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Dos omegas.

Dos omegas habían nacido, hijos de Yong y Pho, que ahora formarían parte de la familia Jeong, o "formarían" con comillas muy grandes y subrayadas. La alfa no podía creérselo, siempre estuvo segura de que su linaje puro de alfa y el puro de su omega entonces daría frutos en solo alfas del mismo linaje, no había sido muy cierto. Su primera hija siendo una alfa, pero no era pura y ahora esto.

Yong estaba pérdida.

Pérdida porque había despreciado a los omegas siempre, a todos los omegas de servicio e hizo una excepción enorme, al convertirse en la mejor alfa que podía para su omega, pero ahora tenía dos hijos más, dos omegas, a los que no podría hacerles una excepción, y no porque fuese ella. Porque tenía miedo de desobedecer a la familia.

Al enterarse de las casillas de sus cachorros Pho comenzó a llorar en silencio sabiendo lo que significaría eso, era lo que más odiaba de la familia Jeong, habian corrido con suerte al que Sooyoung fuese una alfa, pero ahora no lo fue. Ella no quería dejar de lado a sus propios hijos, no podría ser capaz de ello, Yong tampoco, pero tenía otra mirada encima, una más grande, una más aterradora. La abuela se decepcionaría de ella si hiciera una injusticia solo porque se trataban de sus hijos.

Habían pasado varias horas, eran las tres o cuatro de la tarde, ninguna había dicho palabra. Yong por primera vez no sabía que era lo que debía hacer.

Gyuhan había pasado por las tres niñas ese día. Habían ido al hospital, Jinsol bastante feliz de conocer a sus pequeños primos. Jungeun también lo estaba pero no demasiado, ella tendría que quedarse afuera de todos modos. Sooyoung solo se mantenía fuera de la emoción.

—Bien, entraremos, pero sean silenciosas, ¿está bien? No sabemos si los bebés siguen adentro y Pho necesita recuperarse bien, ¿entendido?—La alfa menor asintió con rapidez, fue la única que respondió. Jungeun en cambio solo fue a sentarse a una de las sillas de la sala de espera moviendo sus pies en el aire.

Jinsol le hizo una seña antes de entrar a la habitación como una despedida que correspondió antes de ver como la puerta se cerraba dejándola sola.

—Ey, ¿cómo están?¿Todo bien?¿Cómo te sientes Pho?—Gyuhan habló llamando la atención de ambas, que a pesar de que si esperaban las visitas, ahora mismo no estaban preparadas.

Pho fingió su mejor sonrisa, que pasó desapercibida pues era asociada a su cansancio.—Ya me siento mejor, gracias por preguntar.

—¿Y?¿Que les dijeron de los pequeños?

—Es una niña y un niño.—Pho dijo con una sonrisa que fue contagiada a su yerno. Su sonrisa se borró de apoco y conectó miradas con su alfa antes de desviar la mirada. Ella amaba a su alfa más que a nada, amaba que fuese tan dulce con ella, pero sabía que cumplir las reglas de su familia vencía cada fibra del ser de Yongji.

El alfa confundido por tal gesto miró a las dos pequeñas que se veían igual que él y luego a su hermana.

Yong suspiró cerrando los ojos unos segundos antes de hablar.—Son los dos omegas.

El silencio reinó en la habitación. Nadie sabía que decir. No había nacido un omega en la familia Jeong desde Yuheon, podrían considerar a Junpyo aunque ellos no eran "tan" parte de la familia por ser algo así como primos lejanos. Ambos hermanos pueden recordar esos días de caos, desorden y ese ambiente tenso en toda la familia cuando Yuheon era un pequeño, la abuela despreciaba a cada omega que nacía en la familia, y ordenaba a los padres que no se le diera la atención, pues "la vida de los omegas debía ser así." Y Yong no quería hacerle eso a sus propios hijos a los que esperó por mucho tiempo.

—La abuela viene en camino.—Yong dijo aclarandose la garganta e ignorando el ambiente de la habitación que se había tornado algo oscuro.—Será mejor que ella ve a los bebés primeros.

—Yong.—Llamó Gyuhan aunque fue ignorado.

—Pho saldrá mañana de alta y también hay que llevarnos a Sooyoung y—

—Yong.—Volvió a llamar con más fuerza.—...Son tus hijos, Yong.

—¿¡Y crees que no lo sé!?—Jinsol rápidamente retrocedió del camino de la alfa más alta al igual que Sooyoung que fue hasta donde su madre donde la más pequeña también se refugió unos segundos después.

—Sé que lo sabes. Pero no quieres entenderlo...No puedes hacerles eso a ellos.

—La abuela decidirá de todos modos.—La alfa pasó sus manos por su rostro borrando ese leve rastro de lagrimas.—No te metas.

Yong salió de la habitación empujando a su hermano y cerrando la puerta detrás suyo. Gyuhan suspiró con cansancio casi tristeza y miró a la omega que mantenía su mirada en otro lado mientras las lágrimas bajaban por su rostro. El alfa casi pudo recordar ese momento en el que su vida dió un vuelco tan grande como este.

—La abuela no puede ser tan mala con Yong.—Intentó animar. Lo que menos quería era saber que sus sobrinos fueran enviados a un hogar para omegas de servicio, Yuheon casi fue enviado a uno, y el estuvo rogándole a cada dios existente y por haber que eso no pasara. Junpyo tuvo suerte al no pertenecer por completo a la familia, tal vez no hubiese corrido con la misma suerte, pero ahora estaba ansioso de la inexactitud que tenían sobre la decisión de la abuela.

Pho acariciaba el cabello de Sooyoung con delicadeza tratando de no llorar frente a las dos pequeñas.—No quiero que les hagan daño.—Murmuró con la voz rota y temblorosa.

—Yong no podría hacerle daño a sus hijos.

—Yong solo le hace caso a su abuela.—Pho escupió con desagrado.—Siempre quiso ser la mejor en todo. No puede soportar perder una vez. Lo hizo contra ti, y no deja de pensar en eso todos los días. Ella...ella estaba segura de los dos serían alfas.

—Pho, esto no es culpa de nadie. Es solo...El azar de la vida. Yong puede parecer débil contra la abuela...pero estoy seguro de que no dejaría que la alejasen de sus hijos, lo puedo asegurar.

—Yo no...y soy su esposa.

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La abuela era una mujer de gran carácter, una alfa completamente pura. Hijas de grandes alfa y omega que fue educada con dureza y disciplina cada día de su niñez. Por eso quiso ser la mejor de la familia creando a los omegas de servicio. Los omegas iban en decadencia en el mundo entero, la mayoría de personas analfabetas eran omegas, los más débiles en trabajos; omegas, para Jeong Sonkyu eran una abominación, por eso creó los omegas de servicio, los padres que no quisieran a un omega podrían dejarlo allí, había hecho tan solo un hogar y este se llenó en menos de dos días. Tenía que crear algo más, esos omegas no podían estar solo en los hogares siendo inservibles, y "esa magnífica idea" surgió, dándole el nombre, como titulo; omega de servicio.

A pesar de que su nombre y sus grandes ideas podrían corresponder a una mujer de edad mayor, la abuela era relativamente joven. Debido al dinero que la familia Jeong poseía su idea había sido creada a su corta edad de quince años, un año después conociendo así a su omega. Un hombre completamente dócil que no tardó en quedar en cinta y ser marcado por la alfa, aunque él había fallecido hace varios años. La "abuela" tenía 63 años, pero era una mujer completamente activa y llena de vida y obvio maldad y odio hacia los omegas. Por eso caminaba a grandes zancadas, todo lo que sus pies le permitían hasta llegar a la habitación. Yong, su nieta le esperaba afuera con la mirada dispersa, manos temblorosas y sin poder decir una palabra.

Eso bastó a la abuela para saber lo que ocurría. Entró a la habitación donde sus nietos y sus dos pequeñas bisnietas se encontraban. Su mirada repasó la habitación con altanería.

—Ya que Yongji no va a decir la casilla de sus hijos, espero que tú, omega, lo hagas.—Dijo Sonkyu.

Pho no podía responder, le tenía un terror a esa mujer, había hecho su vida imposible al entrar a la familia, no podía olvidar nada de eso. La mujer mayor enarcó las cejas con una sonrisa pequeña levantando la comisura de sus labios.—Una niña y un niño.—Respondió la omega en un susurro.

—Sus casillas.—Exigió con su voz de mando que hizo encogerse a la omega. Yong tuvo que guardar el gruñido que quería escaparse de su garganta debido a que alguien más usaba la voz de mando contra su omega.

—Dos...o—omegas.

Sonkyu rió asintiendo.—Envialos al hogar de Sau—dong se están quedando sin omegas que ofrecer.

Pho no pudo esconder sus lágrimas. Yong estaba intentando hacerlo.—Abuela, no puedes hacerme esto.

—¿Qué cosa? ¿Salvarte de dos inservibles omegas? Servirán más dentro de un hogar sirviendole a un alfa de clase.

—Niñas, vamos afuera.—Gyuhan llamó interrumpiendo la disputa. Jinsol rápidamente corrió hasta su padre. Sooyoung dudó, nunca había visto llorar a sus madres pero lo odiaba mucho, Pho le hizo un gesto para que fuese con él alfa y a pasos lentos lo hizo saliendo de la habitación.

Jungeun estaba todavía en las sillas con la mirada curiosa, no podía entender lo que pasaba ahí dentro, pero sabiendo que Jinsol tenia esa expresión no era nada bueno, solo se quedó en silencio a un lado de ella tomando su mano.

—Haré lo que sea.—Yong rogó. No podía pensar en nada más que proteger a sus hijos. Eran omegas, pero eran sus hijos.

—Deshacerte de ellos, Jeong Yongji.

—¿A cuantos omegas de la familia has abandonado en hogares?—Preguntó con las lágrimas al borde de salir de sus ojos.

Sonkyu miró hacia arriba pensando en la cantidad.—No lo sé, Yong. Tal vez diez, tal vez más. ¿Crees que me he arrepentido de eso? Mi primer hijo fue un omega, y lo desheché, mi omega lloró por años a ese...tonto omega, por su culpa el lazo se rompió y murió.

—Quiero quedármelos, hiciste una excepción con Yuheon, ¿por qué no puedes hacerlo conmigo también?

—¿Estarías dispuesta a dar el puesto de tu hija a cambio de dos inútiles omegas, Yongji? Puedes elegir, o el puesto de tu hija en la empresa, o tus hijos omegas.

Yong miró a su omega, que permanecía llorando.

¿Qué debo hacer?

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—Yongji, la abuela llegó.— El pequeño Gyuhan le avisó sentándose a su lado en el columpio del jardín.

—¿Y qué? No viene a vernos a nosotros hoy.—Refutó mientras seguía leyendo.—¿Por qué no vas con tu omega de servicio y me dejas en paz?

—¿Tú quieres que Yuheon se vaya, noona?—Yong sabía que si usaba los Honoríficos era realmente serio.

—Es un omega, Gyuhan. La abuela decide.

—Sí, pero es nuestro hermano.—Murmuró.—¿Te hubiese gustado ser enviada a un hogar como ese?

—¿Qué estupidez es esa? No soy una omega, Gyuhan. Soy una alfa, igual que tú, dos alfas puros, y Yuheon es un omega, y si debe irse pues será triste, no volveremos a verlo y la vida seguirá, así de sencillo.

—Mami está triste.

—Los omegas son sentimentales. Mamá no está triste.

El menor frunció el ceño.—Que sea omega no tiene que ver. Es su hijo, y nuestro hermano.

—Oye, hace unas semanas estabas en contra de que mamá tuviese otro hijo, ¿cuál es el maldito fusil que se rompió en tu cabeza para pensar al revés ahora?

—Él no tiene la culpa de haber nacido omega...ni en esta familia. No quiero que se vaya.

—Eso no lo decides tú.—Cortó la conversación.

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Sonkyu salió de la habitación arreglando el saco que traía puesto. Miró a los demás que se encontraban en las sillas de espera expectantes de que algo saliese de su boca pero fue algo que no esperaban.

—¿La omega trae uniforme?—Apuntó borrando su expresión cambiándola por una completamente indignada.

Gyuhan, quien había logrado esconder esa información por meses se sintió palidecer, quería que la tierra lo tragase ahora mismo. Su labio inferior tembló y se quiso golpear a si mismo por no ir primero a dejar que las niñas se cambiaran el uniforme. La omega torpemente desvío la mirada cubriendo para nada disimulada la insignia de su camisa.

—¿Ella asiste a la escuela de tu hija?—Silencio y más silencio.—Responde Jeong Gyuhan, tu madre te educó para ser un alfa.

—S-sí, ella va a la escuela.—Titubeó.

—¿Y por qué?¿A caso no sabías que los omegas de servicio se quedan en casa, Gyuhan?¿Que no sabías que los omegas de servicio no tienen permitido educarse?¿Que hace con el uniforme se Western?—La mujer se acercó a rápidos pasos a la omega, pero fue detenida. Jinsol se había colocado frente a la omega con la mirada más desafiante que podía en ese momento.

—Yo le dije a papá que quería ir a la escuela con ella.

—¿Tu padre no te enseñó bien? Que alfa más repugnante has criado, Jeong Gyuhan. Tu madre moriría otra vez de solo verla. Pensé que de estos dos alfas..."exitosos" obtendría por fin la paz y poder irme sin problemas, pero veo que no es así. Tanto tú y tu hermana.—Apuntó a la que se encontraba tras de ella.—Son mediocres, no puedo creer el sudor y lágrimas que gastó su madre por ustedes para terminar en esto.

»Una con dos hijos omegas y una alfa averiada, y el otro con una alfa que tiene potencial de dominante pero lleva a su omega de servicio a la escuela. Es un chiste.

La abuela chasqueó la lengua dispuesta a irse pero antes se agachó un poco para quedar a la altura de Jinsol.

—Se lo dije a tu padre cuando naciste, ¿Lo recuerdas Gyuhan?

—Sí, abuela.

—No creíste, ¿verdad? Ambos, absténgase a las consecuencias, porque sean felices de que no las pagaran ustedes, lo harán sus hijos.

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Sooyoung hizo un gran berrinche cuando tuvieron que irse, ella quería quedarse con sus madres y nadie había visto alguna vez a la alfa hacer tal escándalo lleno de llantos y gritos. Jinsol estaba viendo uno de sus libros junto a la omega que no había preguntado nada todavía sobre lo que había pasado, además la abuela le daba mucho miedo.

Gyuhan suspiró aliviado al llegar al ver la cena lista para poder distraerse un poco junto a las niñas. Hyomin quien estaba completamente ajena a todo lo que había pasado, se había preocupado de sobremanera al ver a la alfa con los ojos rojos e hinchados con el rastro de lagrimas marcado en sus mejillas.

—Papá, ¿podemos comer arriba hoy? Jungeun y yo, prometo no ensuciar nada.—Habló la pelinegra antes de tomar asiento. El alfa mayor, sin ganas de tomar otra pelea solo asintió dejando que su hija y la pequeña omega subieran junto a una de las empleadas que llevaba sus platos a sus habitaciones.

Al estar ambas solas, se sentaron en el suelo junto a sus platos comenzando a comer en silencio.—No le hagas caso a la abuela, Jungie.—Fue lo primero que le dijo.

La omega que había mantenido la mirada baja la levantó junto a un ceño fruncido.—Pero...dice la verdad, ¿no?

—Da igual. Yo quiero que vayas a la escuela conmigo.—Refutó—Los hijos de la tía Pho son dos omegas...y la abuela estaba muy enojada.

—¿Y q-que harán con ellos?

Ella se encogió de hombros.—No sé. Ella no dijo nada. La tía Pho estaba llorando mucho...No me gustó eso.

—¿Verla llorar?—Respondió con un asentimiento.—Debe sentirse triste. La abuela me da miedo, más que la mamá de Sooyoung...o no más, no sé, las dos son iguales, supongo.

—Sí, las dos dan miedo. No alcancé a conocer a mi otra abuela, a la...otra mamá de mi papá, pero al parecer era igual a la tía Yong.—De solo pensarlo a Jungeun le recorrió un escalofrío recordando las palabras de Sonkyu en la sala de espera ese día.

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Había pasado una semana del nacimiento de ambos gemelos Jeong. No se había hablado mucho del tema sobre que eran omegas, Pho no había aparecido fuera de casa, y Yong se veía el doble de amargada que antes. Jeong Chaeyoung y Jeong Taeyoung, eran los nombres, pero nadie después de esos días de hospital los había visto, al menos hasta ahora. Se encontraban como siempre preparándose para la junta familiar de cada semana. Jinsol llevaba sus pantalones cortos junto a su playera y Jungeun llevaba su nuevo vestido con el que estaba maravillada. Caminaron hasta la casa de la abuela donde ya varios familiares se encontraban.

Jinsol fue casi arrastrada por Wonyoung y Sanhyun a jugar con sus nuevos autos de juguete y Jungeun se permitió a sí misma ir con los dos omegas de servicio que se encontraban allí sentados en el césped. Beomgyu y Beomwoo le saludaron al mismo tiempo y la misma sonrisa en sus rostros.

—Habían muchos gritos cuando llegamos, ¿sabes? La señora Yong estaba furiosa.—Alardeó el omega de cabello largo moviendo sus brazos.—La señora Sonkyu también gritó mucho.

—¿Por qué?

—Por los omegas de la señora Yong.—Susurró Beomwoo.—No quiso traerlos hoy, ni a la señora Pho, así que ella estaba muy molesta. Aunque Sooyoung si vino, pero se fue con Hyomin noona a jugar por ahí, creo.

Jungeun suspiró sentándose sobre el césped. A veces se sentía tan pequeña y extraña en esta familia, ella nunca antes había visto este tipo de peleas, tantos problemas que en su antiguo hogar estarían fuera de su imaginación. Incluso conocer a un alfa podría ser parte de esa imaginación, porque antes de el padre de Jinsol y la misma, nunca había visto alfas antes, solo sabía por lo que decían sus hermanos y hermanas, y tampoco sabían mucho. Su madre sabía de alfas, pero nunca hablaba sobre eso, siempre se excusaba, con cualquier cosa: "te dije que ayudaras a limpiar" o "¿Ya recogiste la mesa?" cosas como esa. Aún extrañaba su hogar, pero ya se había acostumbrado mucho a la compañía de Jinsol, y quería estar siempre con ella.

Jungeun salió de sus pensamientos cuando una pelota de cuero impactó en su pequeño círculo dándole a Beomwoo de lleno en la cabeza, de inmediato se quejó con ambas manos cubriendo esa parte de su cabeza y Beomgyu le miró preocupado casi sintiendo el mismo dolor.

—No seas un marica.—Sooyoung llegó junto a su enojo y tomó la pelota con brusquedad del suelo.—¿Vas a llorar?¿O vas a decirle a tus padres? Oh...no tienes.

Ambos gemelos intentaban ignorar los comentarios de Sooyoung, prestando atención al césped que se veía más interesante que sus corazones rompiéndose antes las duras y crueles palabras de la alfa. Sooyoung dió una última mirada altanera a los tres omegas y se fue junto a su balón.

Jungeun suspiró con frustración, solía odiar a veces el haber nacido una omega y no poder darle su merecido a Sooyoung o poder defenderse aunque sea un poco. Pero sabía que no tenía la fuerza, y no la tendría nunca en su vida para ser más fuerte que esa alfa agresiva.

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NA:
Ha pasado como dos semanas desde que dije que iba a actualizar y aquí estoy ahora jkakska

acabo de empezar la universidad y está siendo super pesado el acostumbrarme y por eso había estado tan desaparecida por esta historia

si todo va bien, hoy podía subir otro capítulo de esto, que tengan un lindo día tarde noche

y sí, estoy actualizando a las 10 de la mañana