• 8 •
Nota del autor:
• Este fanfic puede contener algunos temas sensibles sobre bullying, suicídio, violencia, leer bajo restricción (+13).
Capítulo: Amor de hermano.
Amor fraternal: Es un amor puro, sin envidias ni competitividad, que perdura en el tiempo.
La amistad entre hermanos puede ser intensa y tener altibajos, pero generalmente se caracteriza por un sentimiento de amor incondicional.
Es natural que los hermanos discutan y tengan conflictos, pero lo importante es saber cómo manejarlos de manera constructiva.
• Narra Tails •
Cuando Gera y Bern finalmente se marchan, siento que todo el aire en mis pulmones se vuelve más pesado. La música del restaurante sigue sonando, la gente sigue murmurando, pero yo solo puedo escuchar el eco de sus palabras en mi cabeza.
Miro hacia abajo, evitando encontrarme con los ojos de Cream o de cualquiera. Mi pecho se siente apretado, y por más que trato de ignorarlo, esa sensación de vacío se hace más fuerte.
Sonic- Oye, esos tipos no valen la pena -su voz me saca de mis pensamientos. Siento su mano en mi hombro, firme y segura- No dejes que arruinen tu noche, hermano.
-Suspiro y me froto el brazo-
Tails- Lo sé, pero... -mi voz se apaga un poco- A veces siento que nunca voy a librarme de ese tipo de cosas. No importa cuánto haya cambiado, cuánto haya crecido, ellos siguen viéndome como el mismo niño torpe de antes.
-Sonic cruza los brazos y me da un pequeño codazo juguetón-
Sonic- ¿El mismo niño torpe? ¿De qué hablas? ¿El mismo niño torpe que ha salvado el mundo más veces de las que puedo contar? ¿El mismo genio que inventa cosas que ni Eggman puede entender? Vamos, amigo, esas cosas no te definen.
Levanto la vista y veo su sonrisa confiada. No importa cuánto tiempo pase, Sonic siempre tiene esa forma de hacerme sentir mejor, de recordarme que no estoy solo.
Tails- Gracias, Sonic -digo con una leve sonrisa.
Sonic- Para eso estamos los hermanos, ¿no? -él me revuelve el cabello con una risa antes de guiñarme un ojo- Además, si esos dos vuelven a molestarte, ya sabes que puedes contar conmigo para hacerles una pequeña "demostración" de lo rápido que pueden salir volando.
-suelto una carcajada, más genuina esta vez- Tails- No lo dudo ni un segundo.
Cream se acerca con una mirada preocupada, pero al notar mi sonrisa, parece tranquilizarse.
Cream- ¿Todo bien?
Tails- Sí, todo bien -le respondo, dándole un suave apretón en la mano para calmarla- Y Sonic... gracias otra vez.
- me da una palmada en la espalda antes de sonreír- Sonic- siempre, hermano. Siempre.
La cita con Cream fue increíble. A pesar de la aparición de Gera y Bern, la noche terminó siendo perfecta. Bailamos, reímos y disfrutamos del momento juntos. Al final, la acompañé hasta su casa y nos despedimos con una sonrisa.
Esa noche, mientras dormía, mi mente me arrastró a un lugar oscuro. Me encontré en una arena enorme, rodeado de rostros conocidos: Sonic, Knuckles, Amy, Cream... todos estaban ahí. Pero no me miraban con admiración. Se reían. Frente a mí, Gera y Bern sonreían con burla.
Bern- Eres solo el segundón de Sonic.
Gera- Nunca serás un verdadero héroe.
Knuckles- Eres débil.
Amy- Demasiado pequeño, demasiado frágil.
Sus voces retumbaban en mi cabeza, ahogándome de inseguridad. Intenté hablar, defenderme, pero mi voz no salía. Entonces, Sonic cruzó sus brazos y me miró con esa sonrisa confiada que siempre tiene.
Sonic- Vamos, Tails. ¿De verdad pensaste que podías ser mi igual?
Desperté de golpe, con el corazón latiendo a mil y el sudor frío corriendo por mi espalda. Me senté en la cama, respirando agitadamente.
Tails- Fue solo un sueño... solo un sueño... -dije a mi mismo.
Pero el sentimiento de impotencia no desapareció. Me levanté de la cama sintiéndome... enojado. Conmigo mismo y con todo. A pesar de la pesadilla, la mañana siguió su curso. Cosmo tenía que partir y todos fuimos a despedirla. La observé mientras sonreía a todos con gratitud.
Cosmo- Gracias por todo. Fue un placer verlos de nuevo.
Cuando llegó mi turno, hubo un momento de silencio entre nosotros. Ya no quedaba resentimiento, solo un entendimiento silencioso de que cada uno debía seguir su propio camino.
Cosmo- Cuídate, Tails.
Tails-Tú también, Cosmo.
Ella me dedicó una última sonrisa antes de marcharse. Y cuando finalmente desapareció en la distancia, sentí un peso desaparecer de mi pecho. Por fin, todo había quedado atrás... O al menos, eso pensé.
Más tarde, mientras trabajaba en la base, Sonic notó que algo andaba mal.
Sonic- Oye, ¿qué pasa? Has estado raro todo el día.
Suspiré y traté de ignorarlo, pero él insistió.
Sonic- Vamos, ya deberías estar bien. Cosmo se fue, Cream te perdonó, todo está resuelto. ¿Por qué sigues tan tenso?
Tails- ¡No es tan fácil para mí como lo es para ti! -grité, con más fuerza de la que esperaba. Sonic me miró sorprendido- Siempre actúas como si todo fuera simple, pero no lo es. No todos podemos ser como Sonic el Erizo, sin preocupaciones ni problemas.
-frunció el ceño- Sonic- Whoa, espera, ¿qué? ¿De qué estás hablando?
-apreté los puños, sintiendo mi pecho arder de frustración-
Tails- De todo, Sonic. De cómo todos esperan que sea fuerte, que sea un genio, que sea un héroe. Pero nunca soy suficiente. ¡Siempre soy solo "el compañero de Sonic!"
-me miró con seriedad-
Sonic- ¿De verdad piensas eso?
Tails- ¡Sí! -exclamé sin pensar. Pero apenas lo dije me arrepentí.
Miré a Sonic, quien me observaba con una mezcla de confusión y preocupación, y me di cuenta de lo que acababa de hacer. Bajé la cabeza y cerré los ojos.
Tails- Lo siento... -murmuré.
Pero necesitaba alejarme. Antes de que él pudiera decir algo más, me di la vuelta y salí de la sala de reuniones. Sentía que si me quedaba un segundo más, me derrumbaría frente a él.
Corrí hacia mi taller sin mirar atrás. Mi mente estaba en caos, mis pensamientos eran un torbellino incontrolable. No podía creer que le hubiera gritado a Sonic.
Pero lo peor de todo... es que lo que dije era verdad.
Cuando llegué a mi laboratorio, cerré la puerta y me apoyé en ella, respirando con dificultad. Miré la mesa de trabajo frente a mí, llena de planos y piezas de mi último proyecto: una máquina que estaba construyendo para mejorar la comunicación entre dimensiones.
Me forcé a seguir trabajando, tratando de distraerme. Pero mis manos temblaban. No podía concentrarme. El sueño volvió a mi mente, recordándome lo infeliz que soy una y otra vez.
Bern- Nunca serás suficiente.
Gera- Eres solo el segundón de Sonic.
Amy- Eres débil como un bebé...
-solté las herramientas con fuerza y cerré los ojos con frustración-
Tails- ¡Cállense! -murmuré entre dientes, aunque solo era mi propia mente la que me atormentaba.
Mis ojos comenzaron a arder. Intenté contener las lágrimas, pero fallé. Un sollozo escapó de mi garganta.
Tails- ¿Por qué soy así...?
Me odiaba por sentirme tan débil. Odiaba que me afectaran esas palabras. Odiaba que, a pesar de todo lo que había logrado, aún sintiera que no era suficiente. En un arranque de furia, empujé todo lo que estaba sobre la mesa.
Las herramientas, los planos, las piezas... todo cayó al suelo con un estruendo. Respiré agitadamente y me dejé caer al suelo, apoyando la espalda contra la mesa. Temblaba. No me di cuenta de que alguien había entrado hasta que escuché una voz suave y preocupada.
- Tails...
Levanté la cabeza rápidamente. Era Cream. Se quedó en la puerta, mirándome con preocupación. Sus ojos recorrieron el desorden del laboratorio y luego se posaron en mí. No supe qué decir, no quería que me viera así, noquería que nadie me viera así.
Me limpié rápidamente las lágrimas con el dorso de la mano y miré a Cream con confusión.
Tails- ¿Por qué estás aquí...? - pregunté con la voz rota.
Cream- Sonic me dijo que estabas muy mal y que necesitabas de mí... No quiere que hagas una estupidez otra vez. -se acercó lentamente.
Sentí que el aire se atascaba en mi pecho. Lo entendí al instante. Sonic aún lo recuerda...
-cerré los ojos con fuerza y bajé la cabeza- Tails- No iba a hacer nada... -susurré, aunque ni yo mismo estaba seguro de eso.
- se arrodilló frente a mí y tomó mis manos con delicadeza-
Cream- Pero estabas pensando en eso, ¿verdad? -dijo con tristeza.
No pude responderle. Cream suspiró y apretó mis manos con más fuerza.
Cream- Tails... tú eres muy importante para todos. Para mí, para Sonic, para todos nuestros amigos. Eres especial, no porque seas un genio o porque puedas volar, sino porque eres tú.
Me mordí el labio, tratando de aguantar las lágrimas, pero era inútil. Cream me rodeó con sus brazos en un abrazo cálido y protector.
Cream- No estás solo, mi cielo... - susurró.
Y con eso, finalmente dejé de luchar contra mis emociones. Me aferré a ella y lloré. Luego de unos minutos, me sentía un poco mejor después de hablar con Cream, aunque aún tenía un peso en el pecho. Decidí salir un rato a despejarme y comprar algunas cosas para mis próximos experimentos.
El sol de la tarde bañaba la Villa Erizo con su cálida luz mientras caminaba hacia la tienda. Tenía una lista en mente: algunas piezas mecánicas, circuitos y un par de herramientas nuevas para mis proyectos. Sin embargo, en cuanto vi a Gera y Bern saliendo de la tienda...
Mi primer instinto fue dar media vuelta y largarme de ahí, pero era demasiado tarde. Vi a Gera girar la cabeza justo en el momento en que mis dos colas desaparecían detrás de una esquina. Escuché unos pasos acercándose, y era él.
Gera- Mira quién está aquí... -escuché su voz burlona acercándose.
Mi corazón comenzó a latir más rápido. Retrocedí, buscando una salida, pero antes de darme cuenta, Bern ya estaba al otro lado, bloqueando mi camino. Estaba acorralado. Gera apoyó una mano en la pared junto a mi cabeza, inclinándose hacia mí con esa sonrisa de superioridad que siempre me había hecho sentir insignificante.
Gera- Hace tiempo que no hablamos como es debido, dos colas. ¿Nos estabas evitando?
No respondí. Sabía que cualquier cosa que dijera solo los haría insistir más. Bern se cruzó de brazos, mirándome con desprecio.
Bern- Qué patético. Sigues siendo el mismo cobarde de siempre.
Apreté los puños. No quería estar aquí. No quería volver a sentirme como cuando era un niño indefenso, como cuando me escondía de ellos porque sabía que no podía hacer nada.
Gera- ¿Y bien, qué haces por aquí? -preguntó dándome un pequeño empujón en el hombro- Déjame adivinar... Seguro vienes por repuestos para esas estúpidas máquinas con las que intentas compensar lo inútil que eres, ¿no?
Cerré los ojos con fuerza, conteniéndome. Intenté no reaccionar e ignorarlos, pero cuando Gera me empujó de nuevo, mi instinto de supervivencia se activó. Tenía que salir de ahí. Sin pensarlo dos veces, salté y batí mis colas con fuerza, elevándome del suelo. Pero antes de que pudiera escapar, sentí un fuerte tirón en una de mis colas.
Gera- ¡¿A dónde crees que vas, cobarde?! -gritó.
Bern se unió a él, ambos sujetando mi cola con fuerza y jalándome hacia abajo. Grité por el dolor, un dolor agudo recorrió mi espalda cuando caí pesadamente contra el suelo. Intenté levantarme, pero Gera me puso su pie sobre mi pecho, inmovilizándome.
Gera- Esta vez no te vas a escapar. -Su tono era peligroso, y su sonrisa aún más.
-crujió sus nudillos- Bern- Siempre quise ver qué tan resistente eres sin Sonic para salvarte.
Mi respiración se volvió errática, me iban a golpear. ¡No, no, no otra vez! El miedo me paralizó por un momento... pero entonces grité.
Tails- ¡SONIC! ¡SONIIIIC! ¡SONIIIIIIC!
Bern trató de taparme la boca, pero en mi desesperación logré empujarlo con todas mis fuerzas.
Bern- ¡CÁLLATE, MALDITO...! -intentó decir, pero se detuvo de golpe.
Un sonido cortante de viento y una ráfaga de aire pasaron junto a nosotros. Cuando levanté la vista, vi una silueta azul detenerse justo frente a mí. Sus ojos reflejaban una furia contenida. Se puso entre mí y los dos zorros, en posición defensiva.
Sonic- ¿Se puede saber qué demonios están haciendo con mi hermano? -preguntó con voz grave.
Gera y Bern dudaron por un instante. Pero Sonic no esperó respuestas.
Sonic- Si quieren pelear, peleen conmigo.
Me temblaban las patas cuando me puse detrás de Sonic.
Mi corazón latía con fuerza, y mi respiración era irregular. Sonic no se movió al principio, solo se quedó ahí, firme, como un escudo entre Gera, Bern y yo. Pero entonces, con un solo movimiento brusco, avanzó un paso.
Sonic- ¡LÁRGUENSE! -gruñó.
No hubo necesidad de más. Gera y Bern se miraron, pálidos, y sin pensarlo dos veces, dieron media vuelta y salieron corriendo. Los vi desaparecer entre los callejones, sus colas rojas agitándose mientras huían. Por fin, pude respirar.
Sonic- Tails... -giró hacia mí, con su tono ahora suave- ¿Estás bien?
No pude contestar, un nudo se formó en mi garganta. De repente, sin pensarlo, me lancé hacia él y lo abracé con fuerza. Sonic se quedó completamente inmóvil, sabía que lo había tomado por sorpresa. Nunca antes lo había abrazado así.
Yo siempre intentaba ser fuerte, demostrarle que podía manejar las cosas por mi cuenta... Pero esta vez no pude. Las lágrimas cayeron por mis mejillas, empapando su pecho.
Tails- Lo siento... -susurré, mi voz quebrada- Perdón por todo lo que dije antes...
Sonic, aún sorprendido, tardó un momento en reaccionar. Pero luego, lentamente, sentí sus brazos rodeándome.
Sonic- Ey, ey... -susurró, pasándome una mano por la cabeza- Todo está bien, chiquitín...
No pude evitar soltar un sollozo. Sonic me sostuvo con firmeza, como si con ese abrazo pudiera asegurarme que ya nada malo me pasaría.
Sonic- Ya pasó, hermano. Estoy aquí. Siempre estaré aquí.
Cerré los ojos y me aferré más a él. Por primera vez en mucho tiempo, me sentí seguro.
Poco a poco, mi respiración volvió a la normalidad. El abrazo de Sonic me había ayudado a calmarme, aunque aún sentía el cuerpo tenso y el corazón latiendo con fuerza. Sonic se separó un poco de mí, pero mantuvo sus manos en mis hombros, asegurándose de que estuviera bien.
Sonic- ¿Mejor?
-asentí, limpiándome las lágrimas con el dorso de la mano- Tails- Sí... gracias, Sonic.
Él sonrió con ternura, dándome una pequeña palmadita en la cabeza.
Sonic- Para eso estamos los hermanos, ¿no? -su tono es ligero, pero se ve preocupado- Oye, ¿qué hacías caminando por aquí antes de que esos idiotas aparecieran?
-me enderecé un poco, recuperando la compostura-
Tails- Iba a comprar herramientas para mis proyectos... pero los vi saliendo de la tienda y me escondí.
Sonic- Tsk. -chasqueó la lengua- Deberían aprender a dejarte en paz... Pero bueno, ya que estamos aquí, ¿qué te parece si te acompaño?
-lo miré, sorprendido- Tails- ¿En serio?
Sonic- ¡Por supuesto! -exclamó con una gran sonrisa- ¡No puedo dejar que mi pequeño hermano se quede sin sus herramientas!
Tails- Está bien... vamos. -sonreí.
Juntos, nos dirigimos a la tienda. Al entrar, escuché el sonido de herramientas, sentí el olor a metal y aceite. Mientras yo revisaba las cosas que necesitaba, Sonic se dedicó a hacer... bueno, lo que Sonic siempre hace: tonterías.
Sonic- Oye, Tails, ¿crees que este destornillador se vea bien conmigo? -dijo, sosteniendo un destornillador gigante como si fuera una espada- ¿Me hace ver rudo?
-me reí al verlo- Tails- Sonic, eso es para maquinaria pesada.
Sonic- ¿Y qué? Podría usarlo para espantar a Eggman.
Tails- Creo que te verías más ridículo que intimidante.
Sonic- ¡Hey! -fingió estar ofendido- Yo siempre luzco genial.
Tomó una llave inglesa enorme y la usó como si fuera una guitarra imaginaria, imitando un solo de rock.
Tails- ¡Sonic, basta! -dije entre risas- Nos van a echar de la tienda.
Sonic- Nah, el dueño me adora.
El encargado de la tienda lo miró con una ceja levantada.
- No te adora, Sonic -dijo suspirando.
Sonic- Bueno, quizás no me adore, ¿pero me tolera...?
Negué con la cabeza, sonriendo. Sonic siempre sabía cómo hacerme reír, incluso en los peores momentos. Gracias a él, a pesar de todo lo sucedido, finalmente me sentí realmente feliz.
Luego de las compras, Sonic y yo salimos de la tienda con las bolsas llenas de herramientas y repuestos. El sol ya estaba comenzando a bajar, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados.
Sonic- ¿Sabes, Tails? -dijo girando una de las bolsas en su mano como si fuera un trofeo- Creo que deberíamos abrir nuestro propio negocio.
Tails- ¿De qué hablas? -levanté una ceja.
Sonic- Tú podrías encargarte de las reparaciones y yo de las relaciones públicas -respondió con una gran sonrisa- ¡Seríamos imparables!
-me reí, negando con la cabeza-
Tails- Si tú te encargas de las relaciones públicas, seguramente solo atraeríamos problemas.
Sonic- ¡Exacto! -exclamó, señalándome con un dedo- Y los problemas significan más clientes.
No pude evitar soltar una carcajada.
Tails- Sonic, tu lógica no tiene sentido.
Sonic- ¡Pero es una gran idea! Piensa en esto: "Tails & Sonic Reparaciones Express".
Tails- ¿Por qué tu nombre va después del mío?
Sonic- Para que la gente sepa que tú eres el genio y yo el tipo guapo que trae clientes.
-rodé los ojos, sonriendo-
Tails- Tienes demasiada confianza en ti mismo.
Sonic- Lo sé, es un don y una maldición.
Seguí riendo mientras caminábamos por la calle, con el viento fresco de la tarde revolviendo mi pelaje. Gracias a él, ahora no siento el peso de mis pensamientos aplastándome, se siente raro.
-me miró de reojo y sonrió-
Sonic- Oye, en serio... -dijo con un tono más suave- Me alegra verte feliz.
Me detuve un momento, sorprendido por sus palabras. Sonic rara vez hablaba en un tono tan sincero. Lo miré y sonreí.
Tails- Gracias, Sonic... por todo.
Él me revolvió el cabello con una mano, riéndose.
Sonic- Siempre estaré aquí, ¿lo sabes?
-asentí, sintiéndome más ligero- Tails- Sí, lo sé...
En el camino, seguimos caminando juntos, bromeando mientras el sol terminaba de ocultarse en el horizonte.
Me alegra ser tu amigo, Sonic.
𓃘 3025 palabras 𓃘
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