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Nota del autor:
• Este fanfic puede contener algunos temas sensibles sobre bullying, suicídio, violencia, leer bajo restricción (+13).
Capítulo: Necesidad de ser amado.
"Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente"
Sentirnos amados es el combustible que nos permite mantenernos con buena salud y vivir muchos años. Cuando damos amor, paradójicamente también estamos recibiéndolo y siendo sanados.
Nos ayuda superar los desafíos, crecer como individuos y hacer del mundo un lugar mejor. Sentirnos amados o no amados tiene un impacto significativo en nuestro bienestar emocional.
• Narra Tails •
El día había comenzado como cualquier otro, pero yo no puedo sacarme la sensación de vacío que llevo dentro, nada de lo que hago importa realmente. Cream, es increíble, pero hay una parte de mí que no deja de pensar que tarde o temprano sabrá de que no soy suficiente para ella. Después de todo, ¿quién querría a alguien como yo? Un rarito que solo sabe de tecnología y cacharros.
Las cosas no mejoraron cuando, en medio de toda esta nube de pensamientos oscuros, Eggman atacó la villa. Había inventado una máquina que soltaba marshmallows gigantes por todos lados, pegajosos y difíciles de evitar. Como siempre, Sonic y yo nos lanzamos a la pelea, junto con el resto del equipo: Amy, Knuckles, Silver, Blaze y Sticks.
Cuando Sonic llegó al lugar del ataque, no pudo evitar notar la ridícula cantidad de marshmallows gigantes por todas partes. El aire olía dulce, y el suelo estaba pegajoso, pero Sonic no podía tomarse el escenario demasiado en serio. En cuanto vio a Eggman, que estaba de pie junto a su máquina de marshmallows, Sonic corrió hacia él con una sonrisa burlona.
- ¡Oye, Eggman! -dijo cruzándose de brazos mientras examinaba el desastre a su alrededor- ¿Qué pasa con todo esto? Marshmallows gigantes... ¿Estás intentando invitarme a una pijamada o qué?
Eggman bufó, claramente irritado por la falta de seriedad de Sonic.
- ¡Estúpido erizo! -gruñó Eggman- Esta es mi última creación. ¡Una máquina que puede hacer que cualquier cosa se quede pegajosa y atrapada, eliminando cualquier resistencia! -Sonic se rió mientras miraba a su alrededor y pateaba un trozo de malvavisco pegajoso.
- Vaya, qué terrorífico. Nada dice "amenaza mundial" como un ejército de snacks. ¿Qué sigue, Eggman? ¿Un cañón de galletas con chispas de chocolate?
Eggman apretó los dientes, claramente molesto por la falta de impacto de su plan.
- ¡No te burles de mis invenciones! ¡Los marshmallows son solo el comienzo! -Sonic se inclinó hacia él, con una sonrisa todavía en su rostro.
-Bueno, si quieres que nos rindamos, al menos deberías haber traído chocolate y galletas para hacer s'mores.
Eggman, frustrado, apretó un botón en su control remoto para lanzar otro ataque. Sonic, aún riéndose, dio un salto atrás listo para la pelea.
- Vamos, Egghead... no te pongas tan pegajoso. ¡Vamos a resolver esto antes de que todo el equipo se quede atascado en tu postre gigante!
Mientras luchábamos, sentía una tensión extraña en el ambiente, algo más allá del caos que nos rodeaba. En un momento de la batalla, Amy, empezó a gritar. No podía evitar notar cómo Sonic se mantenía cerca de mí, protegiéndome cuando la situación se complicaba. Al parecer, eso la molestaba más de lo que ya estaba.
- ¡Sonic! -gritó en medio de la batalla- ¿Por qué siempre cuidas más a Tails que a mí? ¡Soy una dama, merezco más atención! -Sonic siguió peleando.
- ¡Amy porfavor! -dijo destruyendo otros robots- ¡no empieces! -él trata de sacar su pie atascado en el marshmello- ¡ya hablamos sobre esto!
- ¡Ni siquiera me prestas la debida atención! -golpeó a un y robot con su martillo.
- ¡el robot casi lo aplasta! ¡Tuve que protegerlo!
Quise desaparecer en ese momento. Sabía que Amy tenía problemas con sus celos, pero no me esperaba que lo expresara de esa forma, y menos durante una pelea tan crucial. Sonic intentó calmarla, pero Amy estaba furiosa, y sus palabras me golpearon como un puñal.
- ¡¡Claro, siempre Tails!! ¡Ese rarito, ese friki inútil que solo sabe hablar de cosas que a nadie le importan!
Lo dijo tan alto que no pude evitar escucharlo. Cada palabra que salía de su boca me hacía sentir más pequeño, como si estuviera encogiéndome dentro de mí mismo. Rarito, friki, inútil... Amy ni siquiera trató de ocultar su desprecio, y yo no podía quedarme ahí más tiempo.
Después de que Silver utilizara sus poderes para salvarnos y destruir la máquina de Eggman, aproveché el caos para escabullirme. Corrí de vuelta a mi laboratorio, el único lugar donde podía estar solo, donde no sentiría esos ojos juzgándome, donde podía escapar de la sensación de ser una carga para todos.
Me encerré allí, pero la culpa y el dolor no se iban. Las palabras de Amy seguían resonando en mi mente. ¿Y si tenía razón? ¿Y si Cream también pensaba lo mismo? Seguramente tarde o temprano se daría cuenta de que yo no era lo suficientemente bueno para ella.
No sé cuánto tiempo pasé preparando regalos para Cream. Primero, algunas flores. Después chocolates. Luego cartas y peluches. No podía parar. Mi mente me decía que, si le daba suficientes cosas, si me esforzaba lo suficiente, tal vez no me dejaría.
Pensé que tal vez así ella no se daría cuenta de lo extraño que soy, de lo poco que realmente importo. El laboratorio estaba lleno de cosas para ella, y yo seguía trabajando en más, como si eso pudiera tapar el dolor. Entonces, escuché la suave voz de Cream detrás de mí.
- Tails... -dijo con esa dulzura que siempre me desarma.
Giré para mirarla, pero no podía sostener su mirada. Sabía que estaba exagerando, pero el miedo a perderla me superaba.
- ¿Por qué estás haciendo todo esto? -preguntó mientras sus ojos recorrían la montaña de regalos que había acumulado para ella.
- es que yo... Tengo... Q-Quisiera que... So-oy... -Intenté explicarle, aunque las palabras salieron entrecortada e incomprensibles.
- respira ondo y dímelo -tocó delicadamente mi ombro, hice lo que me pidió, luego hablé.
- Porque soy raro, Cream... Nadie quiere a alguien como yo -finalmente logré decir.
- Tails no es cier...
- Amy tiene razón -la interrumpí- soy un friki inútil, y no quiero que tú... -hice una pausa, tragando saliva, las lágrimas ya acumulándose en mis ojos.
- por eso yo... No quiero que tú pienses lo mismo. No quiero que me dejes...
No pude contenerme más. Las lágrimas cayeron, y me sentí más vulnerable que nunca. Esperaba que Cream me dijera algo, cualquier cosa, pero no esperaba lo que hizo. Se acercó y me abrazó. Un abrazo cálido, suave, lleno de amor. No lo merecía, pero ahí estaba, sosteniéndome como si nada de lo que pensara Amy importara.
- Tails... -su voz era suave y firme a la vez- No tienes que hacer todo esto para demostrarme tu valor. Yo te amo por lo que eres. No me importa lo que piensen los demás.
- Para mí, eres increíble, eres inteligente y valiente. No tienes que cambiar para que te ame. Siempre te voy a querer, tal como eres -besó mis labios brevemente.
Me quebré completamente en ese momento. Cream me sostenía, acariciando suavemente mis mejillas mientras lloraba en sus brazos. Me sentí tan tonto, pero a la vez, supe que lo que decía era sincero. Ella no me iba a dejar, no porque yo fuera raro o diferente, sino porque para ella, eso era lo que me hacía especial.
Me dio un suave beso en la frente, continuando con sus caricias, calmándome poco a poco.
- No te esfuerces tanto para ser aceptado, Tails -me susurró- ya lo eres, y siempre lo serás para mí.
Me quedé en sus brazos por lo que pareció una eternidad, sintiendo que por primera vez en mucho tiempo, estaba bien ser yo mismo. Sabía que el dolor y las inseguridades no desaparecerían de la noche a la mañana, pero en ese momento, junto a Cream, supe que no tendría que enfrentarlo solo. Y eso, al menos, me daba esperanza.
• Narra Cream •
El día había sido demasiado largo. Después de todo lo que había pasado en la batalla, y luego con Tails en el laboratorio, finalmente estábamos en casa. Había logrado calmarlo un poco, abrazarlo, y asegurarle que no necesitaba demostrarme nada para que yo lo amara. Pero aún lo veía cargando con tanto dolor, tanta inseguridad. Me dolía verlo así, porque para mí, Tails siempre ha sido especial.
Después de un rato, estábamos juntos en la sala, en silencio, solo disfrutando de la compañía del otro. Sentía la tensión de su cuerpo suavizándose lentamente. Estaba exhausto, y aunque sus ojos seguían reflejando algo de tristeza, me miraba con una mezcla de gratitud y cariño que hacía que mi corazón se acelerara.
-Nos miramos a los ojos-
Sin decir nada, nuestros labios se encontraron en un beso suave. Era como si ambos necesitáramos ese momento de cercanía, esa sensación de que, a pesar de todo lo que había pasado, estábamos ahí el uno para el otro.
Cream- Tails... -susurré.
Tails- Cream... -susurró.
Al principio fue delicado, casi tímido, pero poco a poco, sentí cómo el beso se hacía más intenso, lleno de deseo. Parecía que en ese instante, ambos queríamos olvidarnos de todo lo malo, de las palabras hirientes, de las dudas. Mis manos acariciaban su rostro mientras nuestras respiraciones se entrelazaban.
El calor entre nosotros crecía, y sentía el latido acelerado de mi corazón. Pero, de repente, Tails se detuvo. Se apartó un poco, su rostro aún cerca del mío, pero su mirada era diferente. Vi algo en sus ojos, una mezcla de confusión y culpa.
- Cream... lo siento -dijo con un susurro, su voz apenas audible.
- ¿que pasa? -lo miré confundida.
- No es que no quiera estar contigo, es solo que... necesito un momento para mí. Quiero ir al jardín Chao... necesito tiempo para pensar, para hablar conmigo mismo.
Me quedé mirándolo, tratando de entender lo que estaba sintiendo. Sabía que estaba pasando por muchas cosas, y aunque mi corazón quería seguir abrazándolo, también comprendía que a veces necesitaba espacio para procesar sus emociones. Le sonreí suavemente, acariciando su mejilla.
-Está bien, Tails -le respondí con ternura- Tómate todo el tiempo que necesites... Sé que esto es difícil para ti, y quiero que te sientas bien, no presionado.
Antes de que Tails se fuera, hubo un momento que quedó suspendido en el aire, como si el tiempo mismo hubiera contenido el aliento. Nos miramos una última vez, y en su mirada encontré una mezcla de despedida y anhelo. Sin palabras, se acercó lentamente, y entonces, sus labios encontraron los míos.
Fue un beso distinto a los anteriores, uno cargado de algo que no podía explicar. Era suave, pero también sofocante, como si en ese gesto quisiera decirme todo lo que no podía poner en palabras, como si fuera el último beso antes de que el mundo cambiara para siempre.
Sus manos temblaban ligeramente mientras me sostenía, como si estuviera aferrándose a una última chispa de luz en medio de la tormenta que sabía que lo esperaba afuera. Cada segundo del beso era una mezcla de dulzura y dolor, como una despedida silenciosa. Sentí su corazón latir contra el mío, rápido, ansioso, como si intentara recordar cada parte de mí antes de dejarme.
Y entonces, lentamente, se apartó, sus ojos llenos de algo que no podía entender del todo. Me acarició la mejilla una última vez, su tacto ligero, como si fuera una caricia de viento, efímera y pasajera. Sin decir una palabra, se dio la vuelta y caminó hacia la puerta del taller. Lo vi alejarse, su silueta proyectada contra la luz que entraba desde afuera, y cuando cruzó el umbral, sentí un vacío.
La puerta se cerró detrás de él, pero el eco de ese beso aún flotaba en el aire, como si hubiera dejado parte de su alma en cada movimiento, en cada suspiro. Era como si Tails hubiera besado el horizonte antes de desaparecer en la bruma de sus propios pensamientos, en busca de respuestas que sólo el viento podía susurrar. Vi el alivio en sus ojos, le di un último beso suave en la frente.
Lo observé mientras se dirigía hacia el jardín Chao, donde sabía que encontraría la paz que buscaba. Me quedé sentada en silencio, pensando en él, esperando que encontrara las respuestas que necesitaba. Yo estaría aquí, esperando por él, siempre. Después de que Tails se fuera, el taller quedó en silencio, vacío, excepto por los latidos desordenados de mi corazón.
Me quedé un momento allí, sin saber qué hacer, como si el aire que quedaba en la habitación aún estuviera impregnado de su presencia. Pero finalmente, decidí salir. Necesitaba despejarme, aclarar mis propios pensamientos, lo único que se me ocurrió fue ir a ver a Amy. Tal vez hablar con ella me ayudaría a entender mejor todo lo que estaba pasando.
Caminé lentamente hasta la casa de Amy, el sol ya empezaba a bajar en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos rosados y dorados. Mis pasos eran pesados, como si cada uno me llevara más lejos de la claridad que buscaba.
Cuando llegué, la puerta estaba entreabierta, lo cual no era raro en Amy, siempre había algo de caos en su vida diaria. Me acerqué sin hacer ruido, con la intención de entrar y llamarla, pero entonces... vi algo que me dejó completamente paralizada.
Amy estaba en el sofá... antes de que pudiera procesar lo que mis ojos estaban viendo, las dos se estaban besando. Un beso profundo, cargado de una intimidad que nunca hubiera imaginado entre ellas. Mis pies se congelaron en el umbral de la puerta, mi mente incapaz de aceptar lo que veía.
El mundo pareció detenerse. Sentí que mi respiración se cortaba, que el suelo bajo mis pies desaparecía. No podía moverme, no podía hablar. Solo podía mirar, con el corazón desbocado y la cabeza girando en mil direcciones. Mi mente buscaba respuestas, pero ninguna llegaba.
¿Cómo podía ser esto real? La persona que apenas hacía un día había roto con Sonic... ahora estaba aquí, besando a alguien más, y no solo a alguien, sino a Sticks. Las dos amigas que siempre parecían tan opuestas, ahora juntas de una manera que jamás había imaginado.
Mi cuerpo no respondió. No dije nada. Me quedé allí, de pie, en la puerta, mientras mi mente intentaba asimilar lo que acababa de presenciar. El tiempo pareció desvanecerse mientras me hundía en esa sensación de desconcierto, incapaz de moverme, incapaz de entender.
- ¿A-Amy... Sticks? -pronuncié con voz temblorosa, me miran de inmediato muy sorprendidas.
Teoria del amor:
"un conjunto de sentimientos, emociones y valores que se encuentran presentes en una relación y que está compuesto por tres elementos fundamentales: la intimidad, la pasión y el compromiso"
- ¿Qué piensas sobre el triángulo arriba?
- ¿Qué es el amor para ti?
- ¿Que te apareció el capítulo?
- ¿Cuáles son tus expectativas para el siguiente capítulo?
- ¿Te gustaría agregar alguna idea?
𓃘 2512 palabras 𓃘
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