Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

o

—¿Podemos dejar las luces de Navidad hasta enero, amor?— preguntó Jimin sonriente e ilusionado al ver como aquellas luces iluminaban de distintos colores la sala de su casa. Todo gracias a que Hoseok las enchufó y poder dar fin a la bonita jornada que tuvieron los esposos para decorar su hogar para las fiestas decembrinas que se acercaban. Al omega le gustaba tanto estas fechas que, ya en quincena de noviembre, convenció a su marido para poder armar todo de una vez.

—Es nuestra casa, cariño. Aquí ponemos nuestras reglas.— fueron las palabras que respondió el alfa y que causaron sorpresa en Jimin, ya que Hoseok no era de esas personas despreocupadas en cuanto a las reglas, sino era lo contrario. El alfa era de aquellas que le gustaban tener todo en orden y organizado. Jimin lo sabía muy bien, no por nada ya llevaba más de siete, a punto de los ocho, años como pareja de Hoseok.

Al principio de su relación, fue un poco chocante. El uno y el otro eran tan diferentes que, incluso, llegaron a pensar que su relación iba a ser de corta duración. A Jimin, por ejemplo, le costó mucho en acostumbrarse a la vida tan ordenada y organizada que tenía su esposo, ya que el omega, muchas veces, era de realizar planes a último minuto. Lo mismo sucedía con Hoseok, le costó mucho en aceptar que a veces sus planes no salían como él quería y empezó a dejarse llevar por las palabras que Jimin constantemente le decía: «A veces, muchas cosas no salen como queremos y debemos aceptarlo.» Por ello, ambos lograron, conforme al paso de los años, en acoplarse con la distintas rutinas de vida que manejaban y equilibrarlas para el bien de su relación y la familia que querían formar en un futuro ya no tan lejano.

Así, a favor de Hoseok, a inicios de mes y los domingos, la pareja se sentaban y organizaban los diferentes eventos que tenían para ese tiempo. Y, a favor de Jimin, Hoseok aceptaba las actividades que el omega planeaba a pocos días de que se realizarán. Como era el caso de la bienvenida que había organizado, junto con otros vecinos, para Yoongi y Taehyung. A Hoseok le sorprendía la creatividad que tenía Jimin. El omega parecía un mago por como tenía todo bajo su manga.

Ya estaba atardeciendo cuando el alfa llegó de su trabajo. En cuanto entró a su hogar, visualizó la sala de estar iluminada gracias a las luces de Navidad, y que aún no habían sido retiradas gracias a la promesa que hicieron. También, al adentrarse más a su hogar, vio como el patio estaba iluminada gracias a los focos que ayudaban a dar un bonito contraste entre la luz dorada artificial y el verdoso jardín un poco obscuro.

A pesar que, al principio, pensó que esta fiesta de bienvenida era una mala idea. Parecía que todo, gracias a su esposo, iba a salir bien. Y de ello lo confirmó cuando por fin pudo ver a Jimin junto con un delantal blanco. Él salía de la cocina y sonrió al ver a su alfa para luego ir hacia este y abrazarlo y propiciarle un par de besos en sus mejillas hasta darle uno corto en los labios.

—Pensé que llegarías un poco tarde.— dijo Jimin, en cuanto se separó de su esposo e ir juntos hacia su habitación para poder alistarse y luego recibir a los invitados que no tardaban en llegar.

—Lo sé, eso te había dicho en la mañana— contestó el alfa. Ambos llegaron a su habitación. -, pero como tú, como siempre, me cambias mis planes y salí temprano para acompañarte a recibir a los vecinos y a los que van a ser celebrados.

Hoseok empezó a desajustarse la corbata, luego de haberse sacado el saco. Jimin también se deshizo del delantal y se sacó su camiseta llena de sudor, dejando ver su blanquecina piel y su tatuaje representando las diferentes fases de la Luna en su columna vertebral. De pronto, sintió unas manos en cada lado de su cintura y unos besos en su cuello.

