Caminamos en silencio y al llegar a nuestro destino, este no cambia, no nos apresuramos en decir palabra alguna, no sé si es porque no encontramos las adecuadas o no queremos arruinar lo que hemos construido, pero estoy consciente que algunas acciones deben realizarse aún si tenemos temor del resultado. Arriesgarnos y aceptar las consecuencias de nuestros actos es mejor que quedarse de brazos cruzados preguntándose "qué habría pasado si..."

De repente, me parece que cada palabra pesa en mi garganta y que aquella mirada que Loki me ofrece es capaz de derretir cada fibra de mi ser y me alienta a confesar lo que he estado guardando las últimas semanas. Lo observo una vez más por si esta es la última vez que estamos en el mismo sitio compartiendo un momento por más breve que este sea. Considero que lo más sensato es mencionar la escena que presencié entre Sigyn y Loki, la misma que me da dado pequeñas esperanzas de ser correspondido.

—Los vi hace minutos —inicio siendo testigo de como sus facciones se suavizan—, ¿qué fue lo que sucedió? —pregunto, a pesar de saber la respuesta, deseo escucharlo de sus propios labios.

—Creo que continuamos siendo amigos, aunque por el momento, lo mejor para ella será distanciarse de mí.

—¿Por qué?

—Porque de otra forma, terminará con el corazón destrozado por sentimientos no correspondidos y es algo que no estoy dispuesto a permitir. Hice el suficiente daño al darle a entender que no siento lo mismo, ¿por qué torturarla manteniéndola a mi lado y me vea enamorado de alguien que no es ella?

En cuanto la última frase es dicha, sus ojos demuestran sorpresa por las palabras que no pensó dos veces antes de ser pronunciadas. Él trata de enmendar su desliz, pero de sus labios solo escapan balbuceos propios del nerviosismo que está sintiendo, sus mejillas han adquirido el clásico tono rosado que he aprendido a admirar en secreto, su mirada evade la mía por más que yo intento conectarlas.

—Loki, yo...

—¿Ha sido demasiado obvio? —cuestiona mirándome después de su actitud evasiva. 

—¿A qué te refieres? —He comprendido que para obtener la contestación que deseo, debo fingir desconocer en absoluto el tema hablado.

—Mi gusto por ti —responde después de breves segundos de silencio—. No como un amigo, Thor y es extraño no saber con exactitud como todo cambió, si conforme transcurrían los días, te comencé a ver con otros ojos o te he visto con ellos desde que eramos unos vecinos que no mantenían contacto, pero que se morían por entablar una amistad. La atracción hacia quien estuvo prohibido desde un comienzo, un gusto que ha aumentado al ser amigos y un enamoramiento que no sé cuando inició pero sé la razón, tu actitud, tu trato tan especial, cada palabra que dices, los ojos capaces de hipnotizarme, tu tacto suave como seda, cada detalle que estoy seguro ni tú te has dado cuenta que realizas. A veces me recrimino a mí mismo por dejar que mis emociones reluzcan antes que mi razón cuando estoy contigo, otras veces me repito que no seré correspondido, que lo único que me queda son ideas de nosotros juntos. Y entonces, ocurre aquel casi beso que me hace pensar que quizá hay una mínima posibilidad de...

Loki vuelve a callar, agacha la vista hacia mis piernas cruzadas sobre el césped y a mis manos situadas encima de mis rodillas, vuelve a ascender hasta posarse en mis ojos y es cuando decido dar el siguiente paso. Debido a la cercanía, es simple llevar mi diestra hasta su nuca sintiendo como él contiene el aliento por segundos para después soltarlo en un suspiro que se mezcla con mi respiración. Mi mano libre ha encontrado comodidad en su mejilla sonrojada, observándolo a esa distancia, es posible notar lunares que no se ven a simple vista, el que está cerca de sus pómulos es el primer sitio donde presiono mis labios procurando ser delicado en mi movimiento, beso su mejilla, la barbilla, sus párpados que se cierran ante mi toque, su frente, la punta de su nariz generando leves risas y por último, los labios que se mantienen rígidos por la sorpresa y que luego, siguen el ritmo que he impuesto.

Lo exterior a nosotros pasa a un segundo plano, solo somos los dos, nos separamos y pronto volvemos a unirnos. Estoy tratando de compensar los años que he perdido sin besar aquellos labios tan suaves como inexpertos. A pocos metros, oyo el claxon de un auto que me aturde, pero decidido a no darle importancia, continuo con mi acción que se ve interrumpida por el mismo sonido. Damos por terminado el gesto y volteo hacia el origen del ruido y en cuanto lo hago, el alma escapa de mi cuerpo.

Del otro lado de la acera, se encuentra mi padre sentado en el asiento de conductor, presionando el timón al mismo tiempo que me observa. A pesar de los metros que nos separan, puedo descifrar con claridad el enojo que emana el océano en sus iris. La puerta del copiloto se abre y sé que es hora de ir a su encuentro y enfrentar las consecuencias. Al levantarme, miro a  Loki quien está tan estupefacto como yo, tal vez porque ambos desconocemos que sucederá con nosotros a partir de ahora. Acudo hacia mi padre, subo al vehículo mateniendome callado y apenas cierro la puerta, este arranca.