El auto de Sunghoon se detiene frente a una pequeña hamburguesería, un lugar sencillo pero acogedor, justo lo que necesitan para su improvisada escapada. Al bajar del coche, Jungwon se estira, lanzando un largo suspiro de satisfacción.

—No hay nada mejor que una buena hamburguesa para aclarar la mente —Dice, mientras Jake lo sigue, sintiendo que poco a poco se relaja.

Sunghoon, por su parte, camina al lado de Jake, lanzándole una sonrisa cómplice de vez en cuando, lo que provoca que el joven se sonroje. Justo cuando los tres estaban a punto de entrar al local, una voz familiar los interrumpe.

—¡Ey! ¿Se les olvidó invitarme a la fiesta?

Jake se gira rápidamente para ver a Jay, con su habitual expresión despreocupada, acercándose con las manos en los bolsillos. Jungwon sonríe como si lo hubiera estado esperando desde el principio.

—¡Qué puntualidad, Jay! —Excalama Jungwon, dándole una palmada en la espalda cuando se acercó—. Te estábamos esperando. ¡Vamos a comer!

Jay alza una ceja, observando a Jake y Sunghoon con una sonrisa traviesa. —Vaya, vaya... No esperaba que ustedes dos ya estuvieran tan cómodos. ¿O me estoy equivocando?

Jake siente un escalofrío por la columna, su rostro poniéndose rojo de inmediato. Sunghoon, por su parte, intenta mantener la calma, pero no puede evitar el leve rubor que aparece en sus mejillas. Jay los mira a ambos, cruzándose de brazos y dejando que una risita burlona escape.

—¿Qué...? —Jake comienza a hablar, pero Jungwon lo interrumpe con una gran sonrisa.

—¡Ah, claro! No nos hemos olvidado de lo que pasó esta mañana —Dice Jungwon, mirando a Jay con complicidad—. Al parecer, ciertas personas decidieron pasar la noche juntos, y ahora pretenden que fue un simple accidente. ¿Verdad, Jake?

Jake abre la boca, pero no encuentra palabras inmediatas. La burla de sus amigos lo toma por sorpresa, y el hecho de que habían pasado la noche juntos, aunque de manera inocente, ahora parece un escándalo mayor de lo que es. Sunghoon, sintiendo la presión, trata de intervenir.

—No fue lo que piensan. Nos quedamos dormidos después de cenar y una conversación agradable, nada más —Dice con una voz firme, aunque sabe que las risas de Jay y Jungwon no se detendrán tan fácilmente.

Jay se lleva una mano al mentón, fingiendo estar en profundo pensamiento. —Mmm... una cena, una conversación agradable juntos, quedarse dormidos abrazados... no sé, suena bastante romántico. ¿Qué opinas, Jungwon?

—Totalmente de acuerdo, Jay. Eso suena a una cita para mí —Responde Jungwon, dándole una palmada en la espalda a Jake—. Pero no te preocupes, Jakey, sabemos que lo tuyo con Heeseung no va tan bien. ¿Quién podría culparte por buscar un poco de comodidad en los brazos de alguien más?

Jake, con el rostro completamente rojo, intenta salir de la situación de la mejor manera posible. —¡Ya basta ustedes dos! No pasó nada raro. Solo nos quedamos dormidos, en serio.

Jay y Jungwon intercambian una mirada cómplice, como si estuvieran tramando algo, y Jake lo nota al instante. Sabe que su mejor amigo y lo que sea es Jay para Jungwon tienen un plan en mente, y lo más probable es que ese plan incluya hacer todo lo posible para juntarlo con Sunghoon.

Entran al local y piden sus hamburguesas. La conversación continúa, pero Jake siente la tensión suave entre él y Sunghoon. Aunque la situación es incómoda con las bromas de sus amigos, no puede negar que hay algo especial entre ellos. Cada vez que sus miradas se cruzan, siente una chispa, una conexión que no puede ignorar.

Mientras esperan la comida, Jay, sin perder su estilo directa, mira a Jake y Sunghoon con una sonrisa. —A ver, hablemos en serio por un segundo. Jake, sé que Heeseung te está buscando por todo el Campus, pero, sinceramente, ¿no crees que es hora de ponerle fin a eso? Quiero decir... mira lo bien que te llevas con Sunghoon. No sé, solo digo...

Jake se queda en silencio, su mirada bajando a la mesa. Sabe que Jay tiene razón, pero es complicado. La relación con Heeseung había estado en una constante montaña rusa, y aunque en el fondo sabe que las cosas no van bien, no es tan sencillo dejarlo. Sunghoon, por su parte, no dice nada, pero escucha atentamente, esperando cualquier señal de Jake.

Jungwon, que había estado observando a ambos con interés, decide intervenir. —Mira, Jake. Yo te conozco mejor que nadie, y sé que Heeseung nunca fue exactamente el novio ideal. Pero mira a Sunghoon. —Se inclina hacia Jake, hablando en voz baja pero con una sonrisa—. Él es quien siempre está ahí para ti. Y, seamos sinceros, ambos tienen una química evidente.

Jake levanta la vista y sus ojos se encuentran con los de Sunghoon. El mayor no dice nada, pero la intensidad en su mirada es suficiente para hacer que el corazón de Jake lata más rápido. ¿Y si Jungwon y Jay tenían razón? ¿Y si era el momento de dejar de lado los miedos y ser honesto consigo mismo?

Justo en ese momento, el camarero llega con las hamburguesas, rompiendo el momento de tensión. Jay, fiel a su naturaleza, no puede evitar hacer un comentario.

—Bueno, chicos. Si necesitan más tiempo para confesarse el uno al otro, no se preocupen. Nosotros podemos esperar... con comida, por supuesto. —Dice, guiñando un ojo mientras toma su hamburguesa con ambas manos.

Sunghoon ríe, tratando de aligerar el ambiente. —Creo que por ahora podemos concentrarnos en la comida. Las confesiones pueden esperar... ¿no, Jake?

Jake asiente, todavía un poco abrumado, pero agradecido por la paciencia de Sunghoon. Mientras comienzan a comer, sabe que no puede seguir evitando la verdad por mucho tiempo. Algo dentro de él ha cambiado, y aunque no puede negarlo más, necesita tiempo para procesarlo.

Jungwon, por su parte, sonríe satisfecho. Su plan junto a Jay está en marcha, y aunque aún hay trabajo por hacer, puede ver que las piezas estaban empezando a caer en su lugar.

Mientras Jake se ríe tímidamente de las bromas de Jay y Jungwon, siente su teléfono vibrar en el bolsillo. Al sacarlo, ve un mensaje de Heeseung que lo deja helado:

«Heeseung: Sabes qué, Jake, ya estoy cansado de que me evites. Si no tienes el valor de ser honesto conmigo, es tu problema. Pero quiero que sepas que eres tú quien se lo pierde. Buena suerte con tu vida.»

Jake siente un nudo en el estómago al leer esas palabras. Sabe que la relación con Heeseung estaba en una cuerda floja desde hace tiempo, pero verlo en palabras tan definitivas hace que su corazón se apriete.

Sin embargo, en el fondo, una pequeña parte de él siente alivio. Antes de que pudiera procesar por completo lo que acababa de suceder, Sunghoon le lanza una mirada preocupada, como si supiera que algo no anda bien.

Al otro lado del Campus, Heeseung aprieta los dientes después de enviar el mensaje. Sin perder tiempo, desliza el dedo sobre la pantalla y marca otro número.

Al segundo timbrazo, Beomgyu responde con su habitual tono despreocupado.

—¿Qué pasa, Heeseung?

—Cambio de planes

Responde Heeseung con una sonrisa seca en los labios.

—Al final, parece que voy a estar libre. ¿Nos vemos más tarde?

—¿No estarás de niñero de tu "novio"?

Beomgyu le responde en tono sarcástico.

—Renuncié a ese trabajo.

—¡Aleluya! Sabes bien que eso es lo que estaba esperando escuchar...

Los problemas empezaron 😩