A POR LA 33
"Joder Lucie,has ganado la 33"

Beber,bailar y olvidar.

Olvidar al imbécil de mi ex que me ha puesto los cuernos con mi mejor amiga en mi propio cumpleaños.

-Ronda de chupitos!- gritó mi amiga Marta apareciendo a mi lado junto a Christian.

-Vamos Lucie,alegra esa cara,no se cumplen 27 años todos los días- carcajeó el chico golpeando su hombro contra el mío de manera divertida.

-Es que no puedo dejar de pensar en ese imbécil de Josh, quién se cree para engañarme? Y para más,en mi propio cumpleaños- gruñí molesta.

-Es un imbécil Lucie,pero sabes qué? Se me ocurre una idea increíble para que te olvides de él- rió Marta tendiéndome un shot de Jagger Rulo.

-Soy toda oídos- dije prestándole atención.

-Bebe y líate con el primer hombre que se te cruce- chocó su vaso contra el mío en un brindis y se llevó el contenido del pequeño vaso a sus labios, ingiriendolo todo al igual que Christian.

-Siempre y cuando esté bueno,claro- aclaró mi amigo obligándome a beber el chupito.

Hice una mueca de asco en cuanto el líquido cayó en mi garganta y solté varias maldiciones al sentir el ardor del alcohol bajando por mi faringe.

-Ahora,vamos a buscar a ese chico que te va a dar la mayor follada de tu vida- la española tiró de mi brazo y nos guió a los tres hasta quedar en medio de la pista.

Bueno,ya que estamos... Bailemos al menos.

Dejé que mis caderas se moviesen libremente, pegando mi cuerpo al de Marta y Christian,perreando los tres juntos en fila.

La cosa no tardó mucho en animarse y tardamos,incluso menos, en cuanto nos bebimos varias copas que trajo Christian de manera totalmente gratuita tras ligarse el barman.

-Lucie! Ese chico de ahí arriba no te para de mirar!- exclamó Marta pegándose a mi oído y señalando con el dedo a un hombre que estaba en la zona VIP.

Sonreí arrogantemente cuando el hombre señalado me guiñó un ojo de manera terriblemente sexy.

-Mierda Lu, está claro que quiere follarte!- chilló Christian emocionado.

-Si de verdad quiere hacer eso,que venga él- me encogí de hombros y sin perder la sonrisa, volví a bailar de nuevo.

-Pero tía,está buenísimo, además,si está en la zona VIP significa que tiene mucha pasta!- Marta me tomó por los hombros e hizo que la mirase fijamente.

-Marta,llevaba con el mismo tío 3 años y me puso los cuernos con la que fué mi mejor amiga desde los 9; no esperes que le lama el culo a ningún hombre. Si de verdad quiere eso conmigo tendrá que buscarme- aseguré sintiendo una increíble fuerza vital recorriendo mis venas.

-Esa es mi amiga perras!- gritó Christian alocadamente.

Los tres reímos y seguimos a lo nuestro,bailando como si la condenada vida se nos fuese en ello y disfrutando del ritmo de la música.

Ni siquiera me dí cuenta cuando perdí de vista a mis amigos,para cuando quise buscarlos Marta estaba yéndose hacia los baños junto a un chico que no conocía de nada y Christian estaba comiéndole la boca a un tío en mitad de la pista.

-Parece que te han dejado sola- una voz varonil detrás de mí logró que pegase un pequeño salto del susto.

Y cuando me giré, ahí estaba él; el chico de la zona VIP.

Bueno chico,viéndolo de cerca parecía, más bien,un hombre hecho y derecho. Estaba realmente musculado y tenía una mirada que lograba atravesarme y ponerme realmente nerviosa.

-Si... Están...- me aclaré la garganta- algo ocupados.

-Bien,me dan la excusa perfecta para acercarme. No puedo dejar a una chica tan guapa como tú sola- alagó acercándose lentamente.

Su cercanía y su altura me intimidaban,me sacaba varias cabezas y era más que evidente que me llevaba varios años de diferencia.

Pero que le jodan a la edad,la altura y a la vida; estoy aquí para pasármelo bien y olvidarme de ese imbécil de Josh.

-Entonces... Serás mi guardaespaldas personal, chico desconocido?- pregunté alzando la ceja de manera divertida.

Antes de que pudiese responder,la voz de Christian se escuchó a nuestro lado de repente.

-Luc- oh, veo que estás ocupada- sonrió ladinamente al ver al chico que estaba frente a mí- ya os dejo solos,disfruta de tu regalo de cumpleaños entonces.

Me guiñó un ojo y se fué tan rápido como vino.

-Así que es tu cumpleaños- rió el desconocido.

-Si...- respondí algo avergonzada.

-Me permites darte un pequeño regalo improvisado?- extendió su mano hacia mí dirección, mirándome fijamente.

Ni me lo pensé dos veces, agarré su mano y dejé que me guiase a donde él quisiese.

Subimos algunas escaleras hasta llegar a la zona VIP en la que estaba él antes y seguimos caminando recto por un pasillo que tenía varias puertas.

El hombre se frenó frente a una y un gran guardia de seguridad apareció a nuestro lado.

-Que nadie entre ni nos interrumpa, entendido?- apuntó el pecho del guardia a modo de advertencia.

El gran hombre asintió y mi acompañante abrió la puerta de la sala,dejando ante mis ojos la imagen de una gran habitación con una cama de matrimonio en el centro,dos sofás a los laterales y una barra llena de alcohol justo a la derecha nada más entrar por la puerta.

-Esto sería más fácil si me dijeses como te llamas querido desconocido- bromeé analizando con la mirada esa ambientada sala.

-Me llamo Fernando, cómo te llamas tu, desconocida?- preguntó siguiendo cada uno de mis pasos por detrás.

-Lucie,me llamo Lucie- afirmé pronunciando mi nombre.

-Bien Lucie, entonces... Me permites darte tu regalo de cumpleaños?- con tan solo un paso más, quedó justo frente a mí posando sus ojos sobre los míos.

Sus grandes manos se situaron en mi cintura y no pude evitar que todo mi cuerpo se estremeciese ante su tacto.

-Serías el primero en darme un regalo- confesé perdida en su intensa mirada.

-Entonces será todo un honor- se acercó a mi oído y susurró antes de comenzar a besar mi cuello.

Dejé que mi cabeza cayese hacia atrás, disfrutando del tacto de sus labios sobre mi piel.

Su agarre en mi pequeña cintura se volvió firme y más fuerte,llegando a sentir como sus dedos se clavaban en mi cadera.

Gemí en cuanto sus besos llegaron a mi escote,donde dejó una lamida que llegó hasta mi pecho derecho,el cual sacó de la tela del vestido y chupo, succionó y mordió a su antojo.

-Quítate el vestido y siéntate con las piernas abiertas en el borde de la cama- su tono de voz se había vuelto autoritario y lo que acababa de decir no había sonado como una petición sino,más bien,como una orden.

Rápidamente y de manera desesperada,hice lo que me pidió,cogiendo los tirantes del vestido y tirando de ellos hasta que la tela púrpura cayó a mis piés.

Pude ver como se relamió los labios y me miraba de arriba abajo al verme expuesta ante él y con tan solo un fino tanga cubriendo mi zona íntima.

Me senté en el borde de la cama y,tal y como él había exigido, abrí mis piernas, mostrándole la humedad que manchaba la tela de mi ropa interior.

-Solo un par de besos en el cuello y tus tetas y ya estás empapada- rió y se hincó frente a mí.

Colocó ambas de sus manos en la cara de mis muslos y abrió más mis piernas.

Sus gruesos dedos rozaron mi núcleo por encima de la tela,algo que logró hacerme jadear con tan solo ese pequeño toque.

-Feliz cumpleaños Lucie- separó mi tanga y lo hizo a un lado antes de comenzar a atormentar mi clítoris con su lengua.

Gemí tan fuerte como mis pulmones y mi boca me permitieron.

Por inercia, intenté cerrar las piernas mientras su lengua se abría paso entre mis pliegues rozando las paredes de mi intimidad con la punta.

Al darse cuenta de que estaba apretando mis muslos,Fernando hizo más fuerza con sus manos en la superficie de mi piel, impidiéndome que volviese a intentar cerrar mis piernas.

En cualquier otro momento me habría quejado por la rudeza en la que sus dedos estaban clavados en mis muslos pero,para ser honestos,ahora mismo es lo que menos me importa.

Su boca hacia maravillas en mi interior y su pulgar se había unido a la fiesta,pulsando en mi clítoris como si de un maldito botón se tratase.

Y yo solo podía gemir y maldecir en mil idiomas distintos porque no había conocido a este increíble hombre antes.

-Fernando,te necesito dentro- demandé con la voz entrecortada por la excitación.

