final

A decir verdad, Chan siempre fue quizás demasiado impulsivo. Para muchas cosas siempre era así, no lo pensaba tanto y probablemente eso era una ventaja, o una desventaja. Sin embargo llevaba días pensando en qué hacer, no tenía ni la más mínima idea y sentía que en cualquier momento se volvería loco por eso.

Había hablado con Hyunjin sobre lo indeciso que se encontraba en si decirle a Changbin que le gustaba o no, su amigo claramente lo alentó a hacerlo pero no lograba convencerse. Claro que quería algo con él, porque sería una mentira si dijera que no pero mierda ¿qué era tan difícil?

El miedo de ser rechazado.

Siempre que a Chan le ha gustado alguien nunca lo ha pensado demasiado, casi siempre él es el primero en confesarse, muchas veces funcionaba y otras no pero él lo sabía. Chan no controlaba quién le gustaba ni a quién le gustaba, no podía hacer nada si no era correspondido y sabía que pasaba lo mismo si era el caso con Changbin.

Sin embargo no estaba listo para ser rechazado por él. Por más que intentara convencerse de aquello no lo lograba, le aterraba pensar en que podía ir con Changbin, decirle lo que sentía y que el hombre sólo le dijera que no le correspondía, que sólo lo usó para satisfacerse y que nunca tendrían nada serio.

Probablemente Chan terminaría siendo el hazmerreír.

Suspiró pesado y colocó sus manos en el bolsillo de su buzo mientras caminaba por la acera. A veces caminaba un rato y debido a que ha tenido demasiado en su cabeza también era una buena idea, en un intento de despejarse también. Pateó una pequeña piedra que se encontró en su camino, alzando la vista después y se encontró con aquel hombre, acompañado de su leal secretario Kim.

Era ahora o nunca.

Abrió los ojos y mordió su labio por un momento antes de exclamar — ¡Changbin! — corrió, llamando la atención del hombre.

Con el ceño fruncido, el aludido se giró para ver de quién se trataba y abrió los ojos sorprendido al ver a Chan.

— Tanto tiempo, lindo — le saludó con una pequeña sonrisa cuando llegó hasta él.

Chan le devolvió la sonrisa, jadeando — Necesito hablar contigo.

— Claro, ¿qué pasa? — contestó extrañado.

Pero Chan miró alrededor, haciendo una mueca — ¿Pero puede ser a solas?

Changbin asintió sin dudarlo — Sube, vamos a mi casa.

El camino hasta su destino fue en pequeñas charlas, Changbin le preguntaba cómo había estado y si todo estaba bien. Chan estaba contento de que así fuera, las cosas en su casa comenzaban a ir cada vez mejor, ya ha estado buscando trabajos nuevos y con suerte podrá conseguir un mejor sueldo, además de que su madre estaba en buen estado.

Le aliviaba saber que su esfuerzo había valido la pena.

No mucho después, finalmente llegaron a la enorme casa y la puerta en seguida se abrió, dejándolos pasar pero el guardia los detuvo por un momento.

— La señorita Seo está adentro, señor — habló el guardia mirando al hombre a su lado.

— De acuerdo, gracias — replicó y en seguida se adentraron en la casa.

Chan frunció el ceño por un momento antes de mirar rápidamente a Changbin pero quien no le devolvió la mirada.

Se bajaron del auto una vez que se estacionaron y en silencio caminaron al lugar, Chan mordía su labio con los nervios recorrerle el cuerpo. No quería arrepentirse, quería hacerle saber a Changbin lo que sentía por él incluso si eso significaba la gran posibilidad de ser rechazado.

¿A qué le temía tanto? No sería la primera vez que le rechazarían, ¿cuál sería el problema si sucedía lo mismo? Changbin no era una mala persona, para nada, al principio se había comportado un poco idiota con él pero al comenzar a relacionarse más fueron conociéndose sin pasar los límites.

— ¡Yunkyoung! — exclamó Changbin con una pequeña sonrisa, llamando la atención de Chan y al ver hacia el frente se encontró con una chica que parecía joven, quizás estaba alrededor de sus 20s y era muy atractiva. Sus cabellos eran café oscuro lacio y le llegaba a los hombros, su altura estaba en el promedio y tenía una linda sonrisa.

Luego vio a Changbin acercarse a ella con los brazos abiertos antes de abrazarla una vez que llegó frente a la chica.

— ¡Bin, ¿cómo has estado?! —  exclamó con una enorme sonrisa, correspondiendo el abrazo.

Chan pronto dejó de escuchar la conversación, mirándolos hablar muy animadamente, como si se conocieran de toda la vida. Y él no sabía adónde mirar o qué hacer, se sentía incómodo y parecía que no debía estar ahí ahora mismo.

