pequeño retoño que acaban de traerle. ¡Lo prometo!


Los demás presentes observaron al mayor de todos actuar tan raro como siempre. Los otros miembros de Varia debían decir que estaban impresionados por la completa falta de reacción por parte de la joven nube ante las extravagancias del portador de llamas del sol. Pero el pequeño había conocido a gente aún más rara en la casa de acompañantes, Lussuria realmente no le parecía tan extraño al lado de algunas personas que vagaban en su memoria.


-Prepárense para despegar - Los orbes amatistas brillaron unos segundos mientras mantenía su rostro lo más relajado y tranquilo posible al escuchar que estaban próximos a partir. Este sería el final del camino, de una forma u otra, para él y para su madre - Estaremos en el territorio Malcover en 30 minutos como máximo.


El viaje a la base Malcover fue rápido debido a que iban en un jet pequeño. Kellen, que nunca había volado antes, no tuvo tiempo de disfrutar el paisaje o de marearse. Era el guía y, como tal, tenía que estar concentrado en el camino tanto cuanto fuese posible. Así que estaba junto a los pilotos explicando la ruta más segura para llegar sin ser detectados o asesinados en el proceso.

Llegar rápido y de forma segura a la base de Alain no era el problema. Pero mantener a los miembros de Varia haciendo el menor ruido y destrucción posible sí que lo fue. Estaban acostumbrados a entrar y destruir todo a su paso, iniciando por su transporte. Era común para ellos el ser notados por todos sus enemigos para que el miedo aumentase.

Sin embargo, debido a que Marianne podría morir en cualquier momento debido a ello, esta vez debían ser más discretos. Al menos hasta que la mujer estuviese a salvo junto a ellos, luego podrían ser tan ruidosos y destructivos como les diese la gana.

El jet quedó a cierta distancia de la mansión y la joven nube comenzó a guiarlos por el área para llegar a los puntos ciegos de seguridad. Kellen había pensado en huir cientos de veces, así que había aprendido los patrones y fallas de cada lugar de aquel sitio para asegurarse de un escape exitoso. Lo que agradecía ahora que debía hacer lo contrario.


-Bel y el jefe bastardo irán por ese sujeto - La lluvia preparó su espada y observó a las dos personas que acababa de mencionar, los cuales asintieron sin muchas ganas - Mammon y Levi se prepararán para crear la distracción final, Lussuria y yo iremos junto con el niño a buscar a la mujer. Una vez la tengamos hay que sacarla de aquí para que esté segura.

-Deben entrar por este conducto, eso los llevará a los sótanos secundarios - El joven asesino recitó con voz tranquila los lugares de la casa a los que no podría guiar al líder del equipo una vez se separaran - Una vez ahí tomen el pasillo de la derecha hasta llegar a unas escaleras que conducen a la cocina. Al salir de esta deben caminar hasta las puertas de madera oscura que están justo en frente y eso los llevará a las escaleras de caracol que conectan directamente a la oficina de ese tipo.

-Vamos basuras, no tengo toda la noche - Xanxus se levantó listo para entrar a la mansión por la entrada secundaria que los llevaría al inicio de su recorrido para encontrar al bastardo que había mandado a matarle. En cuanto lo tuviese en sus manos lo iba a hacer arrepentirse.

-Mantengan los radios con ustedes por si surgen problemas - El menor observó al resto de asesinos una última vez antes de correr hacia la entrada de servicio. No podía perder más tiempo. ¿Quién sabe que podrían haberle hecho a su madre mientras él no estaba?


Cada miembro del equipo comenzó a moverse hacia las posiciones que el castaño había comentado en su momento. Tenían el tiempo contado para hacer lo que querían antes de que los encontraran y se formase un baño de sangre. Uno que no debía iniciar hasta que tuviesen a la nube mayor asegurada.

Kellen fue seguido por el dúo de mayores por la otra área subterránea de la mansión para encontrar los cuartos de tortura y las celdas. Alain había diseñado su hogar como si fuese un castillo antiguo y sus métodos para hacer sufrir a la gente no eran mejores que los de la época medieval.


-Cuando lleguemos probablemente haya varios guardias - El niño caminó con cuidado por toda el área, sabiendo que ser descubierto sería la peor de sus tragedias - Tendrán que hacer un ataque inmediato o activarán las alarmas.

-Tú no te preocupes por ello pastelito - El hombre de gafas sonrió mientras cerraba sus manos en puños y observaba amablemente al más joven. El pequeño le parecía más dulce luego de haber escuchado su historia por parte del segundo al mando - Nosotros detendremos todo, así que solo encárgate de encontrar a tu mami.

-... - El de mirada amatista observó un momento a sus acompañantes antes de negar con la cabeza y seguir caminando. Esas personas sin duda alguna eran bastante extrañas, no tanto como otras conocidas, pero lo eran, aun así, agradecía que estuviesen de su lado en este preciso momento.


El castaño estuvo a punto de responder las palabras del adulto cuando tuvo un mal presentimiento que le hizo detenerse. Su cuerpo tembló repentinamente y sintió que su pecho se contraía dolorosamente. Ese sentir solo había sucedido el día que su madre y él habían sido secuestrados, por lo que no le gustaba nada lo que podía significar.


-Contacten a los otros, algo está mal - Los asesinos lo observaron con curiosidad, pero decidieron hacerle caso y sacar sus dispositivos para comunicarse con los otros para asegurarse de que la situación iba bien - Hay demasiado silencio para mi gusto.

-Estamos intervenidos - El guardián del sol notó rápidamente que la comunicación con el resto no podía ser llevada a cabo y frunció el ceño con molestia. ¿Qué estaba pasando?

-Saben que estamos aquí - La nube dio un paso atrás sintiéndose más preocupado que antes mientras que las voces en su cabeza le pedían irse de inmediato. Todo esto no pintaba nada bien, ni para él y su madre, ni para los Varia - Hay que irnos o caeremos en su trampa.

-Entonces veamos qué tiene preparado - Una voz profunda sacó al trío de sus pensamientos repentinamente. Los adultos voltearon a ver a su recién llegado jefe y al resto de los miembros de Varia que también estaban ahí - Esa basura cree que tiene el control de la situación, así que es momento de hacerle pagar su arrogancia.


Xanxus fue el primero en caminar hacia el área de celdas, siendo seguido por el Squalo y Leviathan, detrás de ellos iban Lussuria junto a Kellen y finalmente Belphegor al lado de Mammon. Ninguno de los adultos parecía preocupado en lo más mínimo, pero el niño andrógino era diferente a ellos. Él ya había comenzado a pensar los diferentes escenarios que encontrarían delante, sobre todo con un demente como Alian Malcover.

Al entrar en el lugar lo primero que notaron fue la gran cantidad de hombres armados y posicionados para tirar a matar que estaban en diferentes puntos del lugar. Y, justo en medio de la estancia, estaba el sujeto que había hecho toda la situación posible. El líder de la familia Malcover.


-Vaya, realmente no creí que fuese a funcionar tan bien mi idea - El hombre rio por un momento y sus trabajadores junto con él - Sabía que el pequeño no lograría matarte di Vongola, pero no esperaba que le perdonaras la vida.

-¿Fue tu plan traernos aquí escoria? - El moreno observó con molestia al hombre que había estado huyendo de él durante meses. Había hecho y deshecho con tal de encontrarlo para matarlo, todo para terminar en medio de uno de sus planes de sabotaje.

-Mandé al niño a matarte sabiendo que no podría - Los orbes oscuros se enfocaron en el menor que estaba rodeado por todo aquel grupo y chasqueó la lengua al verle sin un solo rasguño - Esperaba que lo torturaras y descubrieras que pertenecía a mi familia, luego lo matarías y vendrías aquí para enfrentarte conmigo.

-Así que esta basura no sabía nada - El arma del cielo apuntó repentinamente en dirección del castaño que estaba en sus filas. Si había algo que odiaba desde lo más profundo de su alma era que le engañaran.

-Por supuesto - El azabache sonrió con sorna al suponer que esos niñatos se habían compadecido de la triste historia de su pequeña rata de alcantarilla - ¿Cómo podría un asqueroso traidor como este ser parte de un plan tan perfecto?


Los miembros de Varia no tardaron en atacar luego de escuchar aquella afirmativa. El sujeto había usado al menor sin que le importase nada más que él mismo y su plan triunfante, algo que no era del agrado de algunas personas entre las filas Varia. Había echado leña al fuego como si no tuviese ya suficiente odio de parte de los asesinos de Vongola.

La gente de Malcover comenzó a disparar sin dudar un segundo, pero no eran nada contra los otros mafiosos. Cada uno de ellos hacía un infierno en tierra para hacerles pagar por su actuar. Todo mientras mantenían a salvo al niño que iba de un lado al otro buscando a la mujer que había venido a salvar. Aunque una voz en su mente le decía que ya era mejor detenerse o lo pasaría peor.

Justo en ese momento de pánico el hombre de cabellos azabaches apareció delante de la joven nube con una falsa sonrisa amable. Kellen no quería aceptarlo o siquiera pensarlo, pero estaba casi seguro de que ese sujeto estaba frente a él solo para hacerle más daño, y este estaba relacionado obviamente con su madre.


-Oh pequeño - El de ojos chocolates suspiró y se llevó una mano al pecho mientras observaba al menor como si tuviese el corazón roto en ese instante - Mira a lo que hemos llegado solo porque no pudiste tirar del gatillo una última vez. Ahora hay mucha gente muriendo por tu culpa.

