The Night of Mourning
(La noche de duelo)
WangXian era la canción que había compuesto y tocado para él años atrás. No tenía letra, nunca encontró la mejor, nunca dio con alguna que le hiciera sentirse satisfecho. Descartó borradores enteros y dejó de lado composiciones sosas que no eran lo que buscaba.
Su intención siempre fue componer una melodía alegre para que ambos compartieran, una canción que demostrara su amor y lo más bello de este sentimiento.
Pero toda moneda tiene dos caras.
Y la vida da giros impredecibles, que a veces convierten la idea original en una muy diferente.
Con la lluvia fluyendo en el exterior, su cuerpo herido hasta el punto de que caminar le era imposible, y su corazón dañado, pulverizado, Lan Wangji no tenía nada más que perder, no tenía nada...
Wei Ying se había ido.
Wei Ying ya no estaba.
Wei Ying...
Su amado y preciado Wei Ying.
Estuvo sedado en los últimos meses luego de haber recibido su castigo por manos de su tío, lo mantuvieron alejado del mundo para que no escapara, sabían, ellos sabían que de no tenerlo dormido todo el tiempo, Lan Wangji hace mucho que habría dejado el receso de las Nubes para volver con Wei Ying a los túmulos funerarios.
Lan QiRen no podía permitir más desobediencia de su parte así que dio la orden de contenerlo.
Si ahora lo dejaban estar despierto y con la libertad para volver a ir a donde quisiera, solo significaba una cosa... Wei WuXian había sido eliminado, ya no era considerado un peligro para el segundo jade de Gusu.
Palabras se atoraban en su garganta, lágrimas se derramaban sin cesar por la inmaculada piel hasta caer en los puños apretados. La cítara a su lado parecía comprender su melancolía y esperaba paciente a que los dedos del Lan tocaran sus cuerdas.
La primera hora luego de que Lan Wangji se despertara, estuvo en silencio, al comienzo de la segunda, una melodía nostálgica se escuchó en lo profundo del lugar, haciendo eco entre las montañas, expandiendo su sonido hasta los confines más remotos del mundo, para desvanecerse en la lejanía de un corazón apagado.
Inquiry llamó a las almas durante toda la tarde, pero ninguna tenía la respuesta que él quería, y tampoco eran quien él quería.
El ocaso llegó, la noche también, más el sonido melancólico no se detuvo ni por un instante.
Un líquido escarlata escurría de las cuerdas a lo largo del instrumento, los canales de aguas rojas caían en cascadas hasta el blanco paraíso de telas que formaban las túnicas, el emblema de las nubes se tiñó con la sangre, su regazo se mancho también. Pero ni aún así la melodía se detuvo.
Solo cuando la luna brilló en lo más alto del cielo nocturno, hubo una pausa. Tres minutos de silencio antes de que una canción distinta fuera entonada con notas cálidas, cargadas de amor eterno, a la espera de que, en algún lugar del universo, la persona a la que estaban siendo dirigidas, las escuchara.
Lan Wangji la tocó una vez, y cuando estaba a punto de tocarla de nuevo una voz alegre y entusiasta lo detuvo.
"Lan Zhan"
— Wei Ying...— Sus ojos buscaron con desesperación el lugar de donde provenía la voz, sin darse cuenta de que ese lugar eran sus recuerdos.
"¡Lan Zhan!"
— ¡Wei Ying!
La puerta se abrió dando paso a una figura similar a Lan Zhan. Cuando entró aquel invitado inesperado, también lo hizo una ligera ráfaga de aire helado, la cual revolvió los cabellos sueltos y sin atender de Lan Wangji.
— Wangji... — Lan Xichen observó a su hermano menor con una cara pálida. Acababa de regresar a Gusu, y al escuchar que Lan Wangji se negó a comer en todo el día, manteniéndose solo en el Jingshi, su preocupación explotó.
— Hermano.
Lan Xichen fue atrapado por esos ojos y no pudo evitar sentirse culpable. Bajando la mirada, dijo en voz baja, empleando un tono tan suave que su hermano a penas y alcanzó a escucharle.
— Lo siento... ¡Hermano yo...!
— Un lo siento no lo traerá de vuelta. — Lan Wangji miró sus manos heridas y se abrazó a sí mismo, haciendo muecas de dolor al tocar aquellos puntos sensibles en su espalda. — No lo hará...
Esa noche el cielo lloró, el mundo había perdido al alma más pura y no lo sabía.
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