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O O 3

Jinsol no dice nada luego de eso, Yong solo hace un gesto y las cuatro se van. Hyomin le da una última mirada curiosa y apenada, en el fondo siente que es parte es culpa suya, aunque luego Sooyoung tira de su brazo con fuerza para que le siga el ritmo al caminar y la rubia no tiene más que mirar al frente. Gyuhan suspira tembloroso y se pone en cuclillas a la altura de su hija. La pelinegra lo mira expectante, de una felicitación, una palabra.

—Jinsol...—Comienza el alfa sin saber cómo explicarle para que su hija pueda entender el lío en el que se está metiendo. Que le recuerda a él.—Tú...—Suspira una vez más. No quiere ser completamente duro con su hija, ella es lo único que tiene.—Tienes que empezar a comportarte como una verdadera alfa.—Es lo único que logra decir.

La pelinegra no entendió lo que le intentaba decir por lo que solo ladeó su cabeza.—¿Cómo hago eso?—Preguntó confundida. Para ella ser un alfa era ser como lo hacía todos los días.

Gyuhan miró hacia la castaña detrás de su hija que tenía la frente con una gran marca roja.—Que debes comportarte como tal. No defender a la omega de servicio, ¿entiendes?

—P—pero...¿Por qué no?—Molesta retrocedió unos pasos alejándose de su padre y sintiendo a Jungeun apegarse a su espalda.

—Porque así es, Jinsol. Jungeun se irá cuando encuentres a tu verdadera omega.

Jinsol negó con la cabeza repetidas veces hasta haciendo doler su cuello.—No quiero.—Miró a la omega detrás suyo e ignorando las palabras de su padre tomó la mano de la más pequeña.—Vamos a casa.—Jungeun caminó junto con ella hasta la casa.

La alfa no se veía muy contenta de las palabras de su padre, también que las palabras que le había dicho su tía Yong, ella no quería ser un alfa si eso se trataba de hacerle daño a los demás. Su tía Yong siempre era muy bromista con su padre y con todos, pero con su tía Pho era completamente un ángel a disposición de cada cosa que dijese su omega, entonces ella entendía que debía ser así con Jungeun.

Al llegar Jinsol la llevó escaleras arriba hasta su habitación donde soltó la mano de la más bajita.—Le diré a alguien que te traiga hielo.—Jungeun asintió viendo como la mayor asomaba su cabeza y al primer empleado que pasó por el pasillo le pidió lo que ella había dicho.

La pelinegra se sentó con ella en la alfombra, ambas calladas. Jinsol seguía pensando en todo lo que había pasado, como su interior se revolvió por completo cuando vió a Sooyoung lanzar el balón con fuerza hasta el pequeño cuerpo de Jungeun haciéndola caer del impacto, también la ansiedad y miedo de como Sooyoung aplastaba su espalda en el suelo diciéndole todas esas cosas. Siempre había sentido una sensación extraña cuando se juntaba con su prima, no le gustaba las cosas que hacía y prefería quedarse sola en las reuniones familiares, pues la otra siempre causaba problemas. Además sus juegos siempre trataban de dañar a la pequeña Hyomin y a Jinsol no le gustaba ver a los demás llorar.

☪︎

Al paso de una semana, Jinsol había ignorado cada ocasión en la que Sooyoung volvió a su casa para jugar prefiriendo quedarse con la omega en su habitación para enseñarle a leer y escribir. Jungeun ya sabía escribir su nombre pero ahora lo hacía mucho mejor y su corazón se aceleraba cuando Jinsol le decía que su apellido ahora sería Jeong como el suyo. También había aprendido a escribir el nombre de la alfa, siempre se daba el tiempo de escribirlo más bonito y dibujar un pequeño gatito al final. Jinsol decía amar los tigres y ser como uno pero para ella era más un gato.

—No soy un gato.—Se quejó la alfa tal vez por millonésima vez a la castaña.

—A mí me gustan los gatos.—Dijo Jungeun terminando de hacer los bigotes del gato en la hoja.

Jinsol hizo un puchero.—Bien, entonces seré un gato, pero solo cuando me lo digas tú, nadie más.

—Ok~—Jungeun dijo con diversión y una sonrisa traviesa le surcaba en los labios.

—¿Y cual es tu animal favorito?—Le preguntó la mayor trayendo consigo otro libro con ilustraciones para que Jungeun pudiese leerlo.

La castaña lo pensó, no conocía muchos animales, los pocos que conocía eran del libro que Jinsol le había regalado con fotos e informacion.—Me gustan los hurones.—Respondió con una sonrisa que contagió a la más alta. Jungeun tomó el libro empezando a ver primero los dibujos.

—Sí te pareces a uno.—Jinsol rió acercándose más a ella para ver el libro también aunque su mirada luego se desvío a la omega.—¿Cómo te haces las trenzas sola?

Jungeun levantó la vista del libro.—Mei me enseñó. Como ella tiene el pelo muuuuy largo entonces siempre lleva trenzas.—Se encogió de hombros y siguió mirando el libro.

—¿Me puedes hacer a mi?—Jungeun le miró y luego asintió.

Ambas se sentaron, jinsol dándole la espalda y Jungeun detrás comenzando a dividir su cabello en dos partes y luego haciendo las trenzas, era más fácil hacerlas en otra persona, siempre le ayudaba a su hermana a hacerlas pues se demoraba mucho por su cabello largo. El cabello de Jinsol era sedoso y fácil de manejar sumamente desenredado y brillante. Al terminar se dió cuenta de que no tenía con que amarrar, así le pidió a Jinsol que ella las sostuviera y se quitó ambas ligas que traía en el cabello para dejar una en cada trenza. Al verlas una sonrisa se apoderó de toda su expresión.—Ya terminé.—Avisó orgullosa.

Jinsol se levantó casi de un salto para verse en el espejo que estaba en su habitación y dió pequeños saltitos emocionada.—¡Son muy bonitas!—Jungeun se sintió hasta igual de emocionada que ella, o al menos hasta que la puerta fue abierta por el padre de la pelinegra. Gyuhan repasó su mirada por el cuarto, viendo a su hija y luego a la omega.

—¿Qué hacen?—Preguntó.

—Jungeun me hizo trenzas, mira.—Jinsol apuntó y comenzó a mover su cabeza de lado a lado para que se movieran a la par.

El mayor fingió una pequeña risa.—Sooyoung está abajo, Sol-ie, te lleva esperando un buen rato.

La alfa bufó.—No quiero ir. No me gusta jugar con ella.—Dijo rodando los ojos y volviendo a sentarse a un lado de la omega que se mantenía siempre en silencio.

—Pero es tu prima, tienen que jugar juntas, eso hacen las primas, Jinsol-ah.—Gyuhan se introdujo a la habitación sentándose frente a las niñas, aunque era solo una a la que le prestaba atención, prefería hacer como que Jungeun no existía.—Lo del otro día, solo fue una pequeña pelea, y es normal que peleen a veces. No volverá a pasar.

Su padre dió un apretón en su hombro obligándole a levantarse. Jungeun se levantó junto con ella. Jinsol de verdad no quería ir, bajó las escaleras de mala gana hasta llegar a la entrada. Sooyoung estaba ahí con Hyomin, a unos metros más allá. Hyomin estaba en cuclillas dibujando en la tierra y Sooyoung estaba de la misma manera pegada a ella. A Jinsol le pareció un poco extraño. Miró a Jungeun por un segundo que no se veía segura de acercarse a la otra alfa, pero no tuvo más remedio que hacerlo.

Al acercarse a ellas Sooyoung levantó la vista y sonrió de lado levantándose.—Por fin saliste.

—Papá me obligó.—Fue sincera, encogiéndose de hombros, cosa que hizo a la más alta reír por lo bajo.

—Mi mamá me compró la nueva Nintendo, ¿Quieres probar los juegos? Tengo street fighter.—Jinsol lo pensó primero, aunque no logró encontrar algo que pudiese significar una amenaza así que asintió tomando camino hacia la casa de Sooyoung.

La casa de Sooyoung no era tan diferente a la suya, solo que estaba llena de cuadros familiares y fotos, al contrario de la de Jinsol que no tenía ninguna.—Mis mamás están trabajando, así que estamos solas.—Las cuatro subieron las escaleras. Jungeun se sentía muy incómoda, esto de estar conociendo demasiados lugares a la vez y además estar con Sooyoung que le seguía dando miedo no le ayudaba a estar tranquila.

