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Nota del autor:
• Este fanfic puede contener algunos temas sensibles sobre bullying, suicídio, violencia, leer bajo restricción (+13).
Capítulo: No merezco tu amor.
Ya has escuchado el dicho de: "solo puedes amar a alguien si te amas a ti mismo?" Es una frase motivadora a poder incentivar a quererte tal y como eres.
Amor propio: conductas de autocuidado como dormir, alimentarte bien, realizar actividades de relajación y/o meditación, y permitir a tu cuerpo tener pausas y descansos.
1. No te compares con los demás, como así no busques la aprobación en ellos
2. Te mereces quererte y valorarte, solo por ser quien eres, una persona
3. Háblate en términos positivos de ti, y todo lo que te rodea para aprender cómo quererse a uno mismo
4. Deshazte de tus miedos y ataduras, atrévete a ser tu mismo
5. Mantén tus objetivos a la vista, sé flexible y sé persistente.
• Narra Tails •
Es una tarde tranquila en Green Hill Zone, el viento mueve suavemente las hojas de los árboles y el sol brilla con un calor acogedor. Al menos es acogedor para los demás, no me gusta la fuerte luz sobre mí, no soy digno de estar en su presencia. No puedo ser como los demás ¿Por qué tengo que ser el raro en todo?
-escucho unos suaves en la puerta de mi taller y siento su olor a vainilla fresca mezclada con miel y un toque de canela-
- Tails, ¿podemos hablar? -preguntó suavemente desde la puerta, abrazando a Cheese.
Levanté la vista, mirándola serio como siempre, pero traté de forzar una sonrisa.
- Claro, Cream. ¿Qué te trae por aquí? Hola Cheese
- ¡chao chao! -respondió Cheese muy animado.
- Tails, me preocupas, ayer... Estabas feliz y ahora otra vez estás encerrado en tu taller, al parecer sin intenciones de salir -respondió mirando al reloj que marcaba las 4:55 de la tarde.
Mientras ella entraba lentamente, con Cheese flotando a su lado, no pude evitar bajar la mirada, me siento incapaz de sostener la conversación.
- No es nada. Estoy bien.
Cream se sentó junto a mí, sin decir nada por un momento, dejando que el silencio hablara por sí mismo. Luego, con delicadeza, dijo:
- A veces, no podemos verlo, pero los demás sí. Sé que algo te está lastimando, Tails. Y quiero que sepas que no tienes que enfrentar esto solo.
- chao chao... -confirmó Cheese.
Suspiré. Sé que no se va a rendir tan fácilmente, pero es difícil para mí hablar sobre... Esto. Luego de un breve silencio, pensando en las palabras correctas para usarlas, finalmente contesté con voz temblorosa:
- No me siento suficiente, Cream. Soy... diferente. Todos los demás son tan normales, y yo... mírame. ¿Qué clase de zorro tiene dos colas? Siempre he tratado de estar a la altura de los demás, pero siento que nunca lo logro. Y cuando lo hago, parece que no importa. Me siento como un fraude, como si no fuera suficiente... ni para mí mismo.
-Cream me escuchó atentamente, apretó su mano en el pecho al mirarme-
- Cheese ¿puedes esperarme afuera? -Cheese me mira serio por unos segundos y luego se va.
- Tails, ¿te has dado cuenta de lo increíble que eres? -preguntó con dulzura, mientras sus grandes ojos me miraban con una enorme sinceridad imposible de ignorar.
- No soy nada especial, Cream. Solo un raro con dos colas -respondí con amargura, Cream negó con la cabeza.
- Eres especial, Tails, no porque tengas dos colas, sino porque eres tú, eso es lo más importante. No te compares con los demás. Todos son diferentes, y eso está bien, pero ninguna de esas diferencias hace que uno sea mejor que otro -mordí mis labios al escucharla.
- Lo que importa es cómo nos vemos a nosotros mismos.
La miré, pero no estoy seguro en poder aceptar lo que dice. ¿Porqué? ¿Por qué simplemente no acepto sus palabras?, sería tan fácil si solo me olvidara por un minuto el vacío que siento en mi interior.
- Es fácil decirlo, pero siempre siento que tengo que probar algo, como si mi valor dependiera de lo que los demás piensen de mí -dije, con mi voz rota por la inseguridad, Cream sonrió con ternura.
- No necesitas la aprobación de nadie para ser valioso, Tails. Tu valor no está en lo que haces o en lo que los demás piensen de ti. Eres valioso solo por ser tú. A veces nos olvidamos de eso y buscamos que los demás nos lo confirmen, pero la verdad es que no necesitamos la aprobación de nadie para querernos a nosotros mismos.
Guardé silencio, procesando lo que ella decía. Tiene razón en cierto modo, pero para mí sería más fácil desaparecer pero odio lo que es fácil y eso me tortura a diario.
- Mereces quererte, Tails. No porque seas el genio que siempre encuentra soluciones, o porque puedas volar. Te mereces amor y respeto simplemente porque eres quien eres, con tus dos colas y todo lo demás -continuó con la misma calma y dulzura.
- No es tan fácil, Cream -murmuré.
- No lo es -admitió- pero podemos empezar por pequeños pasos. Por ejemplo, ¿qué te dices a ti mismo cada día? -La miré confundido.
- ¿Qué quieres decir?
- Tus pensamientos, Tails. A veces somos nuestros peores críticos. Si siempre te hablas de manera negativa, es normal que te sientas mal. Empieza por cambiar eso, es lo que recuerdo que dijo mi mamá -sonreí debilmente al escucharla.
- Cuando te levantes, mírate al espejo y di algo positivo sobre ti mismo. Habla de todo lo que te rodea con aprecio. La forma en que te hablas a ti mismo afecta cómo te sientes -me miró sonriendo con la calidez que solo ella sabe darme.
Es cierto, en mi mente, todo lo que hago lo crítico, como si tuviera la obligación de hacer mejor todo lo que hago constantemente. Quizá cambiar esa narrativa interna sería un buen comienzo.
- Tienes razón -admití- No suelo ser muy amable conmigo mismo -Cream asintió compreensiva.
- Sé que no es fácil, pero lo importante es intentarlo. Si te permites ver las cosas desde un punto de vista más positivo, poco a poco desharás esos miedos que te atan.
Suspiré sintiéndome agotado por la batalla interna que había estado lidiando durante tanto tiempo. Siempre me pregunté si algún día mi mente estaría en un blanco sin tantas mierdas, creo debería substituir palabras por unas más suaves.
- Pero, ¿y si nunca cambio? -pregunté con una mezcla de duda y desesperación.
- Tails -dijo Cream con voz firme pero amable- los cambios no siempre son rápidos, y no tienes que ser perfecto. Lo importante es ser flexible contigo mismo y mantener tus objetivos a la vista. No te apresures, y tampoco te rindas. Sé persistente, pero sin castigarte.
- ¿Crees que realmente puedo hacerlo? ¿Que puedo dejar de sentirme así? -Cream sonrió y tomó mis manos.
- Sé que puedes porque no estás solo en esto, mereces ser feliz tal como eres. No tienes que cambiar para ser valioso, eres increíble tal como eres ahora, siempre lo fuiste -tomó mi mejilla derecha con una mano.
- g-gracias Cream... -tartamudeé un poco nervioso.
- lamento por lo ayer -miró a un lado con timidez.
- ¿sobre qué cosa? -pregunté un poco confundido.
- el beso en la mejilla, fue algo tonto, no quise hacerte sentir incómodo -me miró apenada bajando sus orejas.
- Sobre eso... -pegué un poco cuerpo al mío tomando su cintura- No me dejó incómodo... Es solo que... -la miré sintiéndome tentado por tanta belleza frente a mis ojos- no te merezco.
- Tails... -dijo murmurando con ojos entrecerrados con un brillo enternecedor.
- Cream... -susurré su nombre acercándome entre el abismo del deseo de querer besarla.
-ambos ponemos nuestras frentes pegadas una en el otro-
- gracias por preocuparte por mí, no sé que sería de mí sin ti -cerré mis ojos, para detenerme antes de dejarme llevar por el momento.
- es un poco gracioso que no te des cuenta de lo que trato de hacer -susurró en mi oído dando pequeños besos, haciendo darme escolofrios por todo el cuerpo y soltar un suspiro casi ahogado.
- Cream... No soy lo suficiente bueno... -susurró.
- ¿que te dije sobre pensar de forma negativa sobre ti?
Al sentir el primer roce de tus labios, pude sentir el fuego de un sol ardiente que despierta en mi piel, el roce es un suspiro entre dos mundos, un océano que arde y calma a la vez. Somos dos tempestades que se encuentran, donde el deseo incendia la razón. Tu aliento se entrelaza en el mío, y el tiempo se diluye en el calor de nuestra unión.
En este atardecer, donde el cielo arde, las nubes son lienzos de un amor desbordante. Bajo su abrazo, el tiempo se detiene, mi corazón late como un volcán vibrante. Una explosión de estrellas, un estallido sutil, la chispa de un beso que quema en el aire.
Como lava fluyendo, se funden los cuerpos, y en cada latido, un deseo inquebrantable. Así, entre rosas y un sol que se rinde, nuestros corazones se encuentran en danza,
un susurro de pasión, un fuego eterno, un beso que grita: "Quiero más de tu alma."
- ah~ Tails -gimió como una melodía dulce del anocher antes de ponerla contra la mesa de mi taller.
Y aún sintiendo deseo más, al momento en el cuál pusiste tus manos suaves y delicadas detrás de mi cabeza, el beso se rompe de golpe como un cristal frágil ante el eco de un trueno, el calor de tus labios se desvanece y el aire frío nos envuelve en su vacío. Un sonido de crujido metálico, distante pero penetrante, hace con que todo se disuelva desvaneciendo lentamente.
Mis labios, aún ardiendo por los tuyos, sienten el peso del vacío,
y en ese instante, el anhelo se apodera de mí, extrañando el fuego que tus labios dejaron atrás. Tu mirada de angustia y miedo se centran en la puerta de mi taller dónde estaba mi mejor amigo parado, mirándonos congelado mientras robaba una de las galletas en la bolsa que trajiste.
- lo siento -masticó dos veces- solo finjan que no estoy aquí -lo miré con una cara de disgusto y rechazo qué mostraba más de mil emociones a la vez.
Obviamente me aparté de Cream, cerrando los ojos y respirando hondo, más que solo 10 veces para calmarme, Cream cubrió su rostro con sus orejas muerta de la vergüenza.
- ¿querías decirme algo o solo viniste por las galletas? -crucé los brazos forzando mi voz para no parecer enojado.
- nah, solo por las galletas, pronto Eggman atacará la ciudad más cercana, debemos estar listos, nada como una galleta para reponer las energías -sonrió, yéndose con una galleta en la mano.
-Pasé la mano por mi frente con una notoria molestia-
Mientras aún mirábamos a Sonic salir por la puerta, um ambiente algo incómodo se forma, es imposible mantener contacto visual. Me pregunto internamente sobre lo que debo hacer, lo que no debo hacer, lo que debo decir, lo que no debo decir y sobre si mis sentimientos fueron realmente correspondidos o solo fue momentáneo.
- c-creo que me iré a casa y... O si quieres p-podemos ir al jardín, n-no lo sé jaja ¿no estás muy o-ocupado o si? -preguntó con un notorio nerviosismo.
- por mi está bien -respondí sin mirarla, apagué la luz del taller y saqué mi bata blanca.
• Narra Sonic •
Apenas ha pasado un día desde que terminamos nuestra relación, pero siento un peso en la conciencia. Sticks me dijo que Amy se había encerrado en su casa, no creo que esté bien. Nuestra relación se volvío un infierno, pero, al mismo tiempo, me duele verla sufrir.
Al llegar a la casa de Amy, respiré hondo. La puerta estaba entreabierta, y con un ligero empujón, entré. La casa estaba oscura, las cortinas cerradas, como si Amy quisiera bloquear el mundo exterior.
- Amy -la llamé suavemente, preocupado.
No hubo respuesta. Avancé hacia la habitación, donde la encontré sentada en la esquina de la cama, con la mirada perdida en el suelo. Su cabello, normalmente brillante, caía desordenadamente sobre su rostro.
- Hey... -dijo Sonic, acercándose- ¿Estás bien?
- ¿Bien? -Amy levantó la vista, sus ojos marcados de ojeras y confusión- No, no estoy bien. ¿Por qué no lo entiendes? Todo esto es tu culpa. -al escucharla, sentí un punzada en el pecho.
- No es así, Amy. Lo que teníamos se volvió... tóxico. Yo solo quería que fueras feliz.
- ¿Feliz? ¿Feliz sin ti? ¡No puedo! ¡Me dejaste! ¿Y ahora qué? ¿Te vas a quedar con Tails? -su voz se quebró mientras luchaba contra sus lágrimas.
- No, no es así -intenté calmarla- ya te dije que Tails es solo un amigo. Siempre lo ha sido. Nunca quise que esto pasara, pero... Ambos necesitamos espacio.
- Espacio -repitió Amy, la palabra saliendo de su boca como una herida- ¿Y qué se supone que haga con este espacio? ¿Qué hago con este vacío?
Me senté en el borde de la cama, intentando encontrar las palabras adecuadas.