—Lo siento, amor. Es que se me ocurrió que sería un bonito gesto por parte de nosotros en recibirlos como unos miembros más de esta bonita vecindad.

—¿Alguna vez te he dicho que eres la persona más buena que he conocido en esta vida?— preguntó de repente Hoseok, cuando dejó de besar al omega pero sin que sus manos dejen de sujetarlo.

—Muchísimas veces- respondió Jimin, riendo y rompiendo la escena que hacían. —. Amor, los vecinos no tardan en llegar y aunque quiera estar contigo ahora mismo, no podemos.

Hoseok no protestó. El omega tenía razón, tenían una actividad ya pactada y aunque tenía muchas ganas de estar en otra posición con su esposo, el deber llamaba.

—Entonces, no queda de otra. Nos bañamos juntos y de pasó tenemos algo rápido. ¿Te parece?

Jimin rodó los ojos, pero no dijo nada. Él solamente se dirigió al baño e hizo una seña para que Hoseok lo siga. El alfa no tardó en hacerlo.

Para Taehyung era una tontería esta bienvenida que le estaban organizando. Incluso se lo había dicho a Yoongi. Sin embargo, su esposo le había dicho que sería una buena idea. Pero no lo era, claro que no. No quería volver a Jung Hoseok nunca más el resto de su vida. No obstante, no podía dejar en descubierto que alguna vez conoció a ese Alfa.

Lo aparentó bien el día anterior. Cuando, después de un larguísimo tiempo, lo vio por primera vez. Seguía guapo como la última vez. Tan irresistible que se iba a poner a llorar ahí mismo, cuando lo escuchó decir su nombre mientras lo miraba sorprendido. Ambos estaban sorprendidos por ver al otro, él lo sabía, y su lobo ni que decir. Y con solo pensarlo, su corazón empezó a palpitar un poco más rápido de lo normal. Quería gritar, ¿ya dijo que quería llorar? Porque lo iba a hacer, en ese mismo instante, si es que Yoongi no aparecía como lo había hecho hace unos instantes.

—¿Qué tanto andas mirándote en el espejo, amor?— preguntó el alfa. Habían pasado más de quince minutos que dejó al omega arreglándose y le sorprendía que siguiera ahí aún.

—Nada, Yoonnie— respondió el Omega mientras sonreía. Tenía que hacerlo porque sino iba a ser llenado de preguntas que obviamente no quería responder. Como fue el día anterior, luego que Hoseok y Jimin se habían retirado de su hogar. -, solo que me parece un bonito gesto que hagan esto para nosotros, no me lo creo. Por eso que me estoy arreglando un poco más de la cuenta, para poder estar presentable ante todos los vecinos.- tuvo que mentir.

—¿Verdad que sí? Se ve que Jimin es una buena persona y esta bienvenida nos va a ayudar a conocer a más personas de esta vecindad— Taehyung asintió, no dijo ninguna palabra más al respecto. No quería agrandar más ese tema. —. Además, no debes de arreglarte tanto, tú eres hermoso, demasiado hermoso que soy tan afortunado de tenerte como mi Omega.

—Gracias Yoonnie, yo también soy afortunado de tenerte como esposo— cogió la mano de su esposo y la besó. Yoongi le traía paz, mucha paz. —. Por cierto, ya estoy listo. ¿Te parece si ya vamos?

—No se diga más entonces. Vamos.

Cuando emprendieron su camino se tomaron de la mano hasta el momento de llegar hacia la casa de sus vecinos, el tramo no era tan largo a decir verdad, por lo que en el recorrido hacia su destino, a unos cuantos metros, Taehyung visualizo rápidamente a la otra pareja. Ellos se encontraban en la puerta de su hogar, el brazo del alfa sujetando la cintura del omega. Era obvio que los estaban esperando. Y era más que obvio que la idea de aquella acción era de Jimin. Porque Hoseok jamás lo haría. 

