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«Racconto (En el pasado)»

Pequeña notita de la autora antes de comenzar: Vale, pues se que no es un capítulo como tal (Puede que sea más corto), pero se me hace necesario decirles este momento de la vida de Moonbin por que será importante en el próximo capítulo.
Se me hizo un poco raro usar a Jimin por que lo shippeo con alguien más, pero hey, así es la vida(?

Por cierto, les dejé un anuncio de cuando poner la canción de multimedia.

Sin más que decir, a leer~





Moonbin despertó a las 8 de la mañana en punto. Le esperaba un día importante.

Volteó hacía su derecha, aún somnoliento, y vió a un chico de cabellos rosados, durmiendo plácidamente. La mano de Moonbin pasó por su mejilla sin este darse cuenta.
A pesar de que la cama era individual, habían conseguido la manera de caber en ella.

Moonbin se levantó y se bañó a la velocidad de la luz. Cuando salió, el pelirosa se hallaba despierto, y viendo con mirada distraída a la ventana.

— ¿Todo bien?

— ¿Eh? Oh... Sí, si, todo genial.

— Mientes — Moonbin se acercó a él, y lo sentó en la cama. Se quedó viendo a sus ojos esperando una respuesta. Sabía cuando su novio mentía.

— No dormí muy bien. Este proyecto me está matando.

Y vaya que así era. El chico había decidido que quería ser un artista, pero eso le estaba llevando mucha práctica. La pintura en la que estaba trabajando le estaba llevando más de lo esperado y sus pies dolían de los entrenamientos de Danza contemporánea. Por si no fuera suficiente, tenía que hacer la tarea escolar y tratar de comer a las horas debidas.

Moonbin le había apoyado en lo que podía, pagando las pinturas para el óleo, y ofreciéndose a llevarlo a todas sus clases, sin embargo, el cansancio estaba empezando a cobrarle factura al chico.

Moonbin lo tomó de la mano y lo miró con un dejo de culpa.

— ¿Por qué me miras así?

—Hoy... Hoy son las audiciones para la obra que querías que hiciéramos juntos.

Jimin se maldijo mentalmente. Hacía no más de un mes, le había insistido, rogado y suplicado a Moonbin que participaran en una obra juntos. Al final terminó accediendo, y fueron a inscribirse. Ese día eran las audiciones.

Pero Jimin con trabajos podía caminar, y en dos días debía entregar su pintura, aquella en la que llevaba semanas trabajando y aún no podía terminar.

— Lo siento Moon.... Sé que te insistí demasiado pero no creo poder ir...

— ¿Qué?

— Lo lamento mucho, pero me duelen demasiado las piernas y tengo que hacer la mitad del cuadro para dentro de dos días si quiero tener la calificación.

Moonbin se quedó en blanco. Entendía que su novio estaba teniendo un rato difícil tratando de mantener su salud y conseguir buenas notas al mismo tiempo, pero desde que había empezado con el proyecto apenas y le había dirigido la mirada.

El nombrado había empezado a preocuparse al sentir que poco a poco se estaban distanciando. Había tenido la esperanza que ese día pudieran pasarla juntos, pero todo su plan se acababa de arruinar.

— Vale, yo... Iré por mi cuenta entonces.

— ¿Estás seguro? Aún podemos cancelar la audición....

—No. Prometí que iría a esas audiciones y yo no quiero romper mi promesa.

Moonbin tomó su chaqueta, y salió por la puerta, dejando a Jimin bastante confundido y con un vacío en el pecho.

~•~

Dieron las 8 de la noche y Jimin terminó una buena parte del óleo. Ahora sólo le faltaba un cuarto de pintura, que esperaba le diera tiempo terminar al día siguiente.

Se levantó de su incómodo banco, y guardó todas sus cosas.
No fue hasta unos minutos después que se dió cuenta que seguía solo en la casa.

El pelirrosa estaba a punto de llamar a su novio, cuando éste entró al departamento bastante airado y con un brazo cubriendo su boca.

Jimin vió cómo se dirigía al baño, y volvía a salir, sin quitar la vista del suelo.

—...¿Y bien? ¿Pasaste la audición?

Hubo un silencio. Moonbin finalmente levantó el rostro, y su expresión bastó para dejar a Jimin en donde estaba parado.

— Sí, pasé.

— Vaya... Que bien, ¿No?

— Claro, de no ser por que se supone que teníamos que hacerlo en parejas. Cuando llegué me preguntaron por ti y por que no habías ido, así que les dije que te sentías mal. ¿Sabes para que era en parejas Jimin?

—....

— Era para un beso. Pero claro, cómo mi pareja no estaba, me hicieron actuar esa escena con una chica. No fue una vez Jim, fueron muchísimas. Al final ella metió su lengua en mi boca por que al parecer pensó que me traía onda con ella.

Jimin sintió su alma caer a sus pies. Si tan sólo hubiera ido con él, eso no hubiera pasado. Pero su pintura seguiría a medias...

— Escucha, lamento lo que te pasó pero...

— Pero nada Jimin. ¿Qué nos está pasando? Desde que empezaste las clases de arte, no haces más que tus tareas y tus estúpidos cuadros. Parece ser que te olvidas que estás saliendo con alguien, por que te juro que esa chica me dió más besos en un día que tú en un mes. Entiende que te apoyo, pero me estás olvidando Jimin.

—¿Disculpa? ¿Quién me insistió en que debía estudiar lo que quería? Ahora me estás culpando por que no te hago caso... ¡Estoy cumpliendo mi sueño, joder! Tu ya has alcanzado el tuyo, ahora déjame cumplir el mío. Y no es que quiera ignorarte, es que no he tenido tiempo.

—No has tenido tiempo por que te importa más un papel con tinta que una persona con vida.

—¡Mientes!

Las lágrimas empezaban a acumularse en los ojos del pelirrosa, quién ya había tomado su chamarra y su celular.

—Saldré por aire fresco. Mientras intenta bailar una de mis coreografías, a ver si tienes ganas de hacer algo después.

Y salió del departamento.

*Poner la multimedia*

~•~

POV. MOONBIN

*RING! RING!*

—¿Si? — Levanté el celular como pude y vi la hora en mi reloj. 12:03 a.m... ¿Quién te llama a esta hora?

—¿Es usted Moon Bin?

—Sí, ¿Quién es usted?

—Buenas noches joven Moon, mi nombre es Anahí y le llamó de parte de la clínica Geonganghan Salm. Se le requiere aquí pronto, por favor.

El corazón empezó a latirme más rápido. ¿Por que habrían de necesitarme ahí?

Tomé mis cosas y salí, sin saber que me esperaba del otro lado de las puertas de cristal de la entrada.

Llegué al lugar y me tuvieron en la sala de espera. Mi corazón no dejaba de latir desenfrenado, menos ahora que sabía por qué estaba ahí.

Recién me habían dicho que Jimin había sido atropellado hacía casi una hora, y estaban haciendo lo mejor que podían para mantenerlo con vida.

Pasaron lo que parecieron siglos, cuando un doctor rubio y de ojos azules intenso, se acercó a mí.

—¿Moon Bin? Escuche, lo lamento mucho. Hicimos lo que pudimos para mantenerlo estable, pero las heridas eran demasiado profundas y perdió mucha sangre. Pero...

Mi corazón se fue al fondo de la tierra y de regreso. No podía estar pasando...
No lo dudé dos veces y eché a correr buscando la habitación 55.

Una vez llegué ahí, cerré la puerta con llave tras de mí, y me giré hacía la cama.
Lo que vi me destrozó aún más. Mi amor, mi querido Jimin, estaba en la camilla con el rostro pálido y manchas de sangre en su rostro. Alrededor de su torso tenía una venda que se había tornado carmesí, y sus labios estaban morados.

—No, no, no, no.

Podía oír a lo lejos como los de seguridad intentaban abrir la puerta, diciéndome que no debería estar ahí. Pero no me importaba, mi Jiminnie estaba frente a mí, pero al mismo tiempo no había nadie.

Lo tomé entre los brazos llamando su nombre, como si eso fuera a traerlo de vuelta. Le dí un beso en la frente, mientras me sentaba junto a él.

—Jimmie, no me dejes ahora. Lo siento, lo siento, lo siento. Perdóname por favor, no te vayas... No puedes dejarme aquí, no, no, no.

—Joven lo lamento, no puede estar aquí. — Sentí como unos brazos me tomaban y me levantaban, sacándome de la sala.

— ¡NO! ¡Déjenme con él, no pueden llevárselo! — Más doctores llegaron y se llevaron la camilla, sacando todo de la habitación — ¡JIMIN!

Pero era inútil. Se lo estaban llevando y él ya no podía oírme. No pude evitar culparme. Si no hubiéramos peleado por mis estúpidos pensamientos, él no habría salido a tomar aire y no hubiera terminado de esa forma.

Era mi culpa. Jimin ya no estaba y era mi culpa.

Llegué al apartamento y me eché en la cama a llorar. Sólo fue peor... Su aroma estaba en todas partes y sus cosas de encargaban de recordarme que ya no estaba conmigo.
Encontré su pintura sobre la mesa. Cabe decir que yo no sabía que era.

*Por un momento imaginemos que le falta un cuarto de pintura y la firma de Jimin*

Las lágrimas volvieron. Recordé lo que me había dicho cuando habíamos empezado a salir.

"Algún día iremos en un bote juntos a recorrer el mundo. Es uno de mis sueños."

Y ahora todos sus sueños se habían ido a la basura gracias a mí. Todos y cada uno de ellos.
Y junto a sus sueños se fue mi felicidad.
Ahí me di cuenta que lo que te trae alegría a tu vida, es lo mismo que puede quitarte hasta la última gota de la misma.

Tomé la pintura entre mis brazos y me senté en el suelo de la estancia, pidiendo a mis abuelos que si Jimin llegaba al mismo lugar que ellos (Si es que se llegaba a un lugar estando muerto) lo cuidaran y lo llevaran al mar.
Mientras, lo único que yo podía hacer en ese momento era llorar y sentir culpa, viendo los sueños a mi alrededor que nunca serían hechos realidad.











Vale, pues perdón por el capítulo triste(?
Espero pronto subir un capítulo siguiendo la historia.







Psss.... ¿Quieres oír un secreto?








Ya no tengo inspiración :'v

Si alguien quiere dejar sugerencias, serán tomadas en cuenta. Quiero leer sus opiniones e ideas. Ya veré cómo puedo adaptarlas a la historia (Por que sí, ya sé que va a pasar, sólo que no puedo escribirlo ;-;).

PD: pandita_26 Sí, el doctor era Will xd haciendo un cameo, ahr :v

Eeeeen fin, les mando saludos a mis lectores y lectoras y ojalá no se enfermen como yo~
Nos leemos pronto, no olviden dejar sus sugerencias 💓

Mew~

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