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✧ MeewSoo

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KaiSoo

1812 palabras; viñeta.

JongIn es un perro mimado y KyungSoo es un gato gruñón.

Hybrid!AU, romance.

sugerido por KUINS00 ~

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🐶🏡🐱


Cuando Soo despertó ese día, estiró sus patitas en el acolchonado de la cama y sacó sus garritas, amasando el colchón con sus uñas filosas mientras se estiraba por completo. Abrió la boquita para soltar un pequeño bostezo y después de quedarse en esa posición por unos segundos, se irguió hasta quedar sentado por completo, llevándose la patita hasta la boca para comenzar a lamerla una y otra vez.

KyungSoo o Soo, como su dueño le había puesto, era un gato casero a esas alturas de su vida, pese a que lo habían abandonado a muy temprana edad en una caja de cartón en una esquina de una zona residencial, Soo nunca creyó que su vida fuese a mejorar.

Pasaron semanas en las que por más que se empeñaba en lamer su pelaje negro para que se viera decente, Soo seguía viéndose cada vez más sucio y también más flaco porque la comida en la calle solía escasearse demasiado.

Después de todo, no toda la gente alimenta a los animalitos de la calle así sean unos bebés, y mucho menos alguien quería hacerse cargo de un gato negro.

KyungSoo había escuchado muchas cosas dentro de la vieja caja de cartón que un día se deshizo después de una lluvia torrencial. A Soo no le gustaban las nubes grises, porque había aprendido que caían gotas de agua de muy arriba y aunque no comprendía qué era el cielo, sabía que terminaría mojado y su pelaje se arruinaría incluso más. A Soo no le gustaba el agua.

Había escuchado de muchas personas que por el simple hecho de ser él, traería mala suerte, e incluso señoras alejaban a sus hijos curiosos para impedirles que se acercaran por simple curiosidad.

KyungSoo había pasado tanta hambre que había terminado en los basureros buscando un trocito de carne o quizá un poquito de pescado y con mucha suerte no estaría en un alto nivel de putrefacción.

El gatito pese a todo, había comprendido que lo más probable era que pasara el resto de su vida así y que quizá moriría de hambre más pronto que tarde. Así que con la resignación instalada en sus ojos grandes y peculiares, en sus polvosos bigotes blancos y en su naricita rozada con forma de corazón. Soo se sintió morir una noche cuando escuchó a los perros del vecindario ladrar demasiado cerca.

Se le erizó la piel de solo escucharlos porque había visto el cadáver de un gato callejero de la cuadra siguiente hacía un par de semanas y seguramente en cualquier momento él terminaría con la misma suerte.

Tenía hambre, hacía frío y estaba mojado, las costillas se le veían cada día más, y sus ganas de abrir los ojos cada día se iban menguando. Fue entonces cuando lo conoció.

Sus manos varoniles lo levantaron del suelo y aunque él se estremeció pensando lo peor, el muchacho alto y flacucho le dedicó una preciosa sonrisa con todos sus dientes que Soo jamás podría olvidar alguna vez.

Lo abrazó con fuerza y lo metió en el auto sin dudarlo, en una caja de cartón con una toalla con la que se encargó de envolverlo cuando llegó finalmente a casa y le dijo por primera vez que ese sería su hogar de ese día en adelante.

ㅡ Soo... bienvenido a casa.

ㅡ No puedo creer que trajeras al gato... ChanYeol, Kai va a resentirlo muchísimo.

El otro individuo al que el muchacho calló con una sonrisa de esas deslumbrantes lo miró mal, pero después de echarle un segundo vistazo, lo tomó entre sus manos y comenzó a acariciarlo, murmurándole cosas bonitas al oído y diciéndole que todo estaría bien.

ㅡ Qué bueno que lo trajiste, está tan flaco...

Definitivamente nadie podría entender a Byun BaekHyun mejor que su nuevo dueño.

Soo ronroneó sobre la cama y se levantó sobre sus patitas para comenzar a caminar, con la cola levantada hasta la punta mientras avanzaba lentamente, contoneando con suavidad sus caderas y mostrándole a su dueño un primer plano de su asterisco antes de bajarse de la cama.

El gato había recobrado sus fuerzas por completo, su pelaje era hermoso y nunca creyó que a alguien le gustaría tanto el color de sus cabellos. Pero tampoco nunca creyó que iba a llegar a convivir con una de esas criaturas tan malas: los perros.

Soo observó con sus grandes pupilas a Kai, el perro que BaekHyun había adoptado demasiado tiempo atrás, según había escuchado decir. El perrito era de raza pequeña y sin embargo estaba un poco más alto que él, tenía los cabellos castaños y revueltos casi todo el tiempo, porque se la pasaban acariciándolo la mayoría de las veces.

En pocas palabras, Kai era un perro mimado y Soo lo odiaba con todo su corazoncito gatuno. Porque desde que lo vio, Kai había comenzado a menear la colita como loco y dio tantas vueltas a su alrededor que lo mareó por completo, acercándose con demasiada confianza para olfatearlo con su nariz oscura que lo acosaba todo el tiempo.

Soo creía que Kai era odioso y tener que escuchar sus ladridos y todo lo que decía en ese lenguaje era simplemente abrumador para él.

¡Soosie! ¡Soosie! ¡Soosie! Hoy amanecí bastante guapo ¿no lo crees? Quizá merezco un premio de besito... un besito de tu lengüita húmeda.

Soo escuchó la que sería la primera sentencia de acoso matutina y lo observó con detenimiento, mientras el perrito comenzaba a dar vueltas alrededor del sillón de la sala y después se tiraba en la alfombra a sus pies. Porque Kai siempre decía que Soo podía tenerlo a sus pies si le daba un lengüetazo en lugar de que le encajara las uñas como casi siempre intentaba hacer.

Kai lloraba cuando Soo levantaba sus garritas y salía corriendo para meterse debajo de la cama, y lo observaba con sus ojos brillantes, haciendo que Soo se sintiera un poquito extraño al respecto, con un poco de remordimiento.

Y es que pese a que parecía no ser igual, Soo de alguna manera seguía viendo a Kai como un perro y por ende, como una señal de alerta emitida por su cuerpo para cuidarse y defenderse. Independientemente de las intenciones del canino, Soo sentía que si lo dejaba acercarse demasiado, seguramente iba a morderlo o terminaría destazado por sus filosos dientes.

Pero pese a ello, Soo siempre terminaba paseándose por la cama, con la cola bien estirada y tallándose en los bordos, maullando de vez en cuando para que Kai le prestara un poquito de atención y saliera de aquel oscuro rincón. Le molestaba mucho ver al canino temblando o que lo viera de aquella manera tan lastimera, casi con miedo.

Seguramente sus ojos grandes y brillantes así se habían visto cuando estaba en la calle y Soo no quería que Kai lo viera de esa manera, por lo que terminaba sentado al lado de la cama, esperando a que el otro terminara de salir.

ㅡ Ya se fueron los humanos, deberías salir a comer. ㅡ el gato murmuró mientras ronroneaba.

Después de unos segundos sin respuesta, Kai finalmente asomó el hocico con cierto recelo y sacó la cabeza de debajo de la cama.

ㅡ ¿Por qué me odias? Yo sólo quería un besito...

ㅡ ¿Por qué quieres un besito? Eres un perro y yo soy un gato. ㅡ Soo soltó con cierto desdén que intentó relajar justo después de haber terminado de hablar, así que agregó ㅡ no nos llevamos bien.

ㅡ Puedo llevarme bien contigo, te daré mi leche y una ración de mi comida si quieres... ㅡ Kai terminó de salir debajo de la cama y comenzó a menear la cola como cuando se ponía de buen humor, haciendo que Soo lo observara con detenimiento.

ㅡ ¿Quieres... darme un besito? ㅡ Soo permaneció en el mismo lugar, con los ojos grandes vigilando al can que se sentó a su lado.

Kai asintió y Soo ronroneó, impulsando sus patitas para subirse al colchón de la cama desordenada, porque sus dueños siempre salían corriendo al trabajo por quedarse dormidos.

El perrito lo observó lamerse las patitas una y otra vez, como cuando se bañaba y después de unos segundos, el cuerpo del gato comenzó a temblar, haciendo que su pelaje temblara y su cuerpo comenzara a expandirse lentamente. Era como magia, como si una luz pequeña surgiera del pecho del gatito y su cascabel en el cuello comenzó a sonar desde que el propio animalito comenzó a temblar.

Soo comenzó a desaparecer poco a poco y Kai ladró cuando ante él se mostró la silueta de un hombre bajito y de cabellos azabaches, su piel era demasiado blanca y por un momento el perro pensó que estaba soñando, pero las orejitas y la cola de Soo se mostraron para convencerlo de que se trataba de él, nada más y nada menos que él.

ㅡ Creo que no puedes besarme, Kai... ㅡ KyungSoo pronunció con sus perfectos labios acorazonados y su bigotes ondeándose en cada movimiento de su rostro, cubriéndose con las sábanas de sus amos el cuerpo desnudo con detenimiento y después se giró para tomar prestada la camiseta de ChanYeol por un momento.

Y cuando volvió la vista hacia el frente se sorprendió por completo; delante de él se encontraba Kai... o los restos de Kai porque en su lugar estaba parado un hombre de piel morenita y piernas largas. Las orejas escondidas entre los cabellos castaños y una sonrisa traviesa.

Estaba completamente desnudo y se aproximó hacia él, inclinándose apresuradamente para tomarlo desprevenido, olfateándole por un segundo, antes de que sus labios se estamparan con los suyos en un movimiento suave y lento.

Soo se estremeció al mero contacto y la piel se le erizó por completo, sintiéndose exhibido ante el híbrido que tenía enfrente, sintiéndose encarcelado por aquellas manos que lo aprisionaron a sus costados sobre el colchón.

Kai besaba bien, se dijo en su interior mientras las entrañas se le revolvían porque era un perro a quien tenía enfrente, uno que debía ser malo pero que él no le veía absolutamente ninguna objeción.

Soo tragó saliva cuando se el beso se cortó por completo y Kai se sentó a su lado, poniendo la mano en su rodilla para esperar por él, porque siempre esperaba por él, después de todo. Y así, con los grandes ojos brillando aquella mañana de enero, cuando el frío azotaba el exterior, Soo extendió su manita hasta la de Kai y se dejó tomar con la seguridad que el perro desbordaba.

ㅡ Creo que si puedo hacerlo Soosie, las veces que quiera a partir de hoy.

Era un perro mimado, después de todo, BaekHyun siempre le ofrecía lo mejor, y probablemente Soo no dejaría de ser gruñón, pero mientras, podrían acostarse los dos sobre las sábanas revueltas y observar por la ventana, acurrucándose el uno sobre el otro para ver la nieve caer y cubrirse con las mantas.

Después de todo, dejar que Kai lo besara y le oliera a cada rato no estaba tan mal, si se lo pensaba mejor.

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🌙

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《Fanart por ciaosoo ♡》

Notas:

Hace tiempo vi este fanart y se me ocurrió algo así, tenía planeado hacerlo pero no he tenido tiempo y como alguien pidió un hybrid!AU, pues aquí se los traigo en versión chiquita. Espero que les haya gustado, es la primera vez que escribo uno :'v

No sean malitxs con Soo, tenía un poquito de miedo y pánico a los perros, y en verdad quería a Kai, sólo que no sabía cómo demostrarlo XD Ok quizá no lo mostré tanto pero en la versión extendida de mi cabeza así es ;W;

Muchas gracias por su apoyo al proyecto ♥ me siento muy contenta de poder hacer esto con ustedes.

Besos posholatosos

🌠Ary.

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