Después de un día tranquilo, Jeon supuso que sería mejor ir directo a su hogar.

Tomando sus cosas salió dejando a los demás aún en el establecimiento, miraba las calles que eran alumbradas por los faroles y las luces encendidas de algún restaurante o local. Él no vivía con sus padres ya que ellos murieron hace unos meses atrás, donde solo dejaron lo que era un hogar y algo con que sustentar su vivencia. 

Aún estaba muy fresca la herida de la muerte de sus progenitores, aún recuerda lo que sus padres le dijeron ese día en la mañana y era algo que siempre tenía presente.

— "Sé tú mismo, no dejes que nada te cambie" — recordó aquellas palabras mientras veía hacia el oscuro cielo.

Llegó a su hogar donde no quiso quedarse mucho tiempo en la fría sala, o al menos era así como lo sentía; subió a sus aposentos y retiró la ropa de su cuerpo para poder estar más cómodo con su pijama, la cual solo consistía en un sweatpants. Se tumbó sobre su colchón y puso la almohada en su rostro.

A pesar de siempre sonreír, por dentro no se sentía como lo demostraba, sentía un vacío que nada de lo que hacía lo llenaba, no encontraba forma para poder deshacerse de él.

M

ientras en otro lugar había un pelinegro tratando de encontrar una forma de encontrar aquella rosa.

JiMin se sentía hostigado, sabía a lo que se estaba enfrentando, en Corea habían muchas personas entre ellas mucho más chicos de 20 años de lo que se podía contar, eso solo le reducía a un setenta por ciento de poder encontrar la rosa antes de que su padre se de cuenta que él había bajado a la tierra.

— ¿Aún no sabes cómo encontrarla? — Chanyeol entró a la pequeña habitación que le habían ofrecido como su alojamiento.

— No, es realmente complicado — sus manos fueron a parar a su cabello, donde los desordeno un poco antes de mirar a su amigo quien hasta ese momento se dio cuenta a quien traía en brazos.

— Bueno, alguien quería venir a verte — la pequeña niña se escondió en el cuello de su padre ante la mirada azulada del ángel.

— Tierna — Chan se acercó a su amigo donde la pequeña se sentó a su lado mientras acariciaba su rostro — ¿Qué haces? — JiMin no evitó soltar una pequeña risa ante la mirada analizadora de la pequeña.

— No tienes la luz que portan los ángeles en la televisión — Chanyeol solo rio por lo mencionado por su hija.

— Cierto, no la tengo y te diré porqué — JiMin se acomodó dejando a la pequeña sobre sus piernas — Porque cambié mi apariencia para parecerme más a tu papá — luego de haber mencionado eso, dirigió su mirada al castaño quien se mantenía neutro aunque quisiera reírse un poco — Suerte que no lo logré del todo — la pequeña soltó una carcajada por la mueca que hizo el azabache, lo que le hizo entender que se sentía aliviado de no parecerse a su padre.

— Pero que dices, si soy un bombón envuelto — Chanyeol le dio un golpe en la cabeza ante la burla que le estaba haciendo su amigo y ex-líder.

— No lo creo amigo, se nota que perdiste el toque.

— Ya, mejor te dejamos para que sigas con tu martirio, buenas noches JiMin.

Y dicho aquello el mayor abandonó la habitación dejando al de ojos azules solo.

A

l día siguiente salió de aquella habitación y se encontró con la pequeña familia en el comedor; les sonrió a todos y se adentró a la cocina ya que su boca se sentía seca.

— ¿Hay algo en particular que desees desayunar? — Baek llegó a su lado, ocasionando que su corazón diera un vuelco ante el susto — Lo siento, ya veo que todos los ángeles son de esa forma.

— Está bien; la verdad solo comeré una manzana — Vio una manzana roja sobre la encimera y la agarró para empezar a comerla.

Sentía que debería continuar con su búsqueda, pero no se sentía listo para salir nuevamente a las calles frías de Seúl.

Sí, después de todo le preguntó a su amigo que parte de Corea era ese lugar. Chanyeol aparte de contarle cómo había sido su vida luego de abandonar su antiguo hogar.

JiMin se enteró que la vida en la tierra era completamente como los ángeles comentaban arriba, pero no creía que nada de aquel lugar fuera realmente como  lo pintan en su hogar.

Luego de despedirse de su amigo se volvió a ocultar nuevamente en sus aposentos, dejando a la pequeña familia en la sala.

En otro lugar estaba JungKook; este día quería quedarse en casa en lugar de asistir a su trabajo, así que no le quedó de otra mas que rogarle a su jefe y Hyung un día de descanso.

Lo que nos lleva a este momento, donde había llegado al parque, aquel lugar que visitaba con sus familia cuando apenas era un pequeño de apenas siete años.

Se sentó bajo el gran árbol que se encontraba casi en el centro de este, recordando su cabeza en el grueso tronco mirando hacia el cielo azul que le demostraba un hermoso día.

— ¡Tío Kook! — Bajo su cabeza encontrándose con la pequeña niña de su mejor amigo.

— Hey — dejó que la pequeña se tirara sobre su cuerpo, ocasionando que un quejido saliera de su boca ante el impacto del pequeño cuerpo con el suyo.

Atrás de la pequeña venía un castaño agitado.

— Kook, que sorpresa, pensé que estabas trabajando ya que, bueno YoonGi no te suelta mucho al ser de los mejores conocedores de su local.

— Sí, para mí también es sorpresa que me dejara tomar este día — Le sonrío y acaricio la cabellera lisa de la pequeña, la cual aún se mantenía aferrándose a sus hombros.

Chan tomó asiento a su lado, mirando a todos aquellos infantes jugar en los columpios e incluso mirando a algunos adolescentes que estaban sentados en  círculo.

— Baek me comentó sobre la llegada de un pariente tuyo — La voz del castaño a su lado lo hizo regresar de su viaje, ya que se encontraba pensando en cómo sería la vida si aún fuera lo que en el pasado fue.

— ¿Eh? — miro confundido al chico aún sin saber a que se refería con sus palabras; formo una sonrisa al comprender — Sí, mi primo JiMin me cayó de sorpresa, pero no a visitarme. 

— ¿Cómo? — JungKook quería saber a qué se refería, pero la mirada de advertencia que le lanzó el chico a su lado lo detuvo — Bien, no pregunte nada.

— No es que no quiera decirte, solo que es un problema familiar y sabes que no me agrada mucho comentar sobre mi vida privada o la de mi familia.

Asintió, aún podía recordar el día en que conoció a aquella familia, prácticamente luego de ello se enteró que ChanYeol había sido corrido de su hogar al enterarse de sus gustos. Algo que le destruyó el corazón, al igual que le hizo saber que no todos eran como sus padres.

— Solo puedo decirte que mi primo está aquí en busca de algo que mi familia perdió.

Lo siento, he entrado a clases y se que no es excusa realmente, también, no he tenido la suficiente inspiración de escribir últimamente, el bloqueo creativo que tengo tanto con esta historia como con las otras tres que tengo en emisión.

Dare un esfuerzo y trataré de tomar nuevamente el hilo de esta historia.

Nos leemos pronto...

I Purple U 💜

S. Black Angel 🖤