Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

PARTE ♡ 4

Me encontraba en clase de Educación Física. Justo hoy, nos tocaba correr toda la pista que rodea la cancha de fútbol, pero claro, el problema no era ese, sino que en la cancha se encontraban los chicos del equipo de fútbol entrenando.

Y sin camiseta, obviamente entre ellos estaba Jimin, Jungkook y ChanYeol, pero claro que no todos se encontraban dando esa vista, puesto que Hoseok traía puesta aún su camiseta.

-Si lo sigues mirando lo desgastaras.- Volteo a ver, y era EunBi la que me había dicho eso, muy gracioso de su parte.

-Yo no lo estaba viendo.- Respondí.

Claramente no.

-Chae...- Sihyeon puso una mano en mi hombro. - Lo estas viendo.-

Carajo.

-Señorita Kwon, señorita Kim y Señorita Park, ¿Interrumpo?-Oh oh, el entrenador ya había vendió a supervisar que cumplamos con sus indicaciones, que claramente, no seguíamos por andar conversando.

Ahora ya no nos dejan conversar tranquilas, no puede seeer.

- No entrenador.-Respondí. No quería un castigo solo por estar hablando de tonterías sin sentido.

- Pues a mi me pareció que si, vamos den 5 vueltas más.- Y se fue dejándonos con una expresión de total horror.

Ya me estaba marchitando y el quería que diera cinco vueltas más, iba a morir.

- ¿Pero qué le pasa? ¡¿No podemos siquiera hablar un poco?!- EunBi exclamó ya cansada de correr y ahora tendría que seguir haciéndolo.

-Es el entrenador EunBi, hace su trabajo.- Sihyeon respondió, ella era siempre la más centrada.

-Si, además tu empezaste a molestarme, te lo mereces.-

Y obviamente no me queda cayada, EunBi solo me sonrió mostrando todos sus dientes y sin más, las tres empezamos a correr antes de que el profesor llegara nuevamente y nos alargue el número de vueltas.

Miré por última vez hacia la cancha de fútbol, y ahí estaba, se pasó el pelo para atrás y...

¿A-acaba de sacar su lengua?

¡¿Qué carajo?!

Traía las manos en las caderas, se notaba ligeramente algunas gotita de sudor, que eran casi invisibles por la distancia a la que me encontraba pero que de igual manera sabía que estaban ahí, sinceramente en esa pose se veía todo lo contrario a inocente.

No supe cuanto tiempo me había quedado viéndolo, pero solo volví a la realidad cuando el volteó la mirada hacía mi, y me saludó, con esa hermosa sonrisa y ese gesto de la mano, inmediatamente sonreí con un ligero rubor en las mejillas y así respondiendo a su saludo.

Ojalá no se haya dado cuenta de nada, que la imprudente de mi persona lo miraba hasta desgastarlo pero que luego lo negaba.

Volví mi vista a adelante, EunBi y Sihyeon se encontraban más adelante, así que para alcanzarlas corrí hacia ellas provocándoles un pequeño susto a lo cual las tres reímos.

La sonrisa que le había dado a Hoseok no se me borró en todo el día.

Aunque claro, cuando me cruzaba con Sehun y este empezaba con sus mierdas, mi humor se iba al carajo.












































Jung HoSeok


- Muy bien muchachos, ya pueden retirarse, fue buena la práctica, nos vemos mañana.-

Tras la palabras del entrenado, todos empezaron a tomar sus cosas, los que andaban sin camiseta, se las pusieron. Yo había agarrado mi mochila, saqué mi botella de agua, estaba muerto del cansancio, así que un poco de agua ni me vendría mal.

No había podido entrenar muy bien que digamos, no recordaba que hoy, ella tenía clases de Educación Física y sinceramente no había podido alejar mi mirada de ella.

Se veía muy bien con la coleta, todo le quedaba muy bien.

-Tu no Hoseok, quiero hablar contigo.- El entrenado me retuvo. No demonios, ahora no

Me acerqué al entrenador Ko, el siempre era comprensivo, pero si tenía que decirte algo, pues te lo decía sin importar qué.

-Dígame entrenador Ko.-

-Joven Jung seré directo, hoy no lo ví muy concentrado, parecía mas que quisiese irse a la clase de Educación Física y correr por todo los alrededores, que estar aquí.-

-No entrenador, yo de verdad quiero estar aquí.- Y era la verdad, el fútbol al igual que el baile, eran dos cosas que me gustaban mucho.

