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🎄NAVIDAD🎄

• Este fanfic puede contener algunos temas sensibles sobre bullying, suicídio, violencia, leer bajo restricción (+13).

Un Regalo Especial para Tails:

Era la víspera de Navidad en Mobius, y la nieve cubría todo con un manto blanco y brillante. Las luces parpadeaban en las casas, y el espíritu navideño llenaba el aire. Sin embargo, en la esquina de su taller, Tails estaba sentado con la cabeza baja, mirando cómo sus herramientas descansaban en silencio.

Cream pasó por ahí con Cheese volando alegremente a su lado. Cuando vio a Tails tan apagado, su sonrisa se desvaneció.

- ¿Qué te pasa, Tails? -preguntó con dulzura, acercándose.

Él levantó la mirada, intentando sonreír, pero fue en vano- Nada... solo estoy pensando -respondió, aunque su voz delataba lo contrario.

- Sé que algo anda mal. Puedes decírmelo -se sentó a su lado.

- es solo que... algunos chicos del pueblo estuvieron burlándose de mis dos colas otra vez. Dijeron que soy un fenómeno y que nunca seré normal -suspiró profundamente.

frunció el ceño- ¡Eso no es cierto! Tus colas son increíbles, Tails. ¡Puedes volar gracias a ellas! - exclamó.

- Tal vez, pero a veces desearía ser como los demás - dijo bajando la cabeza.

Cream no soportaba verlo así. Sabía cuánto esfuerzo ponía Tails en ayudar a todos, construyendo máquinas, reparando objetos y protegiendo a sus amigos. Decidió que debía hacer algo para animarlo.

Tails estaba sentado en su mesa de trabajo, mirando fijamente un destornillador mientras su mente divagaba. Aunque intentaba distraerse con sus inventos, no podía dejar de pensar en los comentarios que había escuchado días atrás.

- "¿Para qué necesitas dos colas? Seguro ni sabes usarlas bien."
- "Pareces un fenómeno. Normal que Sonic tenga que salvarte siempre."

Cada palabra se repetía en su cabeza como un eco cruel. Por más que trataba de ignorarlas, dolían. Sabía que sus colas lo hacían diferente, pero siempre había pensado que eso lo hacía especial. Ahora, sentía que tal vez solo lo hacía raro.

Un suspiro pesado escapó de sus labios mientras miraba sus colas, las cuales colgaban flojamente detrás de él. Por primera vez en mucho tiempo, deseó no tenerlas.

- Tal vez todos estarían mejor sin mí... - murmuró, sintiendo que una lágrima se asomaba en sus ojos.

Mientras tanto, Cream, que había notado su tristeza, estaba en casa de Amy reuniendo a los demás para idear un plan. Sonic, Knuckles y Rouge aceptaron enseguida, pero Amy se cruzó de brazos y frunció el ceño.

- ¿Por qué debería ayudar? - preguntó.

- Amy, por favor -insistió Cream- Tails está realmente triste. Necesita nuestro apoyo.

- Bueno... no sé. Él siempre me contradice en todo. Además, a veces actúa como si supiera más que yo.

- ¡Porque sabe más de mecánica! -interrumpió Knuckles- Pero eso no significa que no te valore como amiga.

Amy se quedó en silencio por un momento, pensando. Finalmente, suspiró.

- Está bien, lo haré... pero solo porque es Navidad -dijo, ocultando una pequeña sonrisa.

Esa noche, Cream reunió a Sonic, Amy, Knuckles y los demás, para planear algo para su dulce novio. No quería verlo triste, justo en una fecha tan especial.

- ¡Tenemos que hacer algo especial para Tails! No puede sentirse solo en Navidad.

Todos estuvieron de acuerdo.

- Tengo una idea -dijo Amy- Cada uno le dará un regalo para mostrarle cuánto lo apreciamos.

- ¡Y lo haremos sonreír! -agregó Sonic.

La tarde pasó rápidamente mientras todos preparaban los regalos y decoraciones para sorprender a Tails. Al día siguiente, Tails se despertó con un golpe en la puerta. Cuando la abrió, encontró a Cream con una bufanda tejida a mano y un lazo rojo en las orejas.

- ¿Quién es? - preguntó, levantándose con pereza.

Cuando abrió, vio a Cream sosteniendo una caja amarilla decorada con un gran lazo blanco.

- ¡Feliz Navidad, Tails! - dijo con una sonrisa cálida.

Antes de que pudiera responder, sus otros amigos aparecieron detrás de ella, cargando regalos y adornos.

- ¡Sorpresa! - gritaron todos al unísono.

- ¿Qué... qué es todo esto? -preguntó Tails, sorprendido.

- un recordatorio -dijo Cream, acercándose a él- De que todos te queremos tal y como eres.

Amy, que estaba un poco más atrás, habló con un tono algo torpe:

- y... yo también. Sé que discutimos a veces, pero eres muy importante para todos nosotros.

Tails abrió el regalo de Cream primero. Dentro había una bufanda tejida a mano con dos extremos diseñados para envolver sus colas por separado.

- la hice pensando en lo especiales que son tus colas. ¡Porque eso es lo que te hace único! -explicó Cream, sonrojándose un poco.

Tails sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. Uno a uno, sus amigos le dieron regalos significativos: herramientas nuevas para su taller, un libro sobre mecánica avanzada e incluso una figura personalizada de Sonic hecha por Amy. Pero el mejor regalo fue el abrazo grupal que recibió al final.

