Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❥. CAPÍTULO XXXIII

—Namjoon será condenado en unos días, Félix se encargó de eso.

—Soy un mal padre... todas las señales estaban ahí y yo... yo fracasé.

—Innie no digas eso, la verd-

—Yo tenia que proteger a Yeji y lo único que hice fue hacer su vida un infierno con ese maldito

Hyunjin consoló al menor, quien había empezado a llorar sobre sus brazos.

Cuando la policía llegó, Namjoon había recuperado la conciencia e intento escapar, pero no pudo. Fue trasladado a un hospital para curar las heridas, había tres policías cuidando la puerta, para evitar cualquier escape.

La pareja de exesposos estuvo con su hija en el hospital, el momento de asfixia no había sido tan grave, ya que Hyunjin logró llegar a tiempo antes que la pequeña perdiera la conciencia.

Seungmin había estado a cargo de la pequeña, viendo que todo estuviera en orden para que por fin le dieran el alta. La noticia salió en la televisión, por lo que varios de sus amigos no dudaron en llamarlo y darle su apoyo. Se quedó en observación un día y luego Hyunjin insistió en llevarlos a su casa, bueno a la casa de su madre.

Jeongin no tenia tantas fuerzas para oponerse, pese a que sus padres insistieron el fue con Hyunjin, sabia de alguna forma que su hija no lo necesitaba y el mayor no era tan bienvenido, al menos por parte de su padre.

Se encontraba sentado en el jardín, ya había pasado una semana desde el incidente y Jeongin no quería salir, prefería quedarse en casa, pese a que su hija ya corría, reía y todo parecía ser como antes, él no se sentía bien, se mantenía en la habitación de Hyunjin, encerrado, alegando siempre que le dolía la cabeza.

—Señor Jeongin, lo buscan —dijo una de las empleadas.

—No estoy para nadie.

—Tenemos que hablar, Jeongin —apareció la figura de Irene frente a la puerta.

—Señorita Irene, le dije que me espera-

—No te preocupes, déjanos solos —pidió, mientras se incorporaba de la cama en la que estaba acostado. Cuando se aseguró de que se había ido, la miró— ¿Y bien?

—Jeongin, primero quiero decirte que lamento mucho lo que pasó con Yeji, tu hija es preciosa en todos los sentidos y... fue muy feo.

El menor la miraba sin expresión alguna, esperando que dijera alguna otra cosa; sin embargo, se tomó unos segundos para volver a hablar.

—Sé que te he lastimado, por mucho tiempo, sé que te he hecho sufrir al meterme con Hyunjin sabiendo que era casada y sé que fue culpa de ambos, pero yo estaba enamorada de él o creía que era eso. Al final, cuando me dejó, entendí que solo era un capricho nuestro, queriendo revivir el pasado, que ya estaba enterrado.

—No entiendo a que viene todo esto, y en este momento no estoy para pensar en algo más.

—Me iré a Brasil con mis padres, tomaremos una vacaciones por el mundo, pero no me puedo ir sin pedirte perdón. —sonrió sinceramente— Hyunjin nunca te olvidó, pensé que al divorciarse todo estaría bien para nosotros, no fue así, él te recordaba constantemente, no lo decía, pero sus acciones demostraban lo contrario, siempre demostraron lo contrario y yo me esforcé para ser como tú, pero... nunca nadie podría ser como tú, nadie podría ocupar tu lugar en su vida. —se le escapó una risa nostálgica— Una vez, mientras teníamos intimidad, el me dijo "Innie", pero se rectifico y dije mi nombre, debí irme ahí, pero no quería. Mira, lograste que por su cuenta vaya a terapia.

—Irene, ya es pasado y es un pasado que me dolió. Perdón si alguna vez yo te herí indirecta o directamente.

—No me pidas perdón —se acercó a él y tomó sus manos— Por favor, yo soy la única que te dañó y quiero que dejemos esto atrás.

—Te perdono —le sonrió y sorpresivamente, Irene se acercó a darle un abrazo, el cual dudoso pudo aceptar— Jeongin, espero que puedas ser feliz con Hyunjin, lo merecen.

Dicho aquello, decidió levantarse y con una asentimiento de cabeza, se retiró. Jeongin se permitió llorar nuevamente, el dolor de lo que había pasado, la culpa que lo invadía y la confesión de Irene, estaba muy sensible.

Hyunjin llegó en la noche, se dio cuenta que el menor otra vez no había salido de la habitación a la que se estaba dirigiendo, tocó la puerta y entró, se acercó con cautela viéndolo dormir, tranquilamente, pero con los ojos llorosos, decidió retirarse, pero su voz adormilada habló.

—¿Ya te vas? —susurró.

—No quería despertarte, perdón, vuelve a dormir.

—No, ya estaba despertando, acuéstate a mi lado un rato, quiero hablar.

Hyunjin obedeció las palabras del menor y se acostó a su lado, el pelinegro lo miró e hizo un pequeño puchero.

—Yeji te extraña, sabes que ella no te culpa de lo que pasó.

—Pero yo sí, me culpa rotundamente de todo. Hyunjin la señales estuvieron ahí y yo me cegué, dañé a mi hija.

—Oye bonito, no me gusta que te culpes de las cosas —murmuró— Hablé con Jisoo de esto y como ella tiene licencia, me recomendó a otro de sus colegas para Yeji y uno para ti, necesitas ir a terapia o caerás en un hueco profundo.

—Lo haré, lo prometo.

Ambos se sonrieron, con una dulzura inexplicable y nuevamente sus miradas hablaron más que sus bocas.

—¿Recuerdas? Este era nuestro cuarto, después de casarnos, vivimos aquí un par de meses. Nos encerrábamos aquí para estar lejos de todos.

—Como voy a olvidarlo, entre estas 4 paredes me hiciste tan feliz —le respondió Hyunjin, y sus manos acariciaron su mejilla.

El mayor acerco su boca a la cabeza del menor e inhalo el dulce aroma del menor, perdiéndose en la respiración del menor. Ambos querían besarse, era obvio, pero había una barrera que no lo permitía

—¿Qué pasará contigo, Innie?

—Pensaba en quedarme aquí un tiempo más, Yeji te necesita y te quiere.

—¿Y tú? ¿Tú me quieres?

—Aún lo hago, debí olvidarte en todo este tiempo y por el contrario, te sigo amando —murmuró— Pero no podemos tomar las cosas a la ligera, tu has puesto de tu parte por cambiar y debo cambiar y mejorar yo como persona.

—Lo harás.

Jeongin asintió y lo abrazó, el mayor por su parte dejó suaves caricias sobre su cabeza, provocando que nuevamente se durmiera profundamente, ambos abrazados y trasmitiéndose aquel dulce calorcito, deseando que no termine.

━✧♡✧━━━✧♡✧━━━✧♡✧━

Un año después, en la fiesta de cumpleaños de Yeji, la pequeña corría sin parar de un lado a otro con sus primos detrás de ellos, siendo una niña completamente feliz, su vida había cambiado radicalmente.

Jeongin había empezado las terapias hacia un año, a pesar de seguir amando a Hyunjin con toda su alma, no había vuelto a tener algún acercamiento amoroso, seguía las ordenes de Yugyeom, su psicólogo.

Él le había dicho, que primero tenia que perdonarse y empezar a perdonar a los demás para poder empezar algo nuevo con Hyunjin, si él seguía cargando con el pasado, nunca iba a ser feliz y todo volvería como al principio. En aquel tiempo, Jeongin había aprendido a conocerse, a perdonar y a poner límites.

Hyunjin por otro lado, seguía las terapias con Wonho, otro colega de Jisoo. Lo había ayudado mucho, a seguir perdonando, a olvidar, a sanar y a esperar, él también había puesto de su parte, realmente amaba a Jeongin. Realmente deseaba tener a su familia otra vez.

Quizá ya era hora de empezar nuevamente.

Después de aquella enorme fiesta, Yeji cayó rendida y fue directamente a la habitación que ocupaba en la casa de su abuela paterna, mientras que Hyunjin y Jeongin intentaban ordenar un poco de la fiesta, aunque eso en realidad era solo una excusa tonta para pasar tiempo juntos.

—Yeji es feliz, es muy feliz —comentó Jeongin.

—Innie ¿Tú también eres feliz?

—Lo soy, yo... realmente soy muy feliz, con Yeji, con esta nueva vida, con todo.

—Jeongin —suspiró buscando las palabras correctas— Te amo, a pesar de todo y del tiempo, mi amor por ti es más fuerte que nada.

El menor iba a llorar ahí mismo.

—Yo... ¿Ya no habran más obstáculos para nosotros?

—Bonito, no hay un solo obstáculo que me impida amarte —se giró hacia él y tomó sus mejillas— Te juro que puedo renunciar a todo menos a Yeji y a tu amor.

La lagrimas de Jeongin, empezaron a caer por sus mejillas, estar en el jardín bajo la luna, con un Hyunjin declarándose, era algo que no esperaba, pero era algo maravilloso y su estómago sentía miles de mariposas.

—Hyunjin yo te amo y mi amor por ti va a estar siempre presente, estes cerca o estes lejos.

—Si tu me aceptas hoy, te prometo que vamos a pasar el resto de nuestra vida juntos.

—¿Lo prometes?

Hyunjin le respondió con un beso, que fue correspondido por el menor, en una mezcla de dulzura, de cariño y de necesidad. El mayor tomó a Jeongin entre sus brazos e ingresaron a la casa, con mucho cuidado subió por las escaleras hasta llegar a su habitación, donde depositó su cuerpo en la cama.

Los besos suaves no se hicieron esperar, las caricias delicadas tomaron el control de la situación, las palabras bonitas los volvieron a enamorar y una vez más se unieron uno. Por la cabeza de Jeongin vino la imagen de su noche de bodas.

—¡Ya soy tu esposo! —dijo Jeongin, quien era cargado por su ahora esposo.

—Por fin eres mi esposo, bonito esposo, solo mío.

—Te amo, mucho.

—Quiero que esta noche sea inolvidable Innie.

—Eres maravilloso Hyunjin, desearía que el tiempo se detuviera y nos quedáramos justo así.

Jeongin volvía a sentir eso nuevamente, quería que el tiempo se detuviera nuevamente, no pasó por su mente que acabarían así, desnudos, el uno apegado al otro, sintiendo la piel de cada una

—Soñé tantas veces con este momento... no puedo creer que haya sucedido —confesó Jeongin.

—A partir de esta noche, amanecernos uno al lado del otro, te lo prometo, bonito —dijo.

—¿Nos volveremos a casar?

—Claro, y tendremos 5 hijos más.

—¡¿5 MÁS?! —empezó a hacerle cosquillas, provocando que Hyunjin quedara encima suyo.

—Hoy es nuestro nuevo inicio, hoy tú y yo vamos a hacer un lado al pasado y entregarnos a la amor.

Los dos unieron sus labios en un beso profundo, entregándose al amor una vez más, ya había cometido errores, ya habían sufrido. Ahora era el momento en que el que iniciaría su verdadero romance, donde demostrarían todo el potencial que tenia como pareja y como personas, este era su momento, el momento de amarse como debió ser desde el inicio.

FIN.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro