Damnum
Al día siguiente JiMin dejó la casa del castaño para poder ir finalmente a la casa donde seguramente lo estaban esperando.
Saco la llave que le había dado ChanYeol e ingresó a esta, encontrándose con cuatro pares de ojos mirándolo desde el sofá de la sala.
— Oh, ya están despiertos — les sonrió con nerviosismo, esperando que no le hicieran preguntas las cuales tal vez serían incómodas de responder.
— ¿Dónde estuviste toda la noche, JiMin? — Y claramente esperaba que quien comenzará con ellas fuera su mejor amigo — Desapareciste todo el día, no nos dijiste dónde estarías más que solo irías a la academia pero no creo que hayas dormido en la academia.
— Yo... me quedé en casa de JungKook, de acuerdo — respondió con una sonrisa.
— Ooh, que bueno... Espera ¿Qué? — ChanYeol se levantó de golpe y Jin le siguió — ¿Qué hizo, Jeon? Dime que no salió de listo ese pilló.
— ¿A qué te refieres con que no salió de listo? — Miro a ambos sin saber qué responder.
— Solo dime que no pasó nada entre ustedes — no respondió la pregunta del recién llegado ángel, en su lugar se acercó al azabache y lo tomó por los hombros.
La incertidumbre a causa de su pregunta tal vez le tenía pensando, ¿a qué se refiere con eso? ¿Qué debería de responder?
Se tomó un tiempo antes de responder, recordando lo que había pasado el día de ayer. Lo cual solo le hacía sentir sus mejillas rojas.
— No pasó mucho, solo hablamos, en la academia bailamos juntos y posiblemente nos besamos — lo último lo susurro lo suficiente bajo para que no escucharan, pero había sido en vano porque de igual forma lo hicieron.
— ¿Se besaron? — Baek intercalaba su mirada desde Jin hasta ChanYeol, dejando al de ojos azules de último — Repitelo, y cuéntanos todo.
Se acercó hasta él y lo jalo de la mano, apartando a su pareja en el proceso. Lo sentó en el sofá y se puso a su lado, aún sujetando sus manos. JiMin agachó su mirada y luego se giró viendo aun a sus dos compañeros parados cerca de la entrada.
— Entonces, ¿Qué sucedió?
Les contó todo, desde que el castaño había llegado, el cómo se desmoronó en sus brazos hasta el momento en el que llegó a su casa sin saber que era su casa.
— Entonces, intentarás tener algo con él — No era una pregunta de parte de Jin, más bien era una afirmación — No regresarás pronto a casa, sabes que tu padre puede descubrir dónde estás y bajará a buscarte, entonces Jeon se enterará que eres un ángel y todo se vendrá abajo. ¿Sos consciente de eso?
— Lo soy, pero no me preocupa el que él se entere que soy un ángel — respondió — Solo tendré que enfrentarme a mi padre si eso llega a pasar.
— ¿No te preocupa que él se de cuenta? — ChanYeol se incorporó a la charla. BaeKyung miró hacia aquellos ojos azules, analizando todo lo que acababa de escuchar.
— No, porque ya le dijo que es un ángel — JiMin dejó de ver a los otros dos para encontrarse con los pares de ojos que tenía frente suyo. El peli café le sonrió — Me alegro de que te des la oportunidad de ser feliz, pero...
— Lo sé — No lo dejó terminar, después de todo ya sabía lo que diría.
Luego de esa charla, cada quien siguió con sus cosas, dejando a ambos ángeles en la sala.
— ¿Y la rosa? — Jin volvió a hacer la pregunta que más importancia tenía.
— La seguiré buscando, pero creo que deberíamos de darla por perdida completamente — Nunca pensó que el heredero de los cielos respondiera a su pregunta con esas palabras. Aunque sonara lo más lógico.
— Temo por lo que pueda pasarte, JiMin — el contrario tomó sus manos y lo obligó a verlo — Tú padre estará muy furioso, ya ves que no le importo la muerte de su hijo.
El azabache sólo hizo una mueca y dejó salir un poco de aire por la nariz.
ChanYeol se encontraba un tanto lejos de él, no le prestaba atención a nadie, solo a su celular. Baek se encontraba con la pequeña en la cocina preparando galletas. Todos en su mundo, incluido él quien estaba pensando en todo lo que estaba pasando y lo que posiblemente pase pronto.
En la casa de Jeon, el azabache se levantó de la cama con una sonrisa, hace un tiempo prolongado que JiMin se había ido, pero él seguía en la cama, inhalando el olor del azabache que había quedado impregnado.
Sonrió pensando que era el ser más dichoso, que tenía a un ser tan bello a su lado el cual le había traído alegría a su corazón. Se levantó y sujetó la libreta que estaba en su cómoda. Volvió al colchón y se sentó en forma de indio poniendo una almohada entre sus piernas y apoyando el objeto sobre esta.
Su sonrisa era enorme que sentí que iluminaba todo a su alrededor, cosa que solo lo hacía sentir más pleno todavía.
Abrió el cuaderno en las últimas páginas que había escrito y sacó la pluma que tenía en ese lugar para empezar a escribir todo. El cómo se sintió cuando vio a JiMin mostrándole su identidad, aquel asombro y cariño que empezó a tomarle al verdadero él.
El cómo se sintió tenerlo sobre su pecho y acariciar su espalda en el proceso, el llenarlo de besos y caricias, el confort que le invadía cada que aquel chico se ocultaba en su cuello y sentía el cosquilleo de su respiración junto con el roce inocente de sus labios en aquel lugar.
Todos aquellos sentimientos quedaron plasmados en el cuaderno. Todos y cada uno iban siendo escritos con tanta delicadeza que parecía estar pintando algo muy magistral.
De pronto un dolor de cabeza lo azotó, logrando que dejara de lado la pluma y llevará su mano a la parte superior de esta. Se inclinó y sacó una pastilla para el dolor que siempre guardaba. El punzante dolor aún seguía, pero él no puede prestarle tanta importancia. Solo quería pensar en los ojos azules que lo miraban el día anterior con tanto pánico, para luego verlos bañados en amor.
— Debería llevarlo a una cita — susurro para si mismo — Y pedirle oficialmente que sea mi pareja — lo susurro y sus mejillas se calentaron ante eso.
Nunca antes había sentido tanto por una persona, como también nunca se había puesto a idear la cita perfecta para poder hacer tal proposición.
Se levantó de la cama solo con su pantalón de chándal y bajó hasta la cocina, por lo poco que había aprendido de lo que su madre hacía para él, tal vez no estaría mal hacerlo para el azabache. Así que revisó todas y cada una de las alacenas para sacar desde harina hasta leche y chocolates para preparar lo que eran brownies y galletas.
Al tener todo se puso manos a la obra, tenía pensado llevarlo ese día a un picnic y poder empezar formalmente.
Llevaba ya media hora metido en la cocina intentando que la mezcla para los brownies no quedara tan suelta. Bufo y dejo todo a un lado.
— Esto es más complicado de lo que pensé.
Unos golpes en la puerta principal lo sacaron de ahí, al abrirla se encontró con sus amigos.
— Trajimos un poco de soju — Levantaron las bolsas, donde se podían ver varias botellas.
— Pasen — les sonrió y vio cómo todos se iban hacia la sala, él no los siguió, sus pasos volvieron hacia su nuevo desafío.
Los tres al no sentir como el menor no los seguía se vieron entre sí y caminaron hasta la cocina, donde vieron un desastre de harina sobre la isla.
— ¿Estás haciendo brownies? — Yoon miro todos los ingredientes y metió el dedo en la mezcla café que tenía enfrente.
— No hagas eso — Jeon le golpeó el torso de la mano para alejarlo.
— Sabes que está muy líquida, ¿no? — El castaño asintió — ¿Qué es lo que estás haciendo exactamente?
— Quiero llevar a JiMin a un picnic hoy, pero viendo que ya pasa de las once y que no tengo ni siquiera listo un poco de lo que quiero hacer, esto se vuelve más complicado e imposible.
Los tres miraron como su menor se hacía bolas en las dos mezclas que tenía sobre la mesa. Suspiraron y sacaron una botella de las bolsas para abrirla y darle un largo trago.
Yoongi le había quitado la mezcla que seguía revolviendo y empezó a arreglarla. Mientras que le echaba un vistazo a la mezcla de galletas, dándose cuenta que era lo único que estaba bien.
— Ponte a hacer las galletas, se supone que esto es más sencillo, pero lo tuyo son más las galletas.
Jeon sonrió y le hizo caso, agradeciendo la ayuda que le estaban dando.
Empezó a hacer las galletas poniendo algunas almendras en la mezcla para poder decorar las. Lo estaba haciendo con una sonrisa en su rostro.
Yoongi ya había puesto la mezcla en un molde para hornear y juntos lo pusieron en el horno.
— Gracias, por ayudarme, aunque solo iba a hacer esos dulces — NamJoon y HoSeok estaban preparando unos sándwiches y un jugo para que pudiera llevarlo.
— Un picnic no es un picnic sin sándwiches — HoSeok le señaló con el cuchillo de mermelada que tenía en la mano.
Todos asintieron y él solo sonrió. De pronto Yoongi notó algo a causa de la falta de camiseta en el castaño.
— Kook, ¿has perdido peso?
El mencionado miró su abdomen, notando que sus antes notables cuadros no estaban y que su estómago estaba muy plano.
— Creo que sí, no he estado comiendo mucho por mi falta de apetito — Le sonrió a su mayor.
El de piel clara frunció su ceño y suspiró. No le agradaba lo que había escuchado.
Holi!!
Aquí está la actualización de la semana, espero les guste mucho. Tengo muchas ideas ahora para esta historia, la cual no creo que llegue a 40 capítulos. Pero ya veremos.
Nos vemos el próximo viernes.
I Purple U 💜💜💜
💙🖤🦋
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