Suus 'non iustus rosa amplius'
Los dos ángeles se encontraban sentados sobre la acera de una de las calles cerca de la casa de la cual salieron.
Jin se encontraba viendo sus zapatos blancos, pretendiendo que ellos eran lo más interesante que había en ese lugar. Mientras que JiMin se encontraba aún hipando por su reciente llanto; ambos sumidos en las palabras que salieron de uno solo.
Es que, a pesar de que para muchos es lo más normal, para ellos es una situación tan grave que temían mucho más ahora que cierto azabache lo confirmaba, tanto a su amigo, como a sí mismo.
— ¿Cómo pasó? — el silencio ensordecedor fue sustituido por la pregunta del peli castaño, quien ahora levantó su mirada y vio directo al rostro del azabache.
— No lo sé, creo que solo pasó y ya — hablo muy bajo, casi en un susurró.
— No puede sólo haber pasado, es decir, ¿desde cuándo? — al parecer el más exaltado de los dos no era el príncipe, si no su amigo — JiMin, tienes que deshacerte de esos sentimientos, y regresarás conmigo al reino otra vez, que importa la rosa, tarde o temprano aparecerá de nuevo, así que nos iremos de aquí, pero primero vamos a deshacernos de los recuerdos que creaste con ese humano, tiene que olvidarte, si tiene que olvidarte.
— Jin, ¿de qué estás hablando? — JiMin lo detuvo y negó — No puedo irme y dejar la rosa aquí.
— Sí, si puedes, nos iremos de aquí — Tomó su mano y halo de él hasta ponerlo de pie y empezar a caminar de nuevo por el mismo recorrido que habían hecho desde hace cuarenta y cinco minutos.
— No, Jin, no — el azabache estaba forcejeando con el contrario para que se detuviera y lo escuchara.
— ¡Es que tu ya no haces esto por la rosa de cristal, JiMin! — le reclamó muy enojado por el comportamiento de su amigo.
— ¡Jin, basta! — se zafó de su agarre y asintió — ¡Tienes razón, no hago esto por la rosa! — le regreso el reclamo muy enojado — Pero es que tú no entiendes. Ese chico se ha colado en mi corazón tan profundo que ya no soy capaz de desechar esos sentimientos, así como tu dices, no es tan fácil, no es fácil el estar enamorado de alguien, no es fácil temer por la vida de esa persona por el simple egoísmo que tenemos los ángeles y la necedad de no seguir cuerdos y actuar estúpidamente siguiendo las jodidas órdenes que te da el corazón.
El azabache no estaba molesto, pero sí algo consternado por la reacción de su amigo.
— ~ Sé que temes por mi, Jin, aunque sea mi padre, es muy seguro que no tenga piedad ni misericordia. Pero, como dije, no me iré, no aún, si tengo que irme, será cuando encuentre la rosa y cuando le explique mi situación a JungKook.
Jin suspiro, vaya que su amigo era un cabezón a veces, pero, tal vez tiene razón y el no no veía cómo el contrario. A pesar de todo, lo aceptó, su amigo se enamoró y prefiere poner su vida en riesgo, antes de dejar a aquel humano.
— Bien, pero me quedaré contigo, por lo menos unas semanas, luego me iré.
— Gracias — JiMin sonrió, incluso con sus ojos, los cuales aún reflejaban tanto dolor e inseguridad. Todo lo contrario a como había hablado hace unos segundos.
Juntos regresaron a la casa de ChanYeol, quien los esperaba en la entrada un tanto angustiado.
— ¿Está todo bien? — Les pregunto al estar frente a los dos.
— Sí, JiMin ya me explicó todo. ¿Sabías que está enamorado?
— Sí, sí... espera ¿¡Qué!? — su rostro calmado cambió al escuchar esas palabras.
— No lo sabías.
— No, no se lo había dicho — JiMin se rasco la nuca y vio como Baek se acercaba a la puerta y su semblante era de cariño ante la situación.
— Veo que Jeon hizo de las suyas nuevamente — Mencionó, llamando la atención de los tres presentes, incluso la atención de su hija.
A la mañana siguiente en otro lado de la ciudad, un castaño estaba ordenando un poco su mochila, justo ayer luego de haber tenido esa cita con su azabache, se había quedado hasta tarde, pensando en cómo esos ojos tan bellos lo miraban con tanto miedo.
JungKook tenía curiosidad, quería saber qué era lo que atormentaba tanto la cabeza de aquel bello ser.
— Mamá, JiMin te caería muy bien si pudieras conocerlo, es tan puro e inocente que sinceramente me da miedo lastimarlo, pero se que mi miedo no es comparado al suyo — miro la foto de su madre en su mesa de noche — Seguramente tú ya sabes la razón, eso lo sé, ya que seguramente tú ya pudiste verlo desde donde estás.
Bajo el marco y colgó su mochila en el hombro para salir de su habitación y continuamente de su casa.
Justo en sus manos aún admiraba la pluma que había encontrado hace dos noches. Una pluma que pareció brillar al salir de su hogar lo cual él no sabía si había sido por el reflejo del sol en ella, o por alguna otra situación.
Pero de algo estaba seguro, y era de su plan para lograr hacer que JiMin confíe en él, que logre aceptar el que él sea su confidente y el motivo por el cuál dejar de tener miedo.
Y su sonrisa era tan grande después de tanto tiempo, que para muchos de los vecinos que lo conocían y habían visto como el brillo en aquel joven se había ido luego de la partida de su madre, ahora lo miraban con una sonrisa y con tanto asombro por poder verlo sonreír nuevamente. Sin ser consciente de que todo eso se debía a un chico que había conocido, por el cual había caído muy rápido ante sus encantos.
Hello, aquí está una actualización más de la historia que realmente espero les guste.
Mi inseguridad no me permite ver si es así. Así que si quieren hacérmelo saber pueden dejar un comentario o regalarme una estrellita y con eso me harían muy feliz, se los aseguro.
También quiero preguntarles... ¿Creen que JiMin le diga pronto que es un Ángel?
Me gustaría saberlo. Bueno, nos vemos pronto.
I Purple U 💜💜
💙🦋🖤
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