OVA 2: Siendo Padres
--- Y así fue como Súper Sonic derrotó no sólo al Consejo del Caos, sino también al chiflado que quería destruir el Shatter-verse con tal de construir su mundo de ensueño ---. Narraba cierto erizo azul mientras observaba a un zorrito bebé sentado en su cochecito. --- Y todos vivieron felices para siempre, el fin ---. Sonrió.
Prism sonrío mientras aplaudía, le había gustado la historia.
--- ¿A que fue ge-? ---. El erizo no pudo terminar la frase, debido a que fue bruscamente interrumpido por fuerte puñetazo en su cabeza. --- ¡Ouch-! ---. Se quejó sobandose el golpe.
--- ¡¿Qué te dije sobre contarle esa historia al niño?! ---. Cuestionó Nine notablemente enojado.
--- ¿Qué?... No te mencioné directamente... ---. Sonic suspiro. --- Además, va a estudiar ese evento cuando vaya a la escuela... ¿Ya olvidaste la charla que tuvimos sobre " no dejar que el pasado te consuma"? ---. Cuestionó.
--- No, mis recuerdos sobre los orígenes de tu amistad con Tails son muy claros... ---. Respondió el contrario soltando un suspiro. --- ... Sólo no quiero que lo sepa aún... ---. Nine bajo su cabeza, observando la tobillera que tenía en su pie derecho.
Había pasado un año desde la primera vez que Sonic trajo al pequeño Prism para que conociera a su padre por primera vez. A partir de esa visita, la actitud del zorro cambió radicalmente, no sólo por la advertencia del mayor, sino por su propia voluntad; dejó de intentar escapar, agredir a los guardias y mostrarse reacio a cooperar. En cambio, comenzó a volverse más sociable, de vez en cuando ayudaba a otros reclusos y guardias, se unió a varios talleres y programas relacionados a las máquinas y tecnología, e incluso asistía a una terapia grupal tres veces a la semana.
Tras un año de buen comportamiento, y mucha insistencia por parte de Sonic, Nine consiguió ser aceptado para salidas esporádicas de la prisión una semana cada tres meses, monitoreado por una tobillera electrónica y bajo la tutela de Sonic. Cualquier mínimo intento de quitarse la tobillera o cometer una infracción era un "ring" automático para que fueran a buscarlo, anulando dicho privilegio automáticamente.
Hoy sería la primera vez en casi tres años que volvería a ver la luz del sol, aunque no estaría en total libertad hasta que su hijo mínimo tuviera treinta años de edad, por lo que era normal que estuviera más sensible e irritable.
Al verlo, Sonic se acercó a él colocándole una mano en su hombro para darle apoyo.
--- Se que estas asustado Nine, no sólo por ti, sino también por Prism y por mi... El futuro es impredecible pero, si ya llegamos hasta aquí, hay que seguir adelante... Después de todo, él depende de nosotros ---. Dijo mirando al azulado zorro de dos colas dentro de su cochecito
Nine se quedó pensativo mientras miraba a su hijo. Sonic tenía razón, no podía modificar el pasado pero si hacer un esfuerzo para hacer un mejor futuro para descendencia. Sabia que se perdería muchos momentos durante la infancia y adolescencia de Prism, en parte sabiendo que se lo tenía merecido, pero aprovecharía cada mínima oportunidad de estar con él.
Estaba dispuesto a evitar que cometería los mismos errores que lo llevaron a terminar en esa celda.
--- Si... Lo hecho, hecho está... Me equivoque y ahora lo estoy pagando, pero creo que es momento de dejar eso atrás ---. Dijo acercándose a una pared de la celda, cercana a su cama.
Dicha pared estaba tapizada por varios periódicos, todos mostrando su fotografía en primera plana, captando el momento exacto en que lo metían a esa celda.
Los titulares eran variados:
"El Temible Terrorista Universal Finalmente Es Capturado"
"Posible Pena De Muerte Para Nine The Fox"
"NIne The Fox Es Condenado A Cadena Perpetua"
"LA PRISIÓN DE MÁXIMA SEGURIDAD DE NEW YOKE CITY YA TIENE A SU PRIMER RECIDENTE"
Debía reconocerlo, se ponían bastante creativos cuando querían llamar la atención.
Durante su primer año de confinamiento, cuando Sonic aún no tenía permitido visitarlo, los guardias le traían esos periódicos que hablaban específicamente de él a modo de "terapia". Sin embargo, Nine sólo se deprimiq más al leer ni sólo todas las cosas malas reales que decían de él, sino también por las mentiras que inventaban con tal de hacerlo parecer mucho peor de lo que era.
Por lo que empezó a tapizar esa pared con ellos a modo de recordatorio de que rl único causante de su miseria, era él mismo.
Pero ahora, no tenían motivo de estar ahí.
--- Antes eran un recordatorio de mi miseria... Pero ahora, no tienen motivo de ser ---. Dijo arrancando todos los papeles, esparciendolos por el suelo.
Acto seguido, se acercó a su mesita de noche, abriendo un pequeño cajón y tomando un par de fotos.
--- Ahora, mi única prioridad son tú y Prism ---. Dijo pegando ambas fotos en la pared, una de él y Sonic mientras Nine aún era un bebé, y la otra del pequeño Prism.
Sonic no pudo evitar sonreír al ver eso, sin duda había cambiado mucho.
En eso, un guardia les informo que su transporte ya estaba listo.
Era momento de ir con la Restauración a ver al resto del grupo.
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