𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟔 ꨄ
El miércoles comienza con el sonido familiar del despertador, aunque para Jake, el día ya parece diferente. Mientras se alista para ir a clases, repasa mentalmente el recuerdo de su tarde con Sunghoon.
Cada palabra, cada mirada, cada pequeño gesto... todo parece grabado en su memoria como una película que no quiere dejar de ver.
En el Campus, el bullicio habitual de los estudiantes llena los pasillos, pero Jake siente que camina en un mundo aparte. Su mente está atrapada entre las tareas pendientes y un mensaje que había recibido esa mañana de Sunghoon:
«Sunghoon: Espero que el día sea bueno contigo, pero si no lo es, dímelo para solucionarlo juntos.»
Jake había leído ese mensaje al menos diez veces antes de salir de casa, y todavía no podía evitar sonreír al recordarlo.
Sin embargo, la paz que sentía se rompió abruptamente cuando ve a Jungwon y Jay discutiendo en una esquina cerca de la cafetería. Jake se acerca con cautela, sabiendo que ese par siempre tiene algo entre manos.
—¿Otra vez peleando? —Pregunta, tratando de sonar neutral mientras se cruza de brazos.
Jungwon resopla, cruzando los brazos también.
—¡No es una pelea! Jay está intentando convencerme de que soy "el chico más terco del mundo" porque no quise dejarlo elegir mi café esta mañana.
Jay levanta las manos, exasperado.
—¡Pero es que siempre eliges lo mismo! ¿Qué tiene de malo un cambio? Además, mi elección habría sido mucho más interesante.
—¿Tu elección? —Replica Jungwon con una ceja levantada—. La última vez que elegiste por mí, terminé con un café tan amargo que pensé que me estabas castigando por algo.
Jake no puede evitar reírse mientras los observa. Jay y Jungwon, con su dinámica peculiar, parecen estar cada vez más sincronizados, incluso cuando discuten.
Es evidente que Jay disfruta provocarlo, y Jungwon, a pesar de sus protestas, no parece del todo molesto.
—¿Por qué no simplemente hacen una apuesta? —Sugiere Jake con una sonrisa traviesa—. El que pierda paga los cafés de toda la semana.
Jay y Jungwon se miran, considerándolo por un momento.
—Hecho —Dice Jay, estrechando la mano de Jungwon antes de que este pudiera retractarse.
—¿Qué? ¡Espera! Ni siquiera sé cuál es la apuesta —Se queja Jungwon, pero Jay ya está riendo, claramente satisfecho con su victoria anticipada.
Jake niega con la cabeza, divertido. Aunque no lo admite, Jungwon disfruta de esa atención especial de Jay, y es evidente para cualquiera que los observe.
El resto del día pasa rápido para Jake, con clases y tareas que apenas logran distraerlo de sus pensamientos sobre Sunghoon. Sabe que debe concentrarse, pero su corazón parece tener otros planes.
Por la noche, mientras revisa sus apuntes en la sala común del dormitorio, su teléfono vibra con un mensaje nuevo.
«Sunghoon: Estás ocupado? Quiero invitarte a cenar mañana. Nada formal, solo algo tranquilo.»
Era de Sunghoon. Jake se queda mirando la pantalla por un momento antes de responder con un simple:
«Jake: Claro, me encantaría.»
Con el corazón acelerado, apaga la luz de su escritorio, preguntándose cómo sería esa nueva cita. ¿Tranquila? Tal vez. Pero con Sunghoon, cualquier momento parece convertirse en algo inolvidable.
Jake deja el teléfono a un lado, pero su mente sigue atrapada en las palabras de Sunghoon.
Es imposible no emocionarse, aunque intente calmarse repitiéndose que es solo una cena tranquila. Pero hay algo en la manera en que Sunghoon lo mira, en cómo le hace sentir especial, que hace imposible no esperar más.
Se levanta de su escritorio, dando vueltas en su pequeña habitación, preguntándose si debe planear algo especial para la ocasión. Al final, decide que lo mejor será dejar que las cosas fluyan. Sunghoon parece tener ese don para hacer que cualquier momento sencillo se sienta extraordinario.
Al día siguiente, Jake llega al sector de las aulas del Campus temprano, pero no puede concentrarse en clase. Cada vez que intenta tomar apuntes, su mente vuelve al mensaje de Sunghoon y a la pregunta que no deja de rondarle: "¿Por qué alguien como él está tan interesado en mí?"
Durante el descanso, Jake decide dar un paseo para despejarse.
Es entonces cuando ve a Jungwon y Jay en su mesa habitual de la cafetería. Lo que debía ser una escena tranquila termina siendo una comedia involuntaria.
Jay estaba intentando enseñarle a Jungwon cómo hacer figuras con el vapor de la leche en el café que había pedido, pero Jungwon claramente no tenía paciencia para seguir instrucciones.
—¡Es un corazón! —Exclama Jay, señalando el vaso que Jungwon sostiene con cuidado.
Jungwon mira el dibujo que había intentado hacer.
—Esto no es un corazón, Jay. Parece un... ¿qué es esto? ¿Un fantasma enojado?
Jay se echa a reír tan fuerte que casi derrama su propio café.
—Está bien, tal vez un fantasma enojado, pero es un comienzo. ¿Quién sabe? En una semana podrías estar diseñando flores.
—O destruyendo cafeterías por frustración —Murmura Jungwon, mirando su "obra de arte" con un suspiro, aunque sus labios forman una pequeña sonrisa.
Jake se acerca con una sonrisa en los labios.
—¿Un fantasma enojado? Definitivamente quiero probar ese café.
Ambos lo miraran, y Jungwon hace un puchero exagerado.
—No te burles. Tú también te frustrarías si tu "pretendiente" insistiera en enseñarte algo en lo que claramente no tienes talento.
Jay lo mira con fingida ofensa.
—Tal vez no tengas talento, pero tienes potencial. Y por suerte para ti, también tienes a un "pretendiente" con mucha paciencia.
Jake suelta una carcajada, y Jungwon se sonroja, murmurando algo ininteligible mientras le da un sorbo a su café. La química entre ellos es innegable, y Jake no puede evitar sentirse feliz al ver a su amigo tan bien acompañado.
El resto del día transcurre rápidamente, y antes de que Jake se diera cuenta, está en casa, preparándose para su cena con Sunghoon. Frente al espejo, ajusta el cuello de su camisa, preguntándose si su elección es la correcta.
"Tranquilo, Jake," se dice a sí mismo. Pero en el fondo sabe que no importa cuánto intente relajarse. Estar cerca de Sunghoon siempre logra acelerar su corazón.
Cuando llega al lugar acordado, Sunghoon ya estaba ahí, esperándolo con esa sonrisa que parece iluminar todo a su alrededor.
Al verlo, Jake siente cómo sus nervios se disipan lentamente, reemplazados por una calidez que solo Sunghoon puede provocar.
Gracias por leer el capítulo ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro