Amittere
JiMin.
Me desperté sintiendo un brazo rodeando mi cintura y una respiración golpear mi rostro muy suavemente. Recordé lo que vivimos hace unas pocas horas. Recordé cómo es que habíamos llegado hasta este momento.
Sonreí y acaricie el rostro de JungKook, quien aún permanecía profundamente dormido. Su rostro estaba tranquilo y a pesar de que las ojeras eran notables y su pérdida de peso también, ante mis ojos, este chico sigue siendo hermoso.
Baje mi mirada recorriendo todas las facciones, desde sus pestañas hasta la manzana de Adán y su pecho subiendo y bajando a causa de su respiración.
Encontré varias marcas que mostraban lo que habíamos hecho, en sus brazos marcas de mis dedos se encontraban y sobre mí pecho, una que otra marca rojiza.
— Ya despertaste — regrese mi mirada a su rostro, encontrándome con sus ojos café observándome y una sonrisa sobre sus labios.
— No hace mucho que lo hice — le respondí de la misma forma, casi en susurros.
Se removió en la cama, soltando mi cintura y colocándose boca arriba, estirando su cuerpo para luego sentarse, dejando al descubierto su espalda y pecho desnudo.
— Ponte algo de ropa — le lancé una almohada, la cual atrapó sin problemas.
Soltó una carcajada y se reclinó, apoyando su brazo para quedar más cerca de mí — Tú también deberías de ponerte algo de ropa — depósito un pequeño beso sobre mis labios.
Ambos nos incorporamos de nuestro lugar, buscando las prendas de nuestros atuendos. Colocándolas en su lugar. Al estar completamente vestido me senté nuevamente sobre el colchón de la cama, sintiendo un fuerte dolor en mi espalda baja. Más bien era una mezcla extraña entre un ardor y dolor que no me permitía estar sentado, o tan siquiera parado cómodamente.
— ¿Te duele mucho?
— Supongo que es normal, ¿no es así? — respondí a su pregunta con otra pregunta.
— Sí, es normal — asintió con una sonrisa en su rostro y se acuclillo frente a mi — Si quieres puedo pasar por una farmacia y comprarte algo.
Negué y acaricie su rostro — No es necesario. Ya es muy tarde, debería de ir con ChanYeol y BaekHyun.
El asintió y me ayudó a colocarme de pie, al salir de la casa caminamos el recorrido, saludando a los vecinos del castaño, dando una que otra sonrisa.
Al estar cerca de la casa de mis amigos, Kook se desbalanceó un poco, logrando que pararemos nuestro caminar.
— ¿Estás bien?
— Sí, estoy bien — sacudió su cabeza y continuó caminando, arrastrándome a su paso.
— Creo que deberías de ir con alguien que te revise, creo que ustedes le dicen doctor o médico — encurve mis cejas, mientras seguíamos caminando, solté mi preocupación a su estado — Me inquieta un poco el estado en que te encuentras, Kook.
— Estoy bien, amor, solo es el dolor de la migraña — me detuve logrando que él también lo hiciera — Pero lo haré para que veas que no hay nada de que preocuparse. Todo está bien.
Suspire haciendo un puchero, no quería que nada malo le pasara, es mi razón de ser ahora, y si lo pierdo, creo que me perdería a mi mismo.
Nos despedimos al estar frente a la casa, y no entre del todo hasta perder de vista el cuerpo del castaño. Me adentre a la casa cerrando tras de mí la puerta, encontrándome con Baek y la pequeña Sun sentados en el sofá frente al televisor viendo una película de una chica rubia con cabello extremadamente largo y al parecer un joven que era ladrón. Algo así era la película, realmente no lograba comprender del todo las películas de los humanos.
— ¿Qué tal estuvo tu tarde con Jeon?
Camine hasta sentarme en el sofá, quejándome muy bajo por el dolor que se presentó nuevamente, llamando la atención del peli café a un lado mío y el de la pequeña.
— ¿Lo hicieron? — Su pregunta me sorprendió y desconcertó, ¿a que se refería con eso? — Hablo si pasó lo que hablamos aquel día.
— Ah — sonreí tímidamente y asentí — Sí, pasó — sentí mis mejillas calientes y estoy seguro que estás tomaron el color carmesí que ya era tan característico en mí.
— ¡Oh por Dios! ¡No lo puedo creer! — me asusté un poco por la reacción del chico, parpadeé un par de veces, luego sentí como me sujetaba por las manos — ¿Te cuido?
— Sí, en todo momento, sentía muy lindo todo — hablé muy bajo, sintiéndome cohibido ante el recuerdo.
No tardé mucho en hablarle sobre lo que había pasado, omitiendo algunos detalles en los que me sentía un tanto receloso.
JungKook.
Luego de dejar a JiMin en la casa no pude sacarme sus palabras de mi cabeza. ¿Debería de hacerme un chequeo?
Es decir, estoy seguro que lo que tengo no es más que una migraña, pero... ¿debería? Suspiré y di los últimos pasos que me alejaban del lugar, adentrándome a este.
Me acerqué a la recepcionista, pidiendo información para una consulta general, obteniendo la respuesta de uno de los médicos que estaban disponibles a esa hora.
Me guió hasta el consultorio del doctorado dejando el archivo con mis datos que había tomado no más de diez minutos.
— Jeon JungKook, 25 años — leyó lo que al principio describía — Bien, JungKook, soy el doctor Lee JiSeok. ¿Qué te trae por aquí, hijo?
— Pues, he tenido fuertes migrañas que me han hecho vomitar y casi desmayarme — describir los pocos síntomas que tenía, o los que había distinguido — La verdad, solo quisiera medicamentos para tratarla.
Vi como el doctor se quedó observando mi rostro por un tiempo prolongado, poniéndome un tanto ansioso por lo que diría.
— Tu rostro está demacrado, ¿has comido correctamente? — su pregunta me desloco, ¿qué si he comido correctamente? Claro que lo he hecho...
— No, no tengo mucho apetito últimamente.
— Ya veo — anotó unas cosas en una hoja, sin mencionar nada, solo escribiendo lo que se que estaba haciendo — Dolores de cabeza como una migraña, náuseas y mareos, pérdida de apetito — recalco todo lo que había mencionado — ¿has tenido cambios de humor o olvidado algo últimamente? — recordé cuando simplemente reaccioné muy mal a la presencia de JiMin, o como esta mañana olvidé colocar los discos de vinilo en las muestras de la ventana. Asentí a la pregunta, observando cómo el hombre escribía nuevamente — De acuerdo, quisiera realizarte unos exámenes de sangre y una tomografía.
— ¿Y eso? ¿Cómo, para qué o qué? — pregunte a la defensiva; yo solo quería medicamento para mi migraña.
— Solo, permíteme realizarlos.
Lo analicé por unos segundo, hasta que accedió. Me mostró la salida de su consultorio y simplemente lo seguí hasta el laboratorio y el lugar de la tomografía.
Pasando las horas en las que me habia estado en el edificio, por fin vi entrar nuevamente al doctor al consultorio, luego de que este se hubiera retirado a por los resultados.
Se sentó frente a mí y sin demorar abrió los exámenes de sangre asintiendo — Bien, al parecer tus muestras de sangre muestran que todo está bien. No tienes ningún problema anémico o sanguíneo — dejó el papel a un lado, sonreí ante la respuesta, pues es algo que ya sabía. Después de todo, mi estado se debe a mi estrés nada más.
Cogió el otro sobre, sacando la tomografía y revisando minuciosamente. Su ceño se frunció y sus ojos se miraban preocupados ante lo que observaba, algo que me instaló un poco de preocupación.
¿Qué creen que le pasa a Kook?
Espero que les guste este capítulo, sinceramente lo he podido publicar al día porque lo escribí hace poco.
Nos leemos pronto 💞
I Purple U 💜
💙🖤🦋
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