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parte 2



omegaverse; mpreg; smut;

     6 meses habían pasado desde que les habían dado la linda noticia de que esperaban un bebé. La manada de Jeju los había orientado para poder llevar el embarazo de Jeongguk, pero a pesar de cualquier indicación que facilitara esto seguía siendo una aventura con altas y bajas para los padres primerizos.

     El cuerpo de un alfa, a pesar de estar preparado para llevar un bebé, podía recibir los síntomas de una forma más agresiva, sobre todo moralmente.

     El embarazo es una etapa de constantes cambios. Hormonales, emocionales, etc. Podría parecer cualquier cosa, pero un alfa por definición debía ser alguien firme, todo lo contrario, a lo que un embarazo suponía. Jeongguk nunca había sido alguien sentimental, pero desde que le fue dada la noticia no paraba de llorar. Era cierto que estaba feliz, tendría una familia al lado del amor de su vida, pero la sensación de que estaba perdiendo una parte de él era inevitable.

     Dejó el puesto de capitán en la guardia, su compañero Jaehyun tomaría el puesto provisionalmente hasta que el estuviese nuevamente en condición. Los cambios de su cuerpo era algo que podía manejar, se jugaba la vida al salir de caza al bosque e incluso siendo un lobo joven sobrevivió a la mordida de un vampiro, los dolores físicos eran la parte menos importante. Lo que le dejaba postrado en la cama seguía siendo la carga emocional del embarazo.

     Una de las tantas indicaciones de la manada de Jeju fue que rodearan al alfa de omegas. Claro que la idea en un primer momento no le fascinó a Yoongi, pero la explicación era que Jeongguk iba a experimentar un cambio de emociones tan radical que debía estar rodeado por personas que pudieran trabajar con el brusco sentimentalismo. En este caso, omegas.

     Fue así como mientras Yoongi ayudaba al líder de la manada por la ausencia de su pareja, Jeongguk se quedaba en una cabaña rodeado de mujeres omega. Todas eran cálidas, cuando Jeongguk no aguantaba el inexplicable llanto que aparecía de a ratos lo reconfortaban, las que habían tenido partos le explicaban sus experiencias y le preparaban alimentos. Para las más jóvenes que seguían sin ser reclamadas la presencia del alfa era difícil de dejar pasar y algunas se vieron afectadas por eso, sin embargo, poco a poco se fueron acostumbrando a su presencia y comenzaron a crear lazos con él. Jeongguk, quien en un inicio pensaba que era una pésima idea, ahora estaba muy cómodo teniendo personas que le apoyasen y que, cuando terminara con esa etapa, él las apoyaría de cerca de vuelta.

     Su embarazo se hizo más notable, no sólo porque el vientre ya le estaba creciendo, sino porque comenzó a dejar de lado sus ropas pegadas y comenzó a tener preferencia por las prendas holgadas. Su omega era unos 10 cm más alto que él así que a veces se ponía su ropa, además de que le era reconfortante. Su cabello negro comenzó a rizarse, era algo que comúnmente sucedía ya que su cabello tenía rizos naturales, pero él estaba al tanto de mantenerlo lacio, ahora eso ya no le importaba.

     —¿Cómo te has sentido con el embarazo, Jeongguk? –Le preguntó Joy, una joven omega que había empezado a peinar los rizos del alfa.

     —Creo que ahora...bien. Sigo teniendo problemas con esto de las emociones, pero sigo intentando...no quiero ser una carga para Yoongi...

     —¡No digas eso! –Se acercó Taeyeon, una omega adulta, que con un pañuelo limpió restos que habían quedado de la reciente merienda del alfa en los labios de este— Un alfa nunca será una carga para un omega, eres su vida entera, Jeongguk. Sin embargo...

     —¿Sin embargo? —Preguntó de vuelta Jeongguk, en vista de que la omega calló por unos segundos. La mujer se separó para irse a la cocina y el alfa se fue tras ella, separándose de la joven que le peinaba el cabello y como detalle le había dejado un moño en sus rizos.

     —La persona que está más preocupada de ser una carga para el otro, es Yoon. –Se sinceró la mujer, Jeongguk la vio desconcertado por lo que esta se vio en la obligación de explicar— Tú sabes que él antes vivía con la preocupación de que lo terminaras...botando, por no poder tener un cachorro por...como llevaban su relación.

     —Pero cuando nuestros padres nos preguntaron sobre eso, hablamos. Y le dije que estaríamos juntos a pesar de todo.

     —Las palabras no son suficientes, Jeongguk. —Suspiró la rubia, llevando sus manos al rostro del alfa para acariciarle— Ahora que están esperando un cachorro me imagino que su preocupación ha disminuido, pero ¿te soy sincera?, creo que esto también le está afectando, el que estés con nosotras. La otra vez que vino por ti y te di un beso en la frente antes de que te fueras, juro que escuché que me estaba gruñendo, ya me estaba preparando para que me lanzara una mordida.

     Jeongguk soltó una pequeña risa ante esa idea. –No dejaría que Yoongi te mordiera.

     —¡Y eso sería aún peor! –La omega suspiró mientras bajaba la mirada, después la levantó y besó la mejilla del alfa— Ahora que te conozco mejor, sé que eres un ángel y que Yoon es tu vida entera también. Pero, dale un poco más de seguridad a tu omega. Si a ti te han estado matando los cambios emocionales, a Yoon le está matando tener que estar al pendiente del trabajo y que esté cuidando de ti alguien más.

     —¿Y cómo se supone que haré eso?...

     —No sé, pregúntale a tu cachorro. —Jeongguk frunció el ceño a lo que la rubia rio— Cuando tuve mi primer embarazo, yo ya sentía la conexión con mi cachorro al mes. Entiendo que eres un caso especial, pero por el amor de Dios, ¡ya vas para los 7 meses!, creo que hasta Yoon está más conectado con tu cachorro que tú que lo llevas en el vientre.

     —No me presiones porque me pongo a llorar.

     Ambos rieron y el timbre de la cabaña sonó. Joy fue a atender e inmediatamente volteó a ver a Jeongguk.

     —¡Jeongguk, ya llegaron por ti!

     En ese instante Jeongguk sintió su corazón hincharse de amor, uno de los síntomas de su embarazo era un fuerte apego a su omega. Casi salió corriendo de la cocina para ir a la puerta y lanzarse a los brazos del omega, quien lo recibió sonriente.

     —Amor, te extrañé. –Dijo Jeongguk entre pucheros, una costumbre que había tomado de las omegas más jóvenes y que a Yoongi le encantaba.

     —Sólo me fui unas horas, amor.

     —Igual te extrañé. Y mucho. —Jeongguk se abrazó más fuerte a su omega mientras escondía su cabeza en el pecho del chico. Taeyeon se acercó a ellos para despedirse de ambos, Jeongguk no dejó pasar la cara de fastidio que tenía el omega cuando Tae le besó la mejilla por lo que soltó una silenciosa risita.

     El regreso a casa fue muy cómodo, aunque Jeongguk no podía dejar pasar que Yoongi aprovechaba cualquier oportunidad para pegarse a él y despeinarle el cabello que aún traía el moño de Joy. Probablemente para quitarle el aroma de las omegas que se había quedado impregnado en él.

     Cuando llegaron a casa Yoongi preparó algo ligero para cenar mientras Jeongguk se colocaba un suéter de él que le quedaba muy grande, mientras esperaba en la sala recordó lo que había hablado con Taeyeon. Reflexionó un poco sobre aquello y mientras una idea cruzó por su cabeza sintió una pequeña patadita del bebé.

     —Ah, joder. Esto tiene que ser una broma.

     El rubor se le subió a las mejillas mientras miraba su vientre de 6 meses, se levantó el suéter y suspiró.

     —¿Crees que sea una buena idea?

     Recibió una patadita en respuesta. Jeongguk no pudo evitar soltar un sonido de sorpresa mientras se llevaba las manos al rostro y se recostaba en el sillón, se sintió demasiado tonto, pero a la vez por fin estaba sintiendo una pequeña conexión con su bebé y eso le hizo sonreír.

     La cena pasó y cuando se fueron a acostar comenzó a sentirse un poco inseguro sobre lo que estaba a punto de hacer. Esto a su vez lo desespero, nunca había estado inseguro sobre algo.

     La noche era especialmente bonita, la luna alumbraba a través de la ventana de su habitación con fuerza y creyó que no era una coincidencia; hoy todo parecía estar a su favor para, lo que él creía, hacer el más grande acto de amor.

     Pensó mucho sobre como hablarlo con Yoongi, pero antes de poder comentarle la idea sintió unas enormes ganas de ser mimado por su pareja, algo que facilitaba la situación. Estando ya en la cama se abrazaron y se comenzaron a besar, el hecho de que Yoon tenía el torso desnudo y que Jeongguk sólo tenía puesto un suéter y ropa interior hizo que la situación se volviera acalorada rápidamente. El omega pasaba las manos por las piernas del alfa y este gemía en respuesta, Jeongguk como alfa era demasiado dominante a la hora del sexo a pesar de ser el pasivo, ahora con el embarazo eso había disminuido y el omega lo aprovechaba.

     Los besos que compartían pasaron de ser dulces para volverse más húmedos y apasionados, incluso inconscientemente comenzaron a moverse sobre el mueble de forma que Jeongguk terminó sobre su espalda y Yoon entre sus piernas.