-... - El de mirada morada desvió los ojos para buscar a Marianne nuevamente. La voz en su cabeza estaba susurrando algo y no quería escucharlo en lo más mínimo o volvería a enloquecer. Además, nada de esto era su culpa realmente. Solo eran palabras de un lunático para hacerle daño.

-Sabía que no podrías con tu misión Kellen, pero no esperaba esta traición - El hombre sonrió después de decir eso, dejando ver que no estaba dolido en lo más mínimo. De hecho, parecía que le divertía la situación - Pero, como soy una buena persona, dejaré que veas lo que queda de tu madre antes de que mueras. Debo decirte que esa perra me dio problemas hasta el último momento.


Un chasqueo de dedos hizo que todos sus hombres se alejaran de sus atacantes y guardaran silencio, aún si los Varia no lo hacían, como si lo tuviesen ensayado. Poco después un hombre apareció cargando algo en su hombro y en cuanto estuvo cerca de su jefe lanzó lo que traía como si no valiera nada. Pero aquello fue todo lo que se necesitó para quebrar la voluntad y estabilidad emocional del niño.

Un cuerpo putrefacto, que olía peor que basura y que estaba siendo comido por alimañas, fue presentado ante los miembros de Varia y el pequeño que los acompañaba. Por algún milagro el rostro de ese cadáver seguía intacto, pero eso no alivió el corazón de los que lo veían.

Delante de ellos, estaba el rostro de la mujer a la que Kellen durante tantos años llamó madre.


-No, no, no - La joven nube no fue capaz de mantenerse de pie y cayó de rodillas debido a la sorpresa que acababa de recibir. Su corazón le dolía y sentía que comenzaba a quedarse sin oxígeno. ¿¡Cómo se atrevió ese bastardo a arrebatarle a su madre!?

-Sabía que querías huir Kellen y debía asegurarme de que no lo hicieses - Alian mantuvo la sonrisa sádica y presuntuosa en sus labios mientras sus hombres lo protegían de los Varia que seguían atacando para tratar de alcanzarle. El varón tomó la cabeza de la mujer y, con un movimiento de su mano, uno de sus hombres procedió a degollar el cadáver - Mis pertenencias no se van hasta que yo lo ordeno.

-¡No! ¡Marianne! - La mirada del pequeño se oscureció por completo mientras la cabeza de su madre era lanzada hacia él. Tenía que ser una broma, un juego. Ese sujeto no pudo tocar a su madre, ese sujeto no pudo tener las agallas de hacer algo así - ¡¡¡MAMÁ!!!


-Kellen, ¿Podrías prometerle a mamá que siempre tratarás de hacer lo que te haga feliz?


Las llamas de la nube comenzaron a expandirse por toda el área mientras el niño estaba en trance. Iba a matarlos, iba a acabar con esa maldita familia de una vez por todas como debió hacer desde un principio. Pero no iba a dejarlos tranquilos, porque ni siquiera en el infierno iban a poder librarse de él y de su ira. Iba a hacer lo que debió hacer desde que fue secuestrado un año atrás.

Alzó la mirada hacia Alian y notó como la sonrisa de ese sujeto desaparecía al notar sus ojos. Unos ojos que ya no reflejaban la luz y se veían como los de un muñeco, completamente muertos y perdidos. El varón trató de dar un paso hacia atrás, pero las llamas de la nube aparecieron repentinamente detrás de él evitando su escape.


-"Mátalos" - Aquella voz, la única que lo había abandonado durante todo aquel año de sufrimiento, había vuelto a surgir, y parecía estar de acuerdo con su sed de sangre y venganza. Y si esa voz estaba de acuerdo, entonces nada iba a detenerlo de torturar de la peor de las maneras a cada persona presente.


Las llamas comenzaron a propagarse por el lugar de manera violenta y descontrolada. Estas eran iguales a las hechas por el menor años atrás, capaces de incinerar a cualquiera que fuese alcanzado por una sola chispa de estas. Con ello, más de la mitad de los hombres que aun vivían habían sido reducidos a nada en cuestión de segundos.

Gritos y ruegos se escuchaban por todo el lugar, pero nadie vendría en su auxilio. La mente inconsciente del niño se había encargado de enviar las llamas a toda la casa para eliminar a toda cosa con vida. Nada ni nadie vinculado a los Malcover iba a volver a ver la luz del día una vez más.


-Kellen - El líder de aquella familia fue capaz de evitar una llama que se dirigía directamente a él. Sus ojos mostraron sorpresa al ver la destrucción que ese pequeño podía causar. De haberlo sabido lo hubiese amaestrado aún mejor para poder usarlo más.

-No tienes derecho a llamarme por mi nombre - La nube movió una mano para volver a dirigir un ataque al hombre. Todo mientras sus llamas se alzaban como una pequeña barrera para proteger el cadáver de Marianne - No tienes derecho a vivir cuando le arrebataste la oportunidad a ella.

