¡Hola! Gracias por su apoyo y paciencia luego de mi hiatus. He estado contestando a comentarios y me he reído mucho con sus ocurrencias, realmente agradezco que se tomen el tiempo de comentar además de leer ❤ He tardado una semana de más porque estuve rindiendo exámenes y por suerte me fue bien en la mayoría, mil gracias por saber esperar!

Ahora, hay cosas del fic que quiero aclarar para que no haya más confusiones:

-Takemichi y Shinichiro tienen exactamente la misma enfermedad en mi historia por un defecto congénito en sus cromosomas, es decir ellos nacieron así pero recién se dieron cuenta de que había algo raro en ellos cuando se hicieron el test de subgénero y los etiquetaron como "omega" y "alfa" defectuosos.

-No es una enfermedad común, por eso casi nunca se detecta a tiempo. Shinichiro nunca se trató, así que murió sin saber que estaba enfermo de una enfermedad rara pero tratable. No se trató principalmente por falta de dinero (tienes que poner bastante $$ para que los doctores hagan el esfuerzo de detectar de forma precisa la enfermedad que tienes y además el tratamiento es MUY costoso)

-Los síntomas de Shinichiro eran: falta de olor, apenas perceptible. Falta de voz de mando. Falta de fuerza física extrema, común en los alfas. Y su alfa interior estaba casi todo el tiempo dormido. Lo único que sí le permitió su enfermedad es poder dejar su marca en su omega Wakasa.

-Takemichi sí pudo curarse, gracias principalmente a que fue estimulado con las hormonas de un alfa dominante como Mikey. Y luego, cuando finalmente despertó su omega nunca más volvió a dormirse porque sus hormonas se estabilizaron gracias a Manjiro. Claro, empezó su tratamiento con el doctor Azami pero (¿recuerdan?, sino vuelvan a leer jaja) él decide dejar el tratamiento porque le gusta que su omega pueda salir libremente cuando así lo acuerden ambos. Ya que seguir con el tratamiento significa que sus personalidades se fusionarán y Take teme perder la identidad que forjó toda su vida (ya que toda su vida fue un ente separado de su omega interior por la enfermedad). Por ejemplo Mikey, él y su alfa interior están fusionados y por eso su alfa sólo puede hablarle más nunca salir a elección (sólo puede salir en época de celo y con el permiso de Mikey)

-Izana NO tenía la misma enfermedad que Shini y Take. Tenía olor, era fértil y estaba perfectamente fusionado con su omega interior desde el nacimiento. Izana nació sano, pero debido a los abusos sexuales que sufrió en su infancia desarrolló una enfermedad mental que alteró el funcionamiento normal de su omega interior y de él mismo (algo así como un trastorno disociativo de la personalidad). No era algo fisiológico tratable con hormonas como lo era el caso de Shini y Take, era algo psicológico que sólo se pudo haber evitado con terapia (la cual Izana nunca recibió, porque jamás habló sobre los abusos que sufrió debido a la vergüenza que sentía) ni siquiera Emma lo sabía.

-Izana ocultó perfectamente bien su trastorno mental, por eso Mikey, Kakucho y Emma no tienen más que buenas palabras para él antes de que perdiera la cordura. Claro, así fue hasta que se encontró con Shinichiro (su alfa destinado) y... Ya saben lo que pasó, su omega se volvió más loco que nunca y todo se descontroló, más aún con las inyecciones supresoras que se aplicó, las cuales empeoraron todo aún más. Asi que ya saben, Izana tenía un trastorno psicológico más no la misma enfermedad que Take y Shini. Pero sí se podría haber evitado, con terapia a tiempo.

Bueno, eso es todo. Sé que es largo pero creo que es necesario, espero haber solucionado las dudas que tenían. 🥺❤🙏

P/D: vayan a terapia si les es posible, no sean como el manga de Tokyo Revengers...

...

Luego de que Wakasa muriera en aquel terrible "accidente" en un puente de Kamakura, nunca se pudo encontrar al civil culpable de aquel accidente. Aunque las cámaras grabaron todo, el sospechoso tenía puesto un pasamontañas que le cubría todo el rostro (salvo lo ojos) y además iba vestido de pies a cabeza de negro, incluido guantes. Ni qué decir de la placa del automóvil, era una placa fantasma cuyos números no estaban registrados en ninguna base de datos. Al final, el responsable de la muerte de Wakasa logró escapar y un día después, el automóvil que provocó dicho accidente apareció incinerado fuera de la ciudad. Tetta Kisaki lo planeó todo de tal forma que, incluso si fuera obvio que fue adrede, nadie pudiera atraparlo.

La policía investigó el caso por un tiempo pero al final se enfrió, debido a que Kisaki ocultó bien sus huellas y también porque la víctima era sólo un omega con un pasado pandillero y un trabajo humilde de mecánico. Simplemente no era rentable invertir tanto en una investigación así; la policía prefería invertir en casos más mediáticos, tales como asesinatos de niños o mujeres guapas que siempre causan más interés por parte de la población o bien en asesinatos/desapariciones de gente rica, ya que sus familiares serían capaces de pagar millones de yenes por encontrarlos o bien por vengarlos. La familia Sano era de clase media-baja y la muerte de Wakasa Imaushi no causó ninguna conmoción en el público general, entonces ¿por qué invertir en un caso así? Simplemente no valía la pena.

Fue en ese momento que Mikey entendió el valor del dinero. Comprendió que si pusiera sobre la mesa el dinero suficiente, la policía movería cielo y tierra para saber qué realmente pasó con su cuñado Wakasa. Pero ellos no eran ricos, así que nadie movió un dedo por ayudarlos y tuvieron que ser ellos mismos (junto con los amigos de su pandilla) quienes se pusieran a investigar sobre ese "accidente", sin embargo... nunca encontraron nada. Kisaki como siempre jugó bien sus cartas y salió victorioso de esa primera gran venganza contra Mikey.

Mientras Manjiro veía a un depresivo Shinichiro empeorando con el correr de los días, entendió que la única forma de mantener protegidos a sus seres queridos era teniendo poder y dinero, sin una de esas dos cosas cualquiera te podría pisotear y luego la policía simplemente no haría nada. Sin querer queriendo, al provocar la terrible muerte de Wasaka, Kisaki sembró la semilla en Mikey para que unos meses después, empezara a dar sus primeros pasos para que la Tokyo Manji pase de ser una pandilla "pacífica" a una verdadera organización criminal. Las muertes de Wakasa y Shinichiro fueron la razón por la cual Manjiro creó la Toman, para que nadie más se atreva a joder a sus seres queridos sin temer a las consecuencias.

Y es así como años después, pasaría a ser conocida como la mafia más poderosa de todo Japón. Entonces ahí sí, cualquier persona, incluido el mismísimo Tetta Kisaki, se movería con mucha cautela a la hora de tratar con Mikey y más aún a la hora de apuntar a sus seres queridos, ya que lo que le sobraría al alfa sería dinero, poder y conexiones importantes. Pero para poder dar ese difícil paso de convertir su pandilla en una mafia, primero Mikey tuvo que perder a personas importantes para él.

Shinichiro jamás superó la muerte de Wakasa (y de su cachorro, aunque eso fue algo que sólo él sabía). Buscó al conductor culpable de la muerte de su prometido por todas partes pero nunca lo encontró; con el paso de los días, las semanas y luego de los meses se fue deprimiendo cada vez más, perdiendo la esperanza de siquiera poder vengarse. Entonces el alfa se sintió inútil, solo y desesperanzado. De repente, todos sus sueños se truncaron en un solo parpadeo. Perdió a su omega marcado, a su futuro cachorro y también la motivación para seguir trabajando en lo que más le gustaba: la reparación de motos. Shinichiro dejó de ir a su trabajo, prefirieron pasar sus días deprimido en su cama, por lo cual al final su pequeño negocio de motocicletas fue rematado y tanto Koko como Inupi tuvieron que ir a buscarse la vida de otras formas menos legales, hasta que meses después Mikey los llamó para hacer "crecer" financieramente la nueva Toman.

Izana, o mejor dicho el omega interior del susodicho, aparecía diariamente en el dojo Sano para hacerle compañía al deprimido Shinichiro. El alfa no sabía porqué, pero sentía un rechazo innato hacia el omega de cabello plateado. Realmente no quería sospechar de su hermano, pero todas sus alarmas le gritaban que Izana era responsable de la muerte de su abuelo y también de Wakasa. Por eso, trató de atenderlo él mismo cuando iba al dojo para mantenerlo lo más alejado posible de Mikey y de Emma. Shinichiro en esos momentos realmente temió por la vida de sus dos hermanos más pequeños, le aterraba la idea de que sufrieran el mismo destino que su abuelo y su prometido. Era triste admitirlo, pero Shinichiro ya no confiaba en Izana.

El obsesivo omega todos los días se restregaba contra Shinichiro y trataba de besarlo a la fuerza, rogándole que lo marcara. Le repetía diariamente que él ya no tenía la marca de Kakucho porque se la quitó con láser y ahora que el alfa tampoco tenía la marca que lo unía a Wakasa, entonces era el momento perfecto para marcarlo a él. Por supuesto, el pelinegro se negó en cada una de esas ocasiones y jamás correspondió a los avances del omega. Él respetó hasta su último aliento el recuerdo de Wakasa, ya que el día que lo perdió, Shinichiro se juró a sí mismo que jamás volvería a marcar a otro omega en lo que le restaba de vida.

Al ser rechazado una y otra vez, el omega de Izana tuvo ataques de ira y amenazó a Shinichiro con deshacerse de Emma y de Mikey si no lo marcaba de una vez por todas. Ni siquiera le importó delatarse al amenazar a Shinichiro con eso, y es que el omega estaba tan desesperado porque veía al pelinegro morir un poco más cada día debido a su vínculo roto, por lo cual se había convencido de que si el alfa lo marcaba, todo volvería a ser como antes. Qué iluso era.

Como era de esperarse, Shinichiro jamás accedió a marcarlo (incluso si eso significaba morir) y simplemente negó con la cabeza ante cada uno de los ataques de histeria por parte de Izana. Tanto Emma como Mikey escucharon todo eso, sin embargo como seguían en estado de shock luego de perder tanto a su abuelo como a su cuñado, no sabían realmente cómo reaccionar o proceder. Sólo sacaron a Izana a la fuerza del dojo cada vez que se empezaba a poner agresivo, sin embargo al día siguiente regresaba con una sonrisa y se disculpaba. El omega alegaba que sólo estaba preocupado por el estado de salud de Shinichiro, el cual cada día empeoraba en lugar de mejorar.

Un día, exactamente un día antes de que Shinichiro muriera debido a su vínculo roto, Izana pudo finalmente emerger y librarse del control de su obsesivo omega interior. Cuando los bellos ojos violetas del omega finalmente se aclararon y se enfocaron, Shinichiro supo que había recuperado al hermanito que pensó que había perdido para siempre y no pudo hacer otra cosa más que llorar aliviado. Izana también lloró pero la culpa que sentía al ver a Shinichiro postrado en su cama, el de pelo plateado era muy consciente de todo lo que había hecho su omega durante el tiempo que tomó el control de su cuerpo. Fue una noche repleta de lágrimas, lamentos y disculpas... también de despedidas.

Shinichiro sabía que moriría debido a su vínculo roto, también sabía que jamás marcaría a Izana y que prefería morir e irse con Wakasa. Así que por eso esa noche se despidió de Izana, decidió perdonarle todo para irse en paz y también se despidió tanto de Emma como de Mikey. A éste último le dijo la verdad sobre Izana, porque vio el rencor en los ojos negros del joven alfa, le reveló todo esperando que Mikey pudiera entenderlo pero claramente éste no lo hizo. Manjiro culpó a Izana, por ser incapaz de controlar a su omega interior y a Kakucho, por permitir que su omega marcado hiciera lo que quisiera y también por dejar que Izana borrase la marca que los unía. Ya que fue una vez que Izana borró su marca, que su obsesivo omega pudo hacer y deshacer a sus anchas.

Lo que Mikey jamás entendió, es que Izana no borró su marca para permitirle a su omega "hacer lo que quisiera"... ni siquiera le pidió permiso o le avisó a Kakucho antes de hacerlo. El omega hizo lo que hizo porque realmente amaba a Kakucho y no quería que el alfa falleciera debido a un vínculo roto, si a él le llegase a pasar algo debido al errático actuar de su omega interior. Literalmente Izana antepuso la seguridad de Kakucho a su propio bienestar el día que decidió borrarse la marca.

Y al día siguiente de aquella melancólica noche de verano, durante una nublada mañana de un 14 de agosto... Sano Shinichiro falleció debido a su vínculo roto. Al igual que el abuelo, el nieto mayor fue velado en el dojo Sano y todos los ex miembros de Black Dragon, así como los miembros de la Toman e incluso personas de otras pandillas asistieron al funeral. Esa fue probablemente la primera y única vez que alguien vio llorar al frío Inupi, quien no dejó de mirar con odio durante todo el fúnebre evento a un destruido Izana. Al lado del omega solamente estaba un compungido Kakucho también vestido con un traje negro, quien en ningún momento dejó de apretar la mano del omega para transmitirle fuerzas. Kakucho sabía que finalmente su pareja había recuperado el control sobre su cuerpo, así que en medio de la agonía sentía esperanza... pero ésta no duraría demasiado tiempo.

Una vez que el funeral finalizó y el cuerpo de Shinichiro fue cremado, el inusualmente tranquilo Manjiro al fin explotó. Su hermano mayor le había contado todo lo que Izana le contó a él, para que supiera la verdad y para que pudiera también "perdonarlo" como lo hizo el buen Shinichiro antes de morir en paz. Sin embargo, Manjiro no era tan bueno como su hermano como para perdonar a Izana. No importa si fue su omega interior o si fue él mismo, el resultado seguía siendo el mismo: Izana literalmente destruyó su familia en cuestión de meses: su abuelo, su cuñado Waka, su amadísimo hermano Shinichiro... sólo le quedaba Emma, ¿también iba a matarla a ella? Él no iba a quedarse de brazos cruzados esperando a que eso pasara. Ya no más.

Izana sabía perfectamente que Mikey planeaba vengarse... y lo aceptó. Decidió no escaparse del dojo junto con Kakucho, sin importar cuánto el susodicho le insistió. No importa si quien cometió todos esos crímenes fue en realidad su omega interior, usó su cuerpo para cometerlos y literalmente destruyó a la unida familia Sano, ¿cómo podría ser tan egoísta como para huir con Kakucho a intentar ser feliz, luego de haber destruido la vida de sus dos hermanos menores? No, él decidió quedarse para expiar sus pecados.

Fue entonces que la madrugada del 15 de agosto, Mikey pidió ayuda a Sanzu, quien ya para ese entonces era un distribuidor de drogas muy reconocido en Shibuya y por eso mismo dejó la Toman (ya que por aquel entonces la Tokyo Manji aún era trigo limpio) pero jamás dejó de ser fiel a Mikey, por lo cual ante el llamado de su "rey" enseguida llegó al dojo. Mikey le pidió prestado su katana al beta y una droga-somnífera que se pueda disolver en líquido para hacer que Emma quede profundamente dormida mientras la masacre ocurría.

Esa noche, Mikey le dio a su hermana una taza con té caliente y más o menos a la hora de haberlo bebido, la sollozante beta se quedó profundamente dormida en su cama. Sanzu se quedó, por órdenes de Mikey, cuidando de los signos vitales de una drogada Emma toda la noche; mientras que el alfa se dirigió con la katana en mano directamente al cuarto donde Izana y Kakucho se quedaron aquella noche. En cuanto Mikey ingresó allí en silencio, fue recibido por una mirada vacía y melancólica por parte del que alguna vez consideró un querido hermano adoptivo. Fue casi como si Izana estuviese esperando a que Mikey fuera a cobrar su venganza.

Esa madrugada fue sangrienta, llena de gritos, lamentos, maldiciones, ruegos por parte de Kakucho y al final... sólo hubo silencio y un muerto. Manjiro le propició tres grandes tajos al tórax de Izana, uno por cada ser querido que el omega le arrebató. Obviamente, el más profundo y el cual le terminó por arrebatar la vida a Izana fue el tercero, el que fue por Shinichiro. Esa fue la venganza de Mikey pero... al final, el alfa tiró la ensangrentada katana al suelo y entonces, no sintió satisfacción por haber vengado a su abuelo, a su cuñado y a su hermano... sólo sintió vacío y frío.

Obviamente, Kakucho intentó siempre proteger a su omega y terminó tan o más malherido que el propio Izana. La única razón por la cual no murió fue porque Mikey evitó atacar sus puntos vitales cada vez que se interpuso entre Izana y el filo de la katana. Manjiro al ver al otro alfa tirado en el piso pensó que también moriría, ya que se arrastró con sus últimas fuerzas hacia el cuerpo inerte de Izana para cogerlo de la mano y le susurró unas palabras ininteligibles.

Justo cuando Mikey pensó en dejar morir a Kakucho junto con Izana, recordó las palabras que le dijo su hermano Shinichiro antes de morir. Claramente, el fallecido alfa le dijo que tanto Izana como Kakucho eran otras víctimas del obsesivo omega interior de Izana y de los crueles desaciertos de la madre naturaleza, la cual los unió de una trágica manera a los lobos interiores de Izana y Shinichiro. Su hermano le pidió a Mikey que aunque le doliera, perdone a Izana y a Kakucho... así que aunque no pudo perdonar al omega, al menos dejó vivir al alfa.

Fue después de tomar esa decisión que Mikey abandonó aquella ensangrentada habitación del dojo aquella madrugada del 15 de agosto y le pidió a Sanzu que fuera a darle los primeros auxilios a un moribundo Kakucho, quien casi muere esa noche por proteger al fallecido Izana. Una vez que volvió a la vida, Kakucho maldijo a Manjiro por no haberle dejado morir junto al amor de su vida pero... en lugar de simplemente irse, contra todo pronóstico decidió quedarse al lado de Mikey e incluso se convirtió en un ejecutivo de la Toman, ¿por qué? porque Izana se lo pidió aquella madrugada antes de morir, justo antes de que Mikey llegara a la habitación donde ellos dos estaban con una katana en mano, dispuesto a vengarse del omega.

"Kakucho... sé que estoy siendo egoísta, pero deseo que vivas. Quiero que cuides a Emma y a Mikey por mí. Siento tanta culpa... porque dejé a esos chicos solos, sin su estricto abuelo y sin su amoroso hermano mayor. Al menos quiero que permanezcas a su lado hasta que hayan encontrado a una persona especial, ¿podrías hacerme ese favor? Y una vez que lo cumplas... quiero que seas libre, que vivas tu vida como mejor se te plazca y ¿por qué no? si se te da, espero que encuentres a un nuevo amor. Eso me haría inmensamente feliz."

...

Sólo cuando Takemichi terminó de escuchar la historia contada por Mikey, se dio cuenta de que estaba llorando. Al salir de su estado de estupefacción, el omega se percató de que Manjiro también estaba llorando mientras le relataba su pasado. Esa era definitivamente la primera vez que Takemichi veía tan vulnerable al alfa, claramente era un tema que aún le afectaba demasiado y ¿cómo no le iba a afectar? si era simplemente terrible.

Luego de oír todas aquellas experiencias, al omega le empezaron a cuadrar muchas cosas y algunas actitudes por parte de Mikey cobraron sentido en la cabeza de Takemichi. Su aversión hacia los omegas, su odio a los violadores, el terror que siente ante la idea de marcarlo a pesar de que lo ama, su aversión natural hacia Kakucho, y...

—¿Por eso sentiste rechazo desde el inicio hacia mi omega interior? —preguntó Takemichi con la voz un poco ronca, mientras limpiaba sus lágrimas con las mangas de su camisa. —porque... ¿te recordó al omega interior de Izana?

—Sí. —reconoció mientras se dejaba caer en los brazos de Takemichi, quien no dudó en abrazarlo y empezó a acariciar el cabello lacio del alfa.

El alfa ronroneó satisfecho ante las delicadas caricias que el omega le dio a su cuero cabelludo. Sintió que se quitó un gran peso de encima al sincerarse con Takemichi y contarle todo sobre su pasado; sólo se abrió de esa forma con el pelinegro porque realmente confía en él. Es decir, incluso le contó sobre su niñez en el barrio rojo de Tokio... eso es algo que solamente saben Emma y Draken. Pero ahora una persona más que sumó a esa lista... Takemitchy, su omega.

—Mi omega no es igual al omega de Izana. —susurró el pelinegro, sin dejar de acariciar la cabeza de un emocionalmente agotado Mikey. —Así que... no lo odies, por favor.

—Claro que no lo odio. —susurró el alfa, restregando su mejilla contra el vientre aún plano de Takemichi. —Tu omega eres tú y tú eres tu omega, así que ¿cómo podría odiarlo?

—¿Ya lo aceptaste? —preguntó sorprendido. Él mejor que nadie sabía que la relación entre Mikey y su omega no era muy buena que digamos.

—Sí, igual que ya he aceptado a estos dos frijoles que tienes creciendo en tu vientre. —susurró el ojeroso alfa, besando con ternura el vientre de Takemichi quien se rió porque le dio cosquillas, aunque fuera por encima de la camisa.

—¡E-espera! —exclamó una vez que cayó en cuenta de lo que Mikey acababa de decir. —¿Dijiste dos?

—Sí, ¿qué tu omega interior no te lo dijo aún? Mi alfa me lo informó ni bien te pudimos ver y oler. Estás embarazado de dos cachorros.

—¡¿Cómo que dos?! —exclamó Takemichi conmocionado, él apenas se estaba haciendo a la idea de que tendría un cachorro pero ¿dos de una sola vez? —¡Maldito omega! ¡¿por qué no me lo dijiste antes?!

"¡Nunca preguntaste!" exclamó con un gruñido su lobo desde su inconsciente. "Y ahora cállate y déjame seguir durmiendo, soy una pobre madre primeriza de dos cachorros, ¡necesito reposo, carajo!"

—Dios, dame paciencia... porque si me das un hacha... —susurró Takemichi en un susurro casi inaudible, mientras Mikey simplemente fruncía el ceño sin terminar de comprender nada.

...Continuará...