𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟕ꨄ
El restaurante donde habían quedado es pequeño y acogedor, con una atmósfera tranquila que invita a la conversación íntima.
Jake llega unos minutos antes, nervioso y emocionado a partes iguales. Al cruzar la puerta, lo primero que ve es a Sunghoon sentado junto a la ventana, con la luz cálida del lugar resaltando sus facciones. El mayor levanta la vista al escuchar el sonido de la puerta y le regala una sonrisa que desarma por completo a Jake.
—Llegaste justo a tiempo. —Sunghoon se levanta para recibirlo y, en un gesto que parece completamente natural para él, le acomoda suavemente un mechón de cabello rebelde detrás de la oreja.
Jake siente cómo el calor sube a sus mejillas, pero intenta mantener la compostura.
—¿Yo? Tú siempre eres el puntual —Bromea mientras se sienta frente a él.
La conversación fluye con facilidad al principio.
Hablan de sus días, de lo ocupados que estaban con sus respectivas responsabilidades, y hasta comparten risas sobre las últimas travesuras de Jay y Jungwon.
Pero a medida que avanza la cena, ambos sienten que hay algo más que necesitan decir.
Cuando llega el postre, Sunghoon toma la iniciativa.
Deja su cuchara en el plato y mira a Jake con una intensidad que hace que este se detenga a mitad de un bocado.
—Jake... —Comienza Sunghoon, con un tono que es serio pero cargado de una calidez reconfortante— .Hay algo que quiero decirte, y prefiero no seguir guardándolo.
Jake lo mira mordiéndose el labio nerviosamente.
Sabe que este momento iba a llegar tarde o temprano, pero eso no lo hace menos aterrador.
—Te escucho, Sunghoon.
El mayor toma un leve respiro antes de continuar.
—Desde que te conocí, sentí algo especial contigo. No sé si fue tu manera de sonreír, la forma en que hablas de tus sueños, o simplemente... tú. Pero lo cierto es que, en estos días, no he dejado de pensar en ti.
Jake siente que su corazón se acelera, y su pecho se llena de una calidez indescriptible. Antes de que pudiera procesarlo del todo, Sunghoon continúa.
—Sé que acabas de salir de una relación, y no quiero presionarte, pero quería ser honesto contigo. Me gustas, Jake. Y si estás dispuesto, quiero conocerte más y ver hacia dónde nos lleva esto.
Jake se queda en silencio por un momento, mirando sus propias manos sobre la mesa mientras procesa lo que acababa de escuchar.
Finalmente, levanta la mirada, encontrándose con los ojos sinceros de Sunghoon.
—¿Sabes qué es lo loco? —Dice Jake, con una pequeña sonrisa que pronto se convierte en una risa nerviosa—. Yo he estado sintiendo lo mismo por ti.
El alivio y la alegría que se reflejan en el rostro de Sunghoon son suficientes para derretir cualquier duda que Jake pudiera haber tenido.
—¿En serio? —Pregunta Sunghoon, su voz llena de incredulidad y emoción.
Jake asiente, sintiendo que su propia sonrisa se ensancha.
—Sí. Y aunque no estoy seguro de cómo manejar esto después de todo lo que ha pasado, quiero intentarlo. Quiero estar contigo, Sunghoon.
Sunghoon, incapaz de contenerse, toma suavemente la mano de Jake sobre la mesa, entrelazando sus dedos con los suyos.
—Entonces intentémoslo. Sin prisas, sin presiones. Solo nosotros, viendo a dónde nos lleva este camino.
Jake aprieta su mano en respuesta, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, estaba tomando una decisión que realmente lo hacía feliz.
Cuando salen del restaurante esa noche, caminan lado a lado, con una cercanía que ya no intentan disimular.
La brisa nocturna es fresca, pero la calidez que comparten hace que todo lo demás quede en segundo plano.
Jake mira de reojo a Sunghoon, y al verlo sonreír bajo la luz de los faroles, sabe que había tomado la decisión correcta.
Mientras caminan por las calles iluminadas de la ciudad, Sunghoon no suelta la mano de Jake ni por un instante. Es un gesto simple, pero cargado de significado.
Cada vez que sus dedos entrelazados se rozan, Jake siente un pequeño cosquilleo que le recuerda que esto es real, que no está soñando.
—¿Sabes? —Dice Sunghoon de repente, rompiendo el silencio cómodo que se había instalado entre ellos—. Siempre pensé que, si alguna vez me gustaba alguien de verdad, me tomaría tiempo conquistarlo, planear cada detalle... pero contigo todo es diferente. Contigo solo quiero ser yo.
Jake se detiene, tirando ligeramente de la mano de Sunghoon para obligarlo a girarse hacia él. Sus ojos brillan bajo la tenue luz, y sus mejillas están teñidas de un leve rubor.
—Y yo nunca pensé que alguien como tú podría fijarse en alguien como yo. Pero aquí estamos —Responde Jake, su voz suave, pero cargada de honestidad.
Sunghoon lo mira por un momento, su sonrisa deshaciéndose en algo más profundo, más sincero.
—Jake, no tienes idea de lo especial que eres.
Jake se sonroja aún más, incapaz de sostenerle la mirada por mucho tiempo. Sunghoon suelta una pequeña risa y, antes de que Jake pudiera reaccionar, lleva su mano entrelazada hasta sus labios, dejando un beso suave en los nudillos.
—Vamos, te llevo a casa —Dice Sunghoon con su característico tono coqueto, aunque esta vez lleno de ternura.
Jake asiente, tratando de controlar los latidos de su corazón, y se deja guiar por el hombre que, en tan poco tiempo, ha comenzado a ocupar un lugar tan especial en su vida.
Gracias por leer la historia ❤️
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