BuscoUnOsoLindo

-Por tanta nicotina y alcohol en su cuerpo.. su corazón latera más rápido si se esfuerza demasiado, a esto se le llama Taquicardia. Al parecer surgió por nacimiento pero desde que comenzó a fumar y tomar solo adelantó los efectos.. Lamento decirlo, pero con lo que dice sus ultimos resultados.. no le queda mucho tiempo..

El chico que en ese momento miraba al doctor no pudo reaccionar, su madre (que fue con él) tampoco pudo reaccionar, tenían una mirada de "El peor chiste mal contado en la historia"

-T-Tiene que estar bromeando.. Tiene que ser mentira! -La madre había comenzado a gritar al doctor vulgaridades intentando que el doctor le dijera que todo era mentira.

-M-mamá -Pero antes de que llegara a extremos aquel hijo enfermo suyo la detuvo para hablar tranquilo con su médico- Solo.. quiero saber cuanto queda..

Aquel hombre de barba blanca suspiró al haberse salvado de las manos de aquella señora.

-Lamentablemente te quedan de 2 a 3 semanas.. luego de eso no esperes mucho..

La señora al reaccionar de que todo era verdad y que su primer hijo estaba en peligro de muerte no pudo reaccionar de otra forma más que para comenzar a llorar.

-G-gracias.. de todas formas.. -Osomatsu aún algo sorprendido por la notícia no tuvo de otra más que ayudar a su madre a salir del lugar pues esta no quería moverse.

Habían ido por un simple control por una pequeña fiebre.. no por que le dijeran que solo le quedan semanas.. semanas..

Se habían tenido que sentar en un banco del parque para intentar que su madre se calmara un poco, a base de abrazos y pequeños mimos que Osomatsu sabía muy bien como dar lograron que el llanto se quedara en pequeños sollozos.

-Mamá... no diré... que todo va a estar bien... pero..te prometo que la pasaremos bien, que dices? -Sonrió a su madre como solo un hijo puede hacer para calmarla y su madre no tuvo de otra que sonreir a pesar de sus ojos rojos y lágrimas de tristeza.

-Tú.. tienes un talento nato para sacarme una sonrisa -La madre de aquel chico mostraba una cálida sonrisa la cual opacaba por completo la mueca de tristeza de hace un rato. -Pero.. aún con esto.. siento que voy a perder una parte importante de mi vida en poco tiempo..

Antes de que las lágrimas cayeran de nuevo el primogénito de la familia se levantó del asiento con una gran sonrisa.

-Mamá, disfrutemos este tiempo, sea verdad o mentira, voy a morir o puedo vivir, pero no quiero pasarlo llorando, tú si? Prefiero pasar mis últimos momentos contigo, papá y mis hermanos.

La señora matsuyo solo pudo comenzar a reir levemente, su hijo era una joya; una que casi nadie veía porque esta se escondía en los más intimo de su personalidad.

-Bien.. vamos a casa, haré tu comida favorita. -Osomatsu sonrió aun más feliz, si es que se puede, mientras la señora matsuyo se levantaba de su asiento.

Los dos caminaron riendo hasta su casa, no le dirían a nadie la notícia, por petición de Osomatsu, pero si le dirían un pequeña mentira sobre alguna enfermedad, no querían preocupar a nadie, o al menos Osomatsu no quería preocupar a nadie con más de sus pequeñeces.

Si supiera que esta pequeñez le revelaría con que ojos sus hermanos lo miran..

-Pero.. -Su queja fue callada por su hermanito menor dejándolo algo shokeado.

-Ya basta! Nadie irá a una cena contigo! No nos importan tus problemas, ni aunque estuvieras muriendo iríamos! -Choromatsu estaba envuelto en un gran frenesí furioso.

Osomatsu quería llorar, solo estaba pidiendo una cena para decirles la verdad en la última semana, nada más que eso..

-Está bien.. -Suspiró dando una sonrisa algo forzada que al menos la mayoria pudo notar -Solo.. quería una cena pero creo que ahora da igual~ -levantó sus manos en forma de paz y salió del cuarto dejando que su pequeño hermanito se calmara...

Pero su corazón se exprimia a cada segundo, no soportaría irse sin decirle a sus hermanos sobre su condición, no quería hacerlo...

Sintió unos pasos detrás suyo y cuando estuvo a punto de bajar las escaleras un empujón hizo que todo a su alrededor se congelara, Choromatsu en un arranque de Cólera que no pudo soportar corrió a golpearlo.

Lo último que escuchó antes de que su visión se desvaneciera fue a su madre gritar y que alguien llamaba al 911.

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Cuando aquel chico despertó estaba en una cama de hospital conectado por un suero, tenía enyesada una de sus manos y sentía un gran dolor en su cabeza. Estuvo mirando de reojo el cuarto por un largo tiempo hasta que por la puerta apareció una doctora. Está se mostró realmente sorprendida al verlo despierto, tanto que salió corriendo.

Osomatsu no entendía nada, casi nunca lo hacía pero esta vez realmente estaba confundido. No fue hasta que solo apareció su madre histérica de preocupación y llorando de felicidad en el cuarto que se dio cuenta que ya no era parte de la vida de sus hermanos.

Salieron de ahí en 3 días, literalmente había estado inconsciente tres días por lo que perdió toda una semana en un hospital. Y la última semana para él se acercó, sabía que intentara lo que intentara no llegaría a ser una preocupación real de sus hermanos.. y vaya que bien se sentía eso.. su muerte no importaba, él había dado siempre el mal ejemplo y sus hermanitos naturalmente no habían seguido su camino.

Él los guió por buen camino asegurándose de pasarlo mal por ellos, no le molestaba en absoluto no ser parte alguna de su recuerdo pues estaba realmente seguro de no necesitar serlo. Dio tan mal ejemplo que no necesitaba ser recordado por nadie más que por su madre y eso era mucho pedir para él.

En esa última semana se le notó decaído, mintió descaradamente diciendo que se trataba del golpe que se dio, no quería falsa lástima, ni falsa hermandad de último momento.

Casi ni comía, pobre, le costaba dormir, y se sentía realmente mareado, Karamatsu, como usualmente pasaba, fue el único que lo ayudaba, este no estaba al tanto simplemente era por su amabilidad.

En el último dia de su vida su madre había cocinado la comida favorita de Osomatsu una ultima vez más, todos se quejaron de no recibir esa atención de hace mucho, queja la cual no fue tomada muy en cuenta por Matsuyo. La cual en medio de la cena no pudo evitar comenzar a llorar preocupando a todos, menos a Osomatsu pues este ya no estaba con ellos.

Nadie lo tomó en cuenta cuando cayó en la mesa con una leve sonrisa dando una mirada de despedida a su madre.

Matsuyo se abalanzó hacía Osomatsu intentando despertarlo, haciendo suspirar a sus hermanos pensando que había tomado mucho.
Matsuyo y su esposo comenzaron lamentarse y el señor tuvo que decir la verdad.

Que Osomatsu solo mintió.

Que Osomatsu no estaba mal por su golpe.

Que Osomatsu no estaba dormido.

Que todo lo que este chico pudo pedir le fue tristemente concedido.

Que este chico ya no podrá velar por nada ni nadie.

Que este chico ya no está con ellos ni volverá a estarlo

Osomatsu se fue como siempre quiso, dando un ejemplo aún realmente no siendo preciso.

Osomatsu murió y la casa dejó de tener aquel lider inquieto...

Osomatsu se fue...

Pero Osomatsu nunca volverá a desaparecer de la mente de su familia ni por un segundo.