Al llegar a la habitación que debía ser la de la alfa miró hacia la omega de rubios cabellos que esperó expectante.—¿Qué esperas?¿Que te dé un regalo? No entrarás a mi habitación, vete.—Hyomin asintió retrocediendo hasta otra puerta que debía ser donde ella se quedaba.

—¿Por qué no la dejas entrar a tu habitación?—Jinsol preguntó con timidez.

—Porque es una omega de servicio y es asquerosa.—Sooyoung abrió la puerta de su habitación, estaba decorada bastante bien y tenía una televisión enorme con un estante lleno de videojuegos y diferentes consolas.—Entra.—Jinsol entró sin problema y cuando volteó pudo ver a Sooyoung darle un empujón a la castaña.—Tú quítate. Vete con Hyomin, o vete a casa.—Sooyoung cerró la puerta con fuerza. Jinsol estaba peleando en su interior si debía ir con ella o jugar un rato.

Sooyoung se sentó en uno de los sillones que tenía frente al televisor encendiendo la consola y tendiendole uno de los mandos a la alfa menor.—¿Vas a jugar o no?

Jinsol prefirió hacerlo.

☪︎

Jungeun se quedó fuera de la habitación con la esperanza de que la puerta se abriera y ella pudiese entrar, pero nunca llegó ese momento. En cambio pudo ver a la omega rubia acercarse a ella.

—Sooyoung no deja que nadie entre a su habitación.—Explicó brevemente.

—¿Por qué no?—La contraria solo le hizo un encogimiento de hombros, le hizo una seña para que fuera con ella a la habitación de al lado. Había una cama y unas pocas cosas más, no era como la habitación de Sooyoung que había alcanzado a ver cuando la puerta se abrió.—¿Duermes aquí?

—Sí, es mi habitación.—La más alta se sentó sobre la cama y luego le pidió a Jungeun que hiciera lo mismo.—¿Cuántos años tienes?—Le preguntó la rubia.

—Voy a cumplir los seis.

Hyomin se vió algo sorprendida, Jungeun era muy pequeña todavía, pero ya estaba aquí a cargo de una alfa.—Yo tengo nueve, casi diez.—Jungeun asintió guardando la información.

—Eres mayor a...

—Sooyoung.—Completó ella y luego asintió.—Son casi dos años.

—No van al mismo salón de clases entonces.

La rubia ladeó la cabeza con confusión ante lo que le decía la más pequeña.—¿Qué dices?—Titubeó.

—Jinsol me explicó de los grados escolares...si tienes diez entonces...vas en quinto o sexto, pero ella es menor entonces no van en el mismo salón.

—¿Oh?—Hyomin frunció el ceño.—¿Hablas de la escuela?—Jungeun asintió con obviedad.—Eh~ yo no voy a la escuela, los Omegas de servicio no tienen permitido asistir a la escuela.

Fue el turno de Jungeun para fruncir el ceño.—Pero...yo voy a la escuela, con Jinsol; todos los días...bueno, los sábados y domingos, no.

—¿T-tú vas a la escuela?—Jungeun asintió nuevamente. Hyomin no quiso seguir en ese tema, tal vez debía contarle eso a Sooyoung.

—¿Tú no?

☪︎

Sooyoung le enseñó a Jinsol cómo usar los controles y de allí comenzaron a jugar bastantes partidas, ambas elegían los mismos personajes siempre. Jinsol comenzó a divertirse jugando y riendo con su mayor. Tenía que admitir que su prima siempre tenía los mejores juegos de consolas, a diferencia de ella que su padre prefería no comprárselas ya que "la tecnología puede ser dañina."

—Oye, lo del otro día—Sooyoung comenzó mientras empezaba otra partida.—. Mamá sigue molesta por lo que pasó.

—¿La tía Yong?—Murmuró en voz baja. Solía sentirse intimidada por ella la mayor parte del tiempo, y era normal, cualquiera lo haría, era una mujer fornida de casi 1.80 que tenía una expresión de nunca estar contenta, pero con su omega parecía ser un cachorro dócil.

—Sí. Mamá Pho dice que no es para tanto, pero en serio está molesta porque dijiste eso de eso de mi mamá, ya sabes, compararla.—Jinsol dejó de mover sus dedos sobre el mando y Sooyoung terminó noqueandola segundos después.

La menor se sentó de lado en el sofá para mirar mejor a su prima que pausó el juego para escuchar.—Pero es que no entiendo, ¿por—por qué estuvo mal?

—Porque es una omega de servicio, Jinsol, para eso sirven.

—¡Pero no entiendo! ¿Por qué todos dicen “sirven”? Como, c-como si fueran unas máquinas, son como nosotras.

Sooyoung rodó los ojos.—Vas a morir cuando entres a la empresa del Tío Gyu.—Dijo chasqueando la lengua.—Sol, tienes que entender esto. La omega de servicio es para… es como… la señora Choi en tu casa, o Xiao, el chófer, pero, para ti.

—¿Un empleado?—Dijo sin comprender.

La alfa le asintió rápidamente.—Sí, eso.

—Pero...si ya está la señora Choi, Xiao...y tooodos los que trabajan en casa, ¿por qué querrían a uno más?—Jinsol escuchó el suspiro de la otra.

—Mi mamá dice que es para algo..."especial" pero que no me puede decir que es.

—¿Por qué no puedes saber?

—Mamá Pho dice que soy muy pequeña todavía para saber.—Se encogió de hombros y reanudó la partida dándole un pequeño golpe en el hombro a la otra alfa para que volvieran a jugar.

—Pero ya eres grande.—Se excusó con el ceño fruncido.

—Lo sé, pero supongo que aún más. Dice que Hyomin me ayudará con eso, pero aún no se qué es, supongo que es algo difícil, no lo sé.

—¿La escuela?

Sooyoung se mofó comenzando a reírse.—¿Por qué Hyomin iría a la escuela? Es ridículo, ni siquiera sabe escribir.

—¿No va a la escuela contigo?

—Por supuesto que no. Los omegas de servicio deben quedarse en casa.—Miró hacia su prima y luego su expresión cambió a una algo molesta.—¿Esa omega va a la escuela contigo?

—S-sí, ¿pero está m-mal? Tú dijiste que ella...ella tenía que hacer lo que yo quisiera.

—Creo que deberías irte, Jinsol.—Sooyoung volvió a pausar el juego levantándose y arrebatandole el mando que estaba usando.—Si mi mamá sabe que estás aquí va a enojarse.—Empujó a la más pequeña hasta afuera de la habitación donde luego de soltarla abrió la puerta de al lado con fuerza asustando a las dos omegas dentro que estaban con hojas de papel en el suelo.

Sooyoung gruñó viendo a la pequeña castaña levantarse e ir casi corriendo a la pelinegra. La rubia también se levantó junto con ella para colocarse frente a la alfa.

—¿Cómo se llama?—Sooyoung preguntó hacia la castaña que se escondió detrás de Jinsol.—Debería saber hablar, ¿o no?

—Sí, pero no le gusta.—Jinsol respondió por ella.

—Quítate de ahí.—La alfa más alta empujo a la otra pelinegra que debido a la fuerza obvio se movió dejando a la castaña al descubierto.—Habla—Dijo con los dientes apretados. Jungeun no dijo ni una palabra. Sooyoung tomó con ambas manos el cuello de la camisa que la más joven llevaba zarandeandola con fuerza que la hizo sollozar con miedo.—¿¡Por qué no habla!?

—¡Por qué la asustas!—Jinsol intentó separarla de ella pero era imposible sabiendo que la alfa era más fuerte y alta que ella.

—Esto es lo que debes hacer con una omega de servicio, Jinsol. ¿La llevas a la escuela? ¿Sabes lo que dirá la abuela si se entera que vas a la escuela con esta omega?

—¿Que la omega que?—Yong se apareció por el pasillo con una expresión de total molestia. Jinsol palideció, estaba comenzando a entender lo grave de todo esto, pero ella no lograba entender porque si era incorrecto, no quería dejar de hacerlo. Jungeun se quedó de piedra ante la nueva presencia solo sollozando entre el agarre de la más alta.

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