Soulmates
Llegaron a la casa, Jeon se sentó en el sofá mientras que JiMin iba por algo para ambos.
El castaño que permanecía en el sofá llevó su mano a su cabeza y sobo sus sienes, sintió entonces como el lado izquierdo del sofá estaba siendo hundido.
— Deberías de dormir, yo me encargo de ordenar, aunque no hay mucho que hacer — agarro el vaso con jugo que le tendió el azabache, beso su mejilla y sonrió, le agradaba ver como el chico se preocupaba por él.
— Estoy bien, amor, te lo prometo — las mentiras no le agradaban, pero se vio en la obligación de hacerlo para no preocupar demasiado al de ojos azules.
JiMin asintió no muy convencido, desvió su mirada hacia el frente y le dio un sorbo a su bebida. No le creía, no cuando era todo lo contrario a sus palabras, pero Jeon lo notó, suspiro y dejó su vaso en la mesa de centro y le quitó el suyo al azabache para atraerlo por los hombros y recostar su cabeza sobre su pecho mientras él se reclinaba hacia atrás.
— Deja de darle tantas vueltas, solo estoy cansado, no es nada grave — la voz que salía por su boca era incluso más gruesa si se escuchaba desde su pecho.
JiMin suspiro y posó su mano derecha sobre el torso de Kook, quien besó sus cabellos y miró hacia arriba. El castaño acariciaba las hebras azabaches de JiMin, sintiendo la suavidad de su cabello.
— Te amo, Kook — esas palabras lo tomaron desprevenido. Abrió sus ojos y se enderezó, ocasionando que el azabache también lo hiciera.
Sus ojos se encontraron, JiMin estaba nervioso por la reacción del castaño, mientras que JungKook solo lo observaba, escarbando en sus ojos azules.
De pronto sin aviso estampó sus labios en los del contrario, sacándole un jadeo a JiMin quien tenía sus ojos abiertos, mientras que Jeon ya los había cerrado y disfrutaba del beso, moviendo sus labios, sin obtener respuesta del azabache. Quien le tomó tiempo pero le siguió, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello. Un suspiro en medio del beso se escapó de ambos, haciéndolos reír al mismo tiempo.
— Yo también te amo, mi pequeño ángel — acaricio su rostro y le dio un pequeño beso esquimal donde también depositó un beso tierno en la punta de la nariz del azabache, quien solo arrugó esta y sonrió con ternura.
El azabache lo abrazó y ocultó su rostro en su cuello. Jeon estaba feliz, primera vez que JiMin le decía esas palabras y su corazón latía desbocado a causa de ello.
Jeon volvió a unir sus belfos con los del azabache, lo que comenzó con un beso suave y tierno se convirtió en uno hambriento, donde ya no solo estaban los movimientos sincronizados de sus labios. Las manos del castaño bajaron por la cintura a la cadera del azabache, donde las llevó a su espalda y bajó hasta uno de sus muslos.
Acaricio la piel por sobre el pantalón negro que este llevaba, para luego con un ágil movimiento subir el cuerpo del ángel sobre el suyo. El azabache acariciaba con parsimonia los cabellos del castaño, mientras que este solo mantenía firmemente sus manos en la cintura de JiMin.
— JiMin, yo... — se separó de sus labios con la respiración agitada a causa del beso que se habían dado, JiMin tenía sus mejillas sonrojadas y sus labios estaban más gruesos, luciendo mucho más apetecibles para el castaño— Yo quiero... quiero que tu y yo, ¿cómo te explico? Yo — fue callado por los labios del chico.
— Solo deja que pase, si tiene que pasar, está bien — JiMin se acercó a sus labios y los volvió a unir luego de decir eso.
El castaño se levantó aún con sus labios juntos y entre tropezones y risas subió con el cuerpo del ángel prensado al suyo.
[Presente]
— "Sentir la piel de JiMin rozando la mía fue lo más maravilloso que me puso pasar, ser uno no solo en cuerpo, si no, desde ese día, mi alma se quedó con él, y la suya se quedó conmigo".
JiMin recordó lo que había pasado ese día tras leer las palabras del azabache en su diario. Recordaba como se había sentido con los besos de él y el como por primera vez se sintió amado por lo que es. Porque JungKook, lo vio no como un ángel, si no como un humano más.
Retiró una lágrima que recorrió por su mejilla y dejó de lado el cuaderno. Se levantó y caminó hasta la ventana de su habitación de castigo.
Las nubes estaban dándole paso a la noche, y solo quedaban menos de 4 días para su juicio, y las páginas del diario se estaban acabando, solo le quedaban ya unas pocas páginas.
Se dejó caer en el suelo, deslizándose por la pared. Estaba cansado, no quería seguir con esto, el no saber nada de su situación o de la situación de su hermoso humano.
Aquí les dejo un nuevo capítulo de esta historia. Espero que les guste, ya estamos entrando en la recta final déjenme decirles.
Nos vemos la próxima semana 😊
I Purple U 💜
🖤💙🦋
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