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Like things are

Como las cosas son

Dando una última mirada a Harry, cerró la puerta detrás de sí. Suspiró, consolar a un niño había sido más difícil de lo que él había creído y mucho más cuando Severus no quería ver al niño llorar, y no porque le molestase sino porque algo dentro de él se rompía al ver a Harry tan triste; mucho peor a vísperas de su cumpleaños. Cumpleaños para el que faltaban solo unos minutos, gruñó. Se dirigió hacia su sala, donde se suponía que aún estaban sus visitas indeseadas, esperando hablar con estos y al día siguiente con Harry.

Al llegar, solo vio a Lupin parado al lado de su red flú incómodo. El hombre lobo, al notar su presencia, lo miró con nerviosismo, moviendo la boca pero sin decir algo que Severus pudiese entender. Irritado, Severus se acercó.

—Puedes tomar asiento, Lupin, mis sillones no muerden o incineran— aunque quisiera, le susurró una vocecilla de su mente. Tomó asiento en el sofá más grande. Lupin asintió y tomó asiento en el sillón de al lado, uno individual — Supongo que Dumbledore ya no está aquí — obvió, para aligerar el ambiente, el licántropo asintió lentamente.

— Mmm ... volvió a su oficina — notó que jugaba con sus manos, nervioso, su vista posada en estas. Le estresa ver a gente nerviosa, le estresa tener a Lupin en su sala.

—Lupin — ante el llamado, el castaño levantó su mirada hacia él — Escúpelo — espetó. Haber aprendido legeremancia también le había permitido conocer sobre el comportamiento corporal y su significado, Lupin quería decir algo.

— ¿Por qué Harry te llamó ..?— La última palabra dicha por el hombre lobo sonó cómo un balbuceo.

¿Qué?

— Habla, Lupín— Aseveró Severus. ¿Acaso los hombres lobo no podían vocalizar palabras? ¿Era tan difícil?

Vio a su visita indeseada tomar una bocanada de aire. Realmente le daba ganas de golpearlo. ¿No podía repetirlo y ya? Lo vio titubear.

—¿ Te... t-te llamó papá? — Severus frunció el ceño — ¿Por qué Harry te llamó papá? — vocaliza Remus finalmente, dejando completamente frío al maestro de pociones ¿Había escuchado bien?

— En ningún momento el mocoso me ha llamado así— escupió.

— Y ahora lo llamas como si no tuvieras una conexión extraña con él — Lupin se puso de pie — ¿Por qué te llamó papá? — repitió el hombre lobo, dejando su nerviosa tranquilidad de lado, sonando molesto y demandante. ¿Qué se creía Lupin para hablarle así?

— En ningún momento me ha llamado así — se quejó Severus también, poniéndose de pie.

Yo lo escuché — Gruñó Lupin, más lobo que humano, cerrando su distancia peligrosamente.

— Oh, Lupin — dijo en tono venenoso Severus —  te hace falta un buen lavado de oídos ¿No crees?— Severus sonrió con malicia al ver como el contrario se ponía rojo de furia — ¿Sabes lo que es un baño? ¿Serán las pulgas?

Y con ese último comentario, el hombre lobo que siempre parecía ser una persona tranquila, tomó del cuello de la túnica negra al hombre de ojos Ónix.

— ¿Qué le has hecho a Harry? — Un gruñido animal, brotó de la garganta de Remus. Por un momento, los dorados ojos mordaces del castaño le recordaron al maestro, aquella broma de tantos años atrás.

Con un movimiento de brazo, Severus se soltó del agarre.

— Yo debería hacer esa pregunta, qué le ha hecho Potter a Harry para dejarlo así — Lupin bajo la mirada, tensándose y volviendo en sí. Severus estaba seguro de que Lupin sabía lo que había pasado  — ¿Entonces?

— James no hizo nada —  soltó el hombre lobo. Severus no le creyó — Creo que fue por algo que Lily dijo — ¿Lily había hecho que su hijo se sintiera de aquella manera? Luego recordó el ¿Por qué no me quieren? de Harry. ¿Lily realmente...? — Harry no debió escuchar eso  — gruñó de nuevo, aunque de una forma más triste, el merodeador.

— ¿Qué dijo? — exigió Severus, sin poder creer que Lily pudiera ser la razón por la que el niño había estado llorando.

:.:.:

Harry abrió los ojos con cuidado, percatándose de que se encontraba en una habitación poco iluminada, como la habitación que tenía en la mazmorra con Sev. Quería estar ahí, luego de haber tenido un sueño horrible donde su madre no quería su presencia en el cumpleaños de Aidan. Su pecho dolía de tan solo pensar en aquella posibilidad, Lily dejándolo de quererlo. Pero aquello había sido un sueño, así que volvió a acomodarse entre las sábanas, suponiendo que aún era temprano por la falta de luz dentro de la habitación.

Un ruido sordo lo alarmó, ocasionando que caiga de la cama. Harry soltó un leve quejido.

— ¡Oh, no! — una voz chillona resonó en la habitación — Mindy no quería asustar ni lastimar al Amo Harry — Harry rodó sobre el suelo, topándose entre la oscuridad a Mindy. La elfina se encontraba jalándose las orejas mientras repetía una y otra vez — Mindy no tenía la intención, Amo Harry, Señor —

—Mindy, estoy bien —  le aseguró, para que la elfina se detenga. Aún no comprendía bien el por qué lo hacía, su madre solo le había enseñado a decirles que era una orden el detenerse para que eviten hacerse daño — Mindy, es una orden — dijo Harry, intentando sonar firme. La elfa se detuvo.

— Sí, señor. Lo siento, señor —

— Sabes que puedes llamarme por mi nombre — recordó Harry a la elfina. Mindy asintió.

— Mindy solo venía a dejar una mochila con cosas para el Amo Harry durante su estancia en Hogwarts — Harry ladeó la cabeza, confundido.

Los ojos verde esmeralda del pequeño se dirigieron a la cama, a penas, notando el cubrecamas de color verde oscuro sobre estas. La cubierta de la cama que tenía en la mansión Potter era de los colores de la casa de los leones: rojo y dorado. A pesar de la falta de iluminación dentro de la habitación, también pudo notar que las paredes eran turquesas y no de un ligero amarillo como en la mansión. ¿... Qué hacía en las mazmorras? ¿Dónde estaba Sev?

— Y feliz cumpleaños Amo Harry. A Mindy le habría gustado que lo pasara con el Amo Aidan como otros años — Con los ojos desorbitados, Harry entendió. No había sido un sueño, todo era real. Prongs y Lily no lo querían en la fiesta de su hermano.

— Gracias, Mindy — intentó sonreír. Al menos ella se lamentaba por su falta de presencia en la fiesta que le harían a su hermano. ¿Pero por qué?

— Mindy le recuerda que su madre le dijo a Mindy recordarle, no olvidar devolver cierto libro. Está en su mochila — Con esas palabras, la elfina desapareció con un plop.

Harry se acercó a la cama, donde Mindy había dejado su mochila roja con sus cosas. La abrió despacio, esperando que estuviera el libro que había estado leyendo. Con suerte, quien hubiera alistado su mochila habría sido la misma Mindy y esta sabía cuánto le gustaba leer, que hasta le había logrado darle algunos libros de la biblioteca de la mansión. A esos libros aún no les había podido dar una hojeada, solo recordaba que uno traía como título Historia de Gran Bretaña mágica Siglo XX.

Se decepcionó al solo ver ropa en ella, pero hundiendo la mano logró sentir que debajo de toda la ropa estaban sus libros. Con cuidado sacó uno, siendo de casualidad la lectura que estaba realizando en aquel momento. Llevaba leyendo ese libro hacía dos meses y solo le faltaba un capítulo para acabarlo, y a pesar de que Sev le hubiera enseñado a leer, Harry aún demoraba en comprender el significado de las palabras al juntar las letras. Pero poco a poco fue notando cómo lograba leer de corrido.

Sin querer ser una molestia para Sev, prefirió sentarse sobre la cama a seguir leyendo el libro sobre hombres lobos. Para lo que había leído, su pequeña cabeza había empezado a crear tontas teorías sobre su tío Moony. Pero aquello debía ser una coincidencia, ¿cierto?.

:.:.:

Severus salió de su habitación, encontrándose con un completo silencio aún sabiendo que Harry se encontraba en la habitación contigua a la suya. ¿Le habría pasado algo? Aquel silencio no era para nada normal en el niño. ¿Seguiría triste por lo sucedido la anterior noche? El profesor se golpeó mentalmente, aquello era obvio, aunque aún no podía creer lo contado por Lupin. Lily ni siquiera le había hecho mención de que dejaría a Harry bajo su cuidado el mismo día de su cumpleaños. De Potter sí era de esperar, pero Lily...

Prefiriendo ir a echar un vistazo a Harry, se dirigió hacia la habitación de este y abrió la puerta.

La primera imagen que obtuvo fue la de un niño sentado sobre las sábanas desordenadas de la cama con un libro en mano. De vez en cuando el pequeño azabache apretaba los labios ladeando la cabeza, tal cual lo hacía Lily cuando se concentraba fascinada en alguna lectura. También notó cómo fruncía el ceño por ratos, suponiendo que era algo propio de él o heredado de Potter. Severus no asoció aquel fruncimiento de ceño a sí mismo, cuando lo hacía cada vez que no comprendía algo del texto o le disgusta al igual que Harry.

Sin percatarse que había estado observando a Harry por dos minutos en el umbral de la puerta y que este no lo había notado, fingió toser para llamar la atención del menor. Harry levantó la cabeza, viéndolo directamente a los ojos. Severus se enderezó e ingresó a la habitación, borrando la sonrisa que le había causado al ver a Harry leer.

— Buenos días, Sev  — saludó Harry. En efecto, el hombre lobo se había fumado algo para creer que Harry lo había llamado papá o que al menos lo volvería a hacer.

— Buenos días, cumpleañero — saludó Severus, esta vez agregando los buenos para evitar que Harry se volviera a sentir fatal. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del niño mientras colocaba su libro sobre sus piernas.

— Lo recordaste — dijo Harry, en un susurro contenido, viéndolo con esos ojos verdes brillantes que tenía. Severus sintió la extraña sensación de protegerlo, sin saber que Harry empezaba a sentir una sensación cómoda y abrasante en ese instante.

— Por supuesto que lo recordé — El profesor tomó asiento en una silla de madera que estaba al lado de la cama del menor — Pasarás tu cumpleaños conmigo, así que, ¿Qué te gustaría hacer? — Severus era consciente de que Harry necesitaba una distracción por lo sucedido la noche anterior.

—¿Lo que yo quiera hacer? —  Severus asintió, sorprendido por la respuesta del niño. Luego hizo una mueca, el día anterior le hizo analizar muchas cosas ¿Lily y Potter le privaron de cosas en su cumpleaños... o siempre? Si ya lo dejaban de lado en esa fecha no debería sorprenderle, pero como la persona terca que era se resistía a aceptar que su ex-amiga era capaz de ello.

—Sí, lo que quieres hacer — El pocionista notó como Harry se mordía el labio inferior, con sus ojos puestos en el libro que estaban sobre sus piernas.

—¿Crees que el Director se moleste si vamos a la biblioteca?— Severus enarcó una ceja ante la pregunta del pequeño mago. Los ojos verdes del niño brillaron de ilusión viendo a los suyos propios, el profesor en ningún momento notó que no había asociado los ojos verdes de este con alguien más.

—¿La de Hogwarts?— Harry asintió. Severus pensó por un momento, consideraba que al director no le molestase, pero tampoco podía consultarlo, ya que sabía que este estaría asistiendo a la fiesta de cumpleaños del hermano de Harry —Sí, no podemos, no pasa nada — Aseguró el niño con rapidez, cuando notó su falta de respuesta.

—¿Realmente quieres pasar tu cumpleaños en la biblioteca? Incluso podrías ir otro día — Vio a Harry reflexionarlo. Pero si el niño realmente quería ir a la biblioteca de Hogwarts, cumpliría sus deseos — Creí que pasabas tus ratos libres en la biblioteca de tu mansión — comentó Severus, pues realmente era algo que creía muy probable desde que notó la fascinación del mago menor por leer.

— La mansión es muy grande — Severus hizo una mueca, claramente algo digno del jodido Potter — Es común que me pierda. Y no sé donde está la entrada a la biblioteca, Prongs no me quiere decir donde esta. Y... — El profesor notó como Harry empezaba a cambiar su tono de voz a uno triste — Mamá solo dice que le pida a Laly por si quiero algo — Enmudeció.

Severus comenzó a reconsiderar la imposibilidad de las cosas en cuanto a los Potter.

—Veré si podemos ir ¿Está bien?— Harry asintió despacio. Severus dirigió su mirada hacia la mochila roja de Harry que estaba en una esquina de la cama — Cámbiate y luego iremos a desayunar — Severus se levantó de la silla —¿Algún pedido especial? — Harry sonrió y asintió.

—¿Panqueques con fresa y plátano?— Cuestionó de forma insegura.

— Eso será, entonces — le aseguró, dejando que su tono no diera espacio a dudas.

Harry asintió, más animado, mirándole con algo que no pudo definir y una suave sonrisa antes de voltear la vista a su mochila.


Casi me olvido de actualizar...

Sorry por la falta de actualización la semana pasada pero he estado ocupada estas dos ultimas semanas y aún así me di un tiempo hoy para publicar.

Lo más probable es que no publique otro cap la semana que viene, pero la que sigue si o si (como ahora). Cualquier cosa les aviso por anuncios.

Btw feliciten a  Harry y también a Aidan, porque es cumple de ambos (en este fic) y se vienen más caps de este día.

Adivinen de que otras dos personas tendremos su perspectiva de esta fecha. Quien adivine le dedico el siguiente cap, nos leemos.

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