-Lleguemos a un acuerdo - El mafioso aparentaba estar nervioso y arrepentido de lo que había hecho, pero sus ojos brillaban con maldad y deseo. Debía amordazar de nuevo a ese animal para que volviera a trabajar para él. Si tenía ese poder de su lado sería imparable.

-¿Crees que no noto lo que quieres hacer? - Las voces en la joven cabeza no dejaban de exigir venganza y muerte, al son de aquella que lo había mencionado primero. Algo que él sin duda alguna iba a complacer con gusto. - Ni siquiera los animales vuelven mansamente a un lugar una vez son traicionados. ¿Por qué yo lo haría?


El menor dejó de atender a la razón mientras las llamas comenzaban a rodearlos a ellos y al resto de los trabajadores del mayor. Todos ellos se quemarían en la tierra y luego encontraría la manera de que sus almas también sufriesen por el resto de los siglos. Ninguno de ellos tendría perdón, ninguno de ellos sobreviviría.

Desgraciadamente, su mente desconectada de la realidad había olvidado que tenía un grupo de aliados en el lugar. Aliados que también estaban a punto de ser destruidos por sus llamas. Al menos esa sería la situación si uno de ellos no hubiese ideado un plan en su mente.


-Kellen - La dulce voz de la mujer difunta resonó por todo el lugar llamando la atención del pequeño asesino. La repentina sorpresa hizo que las llamas se calmaran un poco mientras el dueño de estas trataba de ubicar de dónde provenía esta.

-¿Mamá? - La habitación cambió repentinamente desapareciendo todo el lugar inundado de llamas que el menor había creado. El lugar era un gran terreno lleno de vida y completamente tranquilo. Aquel era el lugar donde el menor había vivido antes del secuestro - ¿¡Mamá!?

-Hijo - El castaño volteó y notó detrás suya la presencia de su madre. Sus ojos se llenaron de lágrimas rápidamente al notarla tan llena de vida. Completamente diferente a la mujer que había estado viviendo en una celda. - Cariño, te perdiste en tus pensamientos.

-¿Perdido? - Aquellas palabras lo confundieron rápidamente, algo que la mujer encontró adorable seguramente, pues comenzó a reír al verle voltear a todos lados cual cachorro recién adoptado.

-Sí - Ambos mantuvieron silencio unos segundos mientras la distancia entre ellos era cortada por la mayor de los presentes, la cual no paraba de sonreír con dulzura - Estábamos entrenando y repentinamente te quedaste callado.

-Entrenando... - El varón andrógino volteó nuevamente a ver a su alrededor mientras fruncía el ceño. Las voces no paraban de resonar en su cabeza, pero había algo callándolas, haciendo que los sonidos fueran ahogados.

-Kellen - Marianne alzó su mano y comenzó a acariciar los cabellos del menor con cariño, como siempre que quería relajarlo y hacerle olvidar sus problemas. Pero aquel toque se sintió extremadamente incómodo para el contrario.

-Dime... - Las orbes violetas brillaron con curiosidad mientras el dueño de estas daba varios pasos hacia atrás, para alejarse de la mujer que tenía delante de sí - ¿Puedes responder una pregunta?

-Supongo que sí, hijo - La castaña sonrió mientras bajaba su mano mostrándose ligeramente triste ante el rechazo de su cariño, pero trató de disimularlo un poco - Depende de lo que preguntes, claro está

-... - El menor se mantuvo observando a la mujer por un momento antes de dar varios pasos adelante para tomar su muñeca con más fuerza de la que un niño debería tener - ¿Por qué sigues dentro de mi cabeza?

-¿Qué? - Cuando la fémina trató de alejarse sintió como su muñeca era sujeta con más fuerza que antes, por lo que subió su mirada consternada para ver al contrario, pero en él no había ni una pizca de amabilidad.

-Ellas detestan que alguien invada nuestra privacidad - Los ojos de Kellen comenzaron a brillar con molestia mientras sus llamas aparecían en sus manos para eliminar a la otra persona que había entrado en su mente.


Después de aquellas palabras el lugar se vino abajo, dejando un plano completamente vacío, solo con el chico y su falsa madre, uno frente al otro. La mujer observó con confusión su alrededor mientras el niño cerraba sus ojos y suspiraba con cansancio. Las voces y sus llamas se habían alterado más de lo usual en cuanto estuvo en contacto con la ilusión, dejándole en claro que la castaña frente a él no era su madre.


-¿Por qué hiciste esto? - Los orbes amatista brillaron reflejando la ira de su portador en cuanto este los abrió para ver a la figura delante suya - ¿Usar a mi madre muerta parece gracioso?

-Era la única forma de calmarte - La figura encapuchada apareció de entre las sombras y suspiró mientras deshacía la ilusión de la fémina muerta. Le había sorprendido lo rápido que sus habilidades habían sido notadas, pero con lo tétrico que era este lugar, no se sorprendía realmente.

-¡Él la asesinó! - La nube gritó con fuerza mientras sentía todo a su alrededor temblar y desquebrajarse. Su ira contra el hombre que lo había hecho sufrir, su odio hacia sí mismo por no proteger a su madre, su resentimiento hacia su propia madre por no pelear antes para evitar ese destino. Todo estaba acumulándose rápidamente.

-¿Y ella hubiese querido que la vengaras de esta manera? - La niebla de los arcobalenos observó al niño y al espacio que estaba colapsando por sus problemas mentales y se cruzó de brazos mientras trataba de calmarlo un poco más - ¿Fue así como te crio?

-No - El castaño no pudo decir nada al escuchar aquellas palabras. Su madre había tratado de evitar que manchase sus manos más de lo necesario. Había sido criado como un niño normal, con talentos que la mayoría no tiene, pero un niño, al fin y al cabo. Ella había tratado de evitar que derramase sangre, porque no era algo que un menor debiese experimentar.

-Kellen, deja que aquellos que vinieron contigo se encarguen de la sangre - La ilusionista de Varia se sintió complacida al ver que podía deshacer la ilusión finalmente. Así que no tardó mucho en hacerlo y salir de ahí. El subconsciente del más joven no era nada agradable. - Al menos por esta vez.


El menor cerró sus ojos, nuevamente, para calmarse y aceptar las palabras de la ilusionista, mientras sentía como todo ese mundo finalmente se caía a pedazos a su alrededor. Quería despedirse de su madre, al menos en este lugar, pero se negó a hacerlo. Su tiempo con su madre había llegado a su fin y entre más pronto aceptase ese hecho más pronto sería capaz de seguir adelante. Aun si lo desgarraba por dentro.


Mamá, perdón por no protegerte, y gracias por amarme.
Mi tiempo contigo siempre ha sido lo más cercano a lo que he podido llamar felicidad.


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Los Varia habían seguido con la matanza mientras Mammon se encargaba de mantener al pequeño dentro de la ilusión para calmarlo. La sangre volaba por todas partes, como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Pero, por la reacción de su arcobaleno unos momentos después, aquel no era el caso.

El pequeño, que había caído luego de entrar involuntariamente dentro de la ilusión, se puso de pie y observó a los adultos que lo rodeaban, como si buscaran protegerlo. Su cabeza dolía terriblemente, pero al menos las voces habían vuelto a callarse, así que lo consideraba una victoria. La única del día.

No se movió de su lugar, dejando que los asesinos hicieran su trabajo, pero sus ojos se mantuvieron en ellos y en su forma de actuar. Cada uno tenía una habilidad extraordinaria y la manera en la que atacaban mostraba lo conectados que estaban al pelear. Kellen no podía dejar de mirarlos asombrado, y tampoco quería, pues esta era una experiencia única en la vida.

Cuando el último hombre de Alian cayó muerto, sintió una tremenda satisfacción. El otro estaba arrinconado gracias a Belphegor y Lussuria, y la mirada del hombre era una tan terrible que hacía que el castaño quisiese sonreír. Sentía que finalmente se le estaba dando justicia divina.


-Todo acabó escoria - Xanxus se acercó a Malcover y le apuntó a la cabeza con su arma. Su mirada poco interesada en el otro hombre se centró repentinamente en el más joven de los presentes y, sin dudar un segundo, le extendió otra pistola que tenía consigo - Es tu decisión ahora. Puedes eliminarlo tú, o lo haremos nosotros.

-... - El castaño tomó el arma y la observó fijamente antes de subir la mirada para enfrentarse a los ojos del hombre que le había quitado a su madre, y que había hecho de su último año de vida, un infierno.


Una parte de su alma, quería encargarse del tipo por sí mismo. Quería torturarlo y hacerlo sufrir hasta que pidiese su muerte, solo para nunca otorgársela. Quería que Alian sufriese tanto como él y su madre habían sufrido por su culpa. Las voces, ligeramente más calladas que antes, parecían coincidir con esta idea, pero la voz "principal" había vuelto a silenciarse.

Por otro lado, otra parte de él ya estaba cansada de esto. Estaba cansada de luchar hasta sangrar, de matar continuamente, de sufrir y vengarse. Aún era un niño y ya había tenido que actuar como un adulto en muchas ocasiones debido a su desconfianza en quienes debían protegerlo. Solo quería terminar con todo esto para poder llorar por su madre, y luego iría a buscar a su padre adoptivo a la casa de acompañantes para poder ver de nuevo a sus hermanos.

Sus ojos se mantuvieron fijos en el arma que había sido tomada sin siquiera pensar, antes de voltear y ver el cuerpo de Marianne. Habían luchado juntos tanto tiempo, por lo que ella seguramente sería capaz de entenderlo y aconsejarle qué hacer en esta situación. Pero, ahora ella se había ido y era su deber el aprender sobre la marcha a actuar como su corazón desease. Era su futuro el que estaba en juego después de todo.


-Por favor, encárguense ustedes - El castaño le devolvió el arma al líder de Varia mientras se volteaba para ignorar lo que le pasaría a ese hombre - Marianne hubiese querido que dejase ir toda la ira que tengo contra él, aun si se la merece.


Lussuria, que estaba a su lado, asintió con entendimiento, mientras Xanxus volteaba a ver al hombre con más seguridad que antes. Habría querido que el menor cerrase el ciclo con la muerte de este sujeto, pero parecía ser un poco más pacífico que las otras nubes, así que sería él quien le hiciera la vida un infierno al otro mafioso.


-Saquen a esta escoria de aquí, lo llevaremos a la base para poder dar el informe que la basura de Tsunayoshi pidió - El cielo bajó su arma sin más mientras su mirada recorría el lugar en el que habían estado "encerrados" hasta hace poco - También revisen el resto de este lugar. Vean si queda algo de valor.


Los demás miembros de Varia, a excepción de la lluvia y la niebla, asintieron con la cabeza. Luego procedieron a tomar al hombre y salir de la habitación. Ninguno diría nada, pero todos estaban ansiosos por jugar un poco con el hombre que habían capturado.

Por otra parte, Squalo, Xanxus y Kellen se quedaron dentro de aquel lugar. El par de adultos revisaba el área para asegurarse que todos los enemigos estuviesen muertos, para evitar cualquier ataque por venganza. Mientras tanto, el pequeño se acercó al cuerpo de su madre y se arrodilló para abrazar la cabeza decapitada de la mujer que lo había cuidado durante años.

El hijo adoptivo del noveno Vongola posó su mirada en el chico que estaba en el piso abrazando a un cadáver y trató de no suspirar. Estaba cansado de tanta basura emocional, pero suponía que podía aguantar por unas horas más. Sobre todo, viendo como ese enano otra vez se perdía en su miseria y comenzaba a llorar silenciosamente sobre lo que alguna vez había sido el cuerpo de su tutora.


-Escoria - Los orbes violetas, que habían perdido repentinamente su brillo, se elevaron hacia el hombre que lo había llevado a aquel lugar. El dueño de estos recordó que debía agradecerle al otro por lo que había hecho por él, al menos así se sentiría un poco menos en deuda con él.

-Ella lleva muerta probablemente desde antes de que me dieran la misión, pero gracias a ti pude vengarla - El moreno no dijo nada por unos momentos, aún si era capaz de notar como la realidad del niño se rompía en pedazos en ese instante - En este punto soy inútil y no puedo devolverte el favor, pero si me necesitas entonces haré lo que pidas.

-No me debes nada basura - El castaño bajó sus ojos a los restos que le quedaban de su madre y sintió la ira aumentar en su ser al saber que todo lo que hizo para recuperarla había sido inútil. Otra vez sus esfuerzos por ser feliz se habían vuelto una broma de mal gusto - Teníamos que destruir a estas ratas tarde o temprano. Tú solo adelantaste el proceso.

-Supongo que así fue - Ambos varones guardaron silencio al dar por terminada la conversación. Ninguno parecía tener algo que agregar, aunque Xanxus se veía ligeramente incómodo de acabar toda aquella situación de esa manera.

-¡VOI! - Un joven de hebras claras apareció y observó con seriedad a ambos. Sorprendentemente seguían en las mismas posiciones en las que los había abandonado cuando se fue para revisar el resto de la casa. ¿Por qué estaban perdiendo el tiempo de esa forma? - ¡Es hora de irnos!

-Creo que esto es todo entonces - El menor se puso de pie, aun abrazando el cadáver, y extendió hacia el mayor la mano menos cubierta de sangre que tenía - Mi palabra se mantiene señor di Vongola. Le debo un favor y espero poder saldar mi deuda antes de morir.

-Ya te dije que no hay ningún favor que me debas escoria - Aun diciendo aquello, el azabache también extendió su mano y la entrelazó con la del más joven. El agarre seguro y fuerte le hizo olvidar por un segundo que ese pequeño había estado llorando sobre un cuerpo muerto momentos atrás.

-Señor Superbi - La pequeña nube bajó el cuerpo de su madre un momento para acercarse al otro adulto y también alzó su mano para estrecharla - Lamento haber atacado la instalación Varia y haber lastimado a algunos de los suyos en este lugar.

-Ha servido para notar las fallas de seguridad que tenemos y nuestra propia falta de habilidad, así que no lo considero algo malo - El espadachín asintió decididamente mientras unía su mano a la contraria. Sus ojos subieron un segundo a su pareja antes de volver a bajar al menor. Quería preguntarle qué haría ahora, pero no quería ser invasivo y ser tomado alguien irrespetuoso.

-¡Todo está listo! - Un hombre de cabello multicolor apareció con su usual energía y vio al trío de varones actuar con seriedad, lo que lo hizo dejar su sonrisa por unos segundos - ¿Por qué ninguno se mueve? Es hora de volver a la base.

-En ese caso, será mejor que me vaya también - El pequeño de cuerpo andrógino se dio la vuelta para alejarse de los adultos y tomar los restos de su difunto familiar. Tenía que irse pronto o no podría avanzar mucho antes de que alguien notara el cuerpo putrefacto que llevaba consigo.

-¡Esperen! - El recién llegado bajó un poco sus gafas para ver con desconcierto a los presentes y luego se cruzó de brazos al notar que todos ellos lo ignoraban como si su existencia fuese de menos - ¿Este principito no vendrá con nosotros?

-No, tengo que enterrar el cuerpo de mi madre - Kellen no subió su mirada mientras tomaba de nuevo el cuerpo para llevárselo pronto - Después de ello supongo que vagaré un poco y trataré de llegar a la casa de acompañantes. Con suerte no me toparé con alguien que quiera matarme como venganza.


El trío de adultos se sintió incómodo ante la tranquilidad que usaba el chico para mencionar esas situaciones, aun si ellos vivían de las mismas. Lussuria observó a su jefe y al segundo al mando para tratar de hacerlos reaccionar y detener al pequeño, pero ambos eran demasiado lentos y duros como para dar un paso adelante. Con aquel saber en cuenta supo que debía actuar o ese dulce y herido niño se iría probablemente para siempre, y quien sabe, quizá la próxima vez que lo vieran tendrían que matarlo.


-Podemos llevarte a donde necesites pastelito - El usuario de llamas del sol se hincó para estar a una altura parecida a la del menor mientras trataba de convencerlo de dejarse ayudar por ellos - Acompañarte a un lindo lugar para enterrarla y luego...

-Ya fui suficiente molestia el día de hoy - El castaño negó con la cabeza mientras miraba al suelo y se preguntaba sobre el tiempo que tardaría en mover a su madre y desaparecer correctamente. Con suerte no volvería a encontrarse con ellos jamás - No quiero ser una carga para Varia.

-¡No eres una molestia! - El hombre con gafas se levantó de un salto y se acercó a su líder mientras señalaba al pequeño - ¿No estás de acuerdo conmigo jefe?

-¡Entré a su hogar en medio de la noche para asesinar a su jefe, interrumpí su sueño y terminaron haciendo una misión que no tenían programada. Si bien eso fue conveniente para ustedes, de nada les sirve ayudarme ahora! - El menor tomó aire para tratar de calmarse mientras observaba fijamente el rostro completamente intacto de su madre - Perdí el valor como informante en cuanto la familia cayó y sigo vivo solo porque no se les ha dado la gana el deshacerse de mí. En estos momentos soy una moneda sin valor que solo es un estorbo para ustedes.

-Y aun sabiéndolo prometiste pagar algún día la deuda que has forjado hoy - Todos los ojos se enfocaron en Xanxus que mantenía su rostro sin ningún tipo de emoción - Dices que no quieres morir sin devolver el favor, pero tu plan de vida probablemente es morir en menos de una semana. ¿Crees que esa mujer sacrificó su vida para verte actuar así?

-¡No! - La mirada amatista brilló con molestia nuevamente ante las palabras del adulto. Dolían y le quemaban por dentro, pero se negaba a volver a estallar como lo había hecho antes. Ya había demasiados muertos por su culpa - Ella no...

-Te volviste un asesino para sobrevivir y salvarla, pero ahora que está muerta quieres renunciar y acompañarla en el mundo de los muertos lo más pronto posible - El joven de mirada café rojiza siguió con la conversación al notar como sus palabras afectaban al niño. No quería aprovecharse de su dolor como Malcover, pero alguien debía controlar a esa fierecilla - ¡Si sabes que no quería tu muerte entonces no la busques deliberadamente! ¡Usa tus habilidades para sobrevivir y que esa sea la mayor venganza que aquellos que te la arrebataron puedan sufrir! La verdadera victoria está en hacer lo que tus enemigos no querían que hicieras y seguir viviendo aprovechándote de eso.

-Yo... - La nube solo bajó la mirada sin saber cómo refutar o pelear ante lo dicho por el adulto. Estaba seguro que no quería morir ni nada parecido, pero no sabía si las voces en su cabeza no lo harían actuar contra lo que consideraba correcto, como muchas veces antes, así que solo pudo mantenerse en silencio.

