«18, Mistake»
- Esta película está de lo más aburrida.
Dongmin le puso pausa al dvd con el control. Se levantó de donde estaba, dirigiéndose a la reserva de dulces que había llevado al departamento de Moonbin.
- ¿Quieres saber algo? Odio esta película.
- ¿Entonces por qué la estábamos viendo?
- Por que tú quisiste ponerla, y no quise detenerte.
- Oh vamos Binnie.
Dongmin regresó a su lugar en la cama. En medio de esta, puso los chocolates que había tomado, y le roció más salsa a las palomitas.
Moonbin lo veía discretamente a su lado. Ya se había acostumbrado a que Dongmin nunca tenía suficiente de comida.
Por que sí, llevaban ya un mes haciendo esas "citas de amigos" para ver películas. Todas y cada una de ellas habían sido geniales (Menos por las partes incómodas cuando alguna parte de su cuerpo se tocaba sin querer).
Los chicos ya habían pasado tanto tiempo cerca, que el estar juntos y en silencio ya no era incómodo.
Había momentos en los que Moonbin tenía que reprimirse a sí mismo de una manera extraordinaria. Al ver a Dongmin junto a él, con su cuerpo claramente más pequeño, le daban unas ganas inmensas de tomarlo entre sus brazos. Sin embargo, eso haría las cosas muy raras e incómodas, por lo que Moonbin sufría un poco cada vez.
Mientras tanto Dongmin empezaba a tener una obsesión (O así lo creía él).
Hubo una ocasión en que Moonbin olvidó su suéter en casa del contrario. Éste lo tomó con la intención de dárselo al día siguiente, pero no resistió la tentación de oler la suave tela. Pronto el dulce aroma de la ropa de Moonbin lo había embriagado.
Moonbin puso la mano sobre la de Dongmin antes de que pudiera tomar el control remoto.
- Mejor hagamos otra cosa, ¿No?
- Esperaba que lo dijeras.
Los chicos se sentaron en posición mariposa y se voltearon de manera que quedarán frente a frente.
- Entonces, ¿Qué quieres hacer Binnie?
- Pues... Tenía una idea para más tarde. Pero no sé si sea buena idea que vayamos los dos.
- ¿Por qué?
- Verás, descubrí donde trabaja mi mamá, y la verdad es que aún no termino de entender que hace, pero dudo que sea bueno.
- Ajá...
- Y pues quería colarme en el lugar en la noche. Pero no quería ir solo, así que pensé preguntarte si querías ir. Sé que suena arriesgado pero...
- Cuenta conmigo.
- Uh?
- Sí, si esto es importante para ti, cuenta con mi presencia. Después de todo, los dos aprenderemos algo, ¿No?
Moonbin se quedó viendo a Dongmin un poco más de lo necesario, mientras tomaba un puñado de palomitas.
- Tienes razón, sí.
- Entonces iremos en la noche.
- ¿Y qué quieres hacer mientras tanto?
- Hay una serie en Netflix...
Los chicos empezaron a ver la serie, y mientras los capítulos pasaban, los párpados de Dongmin empezaban a pesar. Finalmente, se quedó prácticamente abrazando a Moonbin, mientras dormía tranquilamente.
El contrario pensó en alejarlo por un momento, pero al ver su rostro tranquilo y su respiración suave, no pudo evitar acercarlo más.
🐢🐓
La noche había caído el fin. Las luces de las casas Y edificios hacían a la ciudad parecer un mar de estrellas.
Mientras tanto, en el departamento de Moonbin, Dongmin estaba acariciando a Samuel. El gato se había enamorado del chico, y siempre lo seguía alrededor de la casa. Aunque Dongmin prefería a los perros, no podía negar que le encantaba acariciar el suave pelaje del felino.
- Todo listo para irnos -. Moonbin entró a la habitación, dejando sobre la cama un par de mochilas y chamarras para ambos. - ¿Estás seguro de que quieres venir?
- Lo estoy, no te preocupes por eso -. Dongmin se colgó la mochila de un brazo, mientras se levantaba de la cama. - Ahora, ¡Vamos a colarnos a un edificio!
Los chicos salieron del departamento, caminando hacia el lugar. Caminaron por casi 40 minutos, cuando divisaron una reja de metal y un letrero en el que se leía:
Prohibido el paso a partir de este punto. Sólo personal autorizado.
-SeoMedics, empresa.
- Debe ser por aquí.
Los chicos saltaron la reja, y siguieron caminando, esta vez de manera sigilosa.
Tras unos minutos, pudieron ver el enorme edificio.
Era completamente plateado, y tenía el tamaño de un estadio y medio. Casi no había ventanas, y era de 3 pisos.
Alrededor había un frondoso bosque, que impedía ver el edificio desde otro ángulo. En todo el perímetro había cámaras y guardias vigilando la entrada.
A través de las pocas ventanas que había, lograron divisar a los trabajadores, que iban de un lugar a otro, algunos con traje y algunos con batas blancas y lentes protectores.
- Hay que acercarnos por atrás, así evitamos que nos vean.
Empezaron a correr entre los árboles, llegando por fin a la parte trasera del lugar.
Para su fortuna, sólo había cámaras. Lograron evitar ser localizados por éstas, y entraron por la puerta de emergencia.
Del otro lado de la puerta, estaban las escaleras que daban al segundo y tercer piso. Los chicos no quisieron arriesgarse a salir al primero, pues ahí habían visto a los trabajadores, así que empezaron a subir.
Llegaron a la tercera planta, y para su suerte, estaba vacío.
Había pasillos interminables, y habitaciones por igual. El aire estaba inundado de un fuerte aroma a limpiador de pisos y químicos. Justo como una farmacia.
- No entiendo, si se supone que hacen medicinas, ¿Por qué hay tanta seguridad? Dudo mucho que alguien quiera robar aspirinas -. Dijo Dongmin, susurrando lo más bajo que podía. Ambos se habían escondido tras una columna del lugar, aunque aún no había señales de que hubiera alguien ahí.
- Exactamente por eso es sospechoso. Aparte de que últimamente han estado haciendo"pruebas" -. El chico se puso de rodillas y se descolgó su mochila. De ésta sacó un par de periódicos que le dió a Dongmin. Ahí venía la información acerca de las dichosas pruebas, sin embargo no decía que era lo que estaban haciendo.
- Vale, si es un poco raro -. Dongmin le regresó los periódicos a Moonbin. Volvió a asomarse desde su escondite, sólo que esta vez vió a una mujer por el pasillo. - Shh, agáchate -
La mujer pasó frente al lugar donde estaban escondidos sin reparar en su presencia. En su mano llevaba unos papeles (Que estaba viendo con cierto desconcierto), y usaba un sencillo traje negro.
Dongmin supo al instante que era la mamá de Moonbin. Sus perfiles eran parecidos, y honestamente la mujer era bastante guapa.
- Hay que seguirla, vamos.
- ¿Qué? Pero va a-
No le dió tiempo de decir nada, pues Moonbin ya lo estaba jalando de la mano hacia el pasillo.
Caminaron discretamente tras de ella, manteniendo la distancia y escondiéndose tras las cosas de vez en cuando.
Llegaron el final del pasillo, cuando la mujer entró a una habitación, dejando la puerta a medio abrir.
Los chicos se escondieron detrás de una base para garrafón, mientras escuchaban la conversación.
- Kenia, linda, ¿Conseguiste los resultados?
Moonbin reconoció la voz al instante. El presidente Joon. Él sabía que era dueño de la empresa, pero no pensaba que estuviera en las instalaciones de ésta.
- Así es. Sin embargo, hay algo que no me cuadra.
- ¿Por qué?
- Al parecer están teniendo problemas para poner la sustancia en las vitaminas. Según lo que pude ver, las imágenes se están distorsionando al entrar en las pastillas, lo que impide que queden dos iguales.
- Agh, otra vez. No te preocupes, yo le diré a Terrence que se encargue de eso. Ahora, retomando la conversación de hace unas horas...
- Oh, claro. Tranquilo cielo, YuHwan está haciendo un trabajo genial vigilando a mi hijo. Dentro de poco tiempo podremos realizar la fase 3 del experimento.
- Eso es simplemente magnífico. Por cierto, pensé que podrían interesarte estos diseños. Hay una chica que va a tener gemelos, y pensamos que sería interesante que ambos tuvieran el mismo diseño en la piel. Lo único que tenemos que hacer, es incorporar la sustancia dos veces, y ¡Listo! Marcas iguales para los niños.
Moonbin y Dongmin cruzaron miradas nerviosas. ¿De qué estaban hablando? ¿Poner sustancias? ¿Marcas en la piel?
De pronto se escuchó el sonido de un timbre, y el tercer piso comenzó a llenarse de a poco. La gente subía y reía mientras arreglaban sus cosas para terminar sus turnos.
- Mierda, tenemos que irnos.
Ambos empezaron a escabullirse entre los pasillos, cuando unos de los trabajadores los vio.
- ¡Hey! ¡Ustedes dos!
- ¡Corre!
Tras correr por lo que parecieron horas, llegaron a un cuarto que no tenía llave, y entraron, escapando del trabajador enojado.
Se quedaron recuperando el aire unos segundos, y prendieron la luz.
Ambos se voltearon, y lo que vieron era sumamente extraño.
La habitación era del tamaño de casi dos salones de clases, y había pósters cubriendo las paredes... No, no eran pósters, eran planos de diseño.
En ellos había formas sumamente extrañas, así cómo algunas más simples. Debajo de cada una, había dos nombres.
Al final de la sala, había unos cajones con papeles. En cada uno de ellos, estaba escrito un año.
En toda la sala había mesas largas, con un desastre sobre ellas. Habia tinta esparcida, papeles y botes vacíos de medicina.
En la mesa más cercana, uno de los papeles decía:
Proyecto 15: Marcas con color.
Fase 1: Los sujetos han reaccionado de manera extasiada. Les hemos hecho las cosas más fáciles. Nos aseguramos de que ambos sujetos vivieran cerca, y hemos visto los avances.
Nota: La gente confía en que las marcas son reales. Hasta ahora nadie ha cuestionado nada, y mientras logremos hacerlo sonar convincente no debería haber ningún problema.
Tanto como Moonbin como Dongmin se dieron cuenta de esto. Voltearon a verse con notoria preocupación.
- Entonces... Las marcas no son reales. Ellos se encargan de hacerlas y de alguna manera las ponen en la gente.
- Pero, eso significa que realmente no dicen tu alma gemela. Sólo son puestas al azar.
Entonces la puerta de la sala de abrió, y un grupo de guardias entró.
Hola!! Pues... E aquí su capítulo nuevo~
Sé que está horrible, pero no sabía cómo plasmar las palabras.
En fin, cada vez estamos más cerca del final!
Siento que la historia pudo haber quedado mejor, pero para ser la primera a la que realmente le pongo empeño creo que no está taaan mal.
Y pues nada, eso. Se me cuidan, y nos leemos pronto ♥
PD: Escuchen Hamilton. Les juro que no van a arrepentirse ~
Mew~
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