Lewis Hamilton (🔥)
JOVEN SECRETO
"Podría ser tu padre Emma"
-Por dios Emma eso pasó hace meses, supéralo de una vez!- gritó Oscar.
-Pasó hace meses pero hoy estabais ligando delante de mis narices Oscar! Crees que no ví como os fuisteis después de la carrera y desaparecisteis más de media hora?- pregunté realmente molesta.
Piastri y yo teníamos la relación más tóxica que existía sobre la faz de la Tierra; continuamente peleábamos por tonterías o por cosas más serias como,por ejemplo,como me puso los cuernos con su ex Lily,no una,ni dos veces,sino tres.
-Quizás sea porque es mejor que tú no crees Emma? Siempre vas por ahí presumiendo de ser hija de Sebastian Vettel,con eses aires de superioridad que te cargas creyéndote el centro del mundo,pero sabes qué? No eres más que una chica del montón,no tienes nada de especial Emma,nada! Ni siquiera vales para follar,no eres más que una cría que se cree mucho por un apellido y la realidad es que no eres nadie- la saliva salía de su boca,golpeando contra mi rostro.
Estaba furioso y yo me sentía completamente destrozada. Incluso estaba paralizada,incapaz de moverme de mi sitio.
-Vete a la mierda Oscar- fué lo último que dije antes de coger mi chaqueta y abandonar su motor home con las lágrimas cayendo por mis mejillas.
Caminé por el paddock sin saber a dónde ir. Mi padre estaba en el taller de Red Bull junto a sus antiguos ingenieros y no quería que me viese llorar,eso podría afectar a su impecable imagen.
"Llevar el apellido Vettel conlleva responsabilidad Emma"
"Eres la oveja negra de la familia"
"No mereces llevar nuestro nombre"
Bla,bla,bla...
Siempre era el mismo discurso y todo para decirme que mi padre se avergonzaba de mí.
A la salida del recinto, limpié mis lagrimas y saqué un cigarrillo de mi bolsillo trasero.
Me importaba una mierda que alguien me viese.
-La pequeña Vettel fumando? Vaya,estoy seguro de que muchos paparazzis pagarían una fortuna por poder capturar esto- una carcajada detrás de mí hizo que me sobresaltase.
Apenas me giré pude ver a Lewis Hamilton mirándome tan fijamente que parecía que en cualquier momento me iba a atravesar.
-Qué pensaría la gente si viesen a la perfecta Emma Vettel teniendo malos hábitos?- cogió el cigarrillo y lo tiró al suelo,pisándolo con la suela de su zapato.
-Eres imbécil? Estaba recién empezado- gruñí enfadada.
-Uhhh,parece que alguien está de mal humor. Qué hizo el niño bonito de Piastri ahora?- preguntó apoyándose en una pared,mirándome fijamente y de brazos cruzados.
-Que te importa Hamilton- rodé los ojos y comencé a caminar,tratando de alejarme de él.
No tardó mucho en jalar hacia atrás de mi brazo,dejando su rostro terriblemente cerca del mío.
-Me importa más de lo que piensas Emma- aseguró sin abandonar esos enormes orbes marrones de mí.
En un determinado momento su mirada se deslizó hasta mis labios junto a su pulgar.
-Eres demasiado bella como para matarte de esa manera- susurró mientras paseaba su dedo por mis carnosos labios.
Mi espalda se enderezó por completo tomando la compostura y todos mis pelos se erizaron al sentir su tacto.
Es que joder... Vosotros lo habéis visto? Está más bueno que el pan el capullo.
-No entiendo como Oscar te desperdicia de esta manera, yo no te dejaría sola nunca- murmuró volviendo a subir su mirada hasta chocar con la mía.
-Ah no? Y qué harías entonces?- pregunté picaresca.
-Podría ser tu padre Emma,no creo que se buena idea que te diga eso- rió apartándose de mí,haciéndome sentir vacía por la falta de su tacto.
-Eso significa que te puedo llamar daddy, Lewis?- me relamí los labios con diversión.
-Este es un juego que no ganarás pequeña Vettel,no quieres jugar conmigo- colocó su dedo índice en mi pecho y ejerció una leve fuerza hasta que mi espalda chocó contra la pared.
-Me gusta jugar en ligas mayores- le guiñé un ojo.
Su risa ronca chocó directamente contra mi cuello mientras que sus manos se posaron a ambos lados de mi cintura, logrando dejarme acorralada entre la pared y su esculpido cuerpo.
-Respondiendo a tu pregunta de antes... Si yo fuese Oscar te tendría todo el día en la cama,te ataría si hiciese falta y te follaria tantas veces como fuesen necesarias hasta que me rogases que me detenga- acercó sus labios a mi oreja y susurró dichas palabras antes de morder mi lóbulo.
Solo con su mera cercanía notaba que mis bragas se mojaban pero eso? Eso ya había logrado que el Río Nilo apareciese en mi intimidad.
-Y por qué no lo haces? A caso te dá miedo follarte a una chica 17 años más joven que tú? Le tienes miedo a Sebastian Vettel y por eso no quieres acostarte con su hija? Qué pena Lewis,te tenía por alguien más valiente- supe que toqué una fibra sensible en cuanto pegó sus labios a los míos de manera feroz,sin darme siquiera tiempo para tomar aire antes.
Sus manos se apresuraron en agarrarme de la cintura y su pecho se inclinó más hacia delante consiguiendo profundizar el beso mientras su lengua se abría paso en mi boca.
-No le tengo miedo a nada Emma,eres tú quien debería tenerlo porque pienso quitarte ese ego tan alto que tienes mientras ruegas que te folle- tomó mi mano y me guió con brusquedad hasta su coche.
Me sentó en uno de los asientos traseros y se metió en la parte delantera del auto para poner el motor en marcha y comenzar a conducir por diferentes calles.
-A dónde vamos?- pregunté tan confundida como excitada.
-A dónde nadie nos vea ni nos moleste- respondió seriamente.
No tardamos mucho en estacionarnos en el aparcamiento de un hotel, más concretamente,el suyo.
Antes de que mi mano pudiese tomar el pomo de la puerta para abrirla, él se adelantó y me agarró colocándome sobre su hombro cual saco de patatas.
-Lewis, bájame!- grité entre pataleos.
Ignoró mi petición y entró en el ascensor del parking,marcando la última planta del hotel.
Gracias a Dios no había nadie a nuestro alrededor porque si no estarían pensando que estoy siendo secuestrada...
Aunque bueno,si el secuestrador es el mismísimo Lewis Hamilton,que haga conmigo lo que quiera.
Tardamos un par de minutos en llegar hasta la planta marcada y,una vez allí,el británico caminó tranquilamente por los pasillos mientras buscaba su habitación,como si no importase que aún me seguía teniendo en su hombro.
-Deja de moverte- ordenó dándome una sonora nalgada que,muy posiblemente,dejaría marca.
Pasó la tarjeta por el lector de su puerta y una vez dentro de la habitación, dejó que mis piés volviesen a tocar el suelo.
Asombrada por la inmensidad de la habitación,me acerqué al gran ventanal que había frente a la cama.
Estábamos realmente alto,tanto que la niebla impedía ver más allá del cristal.
-Lewis- me giré para decir algo pero,antes de que pudiese hacerlo, los labios del piloto de Mercedes se engancharon a los míos, robándome todo el oxígeno que había en mis pulmones.
-Querías que te follase verdad? Bien,pues quítate la ropa- dió unos pasos hacia atrás y se sentó en un sillón que quedaba a escasos metros de la cama de matrimonio.
Con un gesto burlón, caminé lentamente hasta quedar frente a él, paseando mis manos por mi blusa, desabrochando los botones y quitandomela por completo,dejando ver mi sujetador negro de encaje.
Continué con mi falda, deshaciendo el nudo lateral que la enganchaba y dejando que la tela de color blanco cayese a mis piés.
Se inclinó hacia delante y tiró de mis caderas hasta dejarme encima suya,sentada a horcajadas sobre él.
De pronto,mi teléfono comenzó a vibrar sobre la mesilla que estaba a nuestro lado.
Joder Oscar,no podías llamar en otro momento?
Adelantándose a mis movimientos, fué Lewis quien cogió mi móvil y descolgó la llamada.
-Emma dónde estás? Te he llamado unas cinco veces, vuelve a mi habitación ya!- ordenó el australiano al otro lado de la línea.
-Lo siento Piastri pero me he llevado a tu chica- eso fué lo único que dijo el británico antes de colgarle a su compañero de profesión.
-Qué haces? Estás loco?- pregunté arrebatándole el teléfono de las manos.
-Te he liberado de ese imbécil y ahora mismo estoy apunto de besarte y follarte hasta que me canse- advirtió antes de tirar mi móvil por algún lado de la habitación.
Me elevó y obligó a que mis piernas se enredasen en su cintura mientras nos encaminaba hasta el gran colchón.
Tiró mi cuerpo sobre las sábanas y comenzó a besar cada parte de mis piernas, subiendo muy lentamente hasta llegar a mis muslos.
-Tan hermosa y estás con uno tan idiota- carcajeó contra mi centro.
Ante eso,no pude reprimir un gemido que llevaba ahogando desde que el británico me besó en el circuito.
-Mírate,ni te toqué casi y ya te tengo gimiendo- su lengua se posó en mi pelvis y pegó un lamentón desde ahí hasta mi escote.
Agarró mis pechos con ambas manos y tiró del sujetador hasta romperlo,logrando que el broche trasero saliese volando hecho añicos.
Antes de que pudiese quejarme,su boca mordisqueó mis senos, succionando en algunas partes con la intención de dejar marcas.
Sus besos subieron por mi cuello,donde dejó varias mordidas que conseguían hacerme jadear.
Paseó sus manos por todo mi cuerpo antes de hacer a un lado mis bragas e introducir un dedo en mi húmeda intimidad.
-Estás tan mojada para mí... Solo para mí- sus susurros me hacían estremecer y ver las estrellas mientras otro de sus largos dedos se unía a la desprolija fiesta en mi sexo.
Arqueé la espalda y eso le dió un mayor acceso a mi interior,algo que aprovechó para curvar sus dedos y tocar zonas de mí que lograban producirme una increíble sensación.
-Lewis- gemí clavando mis uñas en sus hombros.
-Eso es Emma,gime mi nombre- aún con sus dedos dentro de mí,su lengua golpeó directamente contra mi centro, logrando que su nombre saliese de mis labios una vez más.
Dios le dió dos talentos a este hombre; ser bueno en la Fórmula 1 y ser aún mejor en el sexo.
Haciendome sentir vacía,se separó de mí un nano-segundo antes de tomarme por las caderas y dejarme de pié una vez más.
-Lewis,por favor...- rogué.
Sí, rogué,necesitaba sentirlo de una vez.
-Mírate,la increíble Emma Vettel rogando por un poco de atención- rió dándome la vuelta y girándome para dejar mis endurecidos pezones contra el frío cristal del ventanal.
Vaya,si hasta el día se ha abierto,ahora luce el sol.
-Quiero que la ciudad entera vea cómo me follo a la dulce y perfecta hijita de Sebastian Vettel- escuché el sonido de un plástico romperse,supuse que sería un preservativo así que no me preocupé.
Estaba mal que estuviese a punto de mantener relaciones con un piloto que me sacaba 17 años? Quizás sí. Me importaba? No,ni lo más mínimo de hecho.
Alineó su punta con mi entrada y se deslizó con una increíble facilidad en mi interior.
-Joder Lewis- grité de excitación.
-Eso Emma,que todos sepan que quien te está follando ahora mismo no es el niño bonito de tu novio,no es Piastri, es el 7 veces campeón del mundo en Fórmula 1,es Lewis Hamilton- agarró mi melena y tiró de ella dejando mi cuello expuesto para él.
Lo besó,lo mordió,lo succionó... Hizo lo que quiso,y yo estaba más que dispuesta a dejar que lo hiciese porque se sentía jodidamente bien.
-Él te hace sentir así Emma? Oscar te tiene gritando como lo hago yo?- preguntó con una voz más ronca de lo habitual.
Sus embestidas eran descontroladas e intensas; sentía que cada vez que entraba en mi se clavaba más profundo, haciéndome sentir como si estuviese en el puto cielo.
-Te he hecho una pregunta Emma- recordó dándole un jalón a mi cabello.
-No! Joder,no!- grité sintiendo como un nudo se creaba en mi abdomen.
-Puedo sentir como tus paredes se están apretando contra mi polla Emma así que grita mi nombre tantas veces como puedas hasta que te corras- mordió mi hombro.
Y eso hice, gemí tantas veces su nombre que hasta perdí la cuenta a partir de la décima.
Sentí mi cuerpo desfallecer en cuanto mis fluidos se resbalaron por su miembro y su erección se liberaba junto a mí.
-Para ser casi un abuelo no ha estado nada mal Hamilton- reí dejándome caer a su lado en la cama.
-Este abuelo es el mejor hombre que estará entre tus piernas en mucho tiempo Emma Vettel- aseguró de manera ególatra.
-Eres consciente de que mi padre nos matará después de esto verdad? Seguro que Oscar ya ha ido corriendo a decirselo- rodé los ojos por la penumbra de hombre al que tenía que llamar novio.
-Nena, soy siete veces campeón del mundo, Sebastian Vettel no me dá miedo y,mucho menos,un crío que acaba de salir de la Fórmula 2- pasó su brazo por mi cintura y me miró fijamente.
-Para ser un campeón del mundo no pareces tener mucho aguante- tenté con ganas de más.
Mucho más... De él.
-Te demostraré que tengo un gran aguante entonces- de un tirón,me colocó debajo de él.
Será una tarde muuuuy larga.
Y buenooooo, ¿quién dice que 17 años sean muchos?🫣🫣
Lewis es campeón del mundo pero Emma se acaba de ganar el mundial entero tras esa sesión de sexo.
¡Nos vemos en la siguiente historia!
Atte: Alma<3
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