🃏𔘓 ¦ Capítulo 25
Kook♡:
Jimin, ¿dónde estás?
¿Estás en la cafetería?
Dime que no, por favor dime que no
Contestame lo más pronto posible, por favor
Jimin miró su celular con una ceja arqueada, sin entender los mensajes de Jungkook y sintiendo un poco de miedo ante lo preocupado y desesperado que lucia el castaño.
Yo:
Estoy acá, ¿qué sucede?
¿Jungkook hyung?
Kook♡:
Mierda, misrda mierda y msa mierds
Vpy de camino
Yo:
Hey
¿Acaso estás en la motocicleta mientras me texteas?
¡Jungkook!
Jimin frunció el ceño y se mordisqueó el labio, Jungkook no le siguió contestando y ya tenía el suficiente nerviosismo en el estómago como para llevarse un dedo a la boca y chuparlo.
Se pasó una mano por el cabello, y caminó de allá para acá en su espacio de trabajo mientras pensaba y creaba películas en su cabeza de lo que sea que pudiese estarle pasando a Jungkook y lo que tenía que ver con él. Agradecía que la cafetería estaba a punto de cerrar y no había ningún cliente, si no seguramente lo estaría mirando raro por lo completamente angustiado que se veía.
Volvió a mirar su teléfono, Jungkook le había dejado el visto y habían pasado 6 minutos desde que le mandó el último mensaje. Tampoco quería llamarlo, si Jungkook de verdad estaba conduciendo su motocicleta no iba a arriesgarse a marcarle, lo que menos quería es que Jungkook sufriese un accidente o le parara la policía por infringir la ley automovilística.
Colocándose un poco de puntitas, observó a Hoseok desde la ventana ordenando no sabe que cosas mientras conversaba con el chico auxiliar de cocina de quien sabe que cosa.
Kook♡:
Estoy en un semáforo, ¿no ha pasado nada?
Yo:
Por dios Jungkook, me tienes con los nervios de punta
¿de qué me estás hablando? Tengo miedo, no sé que te pasa
No, no ha pasado nada, ¿me puedes explicar, por favor?
A Jimin ya no le salía el ser formal con Jungkook, y maldijo en voz baja mientras dejaba caer su celular a la barra cuando Jungkook volvió a dejarle el visto, y se desconectó del chat. Se pasó las manos por la cara y suspiró, iba a golpearlo cuando llegase.
De pronto, sintió un auto pararse afuera del local. Por lo que se arregló el pelo y se alejó las manos de la cara por si llegaba a ser un cliente desesperado que llegaba cuando estaban a punto de cerrar. Pero en cambio, se descolocó al ver a una furiosa Jihyo roja de cólera bajar del auto y caminar echa una furia hacia la cafetería.
Jimin no entendía, Jihyo había tenido turno esta mañana, ¿qué hacía allí y por qué parecía a punto de quitarle la cabeza a alguien?
Y allí es cuando Jimin lo notó, Jihyo tenía su mirada fija en él, una llena de odio y enojo que puso los pelos de Jimin de punta y le dió un escalofrió.
—¡Tú!—, gritó Jihyo al entrar, empujando la puerta tan fuerte que el vidrio de esta osciló, —¡Maldito bastardo!
Jimin tenía los pies pegados al suelo, una porque no entendía por qué mierda Jihyo se la había agarrado con él, y segunda, porque estaba con un miedo de la puta madre. Y Jimin realmente no se esperó lo que vino cuando la rubia estuvo frente a él con la barra separándoles.
Jimin giró el rostro a un costado, sintiendo un fuerte ardor en la mejilla izquierda que le hizo jadear, al igual que pudo sentir parte de su piel del pómulo ser rasgada por una de las uñas de la chica. Se llevó la mano a la zona afectada, viendo de reojo como la rubia parecía querer lanzarse encima suyo.
Jihyo le había pegado una cachetada.
—¿Qué...?
—¡Maldito infeliz, aprovechador!—, volvió a gritar, y Jimin chilló cuando le agarró de las muñecas con fuerza, enterrando esas largas uñas pintadas en su tierna piel blanca.
Jimin intentó hacer fuerza para separarse, Jihyo le estaba sacudiendo y jalando hacia ella misma mientras murmuraba un montón de incoherencias y asustaba cada segundo más a Jimin.
—
¡Sueltame!—, chillo él, algo desesperado y gimiendo de dolor cuando reafirmó su agarre en las muñecas y enterró sus uñas.
—Es tu culpa... es tu culpa, ¡todo fue tu culpa!
Jimin sintió sus ojos lagrimear, ¿dónde estaba Jungkook? ¿Dónde estaba Hoseok y el otro chico? Jihyo no le soltaba y estaba confundido, aparte de estar a punto de entrar en pánico.
Como si lo hubiese invocado, la figura de Jungkook apareció atolondrada detrás de Jihyo.
—¡Jihyo, suelta a Jimin ahora!—, gritó el castaño, tomando de los brazos a la rubia y empujándola para que le dejase.
Sintió los brazos de Hoseok envolver su cintura, y como de un fuerte tirón la chica lo soltó, siendo empujada hacia atrás por Jungkook, y como Jimin y Hoseok cayeron al suelo de trasero por la fuerza con la que se separaron.
—¡Jimin! ¿Estás bien?—, exclamó Hoseok, viendole temblar mientras miraba sus muñecas, donde tenía marcas rosáceas en forma de medias lunas y rasguños bastante feos y superficiales, exceptuando dos en su muñeca derecha que comenzaban a sangrar mínimamente, pero que ardían como el infierno.
—¡Arruinaste todo, Park Jimin!—, escuchó entre el mareo de emociones que tenía a la rubia.
—¡Cállate Jihyo!— Jungkook bramó, con un tono de voz que aunque Jimin no le estuviese viendo, se notaba que estaba enojado, —Jimin no tiene la culpa de absolutamente nada—, masculló, tan fuerte que Jimin volvió a temblar mientras cerraba los ojos y era arrullado por Hoseok.
—¡Claro que si!—, Jihyo golpeó con la palma de su mano la mesa más cercana, —Él me alejo de ti, te manipuló, te engatusó. Él arruino cada plan que yo tenía para que te gustara, ¡Él hizo todo!—, Jimin abrió los ojos, y alzó un poco la cabeza para ver por sobre la barra como Jungkook suspiraba intentando controlar el enojo y se agarraba de su cabello.
—¡Deja a Jimin en paz!—, Jungkook sacudió la cabeza mientras dejaba caer sus manos, —Yo fui quien le coqueteó primero, yo fui quien habló primero, quien llevó todo esto un paso más allá—, Jungkook le apuntó, y Jimin retuvo el aire, —Jimin lo único que hizo fue demostrarme lo bonito, puro y amable que era.
El rubio sintió sus ojos lagrimear, tantas emociones le estaban abrumando la cabeza y se sentía tan mareado, pero aún podía procesar todo lo que estaba sucediendo.
—Jimin es mi novio, Jihyo, estoy enamorado de él como jamás lo he estado de nadie. Y si tú te atreves a volver a colocarle un mísero dedo encima, te las vas a ver conmigo.
Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:
–almin♡
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