Habían pasado unos meses desde que Jimin había llevado al híbrido a su casa, Jungkook se comportaba bien y era muy amable al igual que Taehyung. Ambos se llevaban bien y se pusieron bastante contentos cuando se vieron, al parecer ambos eran amigos en el hogar y habían estado mucho tiempo sin verse.

- Minnie -Ronroneo Jungkook, mirando al mayor el cual estaba recostado junto a él

- Dime -Abrazó al menor, haciendo que Jungkook sonriera.

- ¿No me devolverás, cierto? -Miró al mayor, bajando sus orejitas y haciendo un pequeño puchero

- Claro que no -Se acomodo mejor para ver mejor al castaño- ¿Por qué piensas eso?.

- No lo sé, anoche soñe que me devolvía y que me lastimaban otra vez -Se aferró aún más a Jimin, arrollando su colita en la pierna del mayor

- Nunca te devolvería -Jimin abrazo al minino haciéndolo sonreír y soltar una pequeña risita.

- Por favor, cuide de mi hyung -Ocultó su rostro en el cuello del mayor, haciendo que Jimin sonriera con ternura

- Siempre cuidare de ti, y siempre estaré junto a ti -Lo abrazó aún más fuerte.

Eso le encantaba al menor, amaba la forma en la que Jimin lo abrazaba y lo hacía sentir tan seguro. Amaba como había cuidado de él todo ese tiempo y como desde un principio le había dicho que lo cuidaría siempre. Amaba como siempre que se sentía triste se quedaba con él y lo cuidaba para que los malos recuerdos y pensamientos se fueran.

Jimin había prometido no dejar que Jungkook pasara por algo como lo que había vivido anteriormente, no iba a dejar que nadie lo lastimara y se iba a asegurar de que los malos recuerdos y el dolor desaparecieran.