No sé en que momento nos despedimos. Todo el transcurso me quedo callado, sin evocar ninguna palabra tan solo asentimientos o negaciones con mi cabeza, no tengo ni la más mínima idea de como ya estamos de regreso en el vecindario. Thor me lleva hasta mi casa y presiona el timbre, su mano unida con la mía da un apretón. Estoy a punto de decirle que no hay nadie, que tengo la llave en uno de los compartimientos de la mochila, sin embargo, la puerta se abre revelando a mi padre del otro lado como si él de repente hubiera sabido lo que pasó, lo que escuché de la mujer que me dio la vida y como eso terminó por destruirme incluso si no lo admitía.

Me recibe con los brazos abiertos, abre más la puerta para ceder el ingreso y para mi sorpresa, invita a Thor a ingresar, le agradece en un susurro apenas audible y con una ligera mueca en los labios.
No recuerdo ni una sola vez en la cual mi padre y Thor estén en un mismo espacio, sin embargo, deciden dejar de lado absurdas diferencias por un factor en común.

Su amor y cariño por mí.

Y no hacemos más que quedarnos sentados encima del sofá con tranquilidad en los rostros de ellos conforme yo sigo luciendo distante. Participo en las conversaciones por puro acto reflejo y en algún momento, Thor opta por el silencio antes que estar hablando solo con mi padre y llenar de incomodidad la sala.

—Debería regresar en una hora al trabajo —menciona Laufey estirándose más en el mueble. Es un claro movimiento de pereza.

—No te preocupes, puedo pedir comida.

—¿Sabes cual es una ventaja de manejar tu propia empresa?

—¿Poder faltar cuando quieras? —responde Thor distraído y atando los cordones de sus zapatillas. No presta atención a la reacción de mi padre que consiste en su mejor expresión de incredulidad que rápidamente es reemplazada por una leve y apenas notoria sonrisa.

—Sí, por supuesto. —Y dicho eso, desaparece en algún punto del pasillo, con el celular en la oreja y desatando el nudo de su corbata.

Thor y yo nos damos una mirada extensa, él encoge sus hombros, arregla la mochila que no se ha quitado desde que llegué, me dirige una de sus sonrisas exclusivas para mí. Quiere aprovechar que Laufey está ocupado para poder irse y su plan se ve arruinado cuando mi padre regresa. Se queda estático en su sitio y yo ahogo una risa en lo más profundo de mi garganta.

—¿Nos vamos?

—Debería irme.

Papá frunce el ceño y reconozco el gesto que está lejos de ser una señal de molestia, es su más clara expresión de estar tramando algo. Le pide hablar a solas y lo último que captan mis ojos es la mirada de desconcierto de Thor y como mueve sus labios en mi dirección, parece decir "ayúdame". Caminan hasta un punto de la casa donde no pueda verlos o escucharlos y tardan considerables minutos en regresar tanto así que ya estaba pensando en ver que sucedía justo cuando ellos vuelven a aparecer.

Lucen mucho más tranquilos, relajados y hasta con una sonrisa en los rostros. Thor no comenta nada más allá de decir que debemos apurarnos porque muere de hambre. Laufey toma las llaves del auto, pronuncia mi nombre y los tres dejamos la casa.

○●○

Thor y yo vamos en los asientos traseros, la radio está encendida y colocada en la emisora de nuestra preferencia. Laufey conduce por las distintas calles hasta que llegamos al sitio indicado y lo que esperaba fuera una salida desastrosa, se convirtió en la mejor que pude tener. No solo era el hecho de estar con dos personas importantes en mi vida, sino saber que pueden ser capaces de olvidar diferencias, una ridícula rivalidad que debió desaparecer hace tanto tiempo y es inevitable imaginar a Hela compartiendo la experiencia y formando parte de mi familia.

Hablamos sobre diversos temas, lo cerca que estamos de graduarnos, los próximos exámenes, los últimos partidos de fútbol que jugará Thor hasta mencionamos a Hela procurando evitar a toda costa el nombre de Farbauti.

—Me encantaría conocerla algún día.

—Pienso invitarla a uno de mis próximos partidos de esta semana. Puede venir si quiere.

—¿Qué tan bueno es tu equipo? —pregunta con ese tono de voz divertido que no había escuchado en considerable tiempo.

—¡Somos los mejores! —contesta Thor llevando un bocado de comida a su boca. Retoma la palabra cuando termina de comer—, ¿no es así, Loki?

—Me gusta más el equipo del capitán Rogers.

La indignación presente en el rostro de Thor es una imagen digna de fotografía. Luce tan ofendido con mis palabras que debo disculparme como tres veces antes que él me regale una de sus sonrisas, esas que van especialmente dirigidas a mí.

—Bien, avísame con anticipación. Me dará tiempo de despejar mi agenda —Laufey se limpia la comisura de los labios con la servilleta, menciona que estará en los servicios higiénicos y su silueta se pierde en algún punto del local. 

Thor sitúa su palma sobre la mía, roza mis nudillos y da un leve pellizco cerca de la muñeca.

—Nunca me dijiste que tu padre podría ser tan agradable.

—Hasta hace una hora le tenías miedo. ¿De qué hablaron ustedes dos? —cuestiono dando un sorbo al agua, elevo una ceja para persuadir a Thor, sin embargo, él no cede. 

—Cosas de adultos.

—Tú no cuentas como adulto.

Él no hace más que sacarme la lengua en un gesto infantil que me provoca una carcajada.

Laufey no tarda en llegar, retomamos la conversación hasta que concluimos la comida y debemos volver a casa.

○●○

Padre estaciona delante de la casa de Odín, Thor vuelve a colocarse la mochila que dejó en el auto, se despide de nosotros, dice que me verá mañana temprano para ir juntos a la escuela e ingresa a su casa. Solo entonces, me atrevo a preguntar que fue aquello que conversó Laufey con Thor, sin embargo, él también parece decidido a no decir nada como si de repente Thor y él fueran grandes amigos y cómplices de un secreto. No digo más, le agradezco el intento por llevarse bien a pesar de todo.

—Por ti.

—Lo sé.

Estamos en la cochera, las luces encendidas, nosotros todavía dentro del vehículo sin ser ninguno el primero en abrir la puerta.

—Hijo —comienza él, sus manos ejerciendo presión sobre el timón—. Lamento no haber sido directo contigo desde un comienzo.

—No te preocupes —suspiro, observo por la ventana a ningún punto en especifico. Me atrevo a soltar el nombre que estuvo prohibido por tanto tiempo—. Farbauti no te merece, lo sabes, ¿verdad? Por años quise tenerla de regreso, pero ahora, me doy cuenta que no vale la pena. Si ella no nos ama, ¿por qué guardarle un luto innecesario? En especial tú, ¿te perdiste oportunidades de comenzar de nuevo a causa suya?

—Loki…

—Dime la verdad, papá.

Es su turno de suspirar, más presión sobre el volante y luego sus manos relajándose. Niega con la cabeza y miro su reacción por el espejo retrovisor porque no voltea a verme de manera directa.

—¿Sabes toda la historia?

—¿Sobre Odín?

—Sí.

—Lo sé.

—No todo suele ser color de rosa y a veces hay dificultades que tan solo no puedes superar. Odín y yo nos hicimos demasiado daño durante años y erróneamente quisimos transmitir un odio absurdo a nuestros hijos, pero, al final, el amor es un asunto que escapa de nuestras manos. Quisimos que ustedes nunca mantengan contacto, el destino tuvo otros planes y miralos ahora. Es como si nos hubiera dado una patada directo a la cara. Me molestaba al principio, no solo por ese asunto tonto de no quererlos juntos sino porque tenía miedo que te pasara lo mismo que a mí, sin embargo, pude comprender que, por más que Thor se parezca físicamente a su padre, su forma de ser está lejos de ser igual a la de él.

—Es más como su madre.

—Sí, lo es.

—¿Papá?

—Dime —responde volteando al fin.

—Me da gusto parecerme a ti en cualquier sentido y no a Farbauti.

Se queda callado con ligeras lágrimas humedeciendo sus ojos. Abandono el asiento trasero solo para ir al del copiloto y envolver a mi padre en un abrazo.

Es un gesto que necesitábamos los dos y lo compruebo cuando él se aferra a mí con fuerza y solloza sobre mi hombro y yo hago lo mismo.

Es nuestro momento, un nuevo punto de inicio en la historia padre e hijo.

Mucho más unidos, más sólido, con rencores olvidados para dar paso a nuevas experiencias y me da tanto gusto haber logrado un cambio tan importante.