MAREA ALTA
"Dos opciones: dentro o fuera del agua"

-Lando,basta! Quiero estar un rato en la moto de agua- me quejé suavemente, separándome entre carcajadas de mi novio.

-Nena, llevo todo el viaje desde Mónaco aguantándome las ganas de llevarte a cualquier cubículo cercano y hacerte mía,no puedes dejarme así- rogó mirándome con ojos de cordero mientras tomaba mi mano y me zarandeaba,tratando de llamar mi atención.

-Pues tendrás que decirle a tu amiguito que aguante un poco más porque te recuerdo que no estamos solos; Oscar y Lily también están aquí,eso sin olvidarnos de Carlos y Rebecca- le recordé arqueando una ceja de manera divertida.

-Todos ellos son pareja,¡ellos también follan!- exclamó desesperado.

-¿Seguro? Porque yo estoy a punto de dejar a alguien sin follar durante mucho tiempo- lo miré de manera amenazante.

-¡Chleo!¿Vienes con nosotras?¡Queremos ir a dar un paseo con las motos de agua!- escuché a Lily gritarme muy ilusionada mientras se abrazaba a su novio australiano.

-Chleo...- escuché gruñir a Lando,el cuál me atravesaba con su intensa mirada.

Es divertido ver como Lando pierde los nervios al no tener sexo,¿pero sabéis que es más divertido?

Sentir como cobra su venganza. Es algo, digamos... Muy entretenido.

-¡Voy!- le guiñé un ojo a Lando,a sabiendas de que eso sería la gota que colmaría el vaso.

Me quité la camiseta frente a él,quedando únicamente cubierta por un bikini de dos partes que,sin duda alguna,resaltaba mis atributos.

-La verdad... No eres el único que lleva aguantándose desde que comenzó el viaje,la diferencia es que yo sé disimular mis ganas de follar... ¿Y tú mi amor?- susurré contra su oído antes de comenzar a caminar en dirección a las otras chicas que se encontraban en el yate.

Por un momento,me giré para ver la reacción de mi pareja y lo único que me dió tiempo a ver antes de que abandonase la proa del barco fué como se cubría sus partes íntimas y mordía su labio con fuerza.

-¿Y Lando?- preguntó Carlos mirándome con el ceño fruncido.

-Creo que el viaje le ha sentado algo mal en el estómago,volverá pronto, probablemente, mucho antes de que yo os devuelva a vuestras novias- tomé a ambas mujeres de las manos y las guié hasta el borde del yate.

-¿A caso planeas secuestrar a nuestras novias Chloe Verstappen?- preguntó Oscar mirándome con diversión.

-¿No es evidente que sí?- reí junto a la española y a la británica.

Las tres nos colocamos los chalecos salvavidas y nos sentamos ocupando nuestros respectivos asientos en las motos de agua.

Encendimos el motor y comenzamos a, literalmente, volar en el mar.

Las motos eran rapidísimas y no pudimos evitar estallar en carcajadas en cuanto el mar comenzó a golpear en forma de pequeñas gotas de agua contra nosotras.

-¡Dios,esto es increíble!- grité tan alto como mis pulmones y mi garganta me lo permitieron.

-¡Foto!- advirtió Lily apuntándome con su teléfono móvil.

Rápidamente, Rebecca y yo nos acercamos lo máximo que pudimos sin llegar a chocarnos y posamos para la foto.

Cuando mi mirada se dirigió de nuevo al barco que estaba a varios metros de nosotras,pude divisar a mi pareja junto a los otros dos chicos; estaba apoyado en la baranda de la proa y me miraba fijamente, así que aproveché mi momento.

-Hey,Lily,¿Por qué no nos hacemos fotos más... Sensuales?- propuse buscando la palabra adecuada.

La británica y la escocesa intercambiaron miradas cargadas de diversión y emoción y no dudaron en asentir a la vez, accediendo a mi maravillosa idea.

Una por una,las tres comenzamos a colocarnos de diferentes maneras digamos algo más... Atrevidas.

De hecho, estaba muy segura de que a los tres del barco se les estaría cayendo la baba solo de vernos.

Aunque a mí solo me importaba uno...

Tras más de media hora sacándonos fotos,decidimos que ya era hora de volver con los chicos y regresar al yate.

-¿Desde cuándo os hacéis fotos tan jodidamente sexys cariño?- preguntó Carlos tomando de la cintura a su novia, comiéndosela con la mirada.

-Ha sido idea de Chloe- respondió Lily chocando nuestros puños.

Ambas reímos y mi cuerpo se estremeció al sentir como alguien me agarraba con firmeza de las caderas y tiraba de mí hasta que mi espalda golpeó contra su pecho.

-Entonces,tengo la novia con las mejores ideas... Sobretodo cuando se trata de provocarme- ésto último lo susurró contra mi oído,privando a los demás de escuchar lo que acababa de decir.

-Yo... Creo que mejor vuelvo al agua,hace un calor terrible- algo nerviosa, busqué alguna excusa para escaparme de Lando y conseguir calmar mis hormonas.

No entraba entre mis planes que él me ganase en mi propio juego.

-Acabamos de salir del agua- aclaró Rebecca mirándome con el ceño fruncido.

-Apenas me he mojado en las motos, necesito un baño de verdad y no unas gotitas de mierda- me separé del británico que estaba aún aferrado a mí y caminé hasta las escaleras que daban al mar abierto.

-Se nota demasiado que es una Verstappen,siempre tan jodones- escuché decir a Carlos.

-¡Te he oído!- grité señalándolo de manera amenazante.

Mientras todos,a excepción de Lando, reían, me tiré al agua, logrando que mi temperatura corporal cayese en picado.

Comencé a nadar libremente, sintiendo como las pequeñas olas que llevaba la marea chocaban contra mi cuerpo y me relajaban por completo.

Pero la tranquilidad duró poco...

-Quizás tengas buenas ideas para provocarme pero, desde luego,eres pésima buscando excusas para huír de mí y del monstruo que tú solita has despertado con tus jueguecitos- la voz de Lando retumbó contra mis oídos de una manera especial, sinfónica,como si fuese música para mis oídos.

-¿Qué monstruo se supone que he creado? Yo solo he ido a dar una vuelta en motos de agua con mis amigas, ¿qué hay de malo en eso?- pregunté inocentemente,sonriendo de forma ladina.

Carcajeó antes de relamerse los labios y acercarse a mi lentamente,a nado,y sin perder su mirada de mi cuerpo descubierto por la cristalina agua en la que nos estábamos bañando.

-Te voy a dar dos opciones: dentro o fuera del agua- replicó hundiendo sus manos en mi cintura,clavando sus finos y delicados dedos contra mi piel.

-¿Y si digo que ninguna?- respondí pasando mis manos alrededor de su cuello, acariciando su nuca como tanto le gustaba con mis uñas.

Chasqueó su lengua y bajó su mirada a mis pechos unos segundos antes de volver a guiar sus ojos hasta encontrarse con los míos.

-Respuesta equivocada- murmuró estampando sus labios contra los míos de manera feroz.

Su lengua se abrió paso en mi boca con una velocidad abrumadora y pegó su cuerpo al mío en su totalidad, haciéndome sentir la erección que se encontraba bajo su bañador.

-¿Sabes lo que he tenido que hacer antes? He tenido que abandonar a nuestros amigos,irme al primer camarote que me he encontrado y hacerme la mayor paja de mi vida pensando en tí y en como se verían tus labios alrededor de mi polla,así que,ya que tú no me has respondido como esperaba... Yo lo haré por ti; vamos a volver a subirnos a ese barco,vamos a ir a nuestra habitación y vas a hacer exactamente lo que yo te diga porque nena, nadie me provoca y me deja con las ganas así como así- habló con decisión y autoridad,interrumpiendo nuestro intenso beso y subiendo su mano para masajear mis endurecidos pezones por el frío y la excitación por encima de la fina tela que cubría mis pulposos pechos- ¿Me has entendido?- preguntó cerciorándose de que lo había escuchado.

Sin poder articular palabra, asentí frenéticamente,ansiosa de recibir lo que Lando quería darme.

O,más bien,todo lo que Lando quería hacerme..

-Vamos,debemos llegar al barco- me animó sonriendo de una manera que demostraba un gesto de burla de su parte.

Me separé de él y nadé hasta llegar a las escaleras del barco para subirlas y llegar hasta la proa,donde se encontraba el resto.

-¿Mejor de temperatura?- preguntó Rebecca mirándome sonriente.

-Si,ahora mismo estoy perfecta- sonreí ligeramente,evitando mostrar los nervios que me estaban carcomiendo por dentro al sentir a Lando tan cerca de mí.

-Siendo sincero,cuando ví a Lando yendo hacia tí en el mar creí que os lo ibais a montar ahí en medio- carcajeó el australiano.

Se vé que tienes dotes de adivino Piastri...

-¿Por quién me tomáis? Soy todo un caballero,jamás lo haría en medio de un sitio en el que cualquiera nos podría ver en cualquier momento- inquirió Lando uniéndose a la conversación con una traicionera sonrisa de lado a lado.

JA,¿A caso debo creerme eso? Por dios,lo hemos hecho millones de veces en su motorhome, en cualquier ropero de las fiestas de McLaren, en la cocina de casa de George y hasta en la monoplaza de Lando.

Muy mentiroso de tu parte decir que eres un caballero en ese sentido Lando Norris.

-Vale,paso de escucharos hablando de esto,me voy a nuestra habitación- añadí dirigiéndome a los camarotes.

-¡Espera! Íbamos a jugar al uno, ¿no te quedas?- preguntó Lily en voz alta,procurando que la escuchase.

-¡Tengo frío!- grité bajando las escaleras que llevaban hasta la parte habitable y cubierta del yate.

-¿Pero no era que ya estabas perfecta?- fué lo último que escuché preguntar por parte de Carlos antes de cerrar la puerta de mi camarote,rezando para que Lando tuviese ganas de jugar conmigo y no de jugar al uno.

Me quedé varios minutos paseándome por la habitación,esperando impacientemente a que mi novio apareciese por algún lado,pero,para mi sorpresa,eso no ocurrió.

-A la mierda- me cansé de esperar y me tumbé en la cama. Me deshice de mi bikini y comencé a acariciar mi desnudez con mis propios dedos, tocando y pellizando mis pezones con una mano y masturbando mi centro como Lando lo haría.

Pronto,los gemidos comenzaron a salir de manera desprolija por mi boca, intentando no hacer demasiado ruido para que ninguno de mis amigos me escuchase.

Mis dedos se hundieron entre mis pliegues y masajearon mis propias paredes, obligándome a apretar mis dientes para retener los gemidos que luchaban por escaparse de entre mis labios.

-Te ves aún más hermosa cuando te tocas pensando en mí- me sobresalté cuando escuché una repentina voz irrumpir en mi deseoso momento.

Sonreí ampliamente y volví a cerrar mis ojos,ignorándo el hecho de que Lando por fin se encontraba a mi lado y continué autoproporcionándome ese placer del que mi cuerpo se encontraba tan necesitado.

-Lando...- gemí en voz baja,de manera que solo él me pudiese escuchar.

Sentí como el colchón se hundió a mi lado y,antes de que pudiese incluso abrir los ojos, pude notar como mis dedos eran substituidos por otros más largos y cálidos.

Jadeé con fuerza en cuanto sentí como sus dedos se perdían entre mis pliegues y jugueteaban con mis fluidos de una manera ágil y entrenada.

-Oh,¿a mi chica le gusta la sensación de tener mis dedos moviéndose en su interior?- murmuró alcanzando mi cuello con su boca, lamiéndolo y mordiéndolo sin control o delicadeza alguna.

-S-si- logré decir con la voz entrecortada, sintiendo como su tacto en mi sexo estaba formando un nudo de placer en la parte baja de mi vientre.

-Bien,pues tendrá que demostrármelo de alguna manera para que yo pueda hacerla sentir muy bien- apartó sus dedos y abandonó mi intimidad a la par que un quejido se escapó de mi boca por la falta de su tacto- Vaya, ¿Querías más de mí? Hazme la mejor mamada que me hayan hecho en mi vida y te daré tanto de mí que rogarás que pare nena- atacó mis labios posesivamente una vez más,tal vez, disfrutándolos antes de que éstos pasasen a otro lugar de su anatomía.

Me coloqué encima de él,a horcajadas,sonreí ampliamente y comencé a pasear mi lengua desde su nuez hasta los pequeños abdominales que se marcaban bajo su estómago, mordiéndolos ligeramente y humedeciéndolos con mi boca.

El bañador comenzó a molestarle y, desesperado, él mismo se lo quitó, tirándolo por algún lugar del camarote y dejando su notable erección libre.

-Oh, ¿Mi chico quiere algo más de mi?- me burlé mirándolo de manera divertida, replicando las palabras que él mismo me había dicho anteriormente.

-Prefiero verte con la boca ocupada en vez de hablar tanto- colocó su mano en mi nuca y empujó mi cabeza hasta que mi boca atrapó su miembro.

Automáticamente, gimió en cuanto su erección se vió envuelta entre los círculos que mi lengua trazaba alrededor de su punta y echó la cabeza hacia atrás, disfrutando de la humedad de mi boca y del trabajo que ésta estaba haciendo con su sexo.

Dando ligeros tirones en las raíces de mi cabello,el británico se dedicó a guiar mis movimientos como él quería, teniendo todo el control de la situación y usando mi boca para autocomplacerse a sí mismo.

-Quiero correrme en tu cara, ¿Lo entendiste?- advirtió en cuanto su miembro comenzó a palpitar con rapidez.

A modo de respuesta, gemí y seguí trazando diversas formas con mi lengua y masajeando sus testículos con mis manos.

Sin previo aviso, sacó mi boca de su erección y derramó su semen en mi cara,algo que,sin duda,me tomó desprevenida pero,aún así,abrí la boca,intentando captar la carga del británico.

Sonrió realmente complacido en cuanto me vió tan dispuesta para él,con la boca perfectamente abierta para tomar todo lo que quisiese darme.

-Buena chica, déjame ayudarte- limpió los pequeños restos de líquido blanco de la comisura de mis labios y me tomó del mentón,dejando mi rostro a la altura del suyo y volviendo a besarme salvajemente.

Cambió la posición,quedando,esta vez, él encima de mí. Alineó su punta con mi entrada y comenzó a juguetear con sus dedos en mi núcleo sensible mientras que,de una sola estocada,se hundía en mi interior.

Ambos gemimos ante la exquisita sensación que llevábamos ansiando desde que cogimos ese maldito vuelo en Mónaco hacía ya muchas horas.

Mientras que su pulgar atormentaba mi clítoris, su miembro entraba y salía de mi interior a un ritmo rápido y descontrolado, casi hipotónico,sumiéndonos en una ola de placer que en cualquier momento nos consumiría.

-Oh,dios,Lando- jadeé aferrándome a sus hombros, sintiendo como mi cuerpo comenzaba a desfallecer y ceder ante el deseo.

-Lo sé,lo sé- fué lo único que dijo, entendiendo lo que mis palabras intentaban decir.

Ambos estábamos cerca,sus movimientos comenzaban a notarse cansados y mis piernas empezaban a temblar notoriamente.

Sentí como Lando se descargaba una segunda vez,pero en esta ocasión en mi interior,y no tardé mucho más en sentir como mis fluidos eran liberados y bañaban su miembro, mojando las sábanas que se encontraban bajo nosotros.

El británico se desprendió a mi lado mientras nuestros pechos subían y bajaban de manera irregular y en su rostro se formaba una iluminadora sonrisa de felicidad.

-¿Habéis terminado de hacer vuestras guarradas? ¡Queremos cenar!- gritó Carlos aporreando la puerta de nuestro camerino.

-Creo que ellos ya han empezado,solo que con el postre- escuché hablar a Rebecca.

Tanto Lando como yo nos miramos y comenzamos a reir a carcajadas.

¡Hellooo! Sé que dije que lo iba a subir la semana pasada pero la prioridad era Mon monsieur,sorryyy.

Buen viaje para Lando y Chloe,¿no?¡Yo también me apunto!

No olvidéis que una estrellita, un comentario y un follow siempre ayudan mucho.

Atte: Alma<3