Solo quería que acabará para llorar hasta dormirme como lo había hecho todas las noches que el se divertía usando mi cuerpo como quería. Cuando terminó y se vistió rápidamente creí que por fin me dejaría sola y tranquila, pero mis ojos se abrieron enormemente cuando ví a Carlos entrar a la habitación, Christian solo asintió así dirección antes de marcharse, en cuanto las puertas se cerraron Carlos se acercó a mí, me jalo del cabello y su risa que se había convertido en una de mis recurrentes pesadillas se empezó a escuchar por toda la habitación.

No supe cuando me dormí, o cuando Carlos termino de de hacer conmigo lo que quiso, pero sentía mi cuerpo totalmente adolorido. Cómo pude me pare de la cama y entre al baño quería quitarme está suciedad que sentía en todo mi cuerpo.

GRACE

De nuevo estaba en el orfanato,  algo dentro de mi me decía que esa pequeña niña no pudo haber escapado, por fortuna mi hijo me prometió ayudarme a encontrarla. Me encontraba camino por los pasillos viendo cómo los niños pequeños se divertían cuando ví a Elena sentada en una de las bancas.

Desde que habíamos dejado de ser amigas, no había sabido nada de ella,  intenté darme la vuelta para que no me viera pero no funcionó de nada ya que solo di unos cuantos pasos antes de escuchar su voz llamándome.

-No esperaba encontrarte aquí, un orfanato no es muy de tu estilo -fue lo primero que le dije cuando estuvimos frente a frente.

-Aunque no lo creas pueden hacerse muchos negocios aquí.

-No creo que les interesen tus negocios.

-Eso lo veremos, por cierto saludame a tu hijo y dile que muy pronto se arrepentirá de lo que me hizo.

Fue lo último que dijo antes de marcharse, no entendía porque había cambiado tanto, éramos amigas desde hace muchos años, pero eso termino cuando descubrí que se acostaba con mis dos hijos desde que eran unos adolescentes.