     Los besos continuaron, las caricias al cuerpo ajeno se volvieron descaradas y se comenzaron a sentir hambrientos del otro. Eso hasta que un olor dulce inundó la habitación, haciendo que ambos abrieran los ojos.

     —Mierda. –Yoon había entrado en celo.

     El cuerpo de Yoongi se sentía caliente entre las piernas de Jeongguk, incluso podía sentir el duro bulto de este rozar con la delgada tela de su ropa interior. En cualquier otro momento hubieran continuado para llegar hasta el final, pero desde que se habían enterado del embarazo, Yoongi había comenzado a consumir supresores para el celo pues sus ciclos seguían siendo cada mes y no quería incomodar a Jeongguk pues ya estaba pasándola muy mal con tantos temas hormonales en el embarazo. No fue algo que hubieran platicado, simplemente Yoongi tomó esa decisión por su cuenta. Pensar en eso le recordó nuevamente a su conversación con Taeyeon: La persona que está más preocupada de ser una carga para el otro, es Yoon.

     El alto se separó, un poco aturdido por el celo, pero aún consciente, tenía la intención de levantarse y tomar sus supresores antes de que este se intensificara. Jeongguk no tenía los mismos planes por lo que rápidamente se abrazó a este para que no se fuera.

     —Amor...debo tomar los supresores, ya vuelvo...

     —No, no lo hagas. –Dijo mientras tomaba a Yoongi del rostro, hasta ese momento el omega notó que Jeongguk tenía las mejillas sonrojadas y los ojos brillosos de deseo, Jeongguk estaba claramente afectado por el celo de Yoongi— Quédate conmigo...

     Se volvieron a besar, más duro, más apasionado. Se comenzaron a deshacer de sus prendas y cuando quedaron completamente expuestos al otro Yoon esperó a que Jeongguk volviera a tomar el rol dominante sin embargo este se mantuvo debajo del omega.

     —Jeongguk...

     Por primera vez Jeongguk se iba a someter. En el mundo de alfas y omegas todo era sobre sumisión, una cuestión de respeto, y ahora, Jeongguk le estaba dando un significado de amor.

     —Tómame...

     Los ojos del omega ahora no sólo estaban húmedos por la pasión. Yoongi besó la mandíbula del alfa, comenzó a bajar hasta su cuello y Jeongguk reprimió un gruñido en su garganta. Exponer el cuello era la máxima expresión de sumisión y exponerlo a su pareja, siendo un alfa, seguía siendo difícil. Sacó su lengua para lamer donde su pulso nacía y besó, Jeongguk gimió ante la sensación.

     Se aseguró de besar cada parte del cuerpo de Jeongguk ahora que lo tenía a su merced. Besó su pecho, bajó a su abultado vientre e igualmente lo besó, apretó con posesión sus muslos y Jeongguk nunca se había sentido tan adorado.

     Yoongi alineó su pene con la estrecha entrada del alfa, el cual gimió con fuerza cuando entró de una sola estocada.

     Colocó sus manos sobre los hombros ajenos mientras se dejaba envolver por la dulce sensación de volver a sentir a Yoongi. No era consciente de que era bastante expresivo, el omega sentía que podía correrse con tan sólo mirar la cara de satisfacción del otro.

     Se comenzó a mover, lento, certero. Jeongguk era un lío, no podía con todas las sensaciones que experimentaba. El hacer el amor con Yoongi de esa forma le hinchaba el corazón de amor, el aroma del omega continuaba haciendo estragos en él y le hacía pedir más.

     —¡Ahí!, ¡Yoongi!, más rápido, uhm...—Cuando el omega comenzó a golpear su próstata sintió deshacerse, comenzó a mover sus caderas al ritmo contrario para que este llegase más profundo.

     En la habitación sólo se escuchaban sus pieles chocando y los gemidos de ambos. El omega repasó el pulso en el cuello del alfa con su lengua, le besó de igual forma y Jeongguk se sintió en el cielo.

     —Márcame...—Dijo Jeongguk al ver al omega tan entretenido con su cuello, en su rostro vio la duda, pero él lo volvió a decir— Márcame, quiero darte todo de mí...

     Unas cuantas estocadas más y antes de que el omega se corriera mordió al alfa, dándole a ambos un delicioso orgasmo.

     La mordida de un omega era únicamente para marcar territorio, no tenía gran peso en el lazo como la mordida de un alfa. Sin embargo, Yoongi estaba encantado con ese pequeño detalle, en su interior sintió a Jeongguk más suyo que nunca.

     Se miraron jadeantes, agotados, se volvieron a besar a pesar de que el alfa sentía su cuello arder por la marca. Se acurrucaron sobre la cama, Jeongguk abrazando a Yoongi y este acariciando su vientre.

     —Los amo tanto, mi hermosa familia...

     —Nosotros también te amamos, Yoongi...

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