Daniel Riccardo x Max Verstappen

Como un hombre al que normalmente le gustaba dormir boca abajo, Daniel no había podido hacerlo durante meses. No cómodamente en cualquier caso. Acostarse boca arriba hacía que le doliera la columna por la mañana, por lo que se limitaba a dormir de lado. La inquietud no era nada nuevo, pero no lo había mantenido despierto toda la noche por un tiempo.

Unos minutos más tarde, se sintió incómodo, por lo que suspiró y se movió hacia el otro lado, solo para encontrarse con Max despierto y mirándolo en la habitación oscura.

"Daniel, qué estás haciendo" preguntó el joven somnoliento, había que regresado temprano de una carrera y no había descansando bien.

"Lo siento, no quise despertarte", dijo Daniel en voz baja, estirando la mano para tocar el brazo desnudo de Max. "No puedo dormir. No puedo ponerme cómodo", dijo Daniel en un suave tono de disculpa, desviando la mirada.

"Es tu vientre, los bebés se inquietan? " preguntó Max, moviéndose para poder descansar fácilmente su mano sobre el vientre de Daniel.

"Me está volviendo loco y recién estoy cerca de la mitad. Cómo diablos alguien se duerme embarazado de los gemelos", Daniel se quejó.

Max hizo un ruido de reconocimiento y se quedaron en silencio por unos largos momentos antes de que moviera su mano del estómago de Daniel a su cadera, Max amaba ver a Daniel así, hinchado por sus hijos, ese vientre redondo, como sus pechos empiezan a tomar forma, todo el paquete completo.

"Date la vuelta por mí", Max le susurra.

Daniel solo asintió y así lo hizo, gruñendo levemente por lo pesado que estaba. Una vez que estuvo instalado, Mad se deslizó más cerca, lo suficientemente cerca como para que ambos descansaran sus cabezas en la misma almohada. La respiración de Daniel se cortó al sentir la ereccion medio dura de Max contra su trasero, contento de que ambos se hubieran ido a la cama desnudos, últimamente Daniel tampoco soportaba demasiado la ropa, no que Max se fuera a quejar de verlo desnudo en su casa.

"Te voy hacer sentir bien y luego te vas a dormir, de acuerdo" Max susurra en el oído del mayor.

"Sí", Daniel respiró, su propia erecccion se endureció y su culo se contrajo por la anticipación, "Por favor, papi".

Max estiro su cabeza para mirarlo y sonrió, arqueando una ceja cuando vio a Daniel palmeando su caliente ereccion. Un gemido bajo salió de su garganta cuando Daniel lamió seductoramente sus labios y mordió su labio inferior antes de empujarse con fuerza contra la ereccion dura de Max.

La sorprendente dureza del vientre distendido de Daniel solo sirvió para aumentar el deseo de Max, hasta el punto de que prácticamente jadeaba en necesidad de asfixiarse con todo el cuerpo de su amante embarazado.

"Oh, Dios, Maxy te necesito". Daniel murmuró mientras comenzaba a apretarse contra él para poder sentir la propia erección de su pareja empujando contra él.

El mayor metió la mano en el cajón de la mesita alado de la cama, buscó a tientas una botella de lubricante y se la puso en la mano a Max. "Por favor." Él joven lo miró con picardia. El rostro de Daniel se sonrojó "He tenido necesidades estos días qué no has estado".

Max echo lubricante, en un dedo y comenzó a frotar el agujero de Daniel antes de deslizarlo lentamente, ya estaba ligeramente estirado y apartó el dedo. "Daniel"

"Te lo dije, yo he tenido que necesidades"

Max lo besó, con cuidado de su estómago, y se movió, su ereccion presionando la entrada del mayor. "Esperar", Daniel se acomodo mejor, ofreciendo su trasero hacia Max. Sin una respuesta inmediata, movió las caderas con impaciencia. "Te necesito en mí, Maxy"

"Cómo deseas schatje", de repente los labios de Max rozaron el pezón duro y goteante de Daniel, quien no pudo evitar temblar de deseo. Desde que sus senos comenzaron a crecer a un ritmo tan alarmante, se volvieron increíblemente sensibles al tacto, solo tocarlo podría llevarlo a un orgasmo intenso.

Daniel se mordió el labio inferior y gimió en respuesta, y Max comenzó a chupar suavemente el pezón izquierdo de su pareja mientras frotaba el otro con los dedos de su mano. Amaba la forma en que se sentía cuando Max acariciaba sus tetas y amamantaba.

"Espero que nunca pierdas tus pechos", susurró Max antes de volver a besar a Daniel. "Seguro que quieres hacer esto" él joven preguntó.

"Sí, Maxy, maldición, tan seguro como lo estaba hace cinco minutos. O hace una hora. O un día", responde Daniel rápidamente, su voz teñida de diversión e impaciencia.

"Eso es todo, amor, yo cuidaré de ti", murmuró Max, presionando un beso en el cuello de Daniel.

Daniel frotó su mejilla sobre la almohada, sus manos apretadas en las sábanas. Los dedos de Max encontraron nuevamente su camino hacia la abertura de Daniel, frotando juguetonamente, y él mayor gimió, moviendose contra el colchón.

"Todo listo para mi", Max arrastro la cabeza de su ereccion a través de la humedad entre el trasero de Daniel.

"Sí, Maxy, por favor, ya", respondió Daniel , sin aliento y desesperado y Max comenzó a hundirse.

Daniel se mordió el labio y cerró los ojos, su respiración entrecortada mientras Max avanzaba poco a poco hacia adentro. Los abrió de nuevo cuando su pareja estuvo completamente dentro, y se inclinó para besarlo. Max empezó a moverse, deleitándose con los pequeños gemidos de Daniel.

Daniel se movió debajo de él y un silencioso gemido de necesidad fue todo el permiso que Max necesitaba, calmado por los suaves toques y las palabras de amor y adoración, Daniel comenzó a mover sus caderas suavemente y fue la señal de Max para continuar. Sabía cómo moverse para empujar a su pareja más cerca del borde con cada movimiento de sus caderas y Daniel lo instó con súplicas de más rápido, más fuerte, entre otras, el sonido de su voz arrastrando a Max hacia su propio orgamso más rápido de lo que podría imaginar.

"Ven por mí para que pueda llenarte con mi semilla hasta que no quede espacio", jadeó Max en el oído de Daniel. "Hasta que te deje embarazado nuevamente".

"Sí", gimió Daniel, su respiración entrecortada.

"Ven por mí" ordenó Max, presionando insistentemente contra la próstata de Daniel.

Daniel estaba temblando, aspirando bocanadas de aire, colgando al borde del placer, y Max empujó hacia abajo una vez más, Daniel se corrió con un sollozo ahogado, mientras Max aceleraba su ritmo, persiguiendo su propia liberación.

"Maxy", suspiró Daniel y Maxlo siguió, chorro tras chorro llenando el trasero de su pareja.

El calor estaba lejos de terminar, pero entonces la calma se apoderó de ambos y Max cambió su posición a algo más cómodo, pasó sus dedos por el cabello rizado y empapado de sudor de Daniel.

"Siento haberme ido por tanto tiempo, desearía quedarme contigo y no viajar a carreras que no puedas ir conmigo, pero ahora vendrán las vacaciones y seré todo tuyo para complacer, para adorar esos pechos llenos de leche y como tu vientre crece dándole espacio a nuestros bebés", dijo Max entrelazando sus dedos.

"Más te vale Maxy, tu me hiciste esto", un Daniel cansado y post orgasmo le susurra.

"Dejarán que papá duerma ahora" La voz de Max es tan suave que hace que Daniel quiera llorar de ternura. La forma dulce en que le habla a sus hijos, todas voces tiernas y arrullos relajantes, los bebés le hacen caso.

En la mañana siguiente, Max se despierta antes que Daniel, lo admira dormir un momento y recuesta su cabeza en el pecho del mayor, frotando sus manos sobre el estómago hinchado ,de repente, Daniel hace un ruido entrecortado y Max mira hacia abajo puede ver entre los muslos que el pene de Daniel está duro y erecto, goteando líquido preseminal sobre él. Daniel siempre está tan exitado últimamente, otra cosa que Max ama del embarazo. Gira su lengua contra los pezones de Daniel acaricia y lame, tira de ese hinchado pezón en su boca y lo succiona hasta que es recompensado por el dulce sabor de la leche de su pareja golpeando la parte posterior de su garganta.

Es su pequeño placer, probar a Daniel de esta manera es casi adictivo. Max podía mantenerlo embarazado solo para que pudiera seguir saboreando esto. Pronto Daniel estará listo para dar a luz a sus hijos, bueno en casi cuatro meses y se verá normal otra vez, solo sus pechos hinchados, pero luego Max puede tener el placer de follarlo, asegurándose de que llegue al lugar correcto y enterrándose en su pareja, preñandolo nuevamente, quien diría que ver a Daniel así sería adictivo, hermoso, tan complaciente, Daniel solo quiere correr una temporada más antes de retirarse, entonces luego lo tendrá embarazado tantas veces cómo pueda. Él nunca quiere detener este ciclo, Daniel con los pezones listos para la leche.

Max cambia al otro pezón, frota sus manos cálidamente sobre vientre de Daniel, sobre la nueva vida que han creado y nuevamente es recompensado con otro chorro de la deliciosa leche del mayor, sus hijos van a comer comida de primera. Daniel está murmurando tonterías ahora, levantando sus caderas en el aire.

Succiona con determinación y los sonidos que arranca del mayor son hermosos, de puro placer y luego Daniel se corre y Max no puede evitar admirar lo hermoso que se ve. Le da a cada uno de los pezones de Daniel otro lengüetazo y Daniel gime, quien se pone de costado, consciente del vientre porque ninguno de los dos querría hacer nada para lastimar a sus bebés, y se ofrece Max. El joven desliza sus brazos alrededor de él por detrás, cubre su pene con el resto del lubricante que usaron la noche anterior, y luego se desliza dentro de él con un fuerte empujón.

Daniel gime y se balancea de un lado a otro, ya sobre estimulado y Max simplemente lo folla lentamente, con las manos extendidas posesivamente sobre el vientre de Daniel. Ninguno de los dos dura demasiado.

"Sos tan perfecto Daniel", Max susurra besandole el cuello, mientras Daniel hace pequeños sonidos de placer. "Siempre te mantendré de esta manera, te calentaré, te dejaré embarazado, chuparte esos pechos llenos de leche, y ni hablar de ese trasero redondo, perfecto, que es el happy place de estar dentro. Te gusta eso, te gusta ser mío".

"Por favor, si", susurra Daniel. Gira la cabeza, los ojos brillan de amor por Max y lo besa, probándose la leche en la boca de Max. "Por favor, mantenme. Siempre quiero ser tuyo".

Max estaba encantado de cumplir

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