En cuanto llegaron a su encuentro, Jimin sonrió y chilló de alegría -algo que para Taehyung fue ridículo- y los abrazó, soltando de forma abrupta el agarre que Hoseok tenía hacia él. Yoongi saludó a Jimin con un beso en la mejilla y a Hoseok con un apretón de manos. Taehyung hizo lo mismo; sin embargo, cuando llegó a saludar a Hoseok, sintió que ese apretón de manos era eterno, incluso podía jurar que Hoseok no lo quería soltar. Su lobo movía su cola por ese simple toque.

—¡Bienvenidos!— dijo Jimin y los invitó a pasar a su hogar. Los Min lo siguieron y al entrar se dieron con la sopresa de que era una buena cantidad de personas esparcidas en la sala y el patio de la casa. También, vieron que habían algunas fuentes llenas de comida y copas de vino. —¡Atención!— alzó la voz Jimin, después de haber cogido una de las copas de vino que estaban repartiendo algunos de sus vecinos, de que les pidió que por favor le alcanzarán también una cuchara. Cuando le fue traída, el omega anfitrión hizo sonar ambos utensilios y tuvo lo que quería; por lo que siguió hablando. —Es emocionante saber que tenemos nuevos vecinos. Yoongi, Taehyung, vengan por favor— el omega mencionado no quería hacerlo, definitivamente no lo esperaba, pero lo hizo cuando su esposo sujetó una vez más su mano. No tenía escapatoria. —. Esta fiesta es en su honor, para que puedan sentir la cálida bienvenida que le damos y que si necesitan algún tipo de ayuda, estamos para ayudarlos. ¿Si?— al ver al Alfa asentir y luego al Omega, Jimin sonrió y alzó su copa, para que los todos los presentes pudieran hacer lo mismo. —. Entonces, ¡salud!

—¡Salud!— dijeron en una sola voz todos los invitados.

Luego de ello, todas las personas se acercaban hacia Taehyung y Yoongi para saludarlos y darles buenos deseos en esta nueva etapa de vida que iban a experimentar. Además, le repetían las mismas palabras que Jimin había dicho durante el brindis y la pareja de esposos agradecían. Minutos después, empezó la hora del baile y cada persona demostraba sus dotes artísticos en el centro de la sala. Incluso, Taehyung, que al principio se encontraba un poco ansioso de estar con tantas personas, se sintió al fin cómodo y se puso a bailar con Yoongi y con algunas personas más. 

Mientras tanto, también habían vecinas que pasaban ofreciendo más vino, la comida ya había sido devorada en un santiamén. Taehyung, con ya la confianza suficiente, no dudó en coger una de las copas sin esperar que, antes de tomar por lo menos un sorbo, inesperadamente se cayerá toda la bebida en la camisa celeste que tenía puesta para este evento tan espcial. Todo gracias a Jung Hoseok. Era el colmo.

Pero lo era más cuando hubo pequeño silencio en toda la sala, la música hasta había sido apagada. Y es que Taehyung había llamado la atención de todos cuando dio un gemido por este accidente. Ahora mismo todos lo miraban.

—Lo siento mucho, Tae— dijo el alfa, mientras lo miraba y solo recibió una mirada como si el omega lo quería asesinar. —...hyung. 

—Amor, creo que no solo debes disculparte con él, ayudale por lo menos— manifestó Jimin en cuanto se acercó hacia ellos. Hoseok asintió y cogió la muñeca de Taehyung para irse directamente a la cocina. —. Mientras mi marido ayuda a Tae, hay que seguir con la fiesta.  