- Puedes llenarlo con cosas que te hagan feliz. Con tus amigos, tus pasiones. No puedes depender de mí para tu felicidad.
- ¿Y si no puedo? -La desesperación se reflejaba en su rostro, mientras sus ojos brillaban con lágrimas- Siento que me estoy perdiendo sin ti, Sonic.
Me acerqué y apoyé mi mano en su ombro, un gesto que deseaba transmitir apoyo.
- Amy, te quiero. Pero también necesito que te quieras a ti misma. No quiero que estés en este lugar oscuro. Te mereces encontrar tu luz, incluso si eso significa estar lejos de mí por un tiempo.
Un silencio pesado llenó la habitación, ella sintió la calidez de mi mano en su ombro. Amy dejó caer sobre la cama, acto seguido hice lo mismo.
- Es difícil -murmuró, su voz casi inaudible- No sé cómo hacerlo.
- Yo tampoco tengo todas las respuestas -admití, mi corazón se siente pesado al verla así- Pero no tienes que enfrentarlo sola.
- Sticks puede hacerme compañía.
- Si... Ella puede hacerte compañía -miré al techo rosa, pensando si debería irme.
- No necesitas quedarte, puedes irte, me siento mejor, llamaré a Sticks o Rouge.
- claro... -me levanté de la cama- hasta luego... cuídate -la miré una última vez antes de salir corriendo con mi supervelocidad.
• Narra Cream •
Al llegar, el Sol bañaba el Jardín Chao con una cálida luz dorada mientras el agua del pequeño estanque brillaba con destellos de tranquilidad. Nos sentamos en la hierba, observando a los Chao jugar alegremente a su alrededor. El viento suave acariciaba las hojas de los árboles, y por un momento, el mundo parecía en completa paz.
Noto la expresión pensativa en su rostro, siempre es así y es lo que más me gusta de él. Una mente brillante, siempre pensante. Me incliné hacia él y, con una sonrisa serena, rompí el silencio.
- Tails... -comencé en un tono suave- a veces todos nos sentimos tristes o perdidos. Pero mi mamá siempre me enseñó algo muy importante: cuando las cosas parecen oscuras, debemos recordar los momentos bonitos y los pequeños detalles que nos hacen sonreír.
- ¿Pequeños detalles? ¿Cómo mirar a los Chaos? -me miró algo confundido.
Asentí dirigiendo mi mirada a un grupo de Chao que jugaban en el estanque.
- pero no es solo mirar ¿Notaste que ellos no necesitan grandes cosas para ser felices? Simplemente disfrutan del agua, del viento y de estar juntos. Son esos momentos que parecen pequeños los que realmente tienen valor.
Tails bajó la mirada, reflexionando sobre mis palabras.
- Supongo que tienes razón. A veces me preocupo tanto por lo que podría salir mal, que me olvido de lo que ya está bien...
- Exactamente -sonreí con una sonrisa más amplia, tomando una de sus manos- Siempre habrá momentos difíciles -me miró finalmente- pero si atesoras los recuerdos bonitos y los detalles simples, esos momentos te ayudarán a ver la luz en la oscuridad.
Él suspiró, pero esta vez, era un suspiro más liviano con una suave sonrisa formandose en su rostro, como si parte de la carga que llevaba en su pecho hubiera comenzado a desvanecerse.
Tails- los recuerdos con Sonic en las aventuras, la primera vez que volé con mis dos colas, la risa de mis amigos... Estar contigo -entrelazó sus dedos con los míos- Gracias, Cream... A veces me siento tan abrumado que olvido que la vida también está hecha de cosas pequeñas y valiosas.
- Siempre habrá días difíciles, Tails, y los pequeños momentos que te hacen feliz son como estrellas. Aunque no siempre las veas, están ahí, esperando para iluminar tu vida cuando lo necesites.
- ¿sabes de algo? - ¿hm? - tu mamá es muy sabía -Me reí brevemente por sus palabras.
- Si... Lo es...
Teoria del amor:
"un conjunto de sentimientos, emociones y valores que se encuentran presentes en una relación y que está compuesto por tres elementos fundamentales: la intimidad, la pasión y el compromiso"
- ¿Qué piensas sobre el triángulo arriba?
- ¿Qué es el amor para ti?
- ¿Que te apareció el capítulo?
- ¿Cuáles son tus expectativas para el siguiente capítulo?
- ¿Te gustaría agregar alguna idea?
𓃘 2835 palabras 𓃘
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A bientôt :v
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