Lo sentí sonreír contra mi centro antes de incorporarse y aprisionar mi cuerpo contra el suyo colocando ambas manos a los lados de mi cintura,apoyándose en el colchón de la gran cama.

-Todo lo que la cumpleañera desee- posó un tierno beso sobre mis labios y gateó conmigo hasta llegar a la almohada.

La cogió y elevó mis caderas para colocarla debajo de éstas.

Al principio no entendí el porqué de eso pero no tardé mucho en comprenderlo y agradecerlo cuando sentí como su miembro entraba en mi interior de una sola estocada.

El hecho de mantener las caderas algo elevadas le daba más acceso a mi intimidad y sus embestidas se notaban en lo más profundo de mi ser.

Me sentía llena,completa y jodidamente excitada.

Los ruidos de su pelvis chocando contra la mía y nuestros gemidos y respiraciones agitadas eran lo único que se escuchaban en toda la habitación.

-Joder,te sientes tan bien Lucie...- jadeó besando mi cuello,succionando en algunas zonas en las que,muy probablemente,dejaría marcas.

Pero que me importa a mí? Que me deje todas las marcas que quiera.

Bajó su boca hasta mis pezones y comenzó mordisquearlos como si de un juguete se tratasen.

Su mano derecha se mantuvo en mi cintura,agarrándome con fuerza mientras me seguía embistiendo. Su mano izquierda,en cambio, siguió su propio camino hasta llegar a mi clítoris,donde comenzó a frotar dos de sus dedos,logrando que un nudo comenzase a formarse en mi vientre.

-Fernando- gemí sintiendo como el placer estaba a punto de consumirme.

-Hazlo Lucie, déjalo salir. Puedo sentir como te estrechas alrededor de mi polla- mordió mi lóbulo y eso,junto a sus palabras, fué más que suficiente para dejar que mi cuerpo se liberase.

Clavé mis uñas en su espalda en cuanto sentí como me llenaba por completo y me hacía sentir realmente satisfecha.

-Espero que te haya gustado tu regalo de cumpleaños- besó mi mejilla y,tras unos segundos de reposo para descansar después de esa agitada escena, se levantó de la cama y comenzó a vestirse.

Estaba por irse y,la verdad,no era algo que me extrañase,al fin y al cabo... Los dos sabíamos que solo sería una noche de sexo.

-Mi número está apuntado en el papel que hay sobre la mesilla. Llámame cuando quieras- agarró el pomo de la puerta pero antes de abrirlo se giró y me volvió a mirar- ah y Lucie,no hace falta que sea tu cumpleaños,puedo darte un regalo cada vez que tú quieras- sonrió y me guiñó el ojo antes de irse.

Sonreí complacida ante esa idea.

La verdad,no me importaría volver a verlo y recibir otro regalo como este.

Tras unos minutos mirando a la nada, imité la acción de Fernando y me vestí, coloqué correctamente mi vestido y salí por la misma puerta en la que había entrado hacía más de una hora.

Por dios,Marta y Christian estarán buscándome como locos!

-Ahí estás! Dónde diablos estabas Lucie Brighton- gritó Marta algo preocupada.

-Estaba ocupada con un chico- rió Christian a mi lado.

Sonreí ampliamente y pude ver como mi amiga me daba una mirada cargada de orgullo.

-Esa es mi chica. Y quién es el afortunado?- preguntó mi amiga mientras salíamos del local.

-Esto... Parecerá una locura pero es ese tío de ahí que está rodeado de cámaras...- murmuré frunciendo el ceño realmente confundida.

Decenas de cámaras y paparazzis estaban alrededor del hombre con el que me acababa de acostar.

Qué pasa? Es famoso o algo así...?

-Joder Lucie,has ganado la 33!- exclamó mirándome con incredulidad.

-La qué?- preguntó Christian tan confundido como yo.

-Te has acostado con un piloto de Fórmula 1!- dijo sorprendida.

Espera,espera, qué yo que?

-Es una broma verdad? Dime que es una broma- rogué sintiendo el rubor anhidar mis mejillas.

-Has follado con Fernando Alonso!- chilló emocionada.

Ay dios, dónde me he metido?

Otro capítulo intensito y con diferencia importante de edad entre uno y otro🤭🤭

Lucie se ganó la 33 y muchas querríamos ser ella,la verdad.

¡Nos vemos en la siguiente historia!

Atte: Alma<3