El omega se vistió luego de una siesta.  Un ambiente lúgubre alumbraba la cabaña, donde el sonido que se escuchaba eran las hojas secas de los árboles.

Opto por salir de la habitación, viendo por primera vez como era él lugar. Sus manos tocaban con curiosidad lo que alcanzaba, en la imaginación del lobo, recordaba al vampiro que lo ayudó, nunca había socializado con uno, pero no era como lo describía su padre. Ese chico no era feo, es mas, parecía ser más lindo que cualquier ser vivo.

O tal vez era su animal encariñando se al sangre fría.

Sus manos tocaron un cuadro, logrando ver la foto: una chica y él, en el medio de ambos, había un bebé. Félix se extraño un poco, ¿Cómo el lugar podía estar tan vacío si se supone que habría un bebé? ¿Acaso era suyo?.

Por otro lado, hyunjin entro a la cabaña, notando al lobo mirar la foto, dejo caer la madera en la entrada, espantando al menor, que dio un brinco en su lugar. Hwang suspiro, sintiendo directo el palpitar de su débil corazón.

— N-No sabía que estabas...-

— Acabo de llegar, ¿Por qué miras esa foto? — se acercó, quitandola de sus manos, su corazón le dio un vuelco al ver el rostro de su hermana.

Lee le vio atento— ¿Ella, es su novia? — preguntó si querer la respuesta. Hyunjin le vio extraño y dejo la foto en su lugar, limpiando el polvo del vidrio.

— Era mi hermana — informó, volteando a ver al lobo, que parecía suspirar en alivio. —  La niña era una chiquilla que rescato ella.

— ¿Rescatar? — preguntó curioso.

— Sí, la crío hasta que creció — por su tono, Félix dedujo que no termino bien. Por lo que decidió cambiar de tema.

Sonó su garganta, dándole una vista completa al mayor, una expresión de terror se reflejo en su rostro. Su cuerpo estaba lleno de sangre, sus manos y cuello manchados de rojo.

Lee tapó su boca no queriendo venir en vomito por el olor. Desvió su mirada, el pelinegro le vio extraño, no entendía su comportamiento, se acercó tomando su mano para bajarla de su rostro, sonrió al ver sus ojos aterrados. Inclinó su cabeza al contrario, rozando sus labios en su cuello, dejándose llevar por su pensamiento lo tomó de la cintura, escuchando como este jadeo en sorpresa.

— ¿Te da asco la sangre, uh? — le vio a los ojos, logrando ver sus pensamientos, una risita salio de sus labios y negó, alejándose del menor. — Eso solo te calienta más, lobito en celo.

Félix parpadeo y negó de una vez, viendo como el chico se alejaba y llevaba la leña a la fogata. Tendría que entender que no podía verlo a los ojos, solo si no quería ser tan expuesto como ahora.

— ¿Dónde está tu hermana ahora? — preguntó curioso, siguiendo los pasos del siniestro chico.

— Está muerta, un licántropo la decapito — informó sin pudor, Félix paró en seco recordando lo de su padre y el señor misterioso.

No dijo nada por estar en sus pensamientos, vio al chico prender el fuego, preguntándose si seria él a quien no debería llegarle la noticia.

— ¿Cómo sabes eso? — cuestionó en busca de querer saber más, vio al chico pararse y voltear a verlo.

Pudo ver duda en su porte, Félix se reincorporo ansioso, su mente no le servía ahora y su cuerpo solo pedía una cosa.

— Acabo de matar a los responsables — informó retomando su trabajo, el omega escapo un aire en impresión.

— ¿Mataste un licántropo? Eso no está permitido según la ley de Bloodstone.

— Tampoco que un lobo se deje coger por un sangre fría. — se defendió sin voltear a verlo, Lee quedó secó incrédulo ante su argumento. — Los primeros en romper esa ley fueron los tuyos.

— Eso no te da derecho a matarlos — continuo.

— Mi hermana no debió morir, lobito. Y aún así lo hicieron sin pudor, se que ella estaba en cosas peligrosas, lo supe hace poco y ahora es mi trabajo arreglar todo. — guardo la leña restante en una pequeña despensa, suspiro cansado y vio al omega — La esfera, si eso esta en manos de los licántropos equivocados, podría morir mi especie. Mi hermana lo cargaba el día que se fue, se supone que iba a ver a los líderes fuera de Bloodstone,  y tus amigos la mataron antes.

Pudo sentir el rencor, haciendo sentir mal al lobo, que sintió esconder su cola entre sus piernas. Félix no sabia la función exacta de la esfera, sus padres nunca le dijeron la verdad exacta. Pero estaba tranquilo, él la tenía, y nunca la utilizaría en contra de hyunjin.

— ¿Por qué la esfera es lo único que puede matarlos? — se acercó sumiso, notando como este se levantó la manga ensangrentada; un símbolo esta en él.

—Es nuestro lazo con la esfera. Cuando ella se abre, una pequeña barita con aguja esta dentro de ella. Es de metal puro, lo único a lo que somos débiles.  — le vio, notando algo diferente en sus ojos,  parecían sumisos, amables. — Solo los vampiros podemos tener la esfera, a pesar del supuesto tratado, los licántropos siempre quisieron  estas tierras solo para ellos y desde que saben la existencia de esa barita, han hecho lo imposible para obtenerla.., y parece que lo lograron.

Hyunjin no era tonto, sabía que tenía que ir con los líderes y saber que ocurría. Con solo recordar la muerte de su hermana, unas ganas de querer matar a todos los licántropos no le faltaban. Tenía que vengarse de su hermana, hacerle honor a su nombre y el suyo.

— Quiero ayudar, hyunjin — pidió — Conozco donde queda el hogar de los líderes.  Podemos ir y saber respuesta de lo que ocurre.

Hyunjin negó — Eres un lobo en celo, no puedes andar así.  Hasta donde tengo entendido, todo te ven con un lugar donde plantar su semilla, y pelear con eso en el camino, no me gusta del todo.

Sabía que tenía razón, pero no le gustó su definición.  Suspiro y asintió, dándole la razón.

— Pero podemos ir después de que se me pase. Solo duro dos días así, no te preocupes.  Luego puedo salir sin problemas — Mintió, sabía que jamás duraría dos días, pero no quería perder el tiempo aquí.

El también quería respuestas, su padre era quien cargaba la esfera. Él estaba metido en esto y no se sentía orgulloso como hijo, quería ayudar al vampiro como el lo ayudo ese día.

⛺️notita:
Lamento la tardanza 😭.
¿Qué tal? Espero les guste 🥺💞