prólogo

Se encontraba moviendo su pie impacientemente mientras masticaba su labio inferior con nerviosismo. Miraba el suelo y su mente se hallaba en blanco, sentía que había tanto que pensar pero a la vez no lo hacía.

La sorpresa lo consumía.

— ¿Tutores de la señora Choi? — escuchó una voz femenina y en seguida alzó la cabeza, levantándose a la par que lo hacía su padre quien había estado sentado a su lado.

— Nosotros — replicó el señor Bang, mientras ambos miraban expectante a la doctora frente a ellos.

— Le hemos detectado un tumor en el cerebro y me temo que es maligno. — explicó en voz baja, apenada de dar las malas noticias — Por fortuna no está demasiado avanzado así que podemos ir controlándolo.

Ambos asintieron y, aunque, por una parte fuera algo malo, Chan no pudo evitar suspirar aliviado. El tumor podría ser controlado y todo estaría bien.

— ¿Hay algo que podamos hacer doctora? — preguntó con preocupación.

— Debido a que es canceroso tenemos que hacer una operación lo más pronto posible para poder extraerle el tumor.

Cerró los ojos, maldiciendo en voz baja y mordió su labio con fuerza.

Estaba jodido.

Hablaron un poco más con la doctora antes de visitar a su mamá en la habitación aunque ahora se encontraba dormida.

*

Chan frunció el ceño cuando escuchó la puerta principal ser cerrada y se levantó, caminando hasta la entrada, donde encontró a su padre quitándose el saco y colocándolo en el perchero.

— ¿Pa? — preguntó extrañado, provocando que el hombre alzara la vista — ¿Qué haces aquí tan temprano?

El turno de su padre terminaba hasta las 8 de la noche, eran tan sólo las 5.

Su padre suspiró pesado pero no respondió, caminando hasta la cocina y Chan le siguió en silencio con el ceño fruncido. Al llegar al umbral, lo vio tomar un vaso, servirse agua y beber de él hasta el fondo.

Cuando terminó, se relamió los labios y sin mirarlo a los ojos, habló: — Me echaron.

Estaba anonadado y no encontraba las palabras perfectas para responder.

— ¿De qué hablas? — inquirió, acercándose a su padre.

— He trabajado muchos años ahí, Chan. — empezó, pero seguía sin atreverse a mirarlo — Ya no necesitan a un viejo como yo, están buscando a gente más joven.

En ese momento sintió que el mundo se le venía abajo. Su madre había caído enferma hace un par de meses y ahora a su padre lo habían echado de su trabajo.

No pudo evitar sentir un nudo en la garganta formarse. Quería echarse a llorar de la impotencia pero sabía que no podía hacer nada al respecto y eso le jodía incluso más.

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vi la necesidad de un prólogo para explicar mejor esto así que ajá, pronto subiré el primer cap ^^♡