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Non potest


Luego de su encuentro con el castaño, Park regresó a la casa con un miedo instalado en su cuerpo, y una extraña sensación de felicidad que no paraba de agitar su corazón cada que recordaba el toque de Jeon en su sien.

— JiMin — ChanYeol apareció por la entrada del living, con un rostro consternado y sorprendido al mismo tiempo.

— ¿Qué pasa, Chan? — Miró al nombrado acercándose un poco más, pero antes de acabar con la distancia, el más alto se hizo a un lado dejando ver a una presencia que no había percatado estaba tras de su amigo.

Aquellos ojos café claro, el rostro marcado, su cabello castaño oscuro. 

— Miguel — aquel individuo se acercó al azabache, JiMin seguía estático en su lugar, llevaba ya un tiempo sin escuchar su nombre de bautismo — ¿No piensas saludarme? 

— Jin — sonrió y por fin reaccionó acercándose al antes mencionado, enfundando se en un abrazo muy fuerte por parte de ambos.

Se podría decir que ya tres meses desde que habían perdido comunicación uno del otro.

Baek se acercó a Chan, los dos miraban con ternura a aquellos dos amigos que no paraban de abrazarse.

— Pero, ¿qué haces aquí? — el primero en separarse había sido el de ojos azules, quien ahora tenía una curiosidad por saber que estaba haciendo Jin en ese lugar.

— Precisamente al hablarte sobre algo — el rostro del ángel recién llegado cambio, en lugar de una sonrisa en sus labios, había una línea recta que parecía muy tensa.

— ¿Qué sucede? — Chan se acercó a los dos al escuchar la pregunta de JiMin hacia el contrario — ¿Pasó algo en el reino? 

— Tu padre — ante la mención del rey, JiMin sintió su piel helarse, y no era por el aire, ya que ese día había más calor que de costumbre — Baje para poder encontrarte y decirte que hace dos meses un mes después de que te fueras, tu padre descubrió que estabas aquí en la tierra, entre los humanos, descubrió que la rosa había desaparecido y ha estado buscándote desde ese entonces.

— ¿Buscándome?

— Sí, buscándote, y está muy enojado por tu desaparición, se podría decir que mucho más del enojo por la rosa pérdida. — JiMin miró a ChanYeol quien estaba a su lado, tratando de entender todo el problema que tenían — Tienes que regresar, antes de que todo se venga abajo, en todo caso antes de que te encuentren y ...

— ¿Regresar? — JiMin interrumpió el parloteo de su amigo, aquella palabra le instaló un sentimiento comprimido en su pecho — No — negó y se alejó de los dos.

— ¿No? Pero ¿por qué? — Jin se acercó el paso que se había alejado — Miguel, no te entiendo.

— No me llames así — cerró sus ojos y negó  — No quiero regresar, tengo que encontrar la rosa, tengo que... — "Tengo que estar a su lado".

Tras pensar en eso, JiMin salió por la puerta donde había ingresado. Aquello le había causado un miedo desgarrador. 

No quería regresar, y el porqué no estaba muy claro en su cabeza, únicamente tenía un nombre en ella, un nombre que se repetía sin cesar, aquel que le produjo un dolor parecido al dolor de ver a su hermano morir de aquella forma, o incluso un dolor aún peor.

— ¡Miguel! — Miro tras de él y Jin lo seguía de cerca, acelerando su paso para poder alcanzarlo.

— Ya te dije que no me llames así — se detuvo y encaró a Jin — No soy Miguel, puede que allá arriba sea el heredero del trono, pero aquí no soy un ángel, no soy nada, solo soy JiMin, el primo de ChanYeol — Respiro profundo — Desearía solo ser eso en todo los sentidos — susurro, pero no lo suficientemente bajo para que el contrario no lo escuchara.

— JiMin — se acercó y tomó sus manos para que lo mirará a los ojos — ¿Qué estás diciendo?

— No lo sé, maldición no sé nada — la palabra en sí le dejó perplejo, pero lo que realmente lo estaba asustando eran las lágrimas que se acumulaban en aquello ojos azules.

— ¿Qué sucede, por qué dices todo esto? — JiMin negó, rehusandose a hablar al respecto de algo que tal vez ni sabía lo que pasaba dentro de sí — Por favor, más que tu amigo, he sido tu hermano, todo este tiempo te he apoyado e incluso en estos momentos lo único que me importa es que tu estés bien y lo que estoy viendo me confirma que no lo estás, que algo cruza por esa cabecita tuya. 

— ¿Tu sabias que nos enamoramos una vez en nuestras vidas, solo una vez? — por la expresión que causó sus palabras, supo que su amigo no lo sabía — Pues si, nos enamoramos una vez, y no importa cuántas veces queramos impedirlo, no podemos porque es algo que pasa y pasa cuando no nos damos cuenta. Me enteré por Baek, que todo el tiempo en el que Chan estuvo aquí, se alejaba de él, se negaba a aceptar que se había enamorado de un humano, pero no podía dejarlo, su corazón agonizaba cada que pensaba en irse, que llegó llorando a él cuando fue desterrado de su hogar, o de lo que pensaba era su hogar — Al parecer el azabache estaba ahogándose en sus palabras, porque a pesar de hablar tan fluido, en sus palabras se mezclaban los hipidos a causa de su incesante llanto.

— JiMin...— Jin trago de detenerlo, pero no podía.

— Es decir, nunca me hablaron de lo que podía pasarme algún día, de que me enamoraría de alguien, de un humano o de un ángel, es patético el estado en el que me encuentro en este lugar, estarse recordando que no puedo amar, que tengo algo que hacer, que no me desvíe de mi misión... pero no logro nada, no puedo hacerlo, duele, duele mucho...

— ¡JiMin! — Jin lo detuvo por fin, tomó en sus manos su rostro y lo hizo que lo mirara — Tranquilo, respira — Fue entonces tras esas palabras que se dio cuenta de su estado. Estaba llorando a mares, con su corazón agitado, su cuerpo temblando y su falta de aire. Sabía que era un ataque de pánico por el que estaba pasando; la información de su padre, lo que sentía y la desesperación por hacerle ver a su amigo que no quería irse lo llevaron a ese estado — ¿Qué me estás tratando de decir? 

— Que me enamore de un humano, me enamoré de él, y duele como el infierno obligarme a no seguir cayendo por él — Jin se encogió por el dolor que mostraba aquellos ojos tan vivos que siempre estuvieron a su lado mientras crecían, la única diferencia ahora, está en que en esos ojos no había un brillo, estos estaban opacos, expresando el dolor que sentía el portador de ellos.

¿Quien esperaba esto?

Vaya que la aparición de Jin desatará un nuevo cambio en Jimin, ya veran a que me refiero. Pero, ¿esperan que Jimin se quede o se vaya de Seúl?

La verdad es que este es mi último capítulo preparado, tendré que trabajar mucho el próximo mes. Solo espero que les guste esta historia. Que se sientan cómodxs y que les agrade la lectura.

El próximo mes prometo traerles aunque sea otras dos actualizaciones.

I Purple U 💜

🦋💙🖤

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