- Y eso lo sé.- El profesor dio un suspiro. - Pero debes evitar las distracciones, al menos solo cuando estés entrenando, luego tendrás todo el día para pasarlo con la señorita Park.-

¿Qué?

Sentí como mis mejillas y orejas se tornaban rojas, odiaba ser muy vergonzoso, y en este caso no sería la excepción.

- Y-yo yo no paso el día con Chae.-

Aunque quisiera...

- Pero quisieras.-

Touché. ¿Es acaso brujo?

-Hoseok, eres muy obvio, te le quedas mirando, y tengo entendido de que eso no es de ahora.- Ay, era taaaaaaaan obvio que ni ella se daba cuenta.

Y la verdad aquí era la siguiente.

Inevitablemente hace un año aproximadamente, o menos, conocí a Chae en las vacaciones de verano, más bien, no la conocí, simplemente supe que tan bello ser existía. Ella estaba en la biblioteca, usaba unos shorts jean con una correa gruesa, un polo blanco metido en los short, unas zapatillas completamente negras con plataforma transparente y una coleta alta.

Ella usaba audífonos mientras leía, en ese primer día que la conocí, había descubierto muchas cosas sobre ella, le gusta demasiado leer, y eso porque estuvo desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la noche encerrada en su mundo con aquel libro, y yo se eso porque yo también hice lo mismo.

Le gusta mucho el Latte Macchiato, solo se concentra con música, no le gusta que le se baje la coleta, ya que a cada rato se la volvía a acomodar, usa lentes para leer, los cuales le quedan espléndidos. Me percaté también que reniega, cuando los demás se le acercan, le hablan y ella esta en plena lectura, así que a regañadientes contesta.

También habían chicos que se le acercaban, ella se quitaba los audífonos y los miraba para luego tímidamente negar con su cabeza.

Nunca escuché que era lo que esos chicos le decían pero se que ella rechazaba a todos con un rotundo pero tímido movimiento de cabeza.

Claro también con un pequeña sonrisa de vergüenza. Y que pasamos todo ese verano llendo a la biblioteca.

Mi plan era solo ir una vez por semana, y no más, pero por ella iba todos los días, a la misma hora, hasta la misma hora.

Al final, me despedí del entrenado afirmándole que estaría más concentrado en el otro entrenamiento y salí de la cancha de futbol para dirigirme a las duchas, aún tenía una clase mas y después hasta el lunes. Me adentré en una de las duchas, a pesar de que aún no estamos en verano, hoy si que hizo calor.

Salí de la ducha con una toalla envuelta, como no había nadie, me vestí con tranquilidad. Al terminar, guardé mi ropa en el casillero, cogí mi mochila, pero antes de cerrarla vi esa caja rosada pequeña con detalles dorados al fondo de esta.

Así como con la caja marrón, me sentía nervioso.

Una de las cosas que aprendí en aquel verano en donde la conocí, era que amaba con locura los chocolates y entre ellos las trufas y vi que ayer, cuando nos estábamos llendo a casa, pasamos por una tienda de chocolates, ella se había quedado mirando la ventana de aquella tienda.

Así que hoy al pasar por la mañana decidí comprarlo.

"PINK MARC DE CHAMPAGNE TRUFFLES"

No sabía si le gustaba el champagne, pero cuando compré los chocolates, también compré un paquete mas pequeño, y la verdad estaban deliciosos.

Ahora el tema era, ¿Cómo se lo entrego?

La vez pasada lo hice porque justo el profesor no había venido, y aproveché eso para salir de clases y dejarlo, pero ahora el profesor no iba a faltar, y tampoco quería llegar más tarde de lo que estaba llegando. Mientras caminaba por la escuela en dirección a mi salón, pasé por su casillero.

Suspiré, y cogí el valor necesario.

Tome un post-it que me había regalado mi hermana, al principio me parecía algo ¿Inútil? pero ya ven que al final si sirvió de algo. Escribe una pequeña nota, la pegué en la caja, y con un poco de suerte, busque en mis pantalones uno de esos ganchitos negros para el pelo, maniobré la cerradura de su casillero y deje la caja, la cerré y rápidamente corrí a mi salón.

Inevitablemente una pequeña sonrisa se asomó en mi rostro.

Así como cuando de pequeños hacemos alguna travesura, pero que al final tus padres no te pueden castigar porque fue una travesura inocente y sin un fin de maldad.

Sino todo lo contrario.

Ya que estabas en una etapa de niñez y hacer travesuras era parte de ello, así como yo ahora, que estaba en mi etapa de enamorado, y hacer travesuras también era parte de ello.



~Editado~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro