Semper
Se escondió detrás de una estatua que quedaba justo frente a la salida del reino. Uno de los guardias que su padre había puesto en la entrada para impedir que él saliera se encontraba en ese lugar, bostezando hasta el punto en que el cansancio era tan notable.
— Agbet, el príncipe ha escapado, tenemos que buscarlo antes de que el rey se dé cuenta - otro de los guardias se acercó a él alterado, avisando de la huida del príncipe ángel.
JiMin espero hasta que estos se alejaron lo suficiente, donde salio de su escondite y pasó por el portal para poder abrir el que lo llevaría a la tierra. Precisamente a aquel lugar al que le llama hogar.
Al llegar justo a tierra sonrió y cambio su apariencia a su imagen humana, donde salió del callejón y caminó por las conocidas calles hasta encontrarse con aquel lugar que extrañaba.
Desde el gran ventanal podía ver a los cuatro chicos abrazados. Dos de ellos mucho más juntos que los otro.
HoSeok se encontraba con su mirada perdida y sus ojos rojos mientras que Kook lo abrazaba y reconfortaba. Fue entonces que recordó quien le había ayudado a escapar de su padre.
— Señora Jung — bajo su rostro y decidió que sería mejor esperar al castaño en su casa.
JungKook se quedó solo en la tienda, le había propuesto a su hyung que él se encargaría de la tienda, que fueran a ayudar a Hobi con los preparativos del funeral.
Termino de limpiar todo y guardó los vinilos que habían venido con el pedido del mes. Agarro sus cosas y salió del local colocando la llave y cerrando este con la persiana abajo.
— Vamos a casa — se dijo a sí mismo y comenzó a caminar hacia su hogar.
El recorrido era aburrido desde que su ángel se había ido. Los vecinos de su residencia lo saludaban con un entusiasmo que él no compartía.
Su caminar y postura era decaído, sus pasos pesados y poco fluidos, casi pareciera como si de un zombie caminando por las avenidas se estuviera observando.
Llego a la entrada de su casa y se detuvo al ver unos zapatos que se habían puesto cerca de los suyos. Levantó la cabeza y no pudo retener la emoción de ver a su pequeño rayo de sol frente suyo.
Lo sujeto de la cintura y lo elevo en el aire dando vueltas, mientras lo abrazaba y ocultaba e inhalaba el aroma de este. Aquel aroma natural característico de JiMin.
— ¿Cómo es que estas aquí? ¿Estoy teniendo un espejismo?
— No lo creo Kook — La aterciopelada voz del pelinegro frente suyo logró que su estado saliera del shock.
Sonrió y abrazó con fuerza la cintura del más bajo mientras repartía pequeños besos en el contorno del blanquecino cuello del ángel.
— ¿Cómo es que estas aquí? — no salió de su lugar mientras soltaba la primera pregunta que le estaba surgiendo - ¿Tu padre lo sabe?
El más bajo de estatura negó — No lo sabe, me escape mientras me buscaban, ya que los guardias que me había impuesto mi padre se distrayeron, aproveche para escapar y esconderme.
El castaño negó y acarició el cabello azabache de JiMin.
Entraron a la casa donde el pequeño ángel no espero para recostar su cuerpo en el sofá, donde a los minutos sintió el peso de alguien más sobre su cuerpo y como era abrazado por la cintura.
— ¿Cómodo? — preguntó recibiendo un asentimiento por parte del chico.
— Sí, mucho.
Suspiro, dejandole saber al castaño que el también estaba cómodo en ese lugar.
— La madre de HoSeok me ayudó a escapar.
El nombramiento de la señora le llamo la atención a Jeon, quien sin levantarse de su lugar miro hacia el rostro del azabache.
— ¿La viste? — le pregunto con asombro en su voz.
— Sí, estaba caminando cuando vi a un ángel guía llevarla al prado, el lugar que se les asigna a las almas de los humanos; ella me ayudó, me dijo que viniera. Me reconoció y pude ver como me decía con la mirada que ella ya lo sabía, que yo no era un ser mortal.
Jeon se puso de pie y se sentó sobre el posa brazos; su mirada perdida mostraba que lo que había dicho lo había puesto a pensar, en dado caso hasta pareciera como si el castaño había disociado.
— Kook...
— ¿Mi madre también esta allá arriba?
El ángel no se esperaba esa cuestionante — No la he visto, pero seguramente si está ahí, o puede que ya renació como una humana nuevamente.
Asintió y comenzó a morder su labio, algo que no le agrado mucho al azabache quien se irguió y tomó el rostro del castaño entre sus manos.
— Deja de hacer eso — le pidió mientras acariciaba con su pulgar el labio inferior de este — ¿Qué te está martiriando?
— Mi madre murió de cáncer, y ver como uno de mis mejores amigos está pasando por lo mismo me ha afectado, no le deseo a nadie este dolor, JiMin.
— No es culpa de nadie, las enfermedades son sucesos impredecibles, nunca sabemos cuando puede ser que una persona caiga enferma.
Jeon sintió un dolor en su pecho, más aún después de escuchar las palabras con las que concluyo su pareja.
— No quiero que te enfermes, si por mi fuera te daría mi inmortalidad con tal de tenerte siempre a mi lado.
La palabra siempre es una palabra con el peso suficiente para la línea de vida de las personas, el siempre requiere la linea de las vidas que un humano puede tener. JiMin le estaba diciendo que lo amaría por la línea de vidas que tiene aún por recorrer.
¿Ahora como le decía al ángel que posiblemente la línea de esta vida ya esta por terminar?
Lamento la demora. En serio no pensé que se me complicaría subir un capitulo.
Espero que les guste, nos leeremos pronto, espero.
I Purple U 💜
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