Hola, soy Min YoonGi un pintor que recientemente salió a la luz. Debo admitir que fue difícil ya que me considero alguien con fobia social. Fui así desde que tengo memoria, y a mamá no le agrado para nada aquello ya que mi familia es de una buena posición económica y cada semana siempre hay alguna reunión de empresas. Bien, aquellos días fueron mi peor pesadilla, odiaba el ruido, la gente por montón y así pero a mi madre jamás le importo aquello.

Recuerdo que en una de aquellas reuniones me dió un ataque de ¿pánico?, me explico. Estaba normal en un principio, al lado de mi padre y mamá hablaba con sus amigas, hasta que mamá hizo algo que cambio todo me entró un pequeño miedo, no quería ir, aquellas mujeres no me gustaban y se lo dije a mamá, a ella le importo un rábano y continuo guiandome al lugar donde estaban sus amigas. No lo recuerdo del todo, solo se que me solté de mamá y comencé a gritar, pidiendo que me dejara en paz. Sinceramente no sé de donde saque todas esas palabras ya que tan solo un niño de cinco años.

Mis gritos llamaron la atención de la gente a nuestro alrededor, de un momento a otro papá apareció y me tomo en brazos, pero mi madre lo detuvo y me quito de brazos de mi padre y dijo:

—No quiero un hijo enfermo, yo quiero un hijo al cual dejar todo lo que tengo y que este haga crecer más lo que tengo, no quiero a un hijo cobarde.

Esas fueron sus palabras. Papá me dijo que comencé a gritar y a llamarlo, a madre no le importo llamar la atención solo quería hacer lo que se había propuesto en un principio. Papá me dijo que continúe gritando, que el pánico se notaba más pero a mi madre no le importo, papá y por detrás de nosotros pidiendole a madre que detenga todo esto, pero ella se nego. Y de pronto todo explotó, eche un grito y arañe la cara de mi madre, ella me soltó por la sorpresa y caí de espalda al piso de cerámica dónde me golpeó la cabeza, causando una abertura en esta.

Tengo vagos recuerdos de aquel día, dónde mi papá comenzó a gritar y me miraba con terror, pena, angustia.

—¡Llamen a un ambulancia!.

Y ahí fue donde comenzó todo, desde aquel día mi vida cambio de pronto. Después de salir del hospital me llevaron a casa de tío Seok-Jin ya que papá y mamá no estaban pasando por una buena situación. Se estaban divorciando. ¿Aquello me afectó? en gran manera, ya que me sentía culpable de ello, pero papá me decía siempre que yo no tenía la culpa.

Le dieron mi custodia completa a papá y mamá podía verme solo una vez a la semana, lo cual no ocurría ya que ella se fue a otro país. Papá y yo vivimos juntos en otra casa desde aquel día, papá vendió la otra casa y compro una más pequeña.

Después de años conoció a una mujer, Park Hye, una mujer bastante amable y una buena psicóloga. Me ayudó a superar aquella fobia en gran manera, era súper amable conmigo, me daba toda la atención que alguna vez deseé de mi madre. Un año después ella llego con algo, o mejor dicho, alguien inesperado.

—El es Jimin, Park Jimin y desde hoy será tú pequeño hermanito YoonGi.

Y aquello fue lo que cambio todo nuevamente, comenzaron los sueños, el cariño, las sonrisas, cosas que jamás había sentido, amor, un amor para nada bien visto, un amor que jamás sería real, un amor que me había cambiado para bien, pero ese amor no tenía nada de bueno, un amor que pensé que solo era un cariño de hermano mayor, un amor que me llevo a descubrir cosas que jamás había sentido, un amor que cambiaría mi vida nuevamente, pero a la vez la destruiría.

—¿No son hermosos estos cuadros?.

—Vaya, si que lo son.

—Mira, este es el que más me gusta.

Y desde aquel día mi vida cambio para mal.

—Kim Seok pinto esto, ¿hermoso no?.

—No puede ser, esa pintura es...¿soy yo?.