-Dijiste que querías devolver el favor y pagar tu deuda. Entonces te entrenaré hasta que puedas hacerlo - Los otros miembros de Varia observaron a su jefe con incredulidad mientras este mantenía su mirada fija en el pequeño. No iba a negar que, aunque estaba diciendo palabras de consuelo, también estaba viendo los intereses que la relación podía darle - Te mantendrás bajo mi vigilancia para que te vuelvas la mejor nube de la historia y sirvas correctamente a Varia para pagar tu favor.

-... - El rostro andrógino mostró clara sorpresa ante aquellas palabras. Sintió que su cuerpo perdía fuerza y por un segundo pensó que estaba alucinando debido a llamas de la niebla, pero el aura poderosa del mayor le hacía estar consciente de que todo era real.

-Escorias, ayúdenle a llevar los restos hasta el jet - El cielo solo se cruzó de brazos, como si ya hubiera llegado a una conclusión y nadie pudiese contradecirlo - La enterraremos en el cementerio de los familiares de los aliados de Vongola.

-¡Eso es demasiado! - El más joven de los presentes se mostró extremadamente alterado ante la propuesta. ¿¡Quién le dice algo así a su casi asesino!? Sabía que el hijo adoptivo del Noveno Vongola estaba mal de la cabeza, pero no sabía que era hasta este punto.

-¿No me escuchaste basura? Ahora estas bajo las órdenes de Varia - El líder de Varia se dio la vuelta y comenzó a caminar a la salida como si no estuviese diciendo algo importante - Eso significa que, a partir de este momento, eres parte de nosotros y por ende un aliado de Vongola. Así que más te vale no arruinarlo o yo mismo te mandaré a hacerle compañía a tu madre.


El niño no pudo decir nada cuando Squalo le quitó el cadáver de encima para llevárselo. Aquello debía ser un sueño de lo más surrealista. No había manera que el hombre que había tratado de asesinar horas atrás ahora quisiese tenerlo de su lado como un nuevo miembro en sus filas, era ridículo. ¡Así no funcionaban las cosas en la mafia!


-Vamos principito - El sol de Varia extendió una mano al pequeño y su rostro se mostró emocionado ante las ideas que estaba surgiendo en su cabeza - ¡Voy a llenarte de ropa nueva hasta que te aburras! ¡Harás un desfile luego de que la compremos para que dejes a todos con la boca abierta! ¡Ya imagino lo lindo que te verás!

-¡VOI! ¡Discutan de eso luego! - El grito del hombre que ya había abandonado la habitación los hizo saltar a ambos por la impresión - ¡Es tarde y tenemos que viajar por bastante tiempo! ¡Si no se apresuran se irán caminando!

-¡No seas tan malo Squa-chan! - El adulto que quedaba soltó una pequeña risa antes de extenderle su mano al niño con tranquilidad - Vamos o ellos realmente van a abandonarnos aquí, y estoy seguro de que no quieres que entierren a tu madre sin ti.


Kellen se mantuvo sin decir nada, pero extendió su mano al mayor para que lo guiara. Su mente aún no procesaba correctamente lo que estaba pasando a su alrededor. Todo se sentía tan ajeno a sí mismo que sentía que despertaría en cualquier momento.

Un dolor en su costado lo hizo cerrar los ojos y respirar profundamente. Aquella sensación, sin duda, significaba que no estaba soñando como pensó hace poco, lo cual era bueno. La incomodidad de las costillas probablemente fracturadas le confirmaba que estaba despierto.

Sí, había perdido a su madre de la peor manera y ni siquiera había podido decirle adiós correctamente. Sin embargo, parecía que ella lo había bendecido hasta el final para que pudiese recibir una nueva oportunidad para ser feliz y conseguir personas en quien creer. Él no iba a desperdiciar el giro que su vida estaba tomando.

Mientras se acercaba al área del jet donde estaban los otros miembros esperando sintió el deseo de llorar otra vez, aunque en esta ocasión por algo completamente diferente. Este era el fin de un capítulo de su existencia, pero no por ello era la conclusión del libro.

Al contrario, la historia de su vida apenas estaba iniciando.


Mamá, ¿Crees que... quizá pueda ser feliz con ellos?

Aun con esta maldición en mi alma y mente, sigo deseando ser feliz.

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¡Hola! 

Me siento herida conmigo misma. ¡Este capítulo debía salir para el cumpleaños de Xanxus hace un año, para darle un cierre de un año a la historia! Pero entre que los demás capítulos se retrasaron y estoy por cerrar la universidad ya no pude publicar nada por más de un año.

Aun así, espero que les haya gustado la historia. Me entretuve bastante pensando en un pasado para Kellen, sobre todo pensando cómo hacer más triste este capítulo. No creo haberlo logrado, pero ya que.

Gracias por leer. Y esperen por el epílogo y los extras.

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