𓏲 Capítulo 9
— Chaeyoung no parece tan mala, es más, es muy agradable — comentó Dahyun dándole un mordisco a su galleta con chispas de chocolate que Sana le regaló hace unos minutos — Deberíamos dejar a Mina y sus amistades.
— Concuerdo con la come galletas — rió, Jeongyeon siendo empujada por la menor con el ceño levemente fruncido — Ya, pero si es muy agradable, ni siquiera noté que es homosexual.
— Lo sé, yo también lo olvidé por un momento — puso una expresión de duda, Sana — Pero, no se parece para nada a las homosexuales que nos describen en la escuela.
Las otras dos asintieron pensando en lo mismo, siempre les plantearon que los homosexuales buscaban coquetear y sobrepasarse con cualquier chico o chica, que en los chicos usaban maquillaje exageradamente y que parecían chicas hasta en la forma de hablar. Por parte de las chicas, siempre les decían que se vestían de forma varonil, su cabello era "extremadamente corto" y coqueteaban todo el tiempo, pero Chaeyoung era todo lo contrario.
Sí notaron que su cabello era un poco más corto que el suyo pero su corte era demasiado sutil, además de que en ningún momento les hizo algo que las hiciera sentir incómodas, y ese había sido su miedo al principio, pero al conocerla, les pareció muy diferente a lo que estaban acostumbradas a escuchar, en ningún momento las tocó o se les insinuó.
Sus padres incluso les decían que no podía existir una persona tan llena de pecado como un homosexual, pero ellas casi no lo notaron, es decir, se veía como ellas, pero con cabello corto y perforaciones.
— ¿Creen que solo ella es la excepción? — preguntó Dahyun, dejando el envoltorio de galletas vacío sobre la mesa.
— No lo creo — negó Jeongyeon — Creo... Creo que nos dieron una idea equivocada de lo que son los homosexuales.
— ¿Quieres decir que nos mintieron? — Sana reaccionó, no quería ni siquiera plantearse algo como eso, sería botar una vida entera de creencias de las que tendría que dudar — Incluso decir mentiras es muy malo, no creo que nuestros padres o profesores nos mientan al respecto, sería contradecir lo que nos enseñan.
— ¿Ustedes nunca se han cuestionado lo que nos dicen? — preguntó en voz baja la menor de todas, un poco tímida. A veces se había puesto a pensar en que quisiera ser diferente al menos una vez, pero claro, la sensación de desearlo la hacía sentir culpable, borrando esa pequeña posibilidad — A veces... A veces quisiera tener el cabello de otro color.
— ¿Qué? — Jeongyeon la miró sorprendida, como si le estuviera diciendo algo realmente descabellado — Tu cabello castaño está bien.
— ¿Eso es muy malo? — susurró, agachando la mirada — Ver a Chaeyoung me hizo pensarlo de nuevo y pues, se ve muy linda, saben.
— ¿Chaeyoung o el cabello? — Sana enarcó la ceja, expectante.
— ¿Los dos? — respondió insegura con otra pregunta, sonando casi como afirmación — No lo sé, chicas, no lo sé.
— ¿Estás diciendo que una chica es linda? Eres una chica también, Dahyun, ¿estás escuchando lo que dices?
— ¿Y eso también es malo? Las chicas se dicen cosas lindas todo el tiempo — se cruzó de brazos, sacando todas las dudas que tenía, porque de alguna forma ya no se sentía tan cobarde al respecto; ver la manera en la que Mina defendía sus propios ideales y a su mejor amiga la hicieron pensar en que tal vez, solo tal vez, ella también podía hacer ciertas cosas sin desagradar a Dios o decepcionar a su familia, porque entendió que, Mina no estaba haciendo nada que la dañara o las dañara a ellas — Ustedes son muy guapas, ¿eso me hace lesbiana?
— Creo que no — respondió confundida Jeong — Dejemos el tema, Dahyun, no creo que debamos hablar de esto ahora... Pero, gracias — sonrió con suficiencia ante el cumplido, sintiéndose extrañamente bien.
Dahyun hizo un mohín, molesta por ser silenciada por sus amigas, ni siquiera ellas les daban respuesta a sus preguntas, y preguntarles a sus padres definitivamente no era una opción.
Mina sobó el suave cabello de Chaeyoung hasta que por fin cayó dormida. Desde la última vez, no se habían vuelto a besar, y es que trató con todas sus fuerzas no hacerlo; de alguna manera sentía que se estaba aprovechando de su mejor amiga al prácticamente utilizarla para descubrir qué era lo que le estaba pasando a ella misma, llegando a la conclusión que lo mejor sería dejar de hacerlo para no confundir las cosas, no quería salir lastimada ni lastimar a su mejor amiga, la quería lo suficiente para no dañarla de esa forma a sabiendas de que Chaeyoung podría enamorarse de ella ; quizás sonaba muy egocéntrica, pero era mejor prevenir cualquier malentendido.
O quizás era una auto advertencia.
— Min — susurró la menor con los ojos cerrados, hablando entre sueños — Mina acércate — pidió, tanteando con su mano hasta confirmar que la mayor estaba ahí con ella.
— Aquí estoy — la acercó más a ella — ¿Pasa algo?
— Mh... No — negó con la cabeza, dejándose envolver completamente por las sábanas de la pelinegra, recostando la cabeza en su pecho.
No te gustan las mujeres, Mina... Mamá nunca te dejaría, papá te mataría a golpes.
El sentimiento de desilusión le dieron ganas de llorar, estaba entre aceptarlo y reprimirse, ¿cuál de las dos opciones era la mejor para su bienestar? No quería que la alejaran de ella, se deprimiría y todo sería peor.
Mina logró dormir mucho rato después, dejándose llevar por los sentimientos encontrados mientras veía el rostro de su mejor amiga que dormía plácidamente, preguntándose repetidas veces cómo es que no lo había notado antes, cómo no había notado lo fuerte que era el sentimiento, que todos esos tratos hacia ella no eran de simple amistad, que esos abrazos que le daba a la menor no solo demostraban cariño, sino que algo más allá, esa sensación de querer estar siempre a su lado, incluso con el mismo hecho de tocarse pensando en ella. Porque al final, todo iba en torno a su mejor amiga, y eso no era correcto, aunque se sintiera tan bien, no era correcto para ella. Estaba tan asustada, asustada de perderla para siempre, porque de un momento a otro, Son Chaeyoung se convirtió en su única base emocional.
Eso no debía ser así.
Estaba perdida.
A la mañana siguiente, luego de que Chaeyoung se fuera, Mina bajó las escaleras totalmente arreglada para ir a la escuela. Suspiró con pesadez al notar que ya todos estaban sentados en la mesa, haciendo la oración para desayunar. Vio su plato ya servido en la mesa, como si su madre hubiera hecho todo más temprano para que ella no se acercara. Eso de por sí, ya era demasiado tonto, mantener un rol que no era obligación para nadie, pero su madre nunca iba a ir en contra de lo que su padre decía, y es por eso que prefería hacer todo más temprano.
— Ya que últimamente odias todo lo que tenga que ver con nuestra religión, no te esperamos para hacer la oración — habló el señor Myoui, atento a su plato de comida — Siéntate y come.
Mina simplemente guardó silencio, hizo una corta oración ella sola antes de empezar a comer. Ya no iba a gastar tiempo en explicarle cosas a sus padres, era mejor para ella y para todos que llevaran las cosas de manera tranquila.
— Jihyo, quedarás a cargo de la casa un par de días, debo salir de la ciudad, y tu madre irá a visitar a la abuela.
— Uh, claro — asintió dudosa ante tan repentino plan.
— ¿Puedo ir contigo a tu viaje? — preguntó la señora Myoui, hablándole con cariño a su esposo — Luego podemos ir a casa de mis padres.
— No — respondió fríamente — Voy solo, tú ve y haz tus cosas.
— Está bien — asintió la mujer — Lamento haberte incomodado.
Mina estuvo a punto de decir algo al respecto, pero Jihyo la detuvo poniendo su mano sobre la de ella, negando con la cabeza en señal de que guardara silencio.
Quería hacer algo al respecto, su madre solía ser muy grosera con ella, pero no podía evitar sentir impotencia por esos tratos, aunque ella parecía muy tranquila al respecto.
— Terminé, ¿puedo irme sola a la escuela?
— Vete — espetó su padre — Vete y cuando vuelva espero que ya estés encerrada en tu habitación.
—No te preocupes, tampoco quiero verte — se atrevió a decir, cerrando con fuerza la puerta tras ella.
Vio la casa de los Son al salir, percatándose de que su amiga seguía en su habitación. Dudó un poco antes de acercarse rápidamente hasta escalar al balcón. Las cortinas estaban semi abiertas así que dedujo que podía entrar. Se sentó en la cama desordenada de su mejor amiga, escuchándola en la ducha; decidió esperarla para irse juntas, podrían escaparse de nuevo o simplemente la idea de quedarse toda la tarde ahí no parecía tan mala, solo faltaba que la menor aceptara.
— ¡Mierda! — exclamó la menor al salir del baño rodeada con una toalla en su cuerpo, encontrándose con Mina sentada en la orilla de la cama —¿¡Qué haces aquí a esta hora!?
— Eh, yo... — tragó fuerte, de repente, ver a Chaeyoung siendo tapada únicamente con una toalla, le parecía demasiado atractiva — Mis padres me dejaron ir sola a la escuela y me preguntaba si íbamos juntas.
— Creo... Creo que está bien — respondió nerviosa al notar la peculiar mirada de su mejor amiga sobre ella.
¿Por qué de repente todo se sentía tan diferente entre ambas? Como si siempre hubiera una extraña tensión alrededor de ellas, no era incómodo, simplemente era extraño, distinto al aura que las rodeaba normalmente.
— ¿Y si mejor no vamos a la escuela? — sugirió de repente la mayor, viendo a Chaeyoung buscando el uniforme en su armario — Podemos quedarnos aquí y ver películas o tal vez podríamos ir de nuevo al centro comercial.
Chaeyoung mordió su labio inferior con duda, sería su segunda falta de cinco que podía utilizar de manera injustificada. Había notado como Mina buscaba pasar más tiempo con ella luego de haber desaparecido, como si quisiera recompensar todo el tiempo perdido, y aunque Chaeyoung se sintiera feliz con eso, al mismo tiempo le hacía daño.
Asintió luego de unos segundos, buscando ropa cómoda para estar en casa, haciendo a un lado el uniforme de la escuela. Entró al baño y luego de un par de minutos, salió totalmente vestida, peinando su cabello con los dedos, dejando que se secara de manera natural.
A eso de las doce y media del medio día, Mina salió de la casa de los Son con mucha cautela, temerosa a que su madre descubriera que iba saliendo justo de la casa de enfrente.
Luego de esa mañana junto a Chaeyoung, llegó de a su habitación, se sentó frente a su escritorio, viendo justo a la ventana de la coreana en la que solo notaba su silueta moviéndose de un lado a otro, llegó a la conclusión que tanto temía, algo que realmente le aterraba aceptar, pero luego de recibir tanto cariño, atención y comprensión por parte de su mejor amiga, decidió completamente que Chaeyoung realmente le gustaba, le gustaba de manera sentimental, algo real.
Y si eso la hacía lesbiana, entonces lo era, ya no tenía dudas de ello.
Por fin era viernes, Mina llegó con una enorme sonrisa hasta la entrada de su salón, encontrándose rápidamente con la mirada de sus amigas, haciéndole señas para que se acercara.
— Chicas, buenas noticias — dejó sus cosas sobre la mesa, sentándose en la esquina de la mesa de Jeongyeon para estar más cómoda.
— Antes que nada, buenos días — dijo Jeong — Ahora sí, dinos la noticia.
Mina rodó los ojos, pero esbozó una corta sonrisa.
— Mis padres no estarán en casa hasta el lunes por la mañana.
— ¿Por qué eso es una buena noticia? — cuestionó Dahyun, acomodando su cabello que por una razón desconocida, ese día estaba más descontrolado que nunca.
— Jihyo quedó a cargo, y ella dijo que podía llevar amigas a pasar lo noche, o sea, una pijamada.
— ¡Si! — exclamó emocionada la menor de todas — Dime, ¿irá Jaehyun?
Cierto, Jaehyun. Mina no había hablado sobre lo sucedido entre los dos a pesar de que ya había pasado mucho tiempo.
— No, terminamos hace rato.
Las presentes la miraron con sorpresa, pero no iban a preguntar más, de cierta manera, se sentían un poco aliviadas, era mucho mejor ahora que Mina pasaba tiempo con ellas y no con su ex novio que no hacía nada más que alejarla. A excepción de Sana, ella todavía seguía pensando en que debían seguir juntos hasta el matrimonio, tal y como les habían dicho que debía ser para agradar a Dios.
— Yo voy — aceptó Dahyun.
— Yo también, nunca he hecho una pijamada — secundó Jeongyeon.
— ¿Vas, Sana?
La menor dudó un momento, pero terminó aceptando, una pijamada no tenía nada de extraño, solo verían películas y comerían algo.
Al menos eso creía.
Chaeyoung frunció el ceño un poco confundida al encontrarse con Mina junto a sus amigas en la salida de su escuela. Caminó hacia ellas, dejando a Nayeon y Momo atrás, restándole importancia a lo que le iban contando.
— ¿Mina?
— Chaeyoungie, hola — le sonrió, notándose el brillo en sus ojos al verla — ¿Vas a casa ya?
Chaeyoung asintió. Les puso atención a las otras tres chicas y las saludó con la mano, recibiendo el mismo gesto.
Momo enarcó una ceja al encontrarse con todas esas chicas, pareciéndoles mucho más lindas al verlas de cerca.
— Hey, nos dejaste hablando solas — se quejó Momo cuando estuvo a un lado de Chaeyoung.
— Lo siento. Miren, ellas son Dahyun, Jeongyeon y Sana — las señaló en ese orden respectivamente — Amigas de Mina.
Momo y Nayeon asintieron, haciendo una corta reverencia en forma de saludo.
— Ellos son mis amigas, Momo y Nayeon — las presentó a excepción de Mina que ya las conocía.
— Un gusto — respondió con timidez, Dahyun, siendo la única que correspondió al saludo.
— No es que me moleste, pero ¿qué haces aquí? — preguntó Chaeyoung directamente hacia la pelinegra, empezando a caminar todos en dirección a su casa.
— Mis padres no estarán hasta el lunes por la mañana y me preguntaba si quisieran hacer una pijamada con nosotras — explicó, viendo también a las otras dos para darles a entender que ellas también estaban invitadas.
—¿Hablas en serio? — la sonrisa de Chaeyoung se ensanchó automáticamente, recordando que ella una vez le había dicho que deseaba algo así.
Mina asintió, sonriendo también.
— ¡Claro que si! Yo me apunto — habló Nayeon.
— Pero, ¿solo veremos películas, cierto? — preguntó tímida, Sana, no quería que todo eso se malinterpretara y se convirtiera en una fiesta descontrolada de la que no quería ser participe.
Chaeyoung, Nayeon y Momo se miraron entre sí, dudosas, pero asintieron ante la idea.
— Momoring, ya te dije que ellas no son lesbianas, ni bisexuales, ni hetero flexibles — rodó los ojos al escuchar el parloteo de la japonesa sobre las amigas de Mina — No vas a conseguir nada más que te miren con asco, te lo aseguro.
Momo hizo un mohín, cruzándose de brazos, estaba casi segura de que podría conseguir al menos un beso de alguna de ellas.
— Pues yo creo que con un pequeño empujoncito se puede lograr — comentó Nayeon, arreglando su cabello frente al espejo de Chaeyoung — Tengo una teoría sobre que todos somos bisexuales en algún punto de nuestras vidas, no digo que debemos forzarlas, pero creo que ellas mismas pueden descubrir su momento bisexual.
— Nay, a veces me sorprende el montón de cosas estúpidas que dices — rió la pelicorto. Pero muy en sus adentros, creía que esa podría ser la respuesta a los pequeños encuentros que había tenido con Mina, porque no encontraba otra respuesta lógica, y ser lesbiana estaba totalmente descartado.
— No es una teoría tan tonta después de todo — se encogió de hombros Momo, dándole la razón a su amiga — Solo piénsalo, ¿qué posibilidad hay que en una noche entera no pase nada al menos con una de nosotras? No me lo preguntaste, pero voy a responder — la miró con una gran sonrisa, tomando asiento en la orilla de la cama — La posibilidad es nula, nosotras somos tres chicas de mente abierta, y ellas son cuatro chicas reprimidas por su estúpida religión, ¡ellas ni siquiera saben lo que es el sexo! ¿crees que no tienen la mínima curiosidad al respecto? — Chaeyoung se encogió de hombros sin saber la respuesta, no era algo que pensara a menudo — ¡Claro que tienen curiosidad! Somos humanos, siempre queremos experimentar, y mientras más prohibido sea, más llama la atención.
— Además — intervino Nayeon — Somos adolescentes, chicas con hormonas alborotadas ante la mínima provocación, y siéndote sincera, no creo que Dios las haya escogido específicamente para no sentir los mismos deseos que las demás.
Chaeyoung escuchaba atentamente cada palabra que sus amigas decían, sonando como algo lógico y a la vez un poco ridículo. No estaba del todo segura, pero tampoco estaba lejos de la realidad.
El deseo sexual es instintivo, fortaleciéndose en pleno desarrollo, y ella era una prueba de ello.
— No voy a forzar a nadie a nada, pero si se les da la oportunidad, estoy segura que pueden ceder ellas solas.
— Bueno...— las miró con duda, no le gustaba que vieran a las amigas de Mina para algo así, pero ellas tenían razón, muchas cosas podrían pasar durante toda la noche si no llevaban el control de toda la situación — Solo no hagan nada que ellas no quieran.
— Mierda, Chae, ¿por quién nos tomas? — Momo se sintió un poco ofendida ante la advertencia, no es como que de entrada les fuera a coquetear, sabía que ellas eran reservadas, simplemente le estaba planteando las posibilidades — No voy a intentar nada, solo vamos a divertirnos y veremos qué sucede, es todo.
Chaeyoung asintió, aliviada con que sus amigas no harían ningún movimiento fuera de lugar, no quería que siguieran teniendo esa visión tan retorcida sobre ella por ser homosexual, sabía que no sería fácil.
El reloj por fin marcó las diez de la noche, la hora acordada para ir a la casa de los Myoui. Las tres chicas salieron en silencio, Chaeyoung sabía que sus padres dormían y no se molestarían en revisar si ella estaba haciendo lo mismo a mitad de la noche, así que salir por la puerta principal no fue problema.
Mina las recibió con una sonrisa amable, emocionada por su primera pijamada. Al entrar, se encontraron con Jeongyeon y Dahyun hablando animadamente hasta que las vieron, guardando silencio de repente. Sana se notaba tímida, sentada en un rincón del sofá simplemente viendo a sus amigas sin decir nada de lo que sea que estuvieron hablando.
El ambiente era un poco tenso, y Mina debía de encontrar una manera de que sus amigas dejaran de sentirse tan cohibidas.
— Chaengie, ven — llamó a la coreana hasta la cocina, dejando a las cinco chicas incómodas en la sala.
Cuando estuvieron en la cocina, lo suficientemente lejos para no ser escuchadas, Mina sacó de un gabinete una botella de vidrio con un líquido transparente, sorprendiendo a la menor.
— ¿Alcohol?
Mina asintió, de seguro estaría en problemas por usar una de las botellas que su padre guardaba con recelo, esas botellas que ella juraba que ya no utilizaba, pero sabía que era mentira al notar que varias de ellas estaban empezadas.
— ¿Es muy mala idea?
— No lo sé, Min, ¿tus amigas estarán de acuerdo?
— Intentemos, no quiero pasar mi primera pijamada viendo películas tontas.
— Está bien — sonrió en aprobación, buscando los vasos que usarían — ¿Alguna vez has probado el alcohol? — enarcó una ceja, sonriendo burlona.
— Sabes que no — respondió riendo — Pero si no es hoy, de seguro no tendré la oportunidad pronto.
— No te fuerces, Mina, está bien si no te gusta.
Mina asintió, sonriendo emocionada mientras buscaba algunos snacks para comer.
— ¿Ya tienes todo?
— Si, vamos, las chicas deben estar muy incómodas.
Chaeyoung suspiró, tomó los vasos y salió de la cocina, esperando que esa noche no terminara siendo caótica.
N/A: Cadena de oración para que Dahyun, Jeongyeon, Mina y Sana se aloquen 🙏
Maratón por San Valentín 1/2🤍
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