✧ Sonrojos
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KaiSoo
1180 palabras; viñeta.
Lo que más le gusta a JongIn de su amigo KyungSoo son sus mejillas, sonrojadas por él.
School!AU, Fluff.
Propuesto por mi :v
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La mirada de JongIn era como siempre, el mayor de sus problemas.
Do KyungSoo y Kim JongIn habían sido amigos desde hacía un par de años, se habían conocido cerca de la biblioteca, cuando accidentalmente habían tropezado por andar cada uno en su mundo.
Se habían disculpado amablemente y se habían presentado formalmente, descubriendo poco después que tenían algunas cosas en común.
Pero KyungSoo no podía simplemente acostumbrarse a la mirada que JongIn le dedicaba de vez en vez, cuando estaba comiendo, leyendo o prestando atención a alguna clase.
KyungSoo le había dicho, que era un poco molesto que lo observara tanto, pero JongIn siempre decía que todo en él le parecía tan fascinante que no podía dejar de observarlo.
JongIn molestaba a KyungSoo, siempre lo molestaba de esa manera, el bajito sabía que era su manera de ser, travieso siempre con una sonrisa galante.
La clase de chico que cualquier chica quisiera tener. KyungSoo lo sabía porque algunas se lo habían dicho, se lo habían dejado bien claro; que era imposible que JongIn se fijara en alguien como él, que seguramente sólo eran amigos.
Ellas asumían y KyungSoo hacía lo mismo, admitir que era verdad, aunque no era como si aceptara que de alguna manera el moreno le pareciera atractivo.
JongIn, con su estatura considerablemente más elevada que la suya, su tez bronceada y suave, hombros anchos y brazos firmes por el ejercicio que gustaba hacer. Encantadora sonrisa y labios pomposos, cabellos revueltos y una personalidad adorable.
En definitiva su amigo era el blanco perfecto para cualquier chica. Pero él disfrutaba de observarlo a él.
¿Por qué? KyungSoo no podía saberlo, solo incomodarse como en ese momento, cuando JongIn se recargó sobre la palma de su mano, que a su vez se recargó sobre la mesa de estudios de la biblioteca.
ㅡ Te dije que es molesto. ㅡ la voz de KyungSoo salió suave, demasiado apacible porque bueno, estaban en la biblioteca y el silencio era lo más considerado en aquel espacio.
ㅡ No es molesto para mi. ㅡ JongIn se hundió de hombros, removiéndose de su lugar y suspiró.
Sus labios pomposos se curvaron en una sonrisa ligera y KyungSoo se sonrojó sin poder evitarlo.
El corazón de JongIn retumbó en su pecho, porque ahí estaba otra vez ese ligero sonrojo, las mejillas gorditas de su amigo pincelándose con un bonito tono carmesí que se difuminaba con su piel albina.
Era maravilloso, la manera en que sus ojos brillantes se encendían con el rubor de la pena que sentía y JongIn se sentía realmente cálido. Su corazón palpitaba tan veloz que podía sentir que se saldría de su pecho.
Que iría a dar a las manos de KyungSoo, de cualquier manera era suyo desde hacía tiempo, pese a que no lo supiera en absoluto.
Le gustaba sentir que su amigo se sonrojaba por su causa, porque quizá lo encontraba atractivo o porque había algo de él que le gustaba. Le gustaba pensar que quiza KyungSoo también se sentía aunque fuese un poquito enamorado de él.
Que quizá el mayor lo tuviera tan en cuenta en su corazón, que cuando su mano se estiraba con cuidado hacia la suya, la calidez emanando de su cuerpo era por su causa. Sólo por su causa.
JongIn soñaba, le gustaba imaginar que aquellas preciosas sonrisas en aquellos gloriosos labios, dibujando un perfecto corazón, eran suyas.
Que cada respiro que daba cuando JongIn se acercaba era a su causa, que JongIn lo provocaba de miles de maneras, todas diversas y espontáneas, todas y cada una tan bonitas como para que el bajito atesorara cada una de ellas.
Todos esos momentos que JongIn pasaba con KyungSoo, sus brazos rozándose repentinamente cuando lo acompañaba a casa pese a que KyungSoo siempre se negara, las puntas de sus dedos reconociéndose, tocándose con suavidad cuando JongIn pretendía tomar su mano y el sonrojo de KyungSoo aparecía ante sus ojos.
JongIn quería acercarse un poco más, quería reconocer en sus ojos el mismo sentimiento que él albergaba; quería que sus labios terminaran con su agonía y probar la dulce miel que sabía que la boca de su amigo le ofrecería.
Pero era eso, su amigo. Y la realidad lo golpeaba con guante blanco cuando KyungSoo se lo recalcaba, cuando le sonreía de manera lastimera y bajaba la mirada.
ㅡ No quiero que alguna de tus novias me amenace otra vez.
JongIn sonrió amargamente, porque él no tenía novias, no tenía ojos más que para él y el bajito no se daba cuenta.
ㅡ No tengo novia alguna, no la necesito. ㅡ JongIn recalcó. ㅡ Tengo alguien que me gusta.
KyungSoo tragó saliva, asintiendo con suavidad, alejando su mano de la de JongIn, que la había tomado antes y ahora se rehusaba a liberarlo.
JongIn entrelazó sus manos, sus dedos encajando con perfección, haciendo que su pecho doliera un poco. Su maldito sonrojo en sus mejillas liberando toda la tensión, todo su sentir expresado en su rostro.
Estaba apenado, le avergonzaba sentir todo lo que sentía en ese momento, el revoltijo en su estómago, el dolor en su pecho al escuchar a JongIn decir que tenía a alguien de quien gustaba.
¿Pero no era lo que quería? Que aquellas miradas desaparecieran. Si y no. Si porque eran molestas para él, incómodas... y no porque no podía acostumbrarse a la súbita idea de JongIn lejos de él en cualquier sentido.
ㅡ Eso suena genial.
ㅡ Lo es, pero tengo problemas para que lo entienda.
ㅡ Deberías esforzarte más.
ㅡ Lo hago, lo observo como si fuese mi mayor tesoro. Me encanta cuando sus labios se curvan en una sonrisa por diminuta que sea... me encantan sus mejillas sonrojadas, porque me gusta pensar que él también siente algo por mi.
KyungSoo tragó saliva, girándose lo suficiente como para observarlo a los ojos, con el corazón dando tumbos porque no podía ser él. No, no podía.
JongIn le sonrió con las morenas mejillas pinceladas de un precioso rosa y KyungSoo quería morirse en ese momento, porque JongIn se veía tan atractivo que no podía negarlo.
No pudo moverse incluso cuando JongIn se acercó, cuando su frente se pegó a la suya con todo el riesgo en sus manos.
Y las rodillas le temblaron cuando sus narices se rozaron, cuando su corazón amenazaba con dejar su caja torácica porque estaba demasiado extasiado.
KyungSoo no se movió, cerró sus ojos cuando llegó el momento y los labios de JongIn besaron con suavidad los suyos.
Y se preguntó si estaba soñando, porque ¿de qué otra manera Kim JongIn estaría besándolo en la biblioteca?
Fue corto, pero se repitió un par de veces, JongIn dejó su corazón en cada roce y el silencio los inundó a ambos.
No había palabras, para ninguno. Pero ninguno las sentía necesarias.
La calidez en sus pechos, las manos temblorosas de KyungSoo y sus labios acercándose a los de JongIn, correspondiendo ciegamente sus sentimientos.
Con las mejillas sonrojadas y el corazón retumbando, sin palabras. Porque no había mejor manera que decirse a besos lo mucho que estaban sintiendo en ese momento.
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Notas:
Tenía ganas de escribir fluff ♡, espero que les guste.
Lo escribí en mi hora de comida xD así que perdonen los errores ,_,
Besos posholatosos
🌠Ary
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