Mordió su labio levemente, agachando la cabeza mientras movía su pie un poco con nervios.

Se aclaró la garganta y miró a Changbin quien seguía platicando con la chica — Mejor hablemos otro día Changbin, tengo que irme — anunció antes de darse la vuelta sin dejarlo responder.

El hombre en seguida se giró con el ceño fruncido dándole una rápida mirada a Chan antes de hacerle una seña a Yunkyoung para que lo esperara y corrió para alcanzarlo — ¡Chan no, espera! — exclamó pero el aludido lo ignoró, siguiendo con su camino. Cuando finalmente llegó hasta él, tomó su muñeca, obligándolo a girarse — Querías hablar conmigo, ¿por qué te vas? — preguntó, extrañado.

— Tengo unas cosas que hacer y llevo prisa — mintió, esperando que Changbin no indagara en el tema e intentó zafarse sin mucho éxito. Por primera vez desde que lo conoció, no le gustó que tuviera tanta fuerza.

— Quédate, mi hermana no se va a quedar mucho tiempo. Espérame un poco y hablamos de eso que quieres — le explicó, sin soltarlo mientras lo miraba a los ojos.

— ¿Tu hermana? — inquirió atónito pues aquella información lo había tomado desprevenido.

Changbin ladeó la cabeza — Sí, es mi hermana... — afirmó antes de fruncir el ceño — ¿Qué pensaste?

— No, nada nada — sacudió su cabeza frenéticamente.

Escuchó al hombre frente a él reír y le soltó la muñeca, cruzando sus brazos sobre su pecho — Ahora que arreglamos ese malentendido, ¿vas a entrar o de verdad tienes que irte? — preguntó mientras lo miraba.

Su orgullo le pedía que no aceptara regresar y que sólo se fuera sin decirle nada pero otra parte suya le rogaba que se quedara, necesitaba decirle eso que tanto se había debatido en hacer.

Prefería arrepentirse de haberlo hecho a arrepentirse de no haberse confesado.

Suspiró pesado y asintió — Podemos regresar — dijo en voz baja pues aún estaba avergonzado, apenas audible.

Changbin sonrió ampliamente — Vamos adentro entonces, seré breve con Yunkyoung. Puedes quedarte con nosotros o subir.

Chan volvió a asentir mientras caminaban de vuelta a la casa.

— Lamento no haberlos presentado antes, nos hubiéramos ahorrado un malentendido. — se burló Changbin con una pequeña risa cuando entraron a la sala y Chan sintió las mejillas rojas — Yunkyoung, este es Chan... Mi amigo. Chan, ella es Yunkyoung, mi hermana menor — dijo, señalándolos.

Chan sonrió avergonzado y estiró su mano — Hola.

Yunkyoung sonrió ampliamente, estrechando su mano — Un gusto.

Chan asintió en silencio y cuando soltó su mano, mordió su labio — Te esperaré arriba Changbin, pueden tomarse su tiempo — avisó y el dueño asintió con una gran sonrisa, despidiéndose de la chica con timidez. 

Salió de la sala y comenzó a caminar alrededor de la casa, mirando esta. No ha pasado mucho tiempo después de que terminara su contrato con Changbin así que no ha habido muchos cambios en la casa. Seguía siendo igual a como la recordaba. Miraba a las mucamas en la cocina y caminar por el lugar, lo saludaban pues probablemente aún se acordaban de él y les hacía una pequeña reverencia mientras sonreía tímido.

Una vez que llegó frente a las escaleras que iban al segundo piso, comenzó a subir estas, colocando su mano en el barandal de madera que se encontraba cerca de la pared.

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— Te gusta — habló la chica una vez que Chan se fue y Changbin la miró.

— ¿Qué? — fue lo único que dijo, sorprendido — Claro que no.

— No te estoy preguntando Changbin, se te nota en toda la cara — pronunció, mirando a su hermano bufar — ¿Vas a decirle?

Changbin se limitó a suspirar en silencio — Espero hacerlo hoy, me lo encontré y decidí tomar la oportunidad — admitió luego de un rato.

A este punto ya era inútil seguir ocultándolo.

En realidad lleva un tiempo desde que lo supo, no le contó a Jisung por lo que Yunkyoung era la única persona con la que ha hablado al respecto. A decir verdad se negó a aceptarlo, porque era la única persona por la que sintió algo desde que empezó con todo eso de daddies y babies. Lo último que quería era aferrarse a él.

Había pensado en sólo seguir como si nada pero no podía, era difícil. No podía sacárselo de su mente.   

— Qué raro. — soltó, llamando la atención de su hermano, quien fruncía el ceño sin entender — Nunca te tomas las cosas en serio con quien te acuestas.

Esta vez, Changbin abrió los ojos, atónito — ¿Lo sabías?

Nadie en su familia sabía que tenía contratos con personas a quienes les daba dinero a cambio de sexo. O eso creyó. 

La única persona cercana a él que sabía era su mejor amigo Jisung, nunca vio la necesidad de decirle a alguien más. De cualquier forma sabía que aquel contrato terminaría en algún momento y no se los presentaba a nadie, si Yunkyoung sabía de sus parejas era porque a veces lo visitaba sin avisar y se los encontraba.

— Ay, por favor. — soltó una pequeña risa — Claro que lo sabía, todas las veces que venía eran personas diferentes. No te dije nada porque es tu vida — explicó, encogiéndose levemente de hombros.   

Changbin se limitó a guardar silencio, sintiéndose como un tonto. Era lógico después de todo, no siempre estaba con la misma persona y no era muy difícil darse cuenta. 

Si debía ser honesto, nunca pensó en decirle, ni mucho menos en volverlo a buscar. El hecho que se lo encontrara había sido pura suerte. Sin embargo, en cuanto Chan le dijo que quería hablar con él lo vio como el momento indicado para hacerlo si no quería arrepentirse luego.

Por otro lado, mentiría si dijera que no se encontraba nervioso al respecto, temía que no fuese correspondido porque no tenía ni la más mínima idea de lo que Chan quería decirle. Quizás era muy importante si había corrido hasta él.

— Bueno, te dejo para que vayas con tu chico. — se burló su hermana, llamando su atención — Podemos hablar otro día y me lo presentas mejor.

Changbin rodeó los ojos pero sonrió. Ella también esperaba que fueran novios. En seguida se levantó al ver que su hermana hacía lo mismo, acompañándola hasta la puerta — Gracias, te quiero — le dijo en voz baja y Yunkyoung se limitó a sonreír.

Cuando salió, cerró la puerta y suspiró pesado, corriendo escaleras arriba para buscar a Chan en alguna de las habitaciones. Frunció el ceño al no encontrarlo e hizo una mueca, extrañado porque juraba que había venido arriba. No pudo haberse ido, ¿verdad? Lo hubiera escuchado.

O a más de que se hubiese escapado y fuera demasiado cauteloso de que no lo escucharan.

Cuando se acercó a su habitación, abrió la puerta y lo encontró en la cama sentado mirando su móvil. No pudo evitar suspirar aliviado, sonriendo.

— Por un momento pensé que te habías ido — fue lo primero que dijo, llamando la atención de Chan, quien alzó la vista, sonriéndole.

— No soy tan malo — se burló, colocando su móvil en el bolsillo de su pantalón y le hizo espacio para que se pudiera sentar a su lado así que sin dudarlo, Changbin así hizo.

— Así que... ¿Qué era lo que querías decirme? —  preguntó una vez que se sentó, mirando a Chan tomar una bocanada de aire, mordiendo su labio levemente. 

Ninguno decía nada por un momento, Changbin sólo esperaba pacientemente a que Chan comenzara, mirándolo pero el chico no le devolvía la mirada. Aquello lo ponía más nervioso por lo que sea que fuera a decirle pero sólo se dedicaba a guardar silencio.

— Dios, no sé cómo decirlo y me preocupa lo que dirás. — empezó, mordiendo su labio pero aún sin mirarlo — La verdad es que me gustas, — soltó finalmente, sorprendiendo a Changbin y alzó la mirada, haciendo contacto visual — Sé que no debí pero me enteré tan tarde, no supe en qué momento empezó pero no dejaba de pensar en ti y en todo lo que tuvimos incluso si era por un estúpido contrato. Sé que esto es una tontería pero me gustas Seo Changbin, mucho — dijo, bajando la voz.

— No seas tonto. — habló, provocando que Chan abriera los ojos ante su respuesta, tomado desprevenido — No es ninguna tontería porque también me gustas, — Chan ni siquiera sabía qué decir — también me di cuenta tarde pero me negaba a aceptarlo, no pensé en decírtelo así que había querido superarte, te darás cuenta que no pude. Cuando me dijiste que querías hablar conmigo vi mi oportunidad y sin pensarlo demasiado la tomé.

Chan sonrió ampliamente y rodeó sus brazos alrededor del cuello del hombre, quien abrió los ojos sorprendido pero en seguida tomó su cintura para acercarlo a él — Eres el más lindo, ¿lo sabías? — se burló Chan, dándole un rápido beso en los labios.

Changbin soltó una pequeña risa y también le dio un beso, sin embargo era más largo y sin dudarlo, le correspondió.

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bueno, este ha sido el final y creo que estoy bastante contenta con toda la obra. gracias por el apoyo. pero esto no es todo, subiré el epílogo pronto <3

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