- Nunca dejes que lo que digan los demás te haga olvidar lo increíble que eres -dijo Sonic, revolviéndole el cabello.

Tails sonrió por primera vez en días. Al final de la noche, mientras compartían chocolate caliente junto al fuego, tomó la mano de Cream y le susurró:

- Gracias por estar siempre a mi lado.

- Siempre lo estaré -respondió ella, apoyando la cabeza en su hombro.

Amy miró la escena desde el otro lado de la habitación y sonrió levemente. Aunque no siempre se llevaba bien con Tails, en ese momento supo que había hecho lo correcto. Y así, bajo las luces del árbol de Navidad y el brillo de la luna invernal, Tails se sintió más amado que nunca.

Una Navidad Inesperada:

Era la víspera de Navidad en Mobius, y Tails y Cream estaban disfrutando de una noche tranquila junto a la chimenea. Las luces del árbol de Navidad brillaban suavemente, mientras el aroma del chocolate caliente llenaba la sala.

- esta es la mejor Navidad que he tenido -dijo Cream, apoyando su cabeza en el hombro de Tails.

Tails sonrió y envolvió suavemente a Cream con su brazo- Y apenas está empezando -respondió, mirándola con cariño.

Pero su momento fue interrumpido cuando la puerta se abrió de golpe.

- ¡Feliz Navidad! -gritó Charmy, entrando sin invitación.

- ¡Charmy! -dijo Tails, sobresaltado- ¿Qué estás haciendo aquí?

- ¡Vine a desearles felices fiestas y... a llevarte conmigo! -dijo Charmy con una sonrisa traviesa.

- ¿Llevarme? ¿A dónde? -preguntó Tails, levantándose.

Antes de que pudiera reaccionar, Sonic, Silver y Knuckles entraron detrás de Charmy, riendo.

- ¡es una sorpresa, Tails! -dijo Sonic mientras Silver usaba su telequinesis para levantarlo en el aire.

- ¡Oigan, esperen! -protestó Tails, agitándose mientras Cream miraba preocupada.

- ¡Tranquilo! Solo será un rato -aseguró Knuckles, cargando una caja envuelta en papel de regalo- No queremos arruinar tu noche... solo mejorarla.

- ¡No pueden llevárselo así! -gritó Cream, pero Charmy le guiñó un ojo.

- Confía en nosotros. Lo devolveremos en un rato.

Antes de que Cream pudiera seguir protestando, los cuatro se llevaron a Tails por la puerta, riéndose como si fuera la mejor broma del mundo. Tails fue llevado a un viejo taller abandonado en las afueras del pueblo, decorado con luces parpadeantes y coronas navideñas hechas a mano.

- ¿Qué es todo esto? -preguntó, confundido mientras lo soltaron.

Sonic se cruzó de brazos y sonrió.

-Es nuestra manera de agradecerte por todo lo que haces por nosotros. Sabemos que trabajas muy duro arreglando nuestras cosas y ayudándonos en las batallas, así que quisimos devolverte el favor.

Silver movió una cortina, revelando un enorme avión personalizado que habían construido como regalo para Tails. Tenía detalles amarillos y naranjas, sus colores favoritos, y su nombre grabado en el costado.

- ¡Lo construimos entre todos! -dijo Knuckles, golpeando con orgullo una de las alas.

- ¿En serio hicieron esto para mí? -Tails estaba sin palabras.

- ¡Claro que sí! -respondió Charmy- Pero queríamos que fuera una sorpresa grande, así que tuvimos que ser un poco... creativos.

- ¡Un poco demasiado creativos! -se oyó una voz detrás de ellos.

Era Cream, que había seguido las huellas en la nieve para encontrarlos.

- ¿Están locos? ¡Me asustaron muchísimo!

- lo siento, Cream -dijo Sonic, levantando las manos- Pero valió la pena, ¿verdad?

- estoy bien, no te preocupes. Pero tienes razón, fue un susto innecesario -Tails corrió hacia Cream y la abrazó.

Charmy se rascó la cabeza, arrepentido- lo siento, Cream. Solo queríamos hacer algo especial.

- está bien... solo porque veo lo feliz que estás, Tails -ella suspiró pero luego sonrió suavemente.

Todos regresaron juntos a casa, y Cream insistió en que Tails no se separara de ella el resto de la noche. Después de abrir los regalos y compartir historias alrededor de la chimenea, Tails tomó la mano de Cream.

- esta Navidad ha sido la más extraña... pero también la más increíble -dijo con una sonrisa.

- y todavía no ha terminado -respondió Cream, apoyando su cabeza en su hombro.

Mientras tanto, Charmy intentaba colgar una estrella en el árbol, pero terminó derribándolo accidentalmente, causando risas entre todos. La noche continuó llena de alegría, recordándoles a todos que, incluso con algunas bromas pesadas, el espíritu navideño siempre los unía como una verdadera familia.

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Ser diferente no es algo malo, sino que es lo que nos hace especiales. Las colas de Tails, aunque lo hacen distinto, también son parte de lo que lo hace único y valioso. Los amigos verdaderos siempre estarán allí para apoyar en los momentos difíciles, especialmente cuando alguien está pasando por inseguridades o críticas.

Aunque el secuestro fue una broma, muestra la importancia de pensar en cómo nuestras acciones pueden afectar a los demás. Las sorpresas deben planearse con cuidado para evitar malentendidos o preocupaciones innecesarias. Incluso cuando las cosas no salen como se planean, compartir momentos juntos fortalece los lazos de amistad y amor.

𓃘 1597 palabras 𓃘

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