Mientras ellos caminaban hacia la cocina, la música fue encendida y nuevamente empezaron a reír y bailar. En ese corto tiempo para llegar hacia su destino, Taehyung decdió recordar qué es lo que había estado haciendo antes de que pasará este incidente: observar a Hoseok. Obviamente lo veía de vez en cuando. A veces lo buscaba entre las personas y en el momento que el alfa también volteaba a verlo, el omega automáticamente se hacía el loco y miraba hacia otro lado. Así estaba por un buen período de tiempo. La última vez que lo vio, fue cuando estaba bailando con otra alfa, un poco joven, como de diociocho años aproximadamente. Y ahora estaba con él, disculpándose otra vez por lo bruto que había sido y no darse cuenta de haber pisado mal y caerse botando así la copa de vino y manchando la camisa celeste que Taehyung tenía puesta.

Cuando ambos se llegaron en la cocina, Hoseok empezó a buscar algo para ayudarle a secar y, aunque sea lipiar un poco, la dichosa camisa. Taehyung hacía lo posible en no mirarlo. Quería hacerlo, pero no debía.

—Lo siento tanto, Tae— rompió el -incomodo- silencio el Alfa. Sabía que era una mala idea hacerlo, pero lo hecho, hecho está. —. Haneul me pisó el pie y yo luego pise mal que casi me caigo— el Omega rodó los ojos y luego, por fin, se dignó en ver al Alfa, quien se acercaba junto con un papel toalla. —. Esto va a absorber el líquido que queda en tu camisa, pero no va a quitar la gran mancha granate que tiene ahora.

—Oh, rayos.— dijo Taehyung, mientras recibía los dos primeros trozos de papel toalla y los puso en su pecho, como dijo el Alfa, estos absorbieron el líquido del vino que quedaba aún. Luego pidió otros más hasta que ya no sintió ese liviano pesor del líquido, ahora solo estaba húmedo. Hoseok lo notó, él veía como el Omega pasaba sus manos por su pecho mientras se secaba. Era un poco... no, no podía decir eso.

—Jimin está bailando y disfrutando con los vecinos, pe-pero— dijo el Alfa, sin romper de vista los movimientos que hacía Taehyung. A veces lo veía directamente. Se lamió, involuntariamente, sus labios. — no creo que le moleste si coges una de sus camisas. Al fin y al cabo, yo me voy a responsabilizar.

—No te preocupes, no importa. Más bien, es mejor que me vaya.

—¿De verdad piensas que es lo mejor?— preguntó sin pensarlo Hoseok. —¿Por qué te corres de mí, Tae?

—No, no lo estoy haciendo.— respondió rápidamente el Omega. Necesitaba salir de esta conversación.

—¿Entonces por qué te pones nervioso cuando estoy cerca de ti?— touché. —Tae, lo he notado. Haz estado evitandome toda la noche o solo me veías, como en los viejos tiempos.

Taehyung se sorprendió de eso, quería decir algo, pero parecía que el ratón había comido su lengua. Hoseok quería reír. Pero lo conocía, y ya no quería incomodar a Taehyung.

—¿Crees que me olvidé de ti?

Oh, Diosa Luna.

La verdad, no tengo cara para saludarles por actualizar después de tanto tiempo. Pero en fin, ¡Ya está!

Ahora, pequeño dato: así no había planeado el capítulo. Pero me quedo bien, yo misma me sorprendo uwu

¿Qué creen que pasará?

Eso lo veremos en otra actualización, que quiero que sea antes que termine el 2024. Lo prometo ✋

psdta: Jimin y Hoseok no tuvieron sexo en el baño, al final Jiminsito lo choteo (juerga peruana) porque ya era tarde. Así que solo se bañaron.

psdta 2: Los personajes de esta historia tienen más de 30 años. Y el baile entre Hoseok y Haneul se puede decir que es porque la mamá de ella es amiga de Jimin y Hoseok, así que hay confianza, aparte el Hoseok esta casado, pero enamorado de otro, pero lo iremos descubriendo dentro de poco

*guiño, guiño*

Ahora sí, ¡Adiós!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro