Error despierta en su dormitorio, su madre dormia en la silla junto a su cama y sosteniendo su mano en una comprensión casi dolorosa.

Mira por la ventana, al sol poniente, y entrecierra los ojos.

"Recuérdame." Susurra.

Su madre se despierta a su lado, sus ojos parpadean cansados.

"Hola, bebé." Murmura.

"Hola." Dice, todavía mirando por la ventana.

"¿Cómo te sientes?" Pregunta su madre.

"Cansado." Responde. "¿Podrías, eh, tal vez traer un poco de agua?"

"Por supuesto." Dice ella. "Volveré pronto. No te muevas, ¿de acuerdo?"

"De acuerdo." Dice, mirando todavía al sol.

"Hey. Mírame."

Error de mala gana, mira a su madre.

"No te vayas a ninguna parte." Ordena ella.

"De acuerdo." Repite, y ella lo abraza antes de irse.

Tan pronto como ella cierra la puerta, Error abre la ventana de golpe, trepa y sale como Cross solía hacerlo todo el tiempo. Corre hacia el bosque, con la piel demasiado estrecha para su cuerpo.

Sucio. Sucio, sucio, sucio. El tipo de suciedad que Error puede sentir en su alma, el único lugar donde no puede frotar ferozmente con jabón.

Sus pies están mojados con agua azul-negra, y él mira hacia arriba para encontrar que todo se está volviendo azul-negro ahora. Quiere gritarle por Cross, decirle que ahora lo entiende, que lo entiende, pero Cross se ha ido y nunca volverá y Error cree que sus pulmones van a estallar.

"¡Lo siento!"Gritó. "¡Ahora lo entiendo! ¡Lo prometo!"

Pero todo se está volviendo más azul y todo se volvía más negro y Error puede sentir el frío en sus huesos. Se está filtrando a través de sus ojos, y los cierra tan fuerte como puede, pero aún se filtra. Está temblando, está temblando y está tan, tan sucio.

Error lentamente se da cuenta de que le está rogando a Cross que regrese, que regrese con él, pero Cross nunca va a regresar porque no es real, y Error es un maldito idiota loco que solo tiene su maldita mente loca y es tan, tan, tan sucio, es asqueroso, impuro, y él nunca va a ser amado.

"¡Por favor!" Grita, áspero y gutural, como si la palabra se estuviera siendo arrancada de su garganta. "¡Oh, por favor!".

La palabra hace eco en el bosque, rebotando de árbol en árbol, y Error puede sentir la palabra hundirse en él, recubriendo sus huesos, haciéndolos vibrar. "Por favor, por favor, por favor".

"¿Dónde estás?" Grita. "¡Te necesito! ¡Te necesito, joder! Oh por favor..."

Sus manos están sobre su cabeza, tirando de su cabello, arañando su piel. Sus uñas están desgarrando la suave piel de sus mejillas, desgarrándolas, y él piensa que el dolor es lo más real que ha sentido alguna vez.

Él se araña desesperadamente la cara, el cuello, los brazos. Duele, realmente duele, y está sollozando pero se ríe porque ¿No es esto lo mejor que le ha pasado?

"¡Soy real!" Grita Error. Señala hacia el cielo acusadoramente. "¡Soy jodidamente real! ¿Por qué tú no lo eres?" Se derrumba sobre el frío, frío suelo. "¡¿Por qué no eres real?!" Chilla. "¡¿Por qué- no- eres- real?!" Exige, golpeando su cabeza contra el suelo con cada palabra.

Error se queda en silencio de repente cuando se da cuenta de que está tendido frente a la casa del árbol. Su casa del árbol. Cierra los ojos y deja que los recuerdos se reproduzcan ante ellos. Besos, caricias, susurros de canciones de cuna que nunca fueron reales.

Nunca fue real.

Con un grito ahogado de agonía, Error se levanta del suelo. Trepa por el árbol hasta la casa del árbol.

Es oscuro, silencioso. El aire es pesado, y Error no habla. Se sienta y observa cómo las lágrimas caen sobre la palabra A-T-E-R-R-O-R-I-Z-A-D-O que está tallada en el suelo de madera.

El encendedor de Cross está junto al zapato de Error, él lo recoge lentamente y lo enciende. La llama brilla en la oscuridad, y Error se observa a sí mismo presionando la llama contra la pared.

La sostiene allí, observando cómo la madera se oscurece a medida que se carboniza. Durante un rato no ocurre nada más, pero Error de repente nota que la madera se incendia. Apaga el encendedor y observa, paralizado, cómo la llama se hace cada vez más grande, trepando hasta el techo.

Error se recuesta boca arriba y observa cómo el fuego envuelve lentamente el techo. La casa del árbol comienza a llenarse de humo.

Algo dentro de él tira, insistiendo en que tiene que salir, salir antes de asfixiarse o quemarse. Lo ignora. A él ya no le importa.

Error se queda dormido mientras todo a su alrededor arde en llamas.

A él no le importa.