¿Cómo se consigue tener un momento de paz en este lugar?
Desde que desperté sólo he tenido una tormenta de recuerdos borrosos, información horripilante, gente extraña y encima inhumanas, en las que, para diversión del destino, hago parte.
—Te juro que si el jefe se aparece me voy a vengar de la humillación que me hizo la semana pasada —reniega Nero cuando las puertas se abren.
Me he quedado en silencio el resto del trayecto y ninguno de los dos me ha molestado, por lo que, es una pequeña victoria.
—Yo no cantaría victoria —sugiere Eris girando su mano hacia Nero.
—¿No me crees capaz? —gruñe Nero.
Ella sonríe y se gira hacia mí.
—Dejaré que Ned responda esa pregunta —murmura Eris.
Nero se voltea para clavar su mirada fulminante en mi. Alguien tan macizo debería ser terrorífico, pero realmente no siento miedo, de hecho, desde que sé que puede destruir mis huesos sin sufrir ninguna consecuencia, me siento demasiado... fuerte.
—¡Ahí estás! —es la voz chillona de ayer.
Por el rabillo del ojo veo a Isis acercarse a nosotros.
—Te dije que volvería —se queja Eris con un suspiro.
—¡Has tardado todo el día! —protesta Isis con más fuerza. De verdad parece una niña gritona.
—Awwww —deja salir el grandulón, lo que me hace inclinar una ceja por la sorpresa de que alguien como él haya podido hacer ese gesto— ¡Isis!
Lo veo correr hacia ella con los brazos abiertos.
—No. Aléjate —le grita Isis mientras veo cómo su cuerpo desprende chispas de energía que golpean a Nero, pero no le hacen efecto. Es como si fuera una roca, no le dicen protector del desastre por nada.
Él la levanta y las chispas golpean el suelo con fuerza que hacen que trozos de hormigón salgan volando, pero él no se inmuta en lo absoluto aunque está recibiendo todo el impacto, de hecho se ríe mientras la abraza.
—¡Suéltame animal! —le exige con fuerza.
—Aww que linda —le dice Nero emocionado.
Los rayos comienzan a golpear sobre el techo y los cristales de las otras zonas de entrenamiento, lo que hace que las personas que estaban entrenando se acerquen al cristal para ver el espectáculo.
Eris suspira a mi lado. ¿Cómo puede estar tan tranquila mientras esos dos están destruyendo todo el lugar?
—Él debe seguir esperándote —masculla mirando hacia otro lado.
Se debe referir al cara de niño. Me giro en dirección a ese lugar, pero no lo veo a simple vista. ¿Qué estará haciendo? Con la atención que esos dos están generando, era para que al menos hubiera salido por curiosidad.
Le doy un rápido vistazo a Nero e Isis antes de empezar a caminar.
—Ehh no, espera —me pide Isis— No, no es lo que parece, noo....
—¿A dónde vas? —inquiero el jefe al ponerse frente a mí.
Alzó la mirada para verlo con una sonrisa amplia.
—Ya he visto suficiente —comento al señalarlos.
Él suspira también, lo que hace sentir más incómodo. Aquí a todo el mundo le sobra el aire.
—Si Daisy estuviera aquí ya habría intervenido —comenta con voz baja.
No es un nombre que recuerde haber escuchado antes, así que supongo que es alguien que no he conocido todavía, aunque, debo asumir que ya la conozco de antes.
—Lo siento, no debí mencionarlo —me intenta animar dándome palmadas en el hombro.
Definitivamente es alguien que conozco, pero la verdadera pregunta es ¿Qué significa ella para mí? ¿Por qué nadie la ha mencionado hasta ahora?
No sé qué debería responder, así que, bajo la mirada.
—No te preocupes, tu general se hará cargo —anuncia con una sonrisa. Es demasiado tétrico por lo que comienzo a caminar.
Por el rabillo del ojo veo como Nero se ve afectado por los rayos que pronto desaparecen.
—¡Jefe! —se quejan los dos al mismo tiempo.
Nero se arrodilla ante el general mientras dice algo que ya no puedo escuchar, por otro lado Isis se limpia el traje con sus manos. Eris se acerca a ellos con los hombros agachados e imagino suspirando. El jefe se queda parado con los puños cerrados en su cintura. Debe estarles diciendo un sermón, por la expresión de sus rostros.
No tardó mucho en llegar a mi zona, pero en el instante que estoy lo suficientemente cerca un escalofrío atraviesa mi cuerpo deteniéndose en mi hombro izquierdo que comienza a palpitar como si tuviera vida propia. Una imagen demasiado borrosa aparece en mi cabeza, es demasiado oscura.
—Ned, resiste —se escucha en mi cabeza. ¿De quién es esa voz? ¿Qué relación tiene con ese recuerdo?
Intento recordar pero mi cabeza quiere explotar de nuevo, por lo que me tambaleó hacia dentro del lugar, pero me freno en seco cuando veo al chico tirado en el suelo gruñendo. Unas sombras en movimiento lo rodean. Me quedo paralizado sin saber qué hacer. Lo más probable es que también tenga poderes como nosotros, lo que implicaría que incluso alguien que no pertenece a la nación puede obtenerlos, y aunque no tengo idea de cómo se consiguen, algo me lleva a pensar que tiene relación con lo que hay fuera de este edificio.
Mi cabeza vuelve a atacarme con tanta fuerza que se me escapa un quejido. Puedo ver la lluvia cayendo sobre mi en un bosque oscuro, hay una especie de luz y esa voz intentando calmarme.
—¡Tú! —exclama tan fuerte el chico que me trae de regreso a la realidad— ¿Por qué sigues con vida?
Él está de pie con la misma posición que yo al tener una mano sobre su cabeza. ¿Por qué cada persona que me ve dice eso? Aunque él se supone que es alguien nuevo en este lugar ¿por qué sabría algo así?
El chico gruñe con tanta fuerza haciendo que sus dos manos se dirijan a su cabeza. Las sombras son todavía más violentas, aunque no golpean a nada y sólo se mueven a su alrededor creando una especie de torbellino. ¿Por qué me siento atraído hacia ellas?
Intento acercarme, pero las sombras se vuelven más violentas.
—¡Aléjate! ¡No volverás a... —dice antes de que las sombras desaparezcan y caiga al